viernes, 23 de julio de 2010

Opiniones sobre la cobertura de la toma de rehenes en Pilar

La TV y una decisión temeraria y mezquina
Por: Marcelo Stiletano

"¿Cuál es tu objetivo?", interroga el conductor. "Que me enfoquen -responde una voz agitada, al otro lado del teléfono-, así salgo en la tele, no hay muertos ni nada y se acaba todo. Si vienen las cámaras y me enfocan me voy a entregar. Si no, no?.".
El que pregunta es Guillermo Andino, conductor del noticiero de América. Responde quien pide que lo llamen "Cheto", el joven delincuente atrincherado en la sucursal Pilar del Banco Nación.
Todo ocurrió en vivo y en directo, a las 12.52 de ayer. Algo parecido había ocurrido en el canal de noticias C5N, donde uno de sus cronistas (Paulo Kablan) estuvo a punto de sacar de las casillas al malviviente en otra conversación similar. Lo que hasta allí no habían logrado los expertos negociadores de la policía lo consiguió un canal de TV, sin otro propósito que llevar rating hacia su molino. De la voluntad de ese muchacho, que en esos inexplicables diálogos amenazó con detonar una bomba, dependía la supervivencia de mucha gente dentro del banco.
Podemos indignarnos por esta situación, pero no sorprendernos. Con tanto despliegue de calles salvajes y policías en acción a toda hora en pantalla, con tantos noticieros recargados de amarillenta crónica roja, llamar al responsable de una toma de rehenes en medio de esa situación resultó algo completamente natural. Hasta Telefé, que ni siquiera altera sus rutinas con las elecciones, levantó ayer Secretos de amor para seguir en directo el episodio.
Andino y Kablan asumieron la ligereza que la TV emplea en el floreciente mundo de los reality shows sobre la marginalidad y el hampa. Pero la cosa tomó rápidamente un cariz mucho más peligroso, con el agravante de que todo ocurría en directo, sin red.
Nadie tuvo en cuenta que una llamada podía condicionar cuidadosas negociaciones, con decenas de vidas de por medio. Nadie se preguntó por las consecuencias de lo que una cronista de C5N dijo después: "Sabemos que hay familiares de los rehenes mirando". Lo sabía también el propio delincuente, que recibía por esa vía datos inmejorables sobre la estrategia policial.
El egocentrismo televisivo no hizo más que alentar la angustia de unos y la impunidad de otros. Esta vez reemplazó los primeros planos de secuestradores y rehenes (que el férreo cerco policial impidió) por audios y escuchas que en definitiva tuvieron la misma impronta cargada de sensacionalismo y golpes de efecto. E igual resultado: la TV termina ocupando lugares y papeles que no le corresponden, sin preocuparse por las posibles consecuencias irreparables de una decisión temeraria y mezquina.

