Toma el control de la segunda señal de noticias por US$ 24,5 millones. Esperará la aprobación del Gobierno para pagar las radios. Los puntos oscuros de la operación
Por: Rodolfo Barros, Nicolas Gandini
Cristóbal López pagará US$ 49 millones por el 55% y el control de C5N, Radio 10 y cuatro FMs que lideran el dial. Pero su desembarco será en etapas. En los próximos días pagará US$ 24,5 millones para quedarse con 55% de las acciones de la única señal de noticias en condiciones de competir con TN, de Clarín. Para las radios esperará a la autorización del gobierno de la transferencia y recién así presentará un plan de pagos cuyo precio podría ser menor al previsto. La compra de sólo 55% de las acciones de C5N, dato que se repetirá en las radios en venta, confirma una versión que se da por cierta en el mercado desde hace dos años: Daniel Hadad no es el único dueño del canal noticioso que es segundo en audiencia y de la radio más escuchada del país. Los ex socios de Hadad pasarán a serlo del hombre que domina el mercado del juego en la Argentina. Estas revelaciones fueron confirmadas a Perfil por fuentes del Grupo Indalo que conduce López y hombres de negocios que participaron de reuniones en que Néstor Kirchner le encomendó a empresarios amigos a principios de 2010 “una ayuda para Hadad”.
Frenos judiciales le impedían al ex presidente aplicar la Ley de Medios para lo que la creó: desmembrar a Clarín y le pidió a empresarios cercanos aportes para evitar que las pérdidas operativas de C5N limitaran su performance como propalador de noticias oficiales. Entre los que ingresaron como socios de Hadad se nombran a Gerardo Werthein, que controló la “argentinización de Telecom” y en esos días peleaba con sus socios italianos un valor astronómico por sus acciones. Kirchner aplicó la Ley de Defensa de Competencia y ordenó a Telecom Italia irse del país. En la programación de C5N se emitían informes en los que se aseguraba que la firma europea usaba el espionaje y defraudaba en cada negocio que hacía. Werthein y familia se mostraban interpelados en Radio 10 como los guerreros contra el monopolio Telecom-Telefónica.
Otros de los que se habrían asociado a Hadad fueron Jorge Brito y el mismo Cristóbal López, aunque fuentes de su grupo lo niegan. En el mercado se afirma que C5N pierde plata y que créditos del Banco Macro, de Brito, sostienen su brecha financiera. Brito no respondió a las consultas de este medio, al igual que Werthein. Mario Montoto es otro de los posibles nuevos socios de López.
Otros empresarios reconocieron haber cumplido con el pedido de Kirchner aunque lo hicieron con pautas publicitarias. En ese grupo se nombran a Eduardo Eurnekian y Ernesto Gutiérrez, por Corporación América, la familia Eskenazi, entonces “argentinizadores de YPF”.
Pero estos datos no pudierion lograr mayor chequeo. Hadad, López y otros nombrados no respondieron las preguntas de este medio.
Los medios de Hadad incumplen con la publicación en sus páginas web de la “carpeta pública” que la Ley de Medios exige: es donde debe figurar quién es dueño de cada medio. Perfil solicitó a la encargada de prensa de Hadad, a su agencia de prensa y a su secretaria que informe esos datos, y no tuvo respuesta.
La Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA) debería observar ese incumplimiento y otros que se detallan en nota aparte.
Cristóbal López entra al negocio de los medios por la puerta grande: es el primero de los empresarios que formaron la red de medios paraoficiales que logra comprar audiencia. Un bien que sube el precio de los medios y atrae al Kirchnerismo. Tanto que le facilitó en los principales cables, incluido Cablevisión, de Clarín, un espacio que le negaba a Crónica o Canal 26, de Pierri. Es por ello que López pagará por un poco más de la mitad de C5N un precio US$ 14,5 millones más alto que el que asegura su vendedor invirtió en 2007 para lanzarlo.
La venta de C5N podría cumplir con la Ley de Medios ya que se trata de una señal que se emite a través de terceros que tienen licencia para hacerlo, y no tiene las exigencias que sí deben cumplir los propietarios de canales de TV o radios.
Sus estrategas afirman que están dispuestos a vender dos de las radios que comprarían para no incumplir con el máximo de tres en la Ciudad de Buenos Aires.
Los artículos 24 y 25 prohíben ser dueños de medios a los que tengan 10% o más de acciones de prestadoras por licencia, concesión o permiso de un servicio público. Cristóbal López acaba de comprar 20% de las operadoras de las rutas 2 y 11. Sus abogados dirán que una concesión de ruta no es servicio público.
Quedará pendiente la transferencia de licencias prohibida, a menos que se compre menos del 50 por ciento.
González Oro y Longobardi lloraron por la nueva etapa
Los conductores de la primera y segunda mañana de Radio 10, Marcelo Longobardi y Oscar González Oro, lloraron durante “el pase” del viernes cuando le contaron a los oyentes que la emisora había sido vendida.
Longobardi dijo en su comentario editorial: “Quiero despedirme, no de la radio, pero sí de esta etapa de la radio que ha sido una etapa maravillosa para todos y que se terminó. Empezará otra, cuyas consecuencias desconocemos”.
