Por: Gustavo Stok
A pesar de su debilidad política tras la derrota electoral del 28 de junio, Cristina Fernández encontró en la crisis por la televisación del fútbol un argumento poderoso para redoblar la apuesta contra el
Grupo Clarín, el más importante de Argentina.La mano del gobierno está por detrás de la decisión de Julio Grondona, titular de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), de rescindir el contrato suscripto sin licitación previa hace dieciocho años y que le permitía a Televisión Satelital Codificada (TSC) -firma controlada por Clarín y Torneos y Competencias (TyC)- gozar del monopolio de las transmisiones del campeonato argentino hasta el 2014.
"Es una decisión que es presentada como si hubiera sido tomada por la AFA, pero, en realidad, es de Néstor Kirchner", dice el analista político Sergio Berensztein, director de Poliarquía Consultores. El conflicto tuvo su origen en las diferencias entre el dinero solicitado por la AFA y lo que estaba dispuesto a pagar TSC por la explotación de los derechos del fútbol en la próxima temporada. La empresa había pagado a los clubes unos US$ 70 millones en la temporada pasada e iba a incrementar un 20% ese monto para el período 2009-2010. Pero, a diferencia de las negociaciones en los años anteriores, esta vez Grondona endureció su postura frente a los directivos de TSC y, en forma inesperada, exigió cerca del doble de lo ofrecido por la empresa. Esa posición de fortaleza tuvo al gobierno como respaldo. Según diversas fuentes, Néstor Kirchner garantizó a Grondona que el gobierno aportaría el dinero solicitado -unos US$ 150 millones- si la AFA rompía la alianza con el Grupo Clarín.
Con la ruptura oficializada el martes pasado y la inminente alianza del estado con la AFA, el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner pretende ahora avanzar hacia un doble objetivo: mejorar su imagen en vastos sectores de la población que ahora podrán acceder al fútbol en forma gratuita y, sobre todo, asestarle un duro golpe al Grupo Clarín, al que viene apuntando como un enemigo a derrotar desde comienzos del año pasado (Ver recuadro). "La medida tiene un objetivo político concreto. El gobierno considera que el Grupo Clarín tiene alta incidencia en la definición de la opinión pública y, en la medida que logre acotarle poder, reducirá su influencia en la sociedad. Es muy difícil que eso suceda, pero esa es la apuesta del gobierno", dice el analista político Carlos Fara.
En todo caso, la intervención en el fútbol es para los analistas también la admisión de que el proyecto de Ley de Radiodifusión presentado por la presidenta Fernández de Kirchner en marzo pasado está herido de muerte a partir de la nueva relación de fuerzas surgida de las recientes elecciones parlamentarias. Esa iniciativa contempla, entre otras cuestiones, el "triple play", es decir, la convergencia entre telefonía, servicio de acceso a internet y televisión paga por una misma vía tecnológica. De cumplirse, la entrada de las compañías telefónicas en el negocio de la televisión paga representaría una seria amenaza para Grupo Clarín, que tiene en ese segmento una clara posición de liderazgo. "Como no fructificó en tiempo y forma el proyecto de nueva ley de Radiodifusión, la intervención en la televisación del fútbol es la manera de Néstor Kirchner de declararle la guerra formal a Clarín", dice el analista político Jorge Giacobbe.
Para Berensztein, de Poliarquía Consultores, la elección de un enemigo tan poderoso no es casual. "Con la decisión de quitarle el negocio del fútbol a Clarín, Kirchner le demuestra a todo el sistema político y empresarial que, aunque con m
enos poder electoral, todavía tiene poder de daño. Además, logra demorar la reconfiguración del poder surgido tras las elecciones de junio. Si Kirchner se hubiera replegado, era muy probable una reconfiguración del Peronismo sin él, pero esta jugada lo vuelve al centro de la escena".No obstante, los analistas también advierten que el gobierno deberá cuidar que la jugada no termine transformándose en un boomerang. "La repercusión en la opinión pública de la intervención en el fútbol no será positiva dada la enorme agenda pendiente que tiene Argentina. Además, buena parte de la sociedad sospecha que detrás de esta decisión hay una puja de poder y no una búsqueda de un beneficio para la población como se declama", dice Fara. Buena parte de la oposición política se hizo eco de ese humor social y criticó con dureza al gobierno. "El contrato de la televisación del fútbol era monopólico y escandaloso. Grondona es un mafioso y se asocia ahora con la mafia de Kirchner… es un escándalo moral que en el momento en que hay 50% de chicos pobres en la Argentina, las prioridades sean los negocios y no solucionar el tema de la pobreza", dijo Elisa Carrió, líder de la Coalición Cívica y una de las principales referentes de la oposición.
