lunes, 13 de agosto de 2007

Medios de comunicación pueden empeorar proceso duelo familiares menores muertos

En los últimos 7 años han desaparecido en España más de una decena de menores que fueron hallados muertos, unos sucesos en los que el proceso de duelo es, de por sí, de 'los más difíciles' pero que puede complicarse aún más por la atención y tratamiento que le dan los medios de comunicación.
El Presidente de la Sociedad Española e Internacional de Tanatología (SEIT), Alfonso García Hernández, explicó a Efe que los supervivientes se quedan con el dolor pero además con interrogantes sin respuestas y el sentimiento de culpa de no haber podido 'prevenir la muerte'.
En ese estado, los medios de comunicación pueden influir negativamente, ya que se 'airea socialmente' la intimidad de los dolientes.
García recomendó que se deje un espacio para que las personas puedan realizar su duelo y que ese proceso lo marque 'la familia' y no 'la sociedad'.
Para la terapeuta de la Asociación de Ayuda a Enfermos Graves y Personas en Duelo (ALAIA), Dulce Camacho, el apoyo de la sociedad por la difusión de estos casos es 'en un primer momento positiva', porque los dolientes se sienten 'arropados' pero después deben vivir su duelo lejos de los ojos de la opinión pública.
La asociación otorga un 'apoyo importante' a individuos en situación de duelo a través de los 'grupos de ayuda', constituidos por personas que han sufrido pérdidas y que tienen un encuentro cada cierto tiempo para intercambiar sus experiencias.
Camacho indicó que son precisamente los padres que han perdido a un hijo los que más requieren su apoyo durante el duelo, un proceso que ellos estiman que dura entre dos y tres años.
Para la escritora Anji Carmelo, autora de tres libros sobre el duelo, es particularmente difícil asumir la pérdida de un menor en circunstancias violentas porque 'aparte de que se ha sufrido mucho hasta que es localizado, el no saber qué ha pasado es muy desgarrador'y hay 'mucho que reconstruir'.
La dificultad que para cualquier persona supone aceptar la muerte como un hecho natural y superar la sensación de ahogo y de vacío, el dolor, la rabia y la culpabilidad que conlleva el fallecimiento de alguien se complica 'extraordinariamente' en el caso de los menores, porque 'no se cumple la ley de la vida', dijo.
En España, entre 2000 y 2007 se han registrado 14 desapariciones de menores de edad en las que el final ha sido desafortunado, ya que 3 aún siguen sin aparecer y 11 aparecieron muertos, entre ellos, el último caso conocido: el de la menor chilena Fernanda Fabiola Urzúa, que desapareció en la isla de Tenerife la última semana de julio y fue hallada muerta poco días después.

Fuente: Terra.com

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