A partir de la información obtenida, FoPeA manifiesta su profunda preocupación por la situación que se vive en distintos medios del país que genera un deterioro de las condiciones laborales y, por consiguiente, de la información que se brinda a la ciudadanía, razón de ser de la prensa. Si bien FoPeA no interviene en conflictos gremiales, sí le preocupa que las dificultades financieras y/o económicas que puedan padecer las empresas perjudiquen el buen desarrollo profesional de los periodistas.
Ya en el artículo 25 de nuestro Código de Ética nos manifestamos al respecto:
"El periodista sirve al interés público, nunca a objetivos sectoriales ni personales, y se debe considerar a la información como un bien social. El ejercicio de la profesión de un servidor público no habilita la obtención de beneficios personales. Ello no contradice el hecho de que, como trabajador, el periodista tiene derecho a una compensación equivalente a su utilidad a la sociedad, que le permita ejercer su profesión en las mejores condiciones".
Además, en nuestro documento "Compromiso de los socios de FoPeA con Parámetros Mínimos de Calidad Profesional" sostenemos lo siguiente:
"El respeto a las leyes y convenios que rigen la profesión hace a la calidad periodística. Garantizar al trabajador de prensa su tiempo de descanso entre las jornadas laborales le permite desarrollar su vida privada, tanto en lo familiar como en lo recreativo, formativo y muchos aspectos más de su existencia plena. Sólo en casos excepcionales se podrá pedir a los periodistas que cubran tareas fuera de lo normal, lo que deberá ser compensado luego. Asimismo, la remuneración debe ser justa, equitativa, proporcional al trabajo desarrollado y suficiente para una vida con dignidad".
Y en el punto sobre las "Responsabilidades de las empresas periodísticas" sostenemos:
"Los medios tienen que brindar la mayor cantidad de instrumentos, herramientas y condiciones favorables para que sus periodistas puedan desarrollar su trabajo con la máxima profesionalidad, potenciando la investigación periodística en todos sus niveles".
Como también: "Las empresas periodísticas deben sobreponer el interés público al propio, entendiendo a la información no como una mercancía sino como un bien social. Y actuar en consecuencia".
El relevamiento fue direccionado sólo a los socios de FoPeA, mediante preguntas con respuestas semicerradas de participación voluntaria, utilizando el correo electrónico. El plazo para remitir el cuestionario venció el 10 de mayo de 2009, y se reunió una treintena de opiniones de casi todo el país. Por el método utilizado, no puede ser considerada una encuesta científica con valor estadístico. Tampoco fue nuestra intención: el objetivo era poder realizar un panorama de situación de alcance nacional, para detectar los puntos más sensibles respecto al trabajo profesional y el nivel emotivo de expectativa para el futuro cercano. Por este motivo, a los envíos de los socios se sumó un sondeo efectuado sobre los conflictos de raíz laboral en las empresas periodísticas a cargo de miembros de la comisión directiva, y por el conocimiento directo de algunas situaciones específicas tanto en la Capital Federal como en las principales provincias. El núcleo del informe se basa en los aportes de los miembros de FoPeA que contestaron la convocatoria, a quienes reconocemos y agradecemos, cumpliendo con el compromiso de garantizar su anonimato.
Las preguntas (ver al pie) fueron si se produjo algún ajuste empresarial en los medios de la provincia o zona de influencia; en caso positivo, cuál había sido; si existían planteos irresueltos; cómo influía esta situación en los parámetros de calidad periodística y de ética profesional (puntales de FoPeA), y cuál era su expectativa personal a futuro respecto del ejercicio del periodismo.
Respecto de la existencia de ajustes económicos, el 80% de las respuestas fueron positivas en lo referido a que se concretaron recortes durante el pasado reciente. El resto se pronunció en forma negativa, pero aclaró que las políticas de restricción del gasto no son nuevas, sino que comenzaron en el segundo semestre del año pasado. Una característica de este último grupo de respuestas es que, en la descripción de situación, detallan acciones puntuales que se compadecen con el planteo inicial de la pregunta. Se puede interpretar, entonces, una naturalización por repetición en el tiempo de las decisiones de ajuste, que no son identificadas específicamente como tal.
Acerca de la forma en que el ajuste se concreta, hay diversas alternativas según el tamaño del medio periodístico. Las respuestas más frecuentes identifican a los despidos y a la supresión de beneficios de carácter económico (como horas extra o vales alimentarios) como las situaciones más repetidas. En una segunda escala aparecen la reducción salarial directa o indirecta (eliminación de suplementos o de tareas remuneradas por fuera del sueldo básico), seguida de la no renovación de contratos o de pasantías (es más frecuentes en las grandes empresas), el mantenimiento del empleo en negro y el pago de los sueldos con retrasos o fraccionado en cuotas (aporte de los consultados en varios casos). Como complemento de los despidos, se mencionaron también los planes de retiros voluntarios, para cuyo acogimiento se ejerce cierta clase de presión sobre los periodistas; el cierre de corresponsalías en diarios de alcance regional; la merma en el paginado, y la reducción del cobro de comisiones pactadas en la venta de publicidad (tarea no periodística, pero reiterada en radio).
