Lamenta la "excesiva atención" que se dedica a esta lacra y apela al "autocontrol" para no "informar a cualquier precio"
Un estudio del director de Comunicación de Telefónica y doctor en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Mauricio Fernández, asegura que los medios de comunicación en España "han asumido desde hace cierto tiempo un papel más beligerante en la lucha contra la lacra del terrorismo", lo cual ha causado un "daño" al "hecho terrorista" que se demuestra, según explica, en los ataques de los que han sido víctimas por parte del entorno de ETA.
En su libro titulado 'Terrorismo e información: la batalla por la libertad de expresión', Fernández hace una reflexión sobre cómo actuar ante la simbiosis entre el derecho a la información y la publicidad del hecho terrorista, ya que afirma que en muchas ocasiones "los mecanismos de la información se pliegan inconscientemente a los mecanismos de la violencia, con especial atención a la generada en el entorno del terrorismo".
Según el autor, "la propia violencia terrorista es en sí misma un medio de comunicación", para lo que pone como ejemplo los comunicados y atentados de ETA, los cuales, "con una clara estrategia comunicativa, han buscado la máxima publicidad y cobertura en los medios".
Sin embargo, aclara que el silencio informativo en torno al terrorismo sólo lleva a "la desinformación, el rumor, el bulo, el miedo, efectos todos ellos más negativos que los que la propia información pueda inducir". Además, subraya que "el público tiene derecho a estar informado sobre la violencia de las manifestaciones y los sucesos a que puedan dar lugar para juzgar por sí mismo".
Pero Fernández también aprovecha para lamentar la "gran competencia" entre los profesionales y los medios que afecta, a su juicio, a la "calidad de las informaciones" sobre terrorismo y todo lo que hay a su alrededor". "En lugar de acercarnos al rigor de las secciones de Economía, con todo lo relativo a la violencia nos hemos acercado a la frivolidad de los reality show", explica.
Aún así, Fernández elogia la actitud cada vez más "beligerante" de los medios, que define como "un papel activo de agitación de las conciencias frente al terrorismo", el cual alcanzó, en su opinión, su "cota más alta" durante el secuestro del ingeniero industrial Julio Iglesias Zamora en 1993 y que fue "más determinante y valiente" en los casos del secuestro del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara y del rapto y asesinato del concejal Miguel Ángel Blanco.
No informar "a cualquier precio"
Para el autor, existen "dos carencias claras en el tratamiento del terrorismo que convendría corregir por parte de los medios", como son "la excesiva atención que se sigue prestando a este fenómeno" así como "el papel retroalimentador que desde los medios se realiza casi a diario del fenómeno terrorista y que es una de las principales armas de los terroristas".
Así pues, desde las páginas de su estudio, Fernández apela a la "responsabilidad de los periodistas a través de sus propios autocontroles para que sean capaces de resistir la tentación de informar a cualquier precio".
"Una información en primera de un periódico o repetida en los servicios informativos de una emisora de radio o televisión puede ayudar a los terroristas a conseguir sus objetivos. También puede dañar seriamente la política antiterrorista de un gobierno o poner en peligro una operación policial", remarca.
A su juicio, "ante un problema" como es la violencia terrorista, que tiene "serias implicaciones en la viabilidad de la convivencia y la democracia", es básico "recuperar las perennes virtudes del buen periodismo: claridad, precisión y concisión". "Desde esta sencilla propuesta, no hay más ambición que la del rigor, que la de llamar a las cosas por su nombre", añade.
Fuente: EuropaPress