lunes, 28 de abril de 2025

Europa: La radio impone su fuerza frente al apagón

Apagarse la luz fue, curiosamente, lo que encendió todos los transistores. Allí donde una ciudadana o un ciudadano tenía una radio a mano —del tipo que fuera— se activó una escena que parecía sacada de otro tiempo: gente acercándose a escuchar lo que se decía en el aire.

La radio volvió a sonar en bares, estaciones, escuelas, universidades, talleres, panaderías, en muchísimos hogares e incluso en la calle. Como antes, como en aquellos tiempos donde grupos se reunían alrededor de un aparato para enterarse de lo que ocurría. Y es que, en situaciones de emergencia, cuando se corta el suministro eléctrico y las redes de internet o telefonía dejan de funcionar, contar con una fuente confiable de información puede marcar la diferencia.

Sin embargo, pocos hogares están preparados para enfrentar escenarios críticos. La radio portátil a pilas —un dispositivo sencillo, económico y eficaz— sigue siendo uno de los elementos más importantes para mantenerse informado durante una crisis.

Expertos en protección civil coinciden en su valor: "La radio de pilas sigue siendo el canal más fiable cuando todo lo demás falla". Pese a ello, son pocas las familias que la incluyen entre sus preparativos básicos, una omisión que podría poner en riesgo su seguridad.

El reciente apagón eléctrico que afectó a España, Portugal y Francia dejó en evidencia una vez más la fragilidad de nuestras infraestructuras modernas. Millones de personas quedaron incomunicadas, sin acceso a internet ni a redes móviles. En ese contexto, disponer de una radio tradicional habría sido clave para recibir información precisa y directrices de emergencia en tiempo real.

Así lo contó El País: el medio radiofónico mantiene su capacidad de transmitir información esencial cuando el resto de las comunicaciones fallan
Por: Quino Petit
Un agente de Policía que había llegado en la tarde de este lunes hasta la céntrica sede madrileña del Senado tras un largo caminar desde la zona de Herrera Oria narra una escena que le había llamado la atención en medio del "caos" en la capital de España por el apagón generalizado. "Había una chica joven sentada en un banco sosteniendo un transistor a pilas, junto a una señora mayor a la que probablemente cuidaba. Las dos se estaban informando con la radio sobre la crisis. Y todos los coches que me he cruzado por el camino llevaban la radio dando información a todo volumen". Como sucedió durante la catástrofe de la dana (Depresión Aislada en Niveles Altos), hace seis meses en la Comunidad Valenciana o en la noche del Golpe de Estado del 23-F de 1981, el medio radiofónico mantiene su capacidad de transmitir información esencial cuando el resto de las comunicaciones fallan. Así es como miles de ciudadanos han conocido el "cero energético" de este mediodía y su evolución durante la jornada.

Y así es como muchos han escuchado también la declaración institucional del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, poco después de las seis de la tarde y en la que no han quedado aclaradas las causas de formidable suceso. "Todavía no tenemos información concluyente sobre los motivos de este corte", ha transmitido el presidente. "Pido a los ciudadanos que se informen por los canales oficiales. No descartamos ninguna hipótesis". Sánchez ha añadido que "no hay problemas de seguridad y los servicios hospitalarios están funcionando y cuentan con autonomía". Y ha añadido que no hay incidencias en el tráfico portuario, mientras que el aéreo ha quedado reducido un 20% y el ferroviario detenido por motivos de seguridad. La voz del presidente por las ondas hertzianas ha concluido: "Sigamos únicamente información oficial. Sabemos que estas crisis son propicias para la propagación de bulos y desinformación que lo que hacen es polarizar y causar desasosiego entre la ciudadanía".

La radio comercial, junto a la pública, desarrolla mediante el espacio radioeléctrico español un servicio público esencial y gratuito, escuchado cada mes por más de 32 millones de oyentes. La última ola del Estudio General de Medios (EGM), publicada hace unos días y donde queda patente el liderazgo de la SER (cadena de Prisa Media, editor de El País), ha reflejado que el consumo diario de radio en España cuenta con más de 24 millones de oyentes diarios. Y muchos de ellos en distintos puntos de España han salido en busca de transistores, forma más directa de conseguir información durante las primeras horas tras el inicio del apagón con las programaciones especiales que han modificado sobre la marcha las principales emisoras del país.

