"Pino" Solanas declara el 28 de agosto de 2007: "El espacio comunicacional está en manos oscuras y hay que empujar la reforma de la Ley de Radiodifusión".
Es verdad.
"Pero ninguna fuerza política plantea eso hoy pese a la cercanía de las elecciones".
Eso no es verdad (excepto la honrosa excepción de la Radio de las Madres).
El siguiente texto es un fragmento, creo que significativo, tomado de la versión taquigráfica de la sesión de la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a propósito del tratamiento de la Ley de Cultura, de fecha 23 de noviembre de 2006, de mi intervención en mi carácter de diputado de la Ciudad:
"Hace tiempo que vengo diciendo que tal vez nos encontremos frente a la transformación cultural más importante que ninguno de nosotros haya sufrido en su historia. Dentro de pocos días se van a resolver las metodologías respecto de los sistemas del espectro telecomunicacional en todo el país, es decir, se va a definir si la televisión se va a regir por el sistema norteamericano, europeo o japonés. Una vez definido eso, no me cabe ninguna duda de que en pocos días más el Congreso Nacional va a echarle mano a la Ley Nacional de Radiodifusión.
En alguna ocasión señalé que, a mi modesto entender, sería bueno mirar hacia México, donde acaba de suceder una especie de catástrofe cultural desde el punto de vista institucional. Ciertamente, es conveniente que todos sepamos que en México había una Ley de Medios que regía desde el año 1960 y que durante dos años, 2004 y 2005, todas las entidades culturales, artísticas, políticas y de las denominadas industrias culturales, elaboraron un proyecto de Ley de Medios junto con los Poderes Ejecutivo y Legislativo.
Curiosamente, durante esos dos largos años ni las empresas Azteca ni Televisa concurrieron a ninguna reunión. Obviamente eso no revestía ningún tipo de inocencia. En un momento determinado, cuando en México se acercaban las elecciones, se presentó la Ley de Medios propuesta por Televisa y Azteca, que fue votada en siete minutos en la Cámara de Diputados del Distrito Federal. En consecuencia, Televisa y Azteca hoy son concesionarias de todo el espectro telecomunicacional de México.
Mucho me temo que el Grupo Clarín no casualmente recompró Cablevisión hace no más de treinta días, y también compró Multicanal. El Grupo Clarín conserva a su socio americano Fintech, con un 40% del capital accionario en posesión del grupo americano y un 60% por parte del Grupo Clarín.
Como decíamos, mucho me temo que el fanstasma de la Ley de Medios de México esté sobrenadando Buenos Aires.
Curiosamente, las industrias culturales de la República Argentina poseen ya el nivel de concentración más alto de todo el país. Están manejándose de un modo cuasi monopólico y además con el nivel de extranjerización más grande.
Desde el punto de vista del espectro telecomunicacional, sabemos que la puja existente entre telefonía y televisión es muy grande, pero se va a resolver casi con seguridad a favor de la televisión. Entonces me parece que esta transformación nos pondrá frente a una realidad en la que nuestra capacidad de decisión a nivel nacional en cuanto a medios se va a ver no ya restringida, sino prácticamente anulada'.
En aquella sesión, la Ley de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires fue aprobada por 32 votos a favor y 1 en contra: el mío.
Esta misma Legislatura había aprobado en marzo de 2006 el traspaso de la Subsecretaría de Industrias Culturales desde el Ministerio de Cultura al de Producción, con lo cual la cultura pasó de ahí en más a ser tratada como una mercancía.
No creo pertinente detenerme en detallar mis críticas a las leyes de Cultura o de Mecenazgo de la Ciudad, sólo intento responder a la afirmación de Solanas sobre el silencio de partidos o sectores políticos respecto de la Ley de Radiodifusión.
Transcribo también textos de las propuestas culturales del Programa del MST (Movimiento Socialista de los Trabajadores), frente a las elecciones del 3 de junio de 2007 en un cuadernillo titulado "Bandera de remate a la Cultura", difundido durante toda la campaña en la elección para Jefe de Gobierno 2007
- No a los monopolios en los medios de comunicación. Que los programas de TV dejen de ser avisos publicitarios y se anule el control de rating denominado 'minuto a minuto'.
- Anular la Ley de Radiodifusión sancionada bajo la dictadura y elaborar una nueva Ley de Medios con participación democrática.
Lo planteamos hace un año y lo ratificamos ahora.
Héctor Bidonde es Diputado de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Fuente: Argenpress