Juan Arancio, nació en en Santa Fe de la Vera Cruz, Argentina, el 24 de Agosto de 1931. Ha destacado que mientras su hermano pescaba, él comenzó a dibujar sobre la arena húmeda. A los doce años imaginó personajes y elaboró historietas. Siete años después, en el concurso convocado por el diario “La Voz del Interior” obtuvo el premio para publicar su historieta. Es conocida su trayectoria como argumentista, ilustrador, dibujante e historietista en importantes revistas ilustrando argumentos propios Corso Pete, Trinchera, Puño de Hierro, Poncho Negro y Vida Escolar–, temas gauchescos –Intervalo, El Tony, Anteojito y Clarín–. Además de publicar las tiras Juan Chiviro y Santos Bravo en el diario El Litoral de la ciudad de Santa Fe. Juan Arancio, es uno de los protagonistas de la llamada “edad de oro”, en los tiempos en que dibujaba guiones de Oesterheld para editorial Frontera (Hora Cero, Frontera), donde dio vida a series memorables como Patria Vieja.
También ilustró obras de autores clásicos de la literatura universal (Héctor Pedro Blomberg, Lucio V. Mansilla, Alberto Vaccarezza, Emilio Salgari, Julio Verne, Ridder Haggard, Stevenson, De Foe, Jorge Luis Borges) e importantes libros (Cazadores de Ballenas, Misterios de la Jungla Negra, El Quijote, La Conquista del Desierto, Una Excursión a los Indios Ranqueles, Dick Turpin y, en numerosas ocasiones, al Martín Fierro). Por uno de estos trabajos la Editorial Colmegna de Santa Fe gana, en 1973, el Primer Premio en Filadelfia (USA).
En el exterior ha formado parte de los staff de Estudios Fleetway (Inglaterra) y Estudios Walt Disney (USA) y Editorial Scorpio (Milán). Por medio de estas Instituciones sus dibujos fueron distribuidos en Europa, Asia, Sudáfrica, Australia, Rodesia del Norte, Canadá, República Dominicana y Nueva Zelandia. Además, ilustró una versión de Don Segundo Sombra para Japón y una del Martín Fierro en piamontés.
Fundación de Santa Fe y la presencia de un sacerdote
A fines de 1984, Arancio insistía en la necesidad de situar a un cura, en el óleo que estaba preparando sobre la Fundación de Santa Fe, recordó Nidia Orbea Álvarez, en el sitio Servicio de Educación por el Arte. En su casa corrió la cortina para que entrara más luz, retiró el paño que cubría el lienzo donde había un esbozo en carbonilla y con alegría señaló:
“-Ve… acá está el lugar donde voy a pintar al cura, porque he investigado y estoy convencido de que así sucedió; aunque, claro, voy a seguir investigando…”El artista tantas veces observado y otras tantas tolerante con quienes lo juzgaban, siguió hablando del Cura. Acercó un libro y releyó los párrafos que había señalado y que justificaban ese espacio donde estaba convencido de que debió estar el sacerdote; bastante cerca de don Juan de Garay y del rollo de la justicia; junto a personas semidesnudas que como él dijo, estarían allí con razonable curiosidad para ver qué hacían esos hombres, en su mayoría mancebos de la tierra.
Fue el 15 de noviembre de 1573, un domingo primaveral y si se tiene en cuenta el clima en esta región litoral, es lógico pensar que usarían la vestimenta adecuada.
El responsable artista Juan Arancio, espontáneo en sus gestos, demostró una vez más su actitud meditativa antes de concluir una obra porque era consciente de que así como la palabra es un acto, también sus obras son testimonios que deben aproximarse a la verdad, ser el reflejo de un compromiso solidario.
La estatura moral de Juancito Arancio
Su conducta es un indicio de la estatura moral de Juancito Arancio, invariable en toda su trayectoria.