Una enfermera paseaba por la calle del Mar de Badalona con un pequeño aparato de radio y tuvo que detenerse porque a su alrededor se congregaba un creciente número de personas en busca de noticias. Uno de los bazares regentados por ciudadanos chinos de la calle del Mar permanecía abierto y en apenas una hora calculaban haber vendido todas las radios disponibles (algunas no funcionaban de entrada) con sus pilas respectivas. "Faltan diez céntimos", replicaba una empleada a una clienta que ya se llevaba su aparato sin haber abonado todo el importe. Volaban pilas, linternas y velas de las estanterías del bazar, mientras una mujer se preguntaba qué habrá sido de su hijo, de excursión en el parque de atracciones de Port Aventura, informa Jesús García. A Juan Carlos León, 49 años, le ha pillado el apagón a las puertas de la estación de Sants de Barcelona, donde estaba decidido, como cada día, a tomar un tren hacia Badalona. Cuando le han dicho que iba a ser imposible porque era un caos y convencido de lo que se avecinaba, ha entrado en un bazar para comprar un kit de supervivencia. "He tomado una radio a batería, unos auriculares, pilas y dos velas", decía aún con los billetes del cambio en la mano, informa Dani Cordero.

En una bocacalle de Alcalá, la calle más larga de Madrid, un vecino había abierto las puertas de su coche y puso la radio a todo volumen para que los viandantes pudieran escuchar las noticias. A su alrededor, la gente caminaba alternando el paso con miradas furtivas a unos móviles que a la altura del distrito de Ciudad Lineal no recibían señal, informa José Manuel Abad Liñán. En el Barrio de San Blas de Alicante, junto a la estación de tren, el propietario de la tienda Lo Retro Mola sacó un radiocasete a pilas para que los vecinos se informaran. "La compré hace poco para ponerla a la venta", decía Israel Albert. "En cuanto se ha ido la luz la he sacado a la calle y tenía a todo el mundo arremolinado. Es la única manera de informarse de todo", informa Rafa Burgos.

Viva la radio y el periodismo de toda la vida
Ángel Expósito reivindicó en La Cope, en el programa la Linterna el papel que ha jugado la radio como servicio público durante el gran apagón eléctrico en España este lunes: "Con un aparatito tan sencillo como este, vale para exclamar aquello de... ¡viva la radio! Un transistor de los de toda la vida, unas pilas y a informarte. Es lo de siempre, esto ya está inventado. Estamos en la era de lo superdigital, de la tecnificación, de no saber vivir sin WhatsApp, sin Internet, sin Wi-Fi, faltaría más."

"Y resulta que un simple transistor, con unos cascos —o ni eso—, una antena y unas pilas, no digo que nos salvarán la vida, pero nos mantuvo vivos durante todo el día del apagón."

"Es curioso, aquello del kit y todo el cachondeo, de 'se están pasando, se están volviendo locos'. Una linterna, unas pilas, una radio y, ojo, con lo del agua y las medicinas mínimas."

"Todo esto, frente a la locura de las redes sociales, la cantidad de tonterías que se pudieron escuchar durante el día de ayer, y se siguen escuchando: desde que estaba ardiendo el Ministerio de Defensa hasta la reivindicación de no sé qué supuestos rusos... esa es la penúltima."

"Información ética, profesional, cada uno con la emisora que quiera. El problema es cuando las noticias falsas te vienen de la fuente oficial. Hasta entonces, ¡viva la radio y el periodismo de toda la vida!"

La radio tiene que estar sí o sí en kits de supervivencia
La radio se escucha más que nunca en España, como apuntan desde hace tiempo las cifras, pero este lunes 28 de abril ha sido clave para que los españoles estuvieran informados del apagón eléctrico generalizado en el país, y especialmente ha dejado mella en los más jóvenes que no conocían casi de la existencia del transistor a pilas.

