Cultura en movimiento, es el slogan con que Argentina se presentará el 2010 en la Feria del Libro de Frankfurt. El comité organizador dio a conocer sus proyectos, que buscan reflejar el carácter multifacético del país.
Por: Claudia Herrera
Argentina tiene una vitalidad cultural a toda prueba. No logró acabar con ella ni la dictadura militar, ni la crisis económica. “Tras el retorno de la democracia, la literatura argentina vive una de sus mejores épocas”, asegura el escrito Mempo Giardinelli. Y es ese mundo polifacético, tanto en lo social como en lo literario, lo que Argentina quiere mostrar el año próximo en la Feria del Libro de Frankfurt, como invitada de honor.
Más que Evita y Maradona
“Argentina es más que Eva Perón, Che Guevara o Maradona, más que tango y carne”, afirmó la presidenta del comité organizador, Magdalena Faillace. Una amplia gama de actividades, que incluirá ciclos de cine y teatro, al igual que exposiciones de pintura y otras muestras, complementará el año entrante la participación argentina en la cita literaria de Frankfurt.
Entre los proyectos, uno tiene especial carga simbólica. Por ejemplo, en Berlín se planea reeditar una obra de Marta Minujín llamada “El Partenón de los Libros”, de 1893, época en que Argentina recuperó la democracia. Según se informó, la idea es montarlo en el lugar en que los nazis hicieron la tristemente célebre quema de libros.
Argentina, en representación de Latinoamérica
Junto a los escritores de las nuevas generaciones, lógicamente estarán presentes los clásicos de las letras argentinas, como Borges y Cortázar, también muy conocidos en Europa. Los organizadores de la Feria de Frankfurt ven también en Argentina un representante de toda Latinoamérica. “En Buenos Aires tiene lugar una de las ferias del libro más grandes de América Latina. Allí se encuentran editores de toda Latinoamérica y era por ello importante aludir también a toda América Latina”, indicó el director de la muestra, Jürgen Boss.
La feria del libro de Frankfurt ya tuvo como invitado especial a todo el continente en 1976, en la época del boom de la literatura latinoamericana, con figuras como Mario Vargas Llosa, Jorge Amado o el propio Julio Cortázar. Era la década de las dictaduras militares y el encuentro literario servía también de plataforma para la discusión.
La presión de la dictadura
El entonces director de la Feria del Libro, Peter Weidhaas, recuerda en su libro “Und kam in die Welt der Büchermenschen” que el embajador de la junta militar argentina demandó retirar la invitación a Cortazar, que vivía en el exilio en París. Weidhaas no cedió. Poco después de acabada la feria, encontró el interior de su vivienda destrozado y los neumáticos de su automóvil rasgados.
Este jueves, el editor Daniel Divinsky también recordó esa época. Relató que en 1977, cuando estaba detenido con su esposa, Weidhaas escribió un mensaje al general Videla para pedirle que le permitiera abandonar el país, adjuntando los pasajes para la Feria del Libro de Frankfurt.
Los tiempos de la dictadura, tematizados tanto en la literatura como en el cine argentino, serán abordados en 2010 en Frankfurt, pero también la protagonista es la Argentina de hoy, que mira hacia adelante con su dinámica cultura.
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Fuentes: ERS/dpa/ap/hr/DW