En abril de 1982, cuando se produjo el conflicto armado con el Reino Unido de Gran Bretaña tras desembarcar las tropas argentinas en las Islas Malvinas, decidió prescindir de contratos con editores ingleses y estadounidenses y perder esas retribuciones por sus ilustraciones, porque sintió que así se identificaba con una causa justa y era coherente con la valoración del sacrificio de los chicos… que entregaban sus vidas en el Atlántico Sur en defensa de la soberanía sobre aquellos territorios australes.
En 1993 el Concejo Municipal de Santa Fe lo nombra ciudadano ilustre de la Ciudad.
Realizó una de las pinturas más importantes de su carrera nombrada La Fundación de Santa Fe que fue escogida para adornar la Sala de Sesiones de la Honorable Cámara de Senadores de nuestra ciudad y su obra El Brigadier López de tamaño real para engalanar el Palacio Municipal.
Ha ilustrado una serie de obras literarias de autores autóctonos como Julio Migno, Gastón Gori, entre otros. Además gran parte de sus obras han sido reproducidas en diversos materiales como cristal, madera y cuero.
A pesar de padecer el mal de Parkinson, Juan Arancio no dejó de producir. El óleo sigue siendo su gran aliado y el que lo acompaña en los momentos en que “está de buen ánimo y sólo quiere pintar, aunque tiene algunos días en que está poco estable y se decae; hay otros en que sale adelante y nos regala su trabajo”, contó con orgullo su nieta al diario UNO.
"Siempre recibía a sus amigos en casa. Un 'hola cumpa' y un mate ya eran suficiente para arrancar la charla y comenzar a mostrar sus trabajos", agregó su hija Andrea.
"Arancio, lleva en su arte el sentir santafesino desplegado en el lienzo al óleo; o en el blanco papel a la tinta", se escribe sobre este vecino de Barrio Alfonso, en el libro Santa Fe Mi Barrio. Arancio fue, sin duda, uno de los artistas más destacados de la ciudad de Santa Fe que logró interpretar la imagen costera con todos sus condimentos y vivencias.
La ministra de Innovación y Cultura de la provincia de Santa Fe, María de los Ángeles “Chiqui” González, expresó: “Despedimos con gran dolor y admiración a Juan Arancio, reconociendo en el a uno de los artistas plásticos más relevantes de la cultura santafesina y del país. Sus obras inmortalizaron las escenas populares, el paisaje auténtico de Santa Fe y entablaron una comunicación fluida con todos los que aman y se reconocen en ella”, dijo y agregó: “Sus trabajos llegaron a todos los hogares sin distinción de clases y edades. Esta democratización de su producción enriquece enormemente la historia de la plástica de esta provincia. Agradecemos eternamente su figura sobria, llana, que siempre se prestó al diálogo con los que quisieron crecer con él. Agradecemos eternamente su figura sobria, llana, que siempre se prestó al diálogo con los que quisieron crecer con él", expresó la ministra en su adiós a Juan Arancio ¡Gracias por todo maestro!, cerró.
A través de sus redes sociales, el Club Atlético Colón lamentó su fallecimiento. "El Club Atlético Colón participa con sumo pesar del fallecimiento del artista plástico santafesino Juan Arancio. Desde este espacio lo recordamos como un representante y exponente de la cultura de nuestra ciudad, a través de esta obra de su autoría”, publicaron. Acompañamos a sus familiares y amigos en este duro momento.
El Club Atlético Colón participa con sumo pesar del fallecimiento del artista plástico santafesino Juan Arancio.— Club Atlético Colón (@ColonOficial) March 1, 2019
Desde este espacio lo recordamos como un representante y exponente de la cultura de nuestra ciudad, a través de esta obra de su autoría. pic.twitter.com/LVyDoJkQ6R
Son innumerables los premios y distinciones que ha merecido su obra, en Argentina y en el mundo.
Fotos: Pablo Aguirre
Fuentes: SEPA, El Litoral, Señales