El apagón llevo a miles de personas a buscar el transistor que tenían guardado en un cajón y unas pilas de las llamadas 'gordas' o a lanzarse a la ferretería o el bazar más cercano para intentar comprarlo y poderse enganchar a una señal de radio.

Y a algunos les costó más de la cuenta porque conseguir un aparato de este tipo se puso en algunos casos a precio de oro y haber esperado a que le tocará el turno después de una cola importante en el bazar tras haber visitado varios.

Los transistores y las pilas en el kit de supervivencia
"Al final la radio a través de la FM sigue siendo el sistema de comunicación por excelencia en momentos de crisis", según señala a EFE Jordí Catalá, el presidente de la Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación (AIMC), que realiza el Estudio General de Medios (EGM).

Y ¿por qué?. La respuesta es clara, según explica: porque la emisión se hace desde una emisora o desde una cadena, que tiene muchos sistemas electrógenos para poder emitir, incluso cuando no hay electricidad.

Esa emisión va a parar a unos repetidores salpicados por todo el país y que también tienen sus sistemas electrógenos propios para aguantar muchas horas.

Por eso, considera que los transistores y las pilas son dos elementos que, como se anunció hace unas semanas desde la UE, "tienen que estar sí o sí en esos kits de supervivencia porque la población necesita estar informada".
Importancia de la radio para las nuevas generaciones
Y "la radio -prosigue- es la única manera que existe en esos momentos de tener informada a la población porque todo lo demás necesita de electricidad".

Muchos de los más jóvenes conocieron este lunes de la existencia del transistor porque no les ha hecho falta y porque ellos cuentan con un aparato que, cuando todo va bien, lo suple todo. Con el móvil hacen todo, pero cuando no es así "hay que volver a lo de antes", al transistor, apunta.

Catalá cree que es un buen momento para abrir el debate sobre si los teléfonos móviles deben llevar incorporado un receptor de FM porque cuando se puso en marcha la telefonía móvil los aparatos llevaban un receptor de FM y se podía escuchar la radio a través de la FM. Eran los tiempos de los SMS en lo que para enviar un mensaje tenías que apretar varias teclas, según recuerda Catalá.

Defiende la incorporación de estos receptores porque en un momento de emergencia, "todo el mundo los necesita porque la televisión no llega, la radio sí".

Su transistor no es una reliquia humilde
España redescubrió la radio convencional cuando todo lo demás fallaba
Una mujer estudia mientras escucha la radio, en Barcelona, el pasado 29 de abril. Foto: Gianluca Battista

Por: Sergio del Molino
España redescubrió la radio convencional cuando todo lo demás fallaba. Los transistores a pilas posaron como estrellas de Instagram. No sé la cantidad de aparatos que he visto estos días en las redes. Todo el mundo les hizo una foto y aquellas reliquias parecían desconcertadas. Años acumulando polvo en vaya usted a saber qué cajón, y de pronto eran el objeto más deseado de la casa. Parecían Norma Desmond en el plano final de Sunset Boulevard.

La radio es un medio fuerte e influyente en España, y esas fotos incurrían en una paradoja. El día en que más fuerte e influyente fue, se presentaba como una cosita rústica, entrañable y simpática, el David triunfante cuando todos los Goliaths estaban K.O. Ha cundido la idea de que la gente solo la enciende como último recurso. Algo parecido decían de los libros durante la pandemia: cuando todos los demás ocios fallaban, no quedó más remedio que abrir una novelita.

Como radioadicto y señor que habla por la radio me molesta un poco esta condescendencia. Quizá sea una manía personal: no soporto los alardes de humildad que no se sostienen en los hechos. Uno puede presentarse como poquita cosa, pero la realidad es que la radio tiene un poder enorme. Si en lugar de un apagón hubiera estallado otra crisis, habría sido igualmente el medio más fiable, rápido y elegante para estar al corriente. La televisión no tiene esa cintura natural: incluso en su momento más ágil, reacciona a estos episodios con ortopedia. Las redes sociales, en cambio, aturden y desordenan todo. Solo la radio, a través de su lenguaje rico y lleno de matices, es capaz de levantar una crónica razonable y ofrecer estructura, principios, nudos y desenlaces donde parece no haberlos.

