El decreto que introduce cambios en la regulación de las comunicaciones tiene un artículo a medida de la firma para que pueda brindar Internet, algo que ya venía haciendo pero floja de papeles
Por: Fernando Krakowiak
El decreto 1340 que introduce cambios en la regulación de la radiodifusión y las telecomunicaciones dejó en evidencia la fuerte disputa empresaria entre Telefónica y el Grupo Clarín de cara a la convergencia que se viene. El gobierno resolvió finalmente que las telcos podrán dar televisión por cable a partir de enero de 2018 en las grandes ciudades, mientras que al multimedios argentino se le allanó el camino para ingresar al negocio de la telefonía 3G y 4G, aunque todavía resta que el Ente Nacional de Comunicaciones (ENaCom) lo habilite. A la sombra de esa pelea de fondo, el decreto, que saldrá publicado hoy en el Boletín Oficial, también beneficia a un tercer actor que ahora podrá ganar terreno. El artículo 6 está redactado a medida de la firma satelital DirecTV para que pueda brindar internet, algo que ya venía haciendo pero floja de papeles.
La ley de medios audiovisuales impulsada por el kirchnerismo y aprobada en 2009 establecía en el inciso A del artículo 45 que “la titularidad de una licencia de servicios de comunicación audiovisual satelital por suscripción excluye la posibilidad de ser titular de cualquier otro tipo de licencias de servicios de comunicación audiovisual”. Pese a ello, la firma estadounidense brindó servicios de Internet en los últimos diez años a través de su filial AlphaTel en la frecuencia de 3,5 GHz, fundamentalmente en Córdoba, Mendoza y San Juan. El argumento para justificar esa operación era que tenía vedado brindar servicios audiovisuales, pero no Internet.
Cuando el macrismo reformó la ley de medios audiovisuales con el decreto 267/15 buscó desregular el sector, pero en ese punto fue llamativamente más restrictivo y la norma agregó al inciso A del artículo 45 que los operadores de servicios satelitales tampoco podían ser titulares de “servicios TIC regulados por la ley Nº 27.078”, conocida como Argentina Digital. De este modo, quedó claro que DirecTV no podía brindar banda ancha. Ese cambio provocó malestar en la estadounidense AT&T, controlante de DirecTV, y el gobierno de Barack Obama se lo hizo saber al presidente Mauricio Macri, quien se comprometió a solucionar la situación antes de fin de año.
Un primer gesto a favor de DirecTV se concretó cuando el Ministerio de Comunicaciones le dio luz verde a la firma, a través de una resolución publicada el 16 de septiembre, para brindar banda ancha satelital. Sin embargo, aquella fue una autorización “precaria y experimental” por el plazo de dos años y sólo a un universo de 5000 suscriptores. El avance de DirecTV generó polémica en el sector porque comenzó a brindar el servicio a través de un satélite que no tiene aprobados los derechos de aterrizaje en el país y porque el Gobierno no explicitó qué es lo que quería probar a través de esa autorización. Simplemente fue la manera que encontró Macri para descomprimir la situación, aunque todavía quedaba por resolver la situación de AlphaTel.
Con el nuevo decreto, ya no habrá dudas de que DirecTV puede ofrecer Internet, pues al artículo 6 solo le falta el nombre de la compañía estadounidense. Allí dice que “los titulares de licencias de Servicios de Tecnologías de la Información y la Comunicación y de Licencias de Radiodifusión por Suscripción Mediante Vínculo Satelital, que al 29 de diciembre de 2015 prestaran simultáneamente ambos servicios, podrán mantener la titularidad de ambos tipos de licencias y continuar la prestación de aquellos que operaran efectivamente a dicha fecha”. La única empresa que cumple con esa condición es DirecTV.
La competencia podría empezar mucho antes
Por: José Crettaz
En el país bipolar de los argentinos, el decreto firmado ayer podría ser analizado desde la rusticidad de la pregunta que se nos ha vuelto habitual: ¿Quién ganó? Unos dirán que ganó el grupo Clarín, que con Cablevisión/Nextel está a un paso de convertirse en el cuarto operador de telefonía e Internet móvil (para eso todavía faltan unos cuantos meses). Otros dirán que ganaron las telefónicas, cuyo general en esta batalla fue Telefónica de España, porque todo dólar que pongan en construir nuevas redes tendrá una protección de 15 años (nadie más podrá usar esa infraestructura en un mundo en el que muchos países decretan la neutralidad de las redes), y porque los beneficios que tienen los entrantes en su negocio (el 4G) que se limitan a tres años. Quienes ven la realidad con anteojos bipolares podrían resultar decepcionados al no encontrar un claro ganador corporativo en esta puja.
Pero hay otro tipo de análisis que puede hacerse y que ponga el foco en los usuarios, cada vez más demandantes de conectividad para sus comunicaciones personales y para el consumo de información y entretenimiento masivo. Y cada vez más frustrados por la mala calidad de las comunicaciones en el país (aunque el último año las llamadas entre celulares se corten menos en las grandes ciudades). En ese sentido, la convergencia es imprescindible para estimular la competencia (inexistente o dormida desde hace 15 años), que produzca mejores servicios y a precios más bajos (o al menos acordes a los valores que por las mismas prestaciones se pagan en otros países de la región). Un país del tamaño relativo de la Argentina, tercera economía de América latina, debería tener una penetración de la fibra directa al hogar de no menos del 15 o 20 por ciento de las familias y una velocidad promedio de acceso a Internet fija de 10 mega.
Y antes que eso, debería tener acceso universal a conectividad fija y móvil que potencie la producción, brinde nuevas oportunidades de educación y desarrollo y sea una herramienta que contribuya a reducir la pobreza. Con la convergencia tecnológica -a la que la Argentina llega tardíamente por haber impuesto sistemáticamente barreras regulatorias desde 2002 en adelante- no va a ocurrir mágicamente todo eso, pero sin este paso será mucho más difícil.
La firma del decreto anunciado el viernes pone fin a varios meses de especulaciones en un sector que no traccionó este año el volumen de inversiones que se esperaban -aunque se concretó lo que estaba previsto y comprometido en el plan de despliegue de la movilidad 4G-. Pero sólo con las versiones se activaron agresivas estrategias de telemarketing con fuertes descuentos y promociones que podrían anticipar lo que ocurrirá el año próximo, antes del comienzo formal del mercado convergente.
La regulación se mueve y el mercado también. Faltan las inversiones, y la mejora en la calidad y los precios de los servicios.
Fuentes: Diarios PáginaI12 y La Nación
Ver anteriores: Macri firmó el decreto y ahora aceleran la convergencia en comunicaciones, Se publicó el decreto 1340/16: competencia en telecomunicaciones, Decreto 1340: DirecTV logró lo que buscaba