Según informaciones ya confirmadas, tropas militares han entrado, hace escasos minutos, en el Palacio Presidencial y han detenido al Presidente Manuel Zelaya.
Zelaya estaría retenido en una base aérea, informó el canal de televisión estatal Ocho, cuya señal fue sacada del aire poco después. Sin embargo, la situación del Presidente de Honduras es aún incierta.
Desde tempranas horas de esta mañana, decenas de militares habían rodeado las zonas aledañas a la residencial del Presidente hondureño. Esto creó una situación de gran alarma dado que se desconocían los motivos de la presencia militar. Fuentes consultadas temían que fuera con intenciones golpistas.
Poco después, la situación quedó clara: los militares abrieron fuego y entraron al Palacio Presidencial donde procedieron a la detención de Manuel Zelaya.
Según un testigo entrevistado por Radiocadena Voces, cuatro comandos de unos 200 soldados llegaron a la residencia del presidente hacia las 06H00 (12H00 GMT).
Los militares realizaron “cuatro disparos” y después salieron en tres vehículos rumbo a la base aérea.
Su residencia privada estaba rodeada por decenas de militares fuertemente armados, confirmó un fotógrafo de la AFP.
Confirmación:
Enrique Reina, Secretario Privado del Presidente, confirmó los hechos. Reina aseguró que mantendrá comunicación con el cuerpo diplomático acreditado en Honduras para evitar un golpe de Estado.
“Se llevaron al presidente de su casa militares para la fuerza aérea. Estamos haciendo la denuncia internacional”, dijo el secretario.
El presidente tenía decidido este domingo llevar a cabo una encuesta en las urnas, que había sido declarada ilegal tanto por la justicia ordinaria como por la electoral.
Las retransmisiones del canal 8 de televisión, gubernamental, salieron del aire. Momentos antes, el presentador de las noticias anunció: “Parece que los militares vienen hacia aquí”.
Segundos antes, llegó a pedir a la población que se concentrara en la plaza de la Libertad.
Sin energía eléctrica:
El servicio de energía eléctrica ha sido suspendido en gran parte de la capital del país minutos después de la detención del presidente Zelaya.
La trama
Según los militares, el presidente Manuel Zelaya intentó cambiar la forma de gobierno democrático por un sistema socialista totalitario al desarrollar la encuesta de opinión ciudadana, un proceso viciado y nada transparente, con lo cual está consumando un delito constitucional. La pregunta a la población se refiere a si el elector está de acuerdo en que, junto a las elecciones nacionales de noviembre, se convoque a una Asamblea Nacional Constituyente. Esa Constituyente tendría como función modificar la actual Constitución y, siempre según los militares, imponer un texto "que ya está elaborado y está empapado del autoritarismo impreso en la Carta Magna de Venezuela". Según el Poder Judicial, la Fiscalía y la misma Procuraduría General, ese proceso carecía de transparencia por la omnipresencia del Ejecutivo y falta de participación de entidades garantes. "Es así que el Gobierno hace una encuesta que él convoca, organiza, supervisa, escruta votos y proclama los resultados. La consulta, coordinada por el Instituto Nacional de Estadísticas, INE, y en las 15.000 cajas receptoras que se instalarán en todo el país sólo participarán representantes del Ejecutivo. Para cuando la encuesta termine -era de 6:00 a 16:00 - los resultados se enviarán por mensajes de texto a una central de Hondutel, sin que nadie constate que las cifras no sean manipuladas. Extraoficialmente se ha dicho que desde hace algún tiempo el Gobierno ya tiene definido cómo quedará esta encuesta. La distribución del material la han hecho empleados del Gobierno o sindicalistas amigos del Presidente, luego que el Ejercito no aceptara cumplir la orden ilegal de hacer esa labor", según los golpistas. El director del INE, Sergio Sánchez, fue a llamado a declarar a los magistrados del TSE ante quienes aseguró que la institución que él dirige no haría la encuesta y que ni tenía presupuesto para hacerla. Esta versión la contaron los magistrados electorales. Pero Sánchez dijo al día siguiente que sí haría la encuesta y que sus declaraciones se habían tergiversado. En cualquier caso, los resultados de la encuesta no serían vinculantes, por lo que el Congreso no estaba obligado a acatar la petición que mandara el Ejecutivo para que se forme la Constituyente. Los militares dijeron que no podían obedecer la orden ilegal del Presidente de trasladar las urnas y custodiar el proceso porque esa acción está en contra de la Constitución. Zelaya ordenó la noche del miércoles 24/06 la destitución de Romeo Vásquez Velásquez, así como aceptar la renuncia del ministro de Defensa, Edmundo Orellana. En solidaridad con Vásquez renunciaron los jefes de las 3 fuerzas militares, Naval, Aérea y Ejército. Ante esa posición legal, Zelaya llevó gente a la Fuerza Aérea Hondureña para sacar las urnas que se usan en la encuesta. Zelaya no logró reunir, en su movilización, la cantidad de personas que él esperaba. Los militares consideraron que era prueba suficiente de que el Presidente había perdido respaldo. Siempre según los golpistas, "El Gobierno ha tenido que recurrir a pagar a miles de personas, incluidos periodistas, para que se involucren en el ejercicio, según denuncias. Se le han pagado hasta 500 lempiras a las personas que han firmado las hojas en las que se pide que se haga la encuesta. Además, existe la denuncia de que en las dependencias estatales se amenazó a los empleados que no dejen su trabajo para sumarse a la logística de la encuesta. Quienes participen en esta encuesta cometen un delito, pues el Juzgado de Letras de lo Contencioso Administrativo dejó en suspenso todo acto relacionado con la encuesta y cuarta urna. Esta resolución se tomó al admitir un amparo con suspensión del acto reclamado interpuesto por el Ministerio Publico (MP). El presidente Manuel Zelaya no se cansa de dar gracias a los Estados Unidos de ayudarle para que no se consumara su destitución por poner en riesgo el sistema democrático del país. El Congreso Nacional mocionó para que se le levantara un antejuicio y fuera separado del puesto". De todos modos, nada justifica un golpe de Estado. Ni el presidente Barack Obama ni la Organización de Estados Americanos pueden avalar lo ocurrido en Honduras y ese es el problema que tienen los golpistas por estas horas. Los militares citaron de emergencia al Congreso Nacional para que elija como nuevo titular del Ejecutivo Nacional al titular del Legislativo, Roberto Micheletti, pero la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, y el embajador de ese país, Hugo Llorens, mediaron para que eso no sucediera. En tanto, las Fuerzas Armadas, dirigidas por el jefe de Estado Mayor Conjunto, Romeo Vásquez Velásquez, dijeron la semana pasada que si el presidente del Congreso, Roberto Micheletti, reemplaza al presidente Manuel Zelaya, ellos dejarían de lado su golpe, a cambio de convocarse a una Asamblea Nacional Constituyente.
Más info: http://www.aler.org/ transmisión en vivo con Radio Progreso de Honduras