No podría hacerlo si fuera un medio de comunicación humilde y limosnero, atrapado en la nostalgia ñoña de Elena Francis. Lo hace porque tiene una tradición rica que inspira a sus profesionales, que dominan un arte que va mucho más allá de la calidez de la voz. Si la radio fuera una antigüedad que resucita cuando no queda otro remedio, no podría servir a su público de una forma tan eficaz. Lo hace porque está en el aquí y el ahora y comprende el lenguaje de su tiempo, porque nunca pierde pie con la realidad, porque siempre está alerta. Y eso la acerca más a la épica de los héroes que a la lírica de los gramófonos antiguos.

Señora radio
Por: Rafael Nieto
Estaba el transistor en el cajón de las cosas en desuso, junto al primer Nokia que tuvimos, un par de cintas de cassette y un viejo reloj. Por supuesto, con las pilas gastadas. Pero en ese rincón de objetos jubilados por los smartphones y el mp3 seguía latiendo la utilidad que conserva todo lo objetivamente bueno. Todo aquello que un día nos hizo la vida más fácil.

El apagón eléctrico del lunes, además de evidenciar el apagón neuronal de sus culpables, hizo que la radio volviese a ser la reina de los hogares. Como cuando poníamos a Héctor del Mar a todo trapo narrando los goles del Buitre. Como aquellas tardes de Elena Francis o de Encarna Sánchez, cuyas voces se escuchaban en los patios de los bloques, enterándose todo el mundo. "Niño, bájate al chino a por un paquete de pilas para el transistor, que nos enteremos de lo que ha pasado…" Porque, sí, antes de las redes sociales, era así como uno se enteraba de lo que acababa de ocurrir.

Algunos pasamos de estar en casa oyendo la radio, a trabajar en ella; de ir con el transistor en la mano, a ponernos delante del micrófono cada mañana. Y allí, por ejemplo, en la vieja Radio InterContinental, contamos cómo explotaron las mochilas bomba de Atocha en 2004, tan temprano que no sabíamos si aquello era real o aún estábamos soñando. Ese día supimos que, cuando ocurre algo grave, cuando el mundo se empeña en darte un susto de muerte, la gente pone la radio porque necesita saber. Porque nada asusta tanto como no saber qué está pasando.

El pasado lunes, había conductores con el coche parado en doble fila, con las puertas abiertas, para que los viandantes escuchasen en la radio qué demonios era eso de que se había ido la luz. "Pero entonces, ¿es en toda España?" "Dicen que también en Francia y Portugal…" Y los primeros cantamañanas diciendo tonterías, claro. Porque esa es la otra cara (terrible) de la radio: la cantidad de opinadores que no saben de lo que hablan. 

Pero lo que tiene este medio (por eso es inmortal, y por eso el vídeo nunca podrá matar a la estrella de la radio, por mucho que se empeñen The Buggles) es que un sencillo transistor, con dos pilas de 1,5 v. cada una, acaban con la soledad de una persona. "Yo enciendo la radio por la mañana, en la cocina, mientras desayuno, y me siento acompañada", nos decían siempre señoras que habían enviudado y que tenían en el transistor su única compañía diaria. La voz que siempre estaba a su lado, de día y de noche.

El lunes, mientras Sánchez pensaba a quién echar la culpa de todo aquello y Beatriz Corredor ideaba la manera de seguir en su puesto (y no perder el medio millón de euros anual que tiene de "sueldo"), los españoles volvieron a buscar su emisora favorita. "Pues dicen que ha podido ser un ciberataque…" "Yo eso no me lo creo". Dos señores que ya no cumplirán los ochenta, y que jamás han vivido nada parecido, comentaban "la jugada" mientras compartían un transistor del tamaño de un mechero caminando por la calle. "Lo de este Gobierno es una vergüenza…" "Yo no les vuelvo a votar".

