En tiempos de guerra, la prensa y la sociedad israelíes hablan con una sola voz, hasta el punto de que la "compasión" hacia los palestinos de la presentadora más popular del país levantó una polvareda.
Los medios israelíes apoyaron sin fisuras el lanzamiento de la ofensiva militar en la franja de Gaza, el 27 de diciembre, en un país en el que los tres principales rotativos venden un millón de ejemplares diarios entre una población de poco más de siete millones de habitantes.
El primer impulso de los israelíes ante un conflicto "es unirse alrededor de la bandera", justificando "la operación militar y las operaciones políticas", explica a la AFP Yizhar Be'er, director de Keshev, una asociación que supervisa la labor de los medios israelíes.
La opinión pública y la prensa comparten el sentimiento de que Israel "es una víctima rodeada de enemigos", algo que "no ha cambiado desde el Holocausto", agrega este ex periodista. Bajo estas circunstancias "se exacerba la unidad y se minimizan las voces disidentes".
Para varias organizaciones no gubernamentales israelíes lo que se echa de menos no son las críticas sino un espacio mediático donde puedan expresarse.
"Los puntos de vista criticando la decisión de lanzar la ofensiva o el comportamiento del ejército en la guerra apenas se hacen escuchar", afirmaron ocho ONG en una carta enviada a los directores de los principales medios.
Uno de los principales negociadores de los acuerdos de paz de Oslo (1993) comunicó bajo el anonimato a la AFP su sorpresa de que por primera vez "no hubiera sido invitado" para expresar su opinión en ningún medio del país.
Además del "patriotismo" y el sentimiento de "amenaza" de Israel, el "único" país del mundo con un vecino, Irán, que desea borrarlo de la faz de la Tierra, Be'er destaca que el apoyo unánime a la ofensiva en Gaza se explica por el hecho de que "los periodistas militares son oficiales reservistas".
"Todas sus fuentes proceden del ejército", un hándicap periodístico reforzado por la prohibición a la prensa de acceder a la franja de Gaza para investigar sobre el terreno, revela el presidente de Keshev.
La guerra de Líbano de 2006, apoyada de principio a fin por la prensa israelí, "aleccionó" no obstante de alguna forma a la prensa israelí. En ese conflicto contra el Hezbolá chiita, considerado a posteriori un fracaso, "todos perdieron: los políticos, el ejército y la prensa", dice Be'er.
Por eso en esta guerra en la franja de Gaza, pese al consenso sobre la necesidad de la guerra, "hay un debate sobre las soluciones diplomáticas y sobre el momento correcto de detener la operación", añade.
"Claro que hay opiniones diversas, la prensa israelí es una de las más democráticas del mundo", defiende a la AFP Anshel Pfeffer, un corresponsal de Haaretz. "Quizás hubo unidad al iniciarse la guerra, pero ahora hay muchas voces dispares", agrega.
El argentino Daniel Roche, director de "El Reloj", primer diario israelí en español en Internet, explica a la AFP que "hay un consenso mediático general sobre la necesidad de combatir contra los ocho años de disparos de cohetes" palestinos contra Israel, algo que asegura, la "prensa internacional olvida".
La actitud juzgada "compasiva" con los palestinos hizo que surgiese una campaña en Internet contra la presentadora del informativo de mayor audiencia en Israel, Yonit Levi.
Unas 34.000 firmas fueron aunadas en pocos días contra la periodista por haber realizado una entrevista a un palestino de Gaza, cuyo hijo falleció en un ataque israelí, y poner en tela de juicio la fiabilidad de las fuentes militares.
Levi "es muy conocida en el país, muy respetada. Sospecho que la campaña fue organizada por alguna organización de la extrema derecha, de las que hay docenas en Israel", afirma Be'er.
Fuente: AFP