No obstante, desde el gobierno creen que, además de los réditos en términos de imagen que le podía dar en los sectores de menores ingresos la transmisión por televisión abierta de los clubes más populares, la inversión inicial será recuperada sin mayores dificultades debido a que el fútbol es un producto con alta demanda y, por ende, fácil de ser comercializado. De hecho, estimaciones conservadoras realizadas por los clubes indican que el fútbol generaba un piso de US$ 400 millones anuales de ganancias para TSC. Esa es también la magnitud del golpe que deberá absorber el Grupo Clarín.
Pero, más allá de esas cifras, la decisión de la AFA impulsada por Kirchner encierra una riesgosa decisión política. "Kirchner ha demostrado que es un gran táctico y un pésimo estratega. En el corto plazo esta decisión lo posiciona de nuevo en el centro de la escena política, pero en el largo plazo habrá que ver cuánto más desgaste sufre su imagen ante la reacción de un grupo tan poderoso como Clarín", dice Berensztein. Los resultados de la jugada todavía son inciertos.
La cifra
150 Son los millones de dólares que Néstor Kirchner garantizó a Grondona que el gobierno aportaría si la AFA rompía con Grupo Clarín.
Cronología del enfrentamiento Mayo 2005. El gobierno de Néstor Kirchner prorroga por 10 años más todas las licencias de TV abierta, de radio y TV por cable. En el caso de Grupo Clarín, esa decisión le permite extender la concesión de la licencia de Canal 13 hasta el 2025..
Diciembre 2007. En el último día hábil de su gobierno el presidente Néstor Kirchner autoriza la fusión entre las cableoperadoras Multicanal y Cablevisión, lo que convirtió a Grupo Clarín en el mayor jugador de TV paga de América Latina por número de abonados. El negocio del cable representa cerca de la mitad de los ingresos de Grupo Clarín.
Abril 2008. En medio del conflicto con el sector agropecuario, Kirchner levanta en un acto político un cartel de la agrupación "La Cámpora" que dice "Clarín, el gran sojero argentino".
Junio 2008. La Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial suspende la fusión entre Multicanal y Cablevisión. La ratificación o denegación definitiva pasa a manos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Marzo 2009. Néstor Kirchner se queja en público de la cobertura del diario Clarín por las elecciones en la provincia de Catamarca. "¿Qué te pasa, Clarín? ¿Por qué estás tan nervioso?", dice.
Marzo 2009. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner presenta un proyecto de ley de Radiodifusión para reemplazar la actual norma vigente desde 1980, en plena dictadura militar. La iniciativa establece el "Triple Play" que abre el negocio de medios a las telefónicas y prohíbe que un mismo dueño tenga canales de televisión abierta y de cable. "Ninguna empresa ni sector puede creerse el dueño de la expresión y el pensamiento de los argentinos", dice Cristina Fernández, al presentar el proyecto.
Abril 2009. Durante el clásico del fútbol argentino, los barrabravas de River Plate y Boca Juniors muestran grandes banderas que dicen "Clarín, el fútbol es pasión, no un curro" y "Clarín, queremos fútbol gratis por tevé".
Junio 2009. Una semana antes de las elecciones parlamentarias, Néstor Kirchner dice que "entre los grandes perdedores va a estar el grupo monopólico que ha jugado fuerte en estas elecciones". Tiene "un temor pánico a la pérdida de su hegemonía en el monopolio de las telecomunicaciones".
Agosto 2009. En línea con la decisión de la AFA de rescindir el contrato por la explotación de los derechos televisivos, Kirchner se pronuncia a favor de "terminar con las prácticas monopólicas", en clara referencia al Grupo Clarín y a la forma en que venían realizándose las transmisiones hasta ahora.
Fuente: Diario El País