Por esa octogenaria que no pudo bajar a por el pan y una caja de leche, porque vive en un sexto y el ascensor no funcionaba. Por el dueño de esa tienda que tuvo que quedarse sentado en la puerta hasta la medianoche, porque el cierre no funcionaba sin luz. Por los usuarios de respiradores artificiales, que volvieron a nacer porque Dios les echó una mano con las baterías. Por tantas personas con deterioro cognitivo, con alzhéimer, que pasaron un miedo terrorífico durante horas, solas y sin entender por qué no se encendía el televisor, igual que siempre.

Por todos ellos, gracias, millones de gracias, señora radio.

Radio Nacional de España lideró la audiencia radiofónica durante el apagón eléctrico en España, según el CIS 
Más del 60% de la población recurrió a la radio para informarse; la emisora pública superó a la SER y COPE en seguimiento
Radio Nacional de España (RNE) fue la emisora más escuchada por los españoles durante el apagón eléctrico del pasado lunes 28 de abril, según el avance de resultados de la Encuesta Flash sobre el apagón publicada este sábado por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Un 21,3% de los encuestados sintonizó con la emisora pública para seguir la evolución de los hechos, situándola por delante de Cadena SER (16,7%) y Cadena COPE (14,5%).

La encuesta revela que un 62,1% de los ciudadanos recurrió a la radio como principal medio de información durante el colapso eléctrico, frente a un 37,9% que no lo hizo. Además, el 58,1% de quienes recurrieron a la radio escucharon únicamente una emisora, reflejando una fidelidad clara a sus medios de referencia.

Valoración positiva de la cobertura radiofónica
El estudio también destaca que la mayoría de los oyentes (89,1%) valoró positivamente la información proporcionada por las emisoras durante la emergencia, calificándola como “muy buena” o “buena”. Estos datos subrayan el papel crucial de la radio como medio de referencia en situaciones de crisis, especialmente cuando otros canales como internet, televisión o telefonía móvil se ven afectados.

Tiempos de acceso y escucha
Pese a la relevancia del medio, la reacción fue dispar entre los oyentes: un 35,8% tardó más de dos horas en sintonizar una emisora tras el inicio del apagón, mientras que un 15,7% lo hizo en apenas 15 minutos. En cuanto al tiempo de escucha, un 34,3% escuchó la radio durante una hora o menos, mientras que un 33% se mantuvo pendiente hasta la recuperación del suministro eléctrico en su zona.

Una radio en casa, clave para informarse
El acceso a aparatos radiofónicos también condicionó el seguimiento: un 49,6% de los españoles contaba con una radio en casa antes del apagón, frente a un 46,8% que no. La población mayor de 65 años fue la que más disponía de radio, con un 62,9% entre los 65 y 74 años y un 59,9% entre los mayores de 75. En contraste, un 15,5% de los encuestados reconoció haber echado de menos tener una radio durante el suceso.

Los datos evidencian cómo, en situaciones límite como la del reciente apagón, la radio resurge como un medio esencial de información y compañía, especialmente entre los sectores más vulnerables o con menor acceso a dispositivos digitales.

Radio a pilas, esa salvadora vintage cuando el mundo se apaga
Un simple aparato viejo, la cajita portátil, se volvió imprescindible en España hace días. También ocurrió en el corte de luz histórico de 2019 en Argentina. Bondades del artefacto.
Radio portátil. Ese objeto vintage que "iluminó" el apagón días atrás en España (y en Argentina en 2019)

Por: Marina Zucchi
El fósil bendito que desenterramos como oro. Cuando "las papas queman", la radio portátil es agua. Si el mundo digital se desmaya, la radio sigue despierta. Si Internet se desvanece, la nube sufre un colapso y a la electricidad le da un síncope, ese aparatito analógico, anticuado, rancio para los streamers, se vuelve vanguardia.