Cuestionan el papel de los medios en la toma de rehenes de Pilar
Expertos criticaron, en diálogo con lanacion.com, la intervención de los periodistas en la comunicación con los captores en el Banco Nación de Pilar; qué opinan los directivos de los canales que transmitieron el hecho
Por: Sol Amaya, mamaya@lanacion.com.ar, @msolamaya
Casi cinco horas duró la toma de rehenes en la sucursal del Banco Nación en Pilar. Cada instante de esta tensa situación fue transmitida en vivo por varios canales de televisión. A la hora de iniciar la negociación, el delincuente comenzó a llamar a los medios.
Conductores de distintos noticieros hablaron al aire con el captor, tomando sus pedidos e incluso comunicándose con algunos rehenes.
Ante esta situación, especialistas en seguridad cuestionaron, en diálogo con lanacion.com , la intervención de la prensa en una situación crítica, como una toma de rehenes.
"Yo creo que los medios no deberían intervenir", dijo León Arslanian, jurista y ex ministro de Seguridad bonaerense.
"Es gravísimo, porque la comunicación debe ser llevada a cabo por expertos que sepan cuál es la mejor manera de no irritar al delincuente, de no exasperarlo, y sobre todo, de no poner en riesgo a los rehenes", dijo.
Esta mañana, el actual ministro de Justicia y Seguridad bonaerense, Ricardo Casal, al defender el operativo dijo que las comunicaciones con algunos medios televisivos "sirvieron para bajara el pico de alteración que tenía".
Uno de los contactos que un captor tuvo con los medios, fue con el conductor Guillermo Andino, que comenzó el diálogo aclarando que él no era un negociador.
"Hacémela corta y hablá con la policía porque no largo nada", le dijo el captor en una comunicación telefónica que se transmitió en vivo por el canal América. "Los llamé porque a mí me favorece", aclaró, y luego le pasó el teléfono a un rehén que aseguró que estaban "todos bien".
"Lo que procura el delincuente fundamentalmente en estas situaciones es, por un lado la obtención de un grado de notoriedad o de publicidad respecto del hecho que ejecuta", explicó Arslanian. "Pero no se debe permitir que el captor tenga ese contacto. Hay que cortarle los servicios de comunicación telefónica y habilitar un solo teléfono para que sólo converse con el negociador, y no a través de gente que tiene la capacitación para manejar la situación", dijo el ex ministro.
En diálogo con C5N, una rehén informó, también en vivo, que los captores tenían una bomba. El conductor Paulo Kablan también habló con el captor, que se hacía llamar "El Cheto". "Tranquilo", insistía el periodista. A lo que el captor contestó "Escuchame que estoy hablando yo, no quiero que digan boludeces". A continuación, solicitó que le envíen un auto y que las cámaras puieran; "Leila te amo", en referencia a su mujer.
El delincuente también se mostró molesto con la presencia policial en la zona, que podía observar por televisión.
También Telefé noticias transmitió en vivo la toma y la comunicación con los captores.
El ex juez Héctor Luis Yrimia, que participó en varias negociaciones de toma de rehenes, como magistrado y como especialista, también cuestionó la intervención de la prensa.
"En una toma de rehenes necesitamos tener un teatro de operaciones estable", dijo Yrimia. "El único que debe tener contacto con el punto de impacto debe ser el grupo de negociadores que tienen una preparación especial para calibrar la personalidad del captor y para hacerle deponer la actitud", explicó.
Además, relató que en el 90% de las tomas de rehenes, la negociación "da buenos frutos" y que "sólo el 10 por ciento de los casos se resuelven por vía de una solución táctica, es decir, con el ingreso por la fuerza de los efectivos de seguridad".
Para Yrimia, permitir que los medios dialoguen con los captores "es como dejar que un periodista ingrese a un quirófano" y le diga al cirujano cómo tiene que cortar. "El riesgo de muerte de esa interrupción es muy alto", aseguró. Y agregó: "No está mal que los periodistas informen sobre lo que sucede, pero esa información debe ser embargada hasta que culmine el momento de crisis, para garantizar la seguridad de los rehenes".
Qué dicen los medios. "La comunicación con las fuerzas de seguridad es constante en un hecho relevante como es una toma de rehenes y lo principal es actuar con responsabilidad para salvaguardar las vidas de rehenes y policía actuante", dijo a lanacion.com Francisco Mármol, director de Contenidos de Telefé Noticias.
"La labor de los periodistas en innumerables ocasiones sirve para tranquilizar los ánimos de secuestradores y delincuentes ya que de esa manera saben que sus familiares los están viendo y siguiendo con lo cual deponen antes su actitud", agregó.
Para Mármol, "la clave es la responsabilidad y la experiencia del periodista para controlar" una situación delictiva como una toma de rehenes. "El periodista debe, junto con las recomendaciones policiales y del negociador, ser consecuente con su tarea periodística de informar sin intervenir o aportar datos que pongan nervioso al secuestrador", explicó. Y agregó: "Una comunicación fluida entre Policía y Periodistas con profesionales de entidad en ambas partes es crucial para que estos actos criminales terminen sin consecuencias fatales".
Por su parte, José Luis Rodríguez Pagano, director periodístico de C5N, dijo a lanacion.com que el canal trabaja "con los estándares periodísticos" de las grandes cadenas de televisión. "Siempre estamos en contacto directo con la policía", explicó. "Ayer, durante la toma, una alta fuente policial me dijo que habláramos tranquilos con los captores. Y apenas nos dijeron que entraban en negociación, nos pidieron que cortáramos la comunicación. Y así se hizo", indicó Rodríguez Pagano.
"La policía es siempre la que lleva el control de la situación", aseguró. "Por ahí el que trabaja en un diario no ve la importancia de estar en vivo. Nosotros no tenemos tiempo de mandar un fotógrafo, no tenemos hasta el día siguiente. Estamos en el lugar en el momento que ocurren los hechos. Y así lo transmitimos", dijo. Y agregó que la política del medio es que "no hay que tapar ni ocultar ninguna información". "Los medios no ponen en peligro la vida de los rehenes. El único que hace peligrar la vida de la gente es el delincuente", concluyó.

Fuente:
Diario La Nación


FoPeA cuestiona la irresponsable actitud de noticieros televisivos en toma de rehenes
El Foro de Periodismo Argentino (FoPeA) quiere llamar la atención por la temeraria actitud tomada por distintos noticieros de televisión durante la toma de rehenes ocurrida en la localidad bonaerense de Pilar (Pcia. de Buenos Aires) el jueves 22 de julio. Durante la trasmisión en vivo de los hechos, varios canales de aire y de cable decidieron poner al aire conversaciones telefónicas en directo con el joven que mantenía en cautiverio a más de 40 personas.
Durante el transcurso de estos diálogos televisados, los periodistas realizaron una serie de preguntas al supuesto secuestrador -como también a las víctimas- en medio de las cuales el presunto delincuente se fue poniendo cada vez más nervioso. Ello pudo haber interferido en la negociación por parte de los especialistas de la policía, e inclusive la situación podría haber derivado en una tragedia.
Ante escenarios de este tipo, FoPeA recomienda a los responsables de las áreas de noticias de los canales, así como a productores y periodistas, que tomen conciencia del riesgo que eso significa y actúen con responsabilidad y profesionalismo frente a estas situaciones. Como referencia, citamos lo que dice el Artículo 17 del Código de Ética de FoPeA: "Ninguna noticia justifica poner en riesgo una vida. En las coberturas periodísticas de tomas de rehenes, el periodista no obstaculizará la tarea policial y judicial, y dejará que exclusivamente los funcionarios públicos se ocupen de resolver la situación".
Además de evitar el contacto directo o telefónico con el delincuente, en caso de que éste exija la presencia de las cámaras, la respuesta al requerimiento debe ser siempre supervisada por el personal policial especializado y bajo la orden de las autoridades judiciales intervinientes. El periodismo no debe actuar de mediador ya que no es su función y no está debidamente capacitado para eso. Y mucho menos, priorizar la primicia y la espectacularidad o dejarse conducir por la competencia despiadada poniendo en riesgo la vida de personas.

Foro de Periodismo Argentino

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