Aparte de los aportes de los socios, también se ha registrado el traspaso de propiedad de algunos medios, especialmente en el interior del país. Como paso previo a la compraventa, se suele producir un achique de personal o una reducción del nivel salarial.
En todas las respuestas al sondeo se ha planteado la subsistencia de reclamos irresueltos de contenido salarial por parte de la empresa, lo que generó numerosas asambleas y movilizaciones. Esta situación no varía entre medios grandes y pequeños, aunque la preocupación central de quienes trabajan en este segundo grupo es la subsistencia de la fuente de trabajo. En lo referido al primer segmento, al momento de la realización de la consulta había presentaciones por aumentos de los periodistas en La Nación, en El Cronista, en Crítica de la Argentina, en Página/12 y en Diarios y Noticias, para citar sólo algunos de los muchos ejemplos de alcance nacional, que se repiten en las cabeceras provinciales en los principales diarios locales.
También existen planteos laborales sin respuesta referidos a la necesidad de realizar una jerarquización de las tareas en las redacciones, aspecto que tendría una consecuencia salarial. En un escalón apenas más abajo en la cantidad de opiniones, aparecen pedidos para la redeterminación de funciones y quejas por el recargo de trabajo. El primero de estos puntos se vincula con la escala de responsabilidades (habitualmente los trabajadores sienten que hacen tareas que exceden lo que les corresponde según lo establecido en los convenios o leyes de la profesión); el segundo, con la falta de personal, que obliga a duplicar o triplicar labores. Por último, se mencionó también la capacitación como un déficit empresarial.
Más del 80% de los socios que contestaron consideraron que el panorama afecta mucho o bastante el desarrollo profesional en los conceptos de calidad periodística y de ética profesional. “El panorama es totalmente desalentador”; “las expectativas son realmente pocas o casi nulas”; “todo seguirá así”; “lamentablemente, no creo que en el corto plazo cambie demasiado este panorama”; “se va ir profundizando a medida que la crisis toque cada vez más fuerte en el país”. Estas frases, extraídas de las opiniones de los socios, permiten sintetizar el concepto más frecuente en las respuestas a la última pregunta.
La decepción es un lugar común en los aportes enviados, lo que debe ser atendido especialmente como un llamado de atención ya que la falta de expectativas puede perjudicar el desempeño laboral, como es opinión generalizada de los expertos en esa materia. “Hay un desgaste emocional por los conflictos irresueltos. El síndrome del quemado es un cuadro psicológico que ver que sufren muchísimos compañeros”. “La reducción de personal y los bajos salarios influyen notablemente en la calidad periodística, que deben realizar diversas funciones para obtener una remuneración básica acorde con sus necesidades básicas”. “La precarización laboral lleva a que los periodistas tengan cada vez más funciones que cumplir y menos tiempo para reflexionar sobre los contenidos de las notas que se elaboran. El caudal de trabajo es tal que muchas veces el chequeo de fuentes o de información se hace casi imposible”.
El mayor número de manifestaciones en este sentido vinculó el escepticismo con la compleja situación económica general. “Las crisis potencia abusos salariales, laborales y éticos”. En ese contexto, se cuestionó la relación de los empresarios de los medios con los gobiernos de turno (sean locales, regionales o nacionales) y el manejo no transparente de la pauta publicitaria oficial, una deuda que constantemente reclama FoPeA. La notoria dependencia de los medios más chicos de la publicidad del Estado se relaciona con la pérdida de independencia de la línea editorial o con problemas financieros, en caso de que haya atrasos o reducciones en los pagos. “No veo grandes cambios a futuro debido al alto grado de connivencia que tienen los dueños de medios con los gobiernos locales”; “La reducción de la pauta o el retraso en el pago, en algunos casos de más de un año, sumada a la cancelación en algunos casos, hace estragos en los medios de provincia”, fueron algunas de las opiniones vertidas.
Asimismo fue fuertemente cuestionada la existencia de monopolios o de prácticas oligopólicas y la precarización de los puestos de empleo, que se ve favorecida cuando es mayor la concentración de los medios de producción. También se registraron quejas sobre el funcionamiento de ciertas estructuras de representación gremial, aspecto que excede el objetivo de este trabajo.
A partir de la síntesis del relevamiento realizado, instamos a las empresas periodísticas a comprometerse con el rol social que representan, atendiendo las demandas de los periodistas para poder brindar un periodismo de mayor calidad en beneficio de toda la ciudadanía.
Foro de Periodismo Argentino
A continuación, se reproduce el contenido de las preguntas formuladas, para su conocimiento:
1- En los medios de su provincia*, ¿se han producido ajustes empresarios?
2- En caso afirmativo, señale de qué carácter fueron (puede marcar más de una opción):
- Despidos de personal
- No renovación o supresión de contratos y/o de pasantías
- Reducción salarial directa
- Eliminación de suplementos (reducción salarial indirecta)
- Supresión de beneficios de contenido económico (horas extra, vales alimentarios, etc)
- Otros (por favor, especifique)
- Salariales
- Jerarquización en la grilla laboral
- Redeterminación de funciones
- Recarga de trabajo
- Otros (por favor, especifique).
5- ¿Qué expectativas tiene a futuro en relación a estos temas?