Eso de que la radio nunca deja "de a pie" queda demostrado en las pequeñas hecatombes, en el apagón histórico, por ejemplo, de España: las radios experimentaron un aumento de demanda del 205%. Instagram se pobló de fotos de radios de colores, radios desvencijadas, radiograbadores fluorescentes, Walkman con AM y FM, o la simil Spica del abuelo y rondas de vecinos en bancos de plaza, unidos por la radio salvadora de algún extraño que no la había desechado.

La radio a pilas, objeto de museo, equivale a ese Renault 12, a ese Peugeot 504 al que pocos se quieren subir, no porque no lleven a destino, sino porque bajan el estatus social, rebajan la mirada del otro.
Cuando lo viejo cobra valor
Recordemos ese apocalíptico 16 de junio de 2019. Una cascada de fallas y nos sorprendió el mayor apagón en la historia de Argentina. 50 millones de personas sin luz, baterías de celular que iban muriendo, notebook, laptop, PC imposibles de cargar. El mundo cotidiano estaba atrapado en una memoria digital. Los recuerdos, los números telefónicos de los amigos, las credenciales digitales de la obra social, los apuntes con direcciones y claves, todo preso ahí dentro... Algo poderoso se apagó y algo subestimado se encendió entonces como el gran canal de comunicación masivo sobreviviente, la radiofonía.

La Unión Europea lanza el aviso. Anima a los ciudadanos a proveerse de "un kit de emergencia" para afrontar posibles catástrofes. En ese kit, figura la radio a pilas. Un manantial de información "ante la incertidumbre". Si abandona la corriente eléctrica, tenga a mano en el placard una radio, pilas nuevas y algo de efectivo. Sí, es anti-cool, pero un socorro romántico.

Moraleja: no subestimar lo añoso. "Es increíble que en emergencias, la solución pase por volver a una de las tecnologías más antiguas. El 28 de abril, 22 millones de españoles se informaron del apagón por radio", nos dice del otro lado del Atlántico Gorka Zumeta, periodista español estudioso del éter.

"Los teléfonos inteligentes se vuelven muy tontos. Un simple receptor a pilas demuestra que se puede estar conectado a la vida. La radio fue prácticamente el único medio que facilitó información puntual en directo", remarca Gorka. "Las cadenas Ser, Cope, Onda Cero y RNE volvieron a revalidar su título".

El streaming no salvará al mundo. Al menos no en caso de cese de energía y paranoia. Larga vida a esa máquina parlanchina que abraza, a esa caja arcaica, a ese oráculo del siglo XX que unifica cuando una interrupción masiva del suministro eléctrico nos deja desconectados.

La vieja radio se acerca a niños y adolescentes: "Están desvinculados de los medios y hay que corregir esa brecha"
Un proyecto de Radio Pontevedra enseña técnicas radiofónicas a estudiantes para mejorar su oratoria, entrenar su imaginación y enseñarles las ventajas de estar informados
El periodista Alfonso González imparte el taller de radio a alumnos del IES A Xunqueira I el pasado miércoles en Radio Pontevedra
Por: Sonia Vizoso
El gran apagón del pasado lunes transformó el mundo de los adolescentes durante unas horas. Todas las redes sociales desaparecieron de sus vidas y su conexión con el exterior la salvó un medio de comunicación nacido en España hace un siglo. “Nunca habíamos escuchado la radio tanto tiempo”, admiten varios estudiantes de ESO del IES Xunqueira I de Pontevedra. Están de visita en Radio Pontevedra Cadena SER para participar en el proyecto de radios escolares de esta emisora asociada al Grupo Prisa, editor de este periódico. Esta mañana, dos días después del corte de luz, aprenden a moverse en las ondas. A elaborar la escaleta de un podcast, a locutar sin dormir al oyente, o a grabar un sonido de calidad. “Los chavales vienen aquí pensando seguramente en perder clase, pero luego cuando lo ven, se transforman y se enganchan. Es brutal”, señala el periodista Alfonso González, redactor de Informativos.

