domingo, 14 de enero de 2024

Franco Bartolacci: Frente a los problemas estructurales que tiene Argentina, hay que priorizar la educación pública

Franco Bartolacci, nació en San Jorge, provincia de Santa Fe, en 1975. Se graduó como licenciado en Ciencia Política con orientación en Análisis Político. Fue decano, por dos períodos, de la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales. En la actualidad está cumpliendo su segundo mandato como rector de la Universidad Nacional de Rosario. Este sábado visitó Aire Libre, Radio Comunitaria y la Biblioteca Popular Cachilo y charlamos de todo en las Señales.
Preocupan las acciones que se llevan adelante en materia de educación pública, y la Universidad Nacional de Rosario (UNR) está dentro de esos recortes

Nosotros lo hemos incluso planteado antes de las elecciones. Había una concepción, una manera de entender la educación pública en general, la universidad en particular, la ciencia nacional, que no compartíamos, nosotros creemos que para un país, sobre todo que tiene los problemas estructurales que tiene la Argentina, hay que priorizar más que en otros en la educación pública, el desarrollo de la ciencia.

Hoy vemos con mucha preocupación en un contexto tan delicado económicamente como atraviesa la Argentina, la situación presupuestaria. Hasta el momento lo que tenemos es una decisión de presidencia de la Nación de reconducir el presupuesto a valores del 2023. Atravesamos todo el 2023 con el mismo importe presupuestario para gasto, cuando digo para gasto es todo lo que hace la universidad por fuera del pago de salarios. Entonces eso ya hizo que lleguemos a fines del año pasado con una situación muy delicada. Si tuviéramos que enfrentar todo el 2024 como está previsto con el presupuesto a valores de enero del 2023, sería naturalmente muy complicado, por lo tanto, estamos gestionando, reclamando y exigiendo en todos los ámbitos que podemos, un incremento de la partida, un acto administrativo que incremente la partida presupuestaria, pero no para pedir holgura.

Todos sabemos que en un momento donde otra vez se le pide a la sociedad argentina un esfuerzo para atravesar una crisis, la universidad tiene que ser también muy responsable en ese contexto, pero sí pedimos lo mínimo indispensable para poder funcionar.
A veces no tomamos dimensión de lo que tenemos aquí en la ciudad de Rosario. La Universidad Nacional de Rosario, tiene escuelas medias, como el Politécnico, el Superior de Comercio, la Escuela Agrotécnica, la Escuela de Ciencias Sociales y Humanísticas, se está ampliando por la región con el Polo Educativo de Puerto General San Martín, en General Lagos, los bachilleres para los adultos, los institutos terciarios, también están las facultades que son, recordemos, Arquitectura, Ciencias Agrarias, Bioquímica, Ciencias Exactas, Ciencias Médicas, Ciencia Política, de donde viene el señor, Ciencias Veterinarias, Derecho, Humanidades, Odontología, Psicología, las carreras superiores, los posgrados, las carreras de grado, creo que no me olvido de nada, ¿no?
Más o menos todo, es una universidad muy grande, es de las más grandes, es una paradoja porque es joven, al lado de las universidades más grandes y tradicionales de la Argentina. La nuestra tiene apenas 55 años, pero a su vez de las más grandes, efectivamente es la cuarta, quinta en volumen, en dimensión, estamos hablando de una comunidad de alrededor de 120.000 personas, entre grado y posgrado y ha tenido a lo largo de estos últimos años, uno de los procesos de expansión académica más importantes de su historia. 

Nosotros teníamos tres escuelas preuniversitarias que son muy tradicionales, la agrotécnica, el superior y el politécnico, que son incluso preexistentes a la constitución misma de la UNR como tal, tienen más de 100 años, en los últimos cuatro años creamos cinco escuelas más, en General Lagos, Puerto San Martín, en El Trébol, que es un proyecto muy maravilloso, dependiente de la agrotécnica, la escuela de sociales, que era una vieja deuda pendiente para completar la propuesta de formación media de nuestra universidad, y pusimos en marcha una secundaria virtual, que también fue un proyecto extraordinario, y ya entregamos los diplomas a los primeros graduados.

A eso le sumamos la escuela de oficios, tenemos casi 9.000 graduados en dos años, a eso le sumamos el programa de Universidad Abierta de Adultos Mayores, que tiene una extensión fenomenal, y a eso le sumamos nuevas carreras. Creamos 170 nuevas carreras en los últimos cuatro años, de pregrado, grado y posgrado.

Es impresionante la convocatoria que han tenido, especialmente las vinculadas al diseño, diseño gráfico, indumentaria y textil, ya llevamos dos años y tuvimos cerca de 3.500 inscriptos cada año. La universidad es muy potente en términos de formación, pero también en todo lo que genera.

Nuevo coche reconvertido en eléctrico para el trole de la Línea K
Estamos con un programa recuperando colectivos que están en desuso del sistema de transporte público, los reconvertimos a eléctricos y con eso fortalecemos la flota de la K, esto nos permite hacerlo con recursos propios, optimizando recursos, porque sale aproximadamente un 20% la reconversión de lo que saldría comprar un coche nuevo en el exterior, y uniendo esfuerzos del sector privado, la universidad pública, el Estado municipal, en una propuesta que no se da en ningún otro ámbito del país.

Tenemos que cuidar, que resguardar, lo que sucede en un ámbito como el universitario. Porque ahí descansa, en buena medida, alguna de las posibilidades que tenemos de alumbrar una salida a este laberinto en el que está la Argentina.

