Un militante de la Juventud Peronista fue demorado ayer por la Policía y denunciado por lesiones ante la Justicia por haber golpeado a personas que limpiaban las carteleras del microcentro porteño donde estaban colocados afiches con la leyenda: "TN, Todo Negativo. Todo Negocio".
A las 10 de la mañana, un grupo de 10 empleados de limpieza contratados por el Grupo Clarín trabajaba sobre las carteleras de la Avenida Alem y Tucumán, escoltado por un agente de la empresa de seguridad privada Prosegur, cuando fue interceptado por tres personas que estaban pegando afiches.
Según una fuente de la comisaría primera de la Policía Federal, ambos grupos comenzaron a discutir y uno de los jóvenes que pegaban afiches golpeó a uno de los limpiadores. Las discusiones continuaron hasta que todos terminaron en la comisaría.
Allí, los empleados de limpieza hicieron una denuncia contra el golpeador, que quedó demorado hasta las 18, cuando se ordenó su libertad tras abrirse una causa por lesiones en el Juzgado Correccional 5 a cargo del juez Walter Candela. De acuerdo a la Policía, el joven que golpeó a los limpiadores es el único imputado en la causa.
Anoche, sin embargo, un grupo de jóvenes peronistas organizó una conferencia de prensa para dar una versión distinta. Estaban funcionarios nacionales como José Ottavis, director de Estudios Políticos de la Nación y Mariana Grass, directora Nacional de Juventud. También el dirigente de La Cámpora, Andrés Larroque, el diputado nacional Ariel Pasini, Gildo Onorato, de la JP-Evita y María Estela Vera, del frente Transversal.
Ellos denunciaron que "un grupo de compañeros de la JP-Evita realizaba una pegatina en la calle y de inmediato aparecieron unas personas contratadas por la empresa Artear, perteneciente al Grupo Clarín, que los agredieron verbal y físicamente". Y caracterizaron el episodio como "la mayor muestra de intolerancia y violencia del grupo monopólico Clarín".
"Estos multimedios no quieren solamente el monopolio de los medios, sino el monopolio de las calles, algo que no estamos dispuestos a entregar porque la expresión callejera fue uno de los refugios que tuvo la juventud para demostrar su repudio al modelo neoliberal durante la década del 90", advirtieron.
Fuente: Diario Clarín