El proyecto pretende enseñar a colegios e institutos a utilizar la radio como herramienta educativa. En esta primera edición, participan 146 centros de Infantil, Primaria y Secundaria de siete comarcas de la provincia de Pontevedra y A Coruña. Todos disponen de emisora escolar, pero muchos no sabían muy bien qué hacer con esos aparatos y micrófonos. El éxito del programa ha sido tal que el año que viene piensan ampliarlo a Bachillerato y Formación Profesional.
Mamen Hermida y Alfonso González, en uno de los estudios de Radio Pontevedra

Sus promotores destacan todo el aprendizaje que supone la radio para los más jóvenes. Las técnicas radiofónicas mejoran su oratoria y su lectura, entrenan su imaginación y los liberan del miedo a expresarse en público, explican. Los escolares aprenden también a trabajar en equipo y a investigar un tema. “Los coles del rural son los más implicados. Y sus alumnos leen mejor”, afirma Mamen Hermida, directora adjunta de la emisora y nieta de su fundador. Su abuelo, José Hermida, fue uno de los pioneros de la radio en España y da nombre a los galardones que elegirán los mejores podcasts de los centros participantes en el proyecto. Los Premios José Hermida se entregarán en una gala este viernes con la actuación de Tanxugueiras.

A los alumnos del IES A Xunqueira I, González les explica cómo grabar entrevistas en la calle con una mínima calidad: “El micro no puede estar pegado a la boca porque satura; tampoco a tres metros porque cogerá sonido ambiente”. Deben preparar tres o cuatro preguntas fundamentales. Y cuando monten el podcast, advierte, los primeros 30 segundos son cruciales: “Como empiece siendo un tostón, automáticamente el oyente va a pasar. No vale de nada que en el minuto 25 contéis algo que es la leche. Si se nota que estáis leyendo, el cerebro también desconecta”.

González se muestra preocupado por la desinformación que ha detectado en la mayoría de los muchachos: “Las nuevas generaciones están muy desvinculadas de los medios de comunicación. Creen que las redes [sociales] son medios [de comunicación]. La gran mayoría están totalmente desinformados. Es como si vivieran en un mundo virtual paralelo”. Por eso defiende la necesidad de que los medios se acerquen a los centros educativos. “Hay que corregir esa brecha porque si no, tendremos a gente analfabeta desde el punto de vista de la comunicación, gente que no sabrá qué pasa a su alrededor y no tendrá criterio para opinar. Es grave”.
Iván Montáns explica cuestiones técnicas a los estudiantes en Radio Pontevedra

La periodista Luz Espiño es la encargada de enseñar a los chicos a sacarle partido a su voz. El cuerpo, expone, es “como un instrumento” y debe estar bien colocado, adoptando una postura que le permita sonar bien. “No hay que impostar, no hay que vocalizar demasiado”, incide. Les hace una prueba ante los micrófonos con diferentes textos. Un poema, una cuña publicitaria, una retransmisión deportiva, una noticia pura y dura: “Ponedle emoción a la voz, hay que transmitir. Si hay que bracear, se bracea”. Poco después, se estrenarán en directo con el redactor Iván Montáns en una entrevista a los responsables de PlayPlan, Jordi Lauren y Andrés Lamosa, promotores del concierto que Jennifer López dará el 8 de julio en Pontevedra para arrancar su gira española.

En pleno apagón, González se encontró en una calle del centro de la ciudad a un grupo de jóvenes arremolinados alrededor de un transistor. Dos días después, los estudiantes del instituto a los que imparte el taller le confiesan que con el corte eléctrico descubrieron que la radio sirve para mucho más que escuchar música: “Ojalá el 50% siguiesen escuchando la radio, pero quién sabe. Habrá que ver si esos transistores de pilas que se compraron no se quedan con ellas dentro y se acaban estropeando”. En Radio Pontevedra, intentarán evitarlo.
Fotos: Óscar Corral
Fuentes: Señales, Diario El País, Cope, Agencia EFE, La Gaceta, Diario Clarín

Otras Señales

Quizás también le interese: