El lunes 16/7 la empresa comunicó la recomposición paritaria que regirá hasta el 30 de abril de 2019. El dato es, un año más, lamentable y preocupante. Según ese anuncio la actualización en nuestros salarios apenas será de un 21% (licuado en tres cuotas no acumulativas que terminarán de pagar recién en febrero 2019, a saber: 10% a con el sueldo de Mayo de 2018, 6% con el sueldo de Octubre de 2018 y 5% con el sueldo de Enero 2019), mientras el gobierno nacional, en su versión más optimista, estima un 27% de inflación anual y hasta el diario Clarín publica que las subas de 2018 tendrán un piso del 30%.
Esto nos deja otra vez corriendo detrás y lejos de la inflación, así como nuevamente nos hace sentir estafados. Porque la paritaria volvió a negociarse a nuestras espaldas, de manera ilegítima, con un sindicato que no tiene representación real en el gremio. Misma situación de la que venimos siendo víctimas desde 2015 y por la que nuestros salarios han perdido poder adquisitivo.
Repasemos: tan sólo analizando el último período tenemos suficientes motivos para reclamar bien fuerte. En 2017, la cámara empresarial AEDBA (de la que forma parte Clarín/AGEA) y el sello de la UTPBA, cerraron una recomposición paritaria de 20%. En ese tramo la inflación en la ciudad de Buenos Aires fue de 24%, por lo que, al igual que en los años previos, perdimos contra la inflación, en esa etapa un 4%.
Por todo esto, los trabajadores de Clarín/AGEA, como el resto de los compañeros del gremio, atravesamos una emergencia salarial que será agudizada con la recomposición que anunciaron. Este contexto de crisis fue debatido en cada una de las oportunidades en las que nos reunimos como colectivo durante este año. Así fue como, en las asambleas generales del 11 y 12/7, decidimos por unanimidad reiterar y validar con nuestros nombres y apellidos, el reclamo: exigimos que la empresa disponga una mesa de negociación salarial interna para que, entre todos y desde el dialogo, podamos abordar el continuo problema de que el sueldo no alcance.