El libro "Seguiremos informando", en el que la editorial Catarata reúne un perfil de todos los galardonados con el Premio Cirilo Rodríguez de periodismo, pretende ensalzar la forma en que los reporteros de guerra consiguen rebelarse contra el silencio interesado e impuesto
"El ejercicio que realizan es muy sencillo: ir al sitio y contarlo", ironiza en el prólogo de este volumen que acaba de ser editado su coordinador, el periodista Aurelio Martín, quien ensalza la importancia que deben tener en la tensión informativa de los conflictos bélicos los testimonios de las víctimas, "cargados de luz, valor y humanidad".
Las historias del maestro de periodistas Manuel Leguineche, como el primero de los galardonados con el Cirilo Rodríguez en 1984, y otros veinticinco compañeros de profesión dan contenido a este libro, plagado de anécdotas y contenido histórico, ya que en sus páginas se reconoce el devenir del mundo en el final del siglo XX y el comienzo del XXI. "Es una vuelta al mundo en crónicas...", resume Martín en declaraciones a EFE.
Para hablar de estos 'guerreros' se ha puesto de acuerdo una nutrida nómina de compañeros de profesión que se han cruzado con ellos en los caminos del periodismo y que conocen sus motivaciones y razones para mantenerse en la brecha.
"Seguiremos informando" parte del convencimiento de que "sin periodistas no hay noticias" y que "sin información aumenta la impunidad" -en palabras del estadounidense Amy Goodman-, según la cita de Martín, convencido de que el desarrollado por los periodistas en las zonas de conflicto es "un trabajo incómodo".
Matices del trabajo de profesionales como Felipe Sahagún, Diego Carcedo, Tomás Alcoverro, Vicente Romero y Rosa María Calaf, entre otros, nutren el texto con el que pretende homenajearse la labor de "periodistas que llevan a gala haber sido ganadores del Premio Cirilo Rodríguez", que a su vez mostró a los españoles la Norteamérica de los sesenta y los setenta.
La figura de Rodríguez también se retrata en el libro con dos textos preliminares firmados por Javier Arenas y Enrique Meneses, quienes se acercan a la trayectoria profesional y personal de quien contó a los españoles que escuchaban la radio que el hombre había llegado a la luna: "¡Es la consecución de un sueño de siglos!", relató desde Estados Unidos.
También en la introducción de la obra se cuelan el último artículo del periodista Pedro Altares, que falleció el pasado año, y una aportación de su hijo Guillermo, ambos dedicados al oficio periodístico.
Tras veinticinco años de trayectoria, los premios que toman el nombre del periodista segoviano y premian las mejores labores periodísticas españolas en el extranjero se detienen a recopilar estas historias de "verdad" y avisan, con un gerundio, de que seguirán en acción, "informando".
Es una especie de aviso para navegantes, un desafío planteado a los poderes que rigen el mundo, personificados en la política y los grupos de presión que intentan abocar a los ciudadanos a la irrealidad con instrumentos como la "demagogia fácil", en palabras de Martín.
El título de esta obra sirve también para contrarrestar la imagen que ilustra su portada, en la que un soldado armado con un fusil obliga a un reportero gráfico a levantar las manos en señal de rendición.
Foto: european pressphoto agency
Fuente: Agencia EFE