La encargada de la comisión que redactó el nuevo proyecto de Ley de Comunicaciones Convergentes aseguró que este año la iniciativa oficial será tratada por el Congreso
Por: María Gabriela Ensinck
Silvana Giudici, directora del Ente Nacional de Comunicaciones (ENaCom)
Luego de diversas prórrogas y dilaciones, y tras la aprobación de la fusión entre Cablevisión y Telecom, un anteproyecto de Ley de Comunicaciones Convergentes que reemplazará y a Ley Audiovisual y la unificará con la de Argentina Digital ha sido presentado por el ENaCom y será sometido a discusiones por 180 días.
La directora del ENaCom y coordinadora de la comisión redactora, Silvana Giudici, dialogó con El Cronista sobre las características de la nueva normativa, los motivos de las reiteradas demoras en presentarla, y la aprobación por parte del Ente estatal de la mayor fusión entre empresas de comunicaciones en la historia.
¿Qué mejoras o actualizaciones propone la Ley de Comunicaciones Convergentes respecto de la Ley Audiovisual que había sido aprobada por el Congreso en 2009?
Esta ley se enmarca en un plan del Gobierno en materia de comunicaciones, que además de la Convergencia, incluye la defensa de la pluralidad de voces, la libertad de expresión, la Ley de Acceso a la Información, y una norma para regular la publicidad oficial, que ya fueron presentadas Es decir, es una política de Estado, y la idea es tener un marco legal que regule las comunicaciones del futuro.
¿La nueva ley va a tener un capítulo dedicado a los medios públicos?
Sí, en la comisión elaboramos dos documentos. Uno sobre la Convergencia, entendiéndose por ella la posibilidad de brindar servicios de telefonía fija y móvil, internet y TV; y otro sobre los medios públicos. Es el Ejecutivo quien decidirá enviar dos anteproyectos o uno unificado.
¿Por qué se prorrogó tres veces su envío al Congreso?
En realidad, la comisión terminó de redactar el anteproyecto en marzo de 2017. Para esto se convocó a más de 80 organizaciones, se hicieron cinco seminarios federales en universidades del país, y se recibieron más de 700 propuestas a través de Internet. Cuando el ministro de Comunicaciones Aguad recibió el documento, decidió hacer consultas puntuales para profundizar algunos temas, por ejemplo el de las OTT (las prestadoras de servicios de comunicaciones sobre Internet). Justo cuando terminamos, la ENaCom pasó al ámbito de (el Ministerio de) Modernización. Y cuando nos juntamos con los equipos técnicos de (Andrés) Ibarra que ya venían trabajando en conectividad, agenda digital, y los nodos de la Red Federal de Fibra Optica, nos dimos cuenta de que muchos programas eran complementarios. El propio Ministro decidió incluir un capítulo sobre Agenda Digital y por eso emitió la semana pasada una resolución extendiendo la prórroga por 180 días más, para hacer las consultas pertinentes.
¿Esta vez sí se va a cumplir el plazo para que el Congreso pueda tratarlo en sesiones ordinarias?
No veo por qué habría de incumplirse, tratándose de una política tan importante para el Gobierno, como la pluralidad en las comunicaciones, la libertad de expresión, la modernización, todo lo que tiene que ver con gobierno abierto y trámites a distancia.
Pero en paralelo, se aprobó la fusión de Telecom y Cablevisión. ¿Qué garantías hay de que el nuevo gigante no termine monopolizando todos los contenidos y su transmisión?
Pensar que después de una fusión, el nuevo grande se come a todos es un argumento simplista. La verdad es que el paradigma de las comunicaciones cambió tanto, que hoy el debate es cómo proteger a los operadores locales de los grandes monstruos que son Google y Facebook. Además, no quiero volver al pasado, pero tengo que hacerlo para clarificar un poco: Quien incorporó a las operadoras telefónicas al negocio al mundo de la radiodifusión fue la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, al enviar al Congreso la Ley Argentina Digital.
Y si las aprobó el Congreso, ¿por qué hay necesidad de revisar esas leyes ahora?
Porque el escenario de las telecomunicaciones cambió dramáticamente del 2009 a ahora. Las redes sociales no tenían la relevancia que tienen hoy; no existían Netflix ni Spotify, no existía WhatsApp, mucho menos Internet de las Cosas y ni hablar de 4G. En estos años, la manera de consumir contenidos cambió radicalmente. Hoy no te sentás a esperar que pasen la novela, sino que mirás los capítulos que quieras desde la plataforma que elijas. Por eso digo que pensar que una fusión de empresas es el problema, es simplificar el tema. El problema que tenemos en nuestros países es el tremendo avance de las plataformas de streaming con contenidos internacionales que no nos dejan ningún beneficio porque no pagan impuestos
¿Cree que se puede obligar a plataformas internacionales a tributar y proveer contenido local?
Sí, y de hecho el anteproyecto se impulsa una cuota de pantalla y un impuesto, que se destinará a la promoción del cine, la música, el teatro y los medios comunitarios. Son difíciles de cumplir, pero hay que poner estas regulaciones
Hoy Google y Facebook se quedan con la mayor porción de la publicidad online, ¿piensan cobrarles un impuesto?
Eso es algo que se está debatiendo en todo el mundo, al igual que temas como la neutralidad de la red, la seguridad y la privacidad de los datos. Es difícil que desde Argentina podamos imponer una regulación para estos temas globales, pero estamos participando en mesas internacionales de gobernanza de Internet.
Fuente: El Cronista