González Oro, por su lado, reconoció: “Estamos acostumbrados a trabajar en un medio desde hace escasos 14 años donde podías tocar el timbre, donde podías llamar por teléfono a las 3 de la mañana, pedir plata prestada”. El conductor de El oro y el moro explicó al aire cómo se enteró de la noticia de la venta: “En este medio no hay secretos, pero una cosa es suponer y otra que te llame Daniel Hadad, mi amigo, y desde la emoción te diga ‘Negrito, tuve que vender, tuve que aceptar la oferta’”.
Quebrado, el conductor destacó “esta pelea de 14 años en un país que no es fácil hacer periodismo”.
Cómo ganar fortunas con radios flojas de papeles
Especialistas en fusiones y adquisiciones aseguran que, de ser cierto que Daniel Hadad embolsará US$ 40 millones por la venta de sus medios, habrá que premiarlo como empresario del año: ganará dinero vendiendo un grupo de medios que incumple las dos últimas leyes que regulan la actividad, cosa que espanta a cualquier comprador que no cuente con los acuerdos gubernamentales que lo protejan del cumplimiento de las reglas.
Con la confirmación de la venta de Radio 10 y cuatro FM, Hadad, reconoció que no cumplía con la Ley de Medios, que le permite sólo tres emisoras en la Ciudad de Buenos Aires, y también con la “vieja ley de la dictadura” que le daba derecho a no más de dos.
En diciembre pasado venció el plazo para que los multimedios que no cumplían con los máximos de la Ley de Medios presentaran voluntariamente un plan de desinversión. La medida excluye a Clarín, el grupo Vila-Manzano y otros tres multimedios con escudos cautelares. No es el caso de Hadad, que en lugar de desinvertir, ganará dinero gracias a que la Autoridad Federal de Servicios de Comuniación Audiovisual (AFSCA) no inició el proceso para obligarlo a desprenderse de algunos de sus medios.
Hay otras dos singularidades que los especialistas en compra y venta de empresas distinguen en este caso:
- En operaciones de esta magnitud, los vendedores encargan a bancos o brokers la búsqueda de compradores. Hadad no lo hizo.
- Hadad firmó una cláusula para no competir con los compradores, que le impide hacer el mismo negocio. “Nunca vi un non competition agreement de menos de cinco años”, explicó Andrés Willa, con 22 años de experiencia en el negocio de fusiones y adquisiones. “El de Hadad es inusualmente corto y sugerente: en diciembre de 2015, con un nuevo período de gobierno, podrá volver al negocio”.
Siempre oficialista y pragmático
Por: Martín Becerra
Daniel Hadad es el empresario periodístico más pragmático y movedizo de la Argentina. Y uno de los más audaces: ha edificado, vendido y comprado medios con grandes audiencias y con una factura técnica superior al promedio de sus competidores.
Hadad es quien mejor provecho empresarial sacó del conflicto entre Clarín y el Gobierno a partir de 2008. Sus emisoras son oficialistas de casi todos los gobiernos. Reciben publicidad oficial de Cristina Fernández, Daniel Scioli y Mauricio Macri simultáneamente, pero gracias a su impacto en el público, también facturan a los grandes anunciantes privados. Su línea editorial es neoconservadora en política exterior, y concesiva en política nacional, donde hace gala de un pragmatismo que remite al Clarín de otras décadas. Su eclecticismo ideológico en cabotaje tiene, sin embargo, un límite: los temas de “inseguridad”. La reivindicación de la “mano dura” fue y es uno de los sellos distintivos de los medios troquelados por Hadad.
Si el olfato felino que exhibió en el pasado no falla, la anunciada transferencia de cinco licencias radiales y la señal C5N a Cristóbal López superará los serios obstáculos legales para que se concrete la operación.
Estos obstáculos ponen a prueba uno de los símbolos de la gestión de Cristina Fernández: la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Por un lado, porque la Ley impide que un mismo operador explote más de tres radios en Buenos Aires (una AM y dos FM) y, por otro lado, que las transferencias son excepcionales y en ningún caso quien transfiere puede ceder más del 50% de las acciones.
Si pese a ello la venta fuera aprobada por la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA), se revelaría una astuta jugada a varias bandas de Daniel Hadad. Con la operación, Hadad evitará adecuarse al límite de concentración que hoy supera con sus cuatro FM (Pop, Vale, Mega y TKM) y su AM (Radio 10). Y se capitalizará. Es decir que, en lugar de desinvertir, Hadad vende licencias que enfrentan vallas legales y que, además, caducarán en pocos años.
Además, este movimiento le permitirá tomar oxígeno de una relación que es cada vez menos afable con el gobierno nacional, justamente en el período en que el oficialismo deberá dirimir, en una interna que asoma peliaguda, quién gobernará en 2015. El acuerdo firmado entre Hadad y López establece que recién cuando asuma el sucesor de Cristina Fernández, Hadad podrá volver a operar emisoras de radio y televisión. No sería la primera vez que Hadad negocia por sus medios un alto precio de venta en una coyuntura conflictiva para reaparecer más tarde comprando barato por el cambio de clima.
Mientras tanto, Hadad explorará su proyección latinoamericana en los negocios periodísticos digitales, a través del portal Infobae, en una apuesta que confirma que, más allá de los reparos profesionales, políticos y morales que susciten sus prácticas, se trata de un empresario que desafía la aversión al riesgo del paisaje mediático nacional.
*Doctor en Ciencias de la Comunicación. Coautor de Wiki Media Leaks y Periodistas y magnates, entre otros libros
Fuente: Diario Perfil