También están cerrando acuerdos con otras ciudades y comunas, pueblos, donde la universidad llega para expandir proyectos que nacen de las propias comunidades, para mostrar que la universidad está presente
Yo estoy muy convencido de que a veces se nos pierde de vista, sobre todo a los universitarios, un principio muy básico y elemental, que es que todo lo que sucede en la universidad pública lo sostiene la sociedad con su esfuerzo. Y es una sociedad que además tiene muchos problemas y que la pasa mal.

Es parte de la misión primaria de la Universidad, involucrarse en la agenda de su tiempo. Y esto implica hacerla presente en Rosario y en la región fundamentalmente, en el centro sur de la provincia de Santa Fe, hacerla con municipios y comunas, con las organizaciones, con las instituciones, que la gente sepa que cuando tiene un proyecto, una inquietud, puede recurrir a la universidad pública para canalizarlo y que la universidad pública ponga todo ese potencial que tiene, todo esto que contábamos, a disposición de las necesidades que la sociedad tiene. 

Entonces yo trato todo el tiempo de hacer un gran esfuerzo para pensar cuando sale un tema de agenda, el que fuera, cómo puede la universidad contribuir a solucionar ese problema. Y eso hace que efectivamente en estos últimos años también hayamos desarrollado mucho la presencia en el centro sur, eso se va a multiplicar. Esta semana firmamos un convenio con Cañada de Gómez para hacer una residencia conjunta para estudiantes que vienen a nuestra universidad, eso hizo además que muchos presidentes comunales e intendentes nos llamaran para poder hacer algo similar. Vamos a trabajar en esa dirección, va a haber mucha presencia de la UNR en el territorio tratando de aportar lo que podamos.

Habían anunciado llevar las escuelas de oficio a los Centros Municipales de Distrito, ¿cómo está ese proyecto?
Eso está muy bien, ya estamos trabajando con las direcciones de los distritos para poder operativizar la propuesta. Con el Intendente Pablo Javkin vamos a firmar la primera semana de febrero el convenio acuerdo que estipula la modalidad de este desarrollo en cada uno de los distritos de la ciudad. A partir de la segunda quincena de febrero y hasta fin de marzo vamos a ir inaugurando por semana una sede de la universidad pública en cada uno de los distritos.

Lo que queremos alojar en esos lugares tres propuestas de manera fija que son: el Programa Universidad Abierta para Adultos Mayores, la Escuela de Oficios y la Secundaria Virtual. Hoy estos tres programas tienen sedes en el centro de la ciudad y eso hace muy difícil que mucha gente pueda sumarse a estas propuestas porque le queda muy lejos o disfuncional poder hacerlo, al tener presencia en los Centros Municipales de Distrito, puede ser que muchos vecinos se acerquen. 

Estén muy atentos a quienes quieran terminar la secundaria, ahora pueden hacerlo de manera virtual, a quienes quieran hacer algún curso de oficio para poder capacitarse para el mundo del trabajo. A los adultos mayores que quieran hacer alguna instancia de formación que les haya quedado pendiente, en el mes de marzo vamos a abrir la convocatoria para la inscripción de estos cursos.

Edades
Para la secundaria no hay edad y para la escuela de oficio tampoco, nosotros tenemos alumnos de 18 a 75 años. Todo el abanico de edades, de gente cursando la secundaria y eso es lo maravilloso de la propuesta. En oficios tampoco, hay gente que se suma para formarse en algún área y eso después le ha permitido incorporarse en algún sector productivo en particular. Hay gente que ya viene trabajando y lo que hace son cursos para fortalecer su formación en lo que hace y hay gente que ha encontrado en la Escuela de Oficios una vocación y a partir de la formación que tuvo decide iniciar una carrera universitaria, para eso tampoco hay edad. Y para adultos mayores a partir de los 55 o 60 años, pero en eso somos flexibles, lo que queremos es que sean propuestas que puedan alojar la inquietud que cada quien pueda tener de hacer algo en este momento de la vida. 

Yo creo mucho que la educación es lo que nos salva, por eso me empeño mucho también en defender, en cuidar esto que es tan importante para el desarrollo del país, aunque a veces no se perciba de esa manera, por lo tanto, queremos que estas propuestas estén abiertas a quienes quieran utilizarlas.

La universidad venía desarrollando una gran cantidad de obras ¿se interrumpen?
La situación es compleja. Nosotros tuvimos estos últimos años una inversión muy importante del Programa Nacional de Infraestructura Universitaria. Es importante que se sostenga en programa porque permite hacer grandes obras de envergadura, sobre todo en una universidad tan grande y tan extendida como la nuestra. Con el presupuesto propio es imposible hacerlas y libera presupuesto propio para poder mantener bien los edificios. 

Hoy está en stand by, todavía no tenemos una confirmación respecto de qué pasaría con esas obras. Son cinco grandes obras de infraestructura que estamos haciendo con ese programa, un edificio para la Facultad de Ciencias Veterinarias, estamos culminando un anexo para Odontología, haciendo un aulario en el área salud y teníamos con fecha de licitación para febrero un aulario para el centro y la ampliación del edificio de Ingeniería. Hemos hecho gestiones ante el Ministerio de Infraestructura, pero no tenemos precisiones respecto de qué va a pasar. 

La obra en la Facultad de Derecho la estamos haciendo con fondos propios. Obviamente que en este contexto inflacionario que atravesamos es muy difícil, pero la verdad venimos muy bien, la empresa que nos ha tocado es muy responsable. Tenemos previsto poder terminarla para abril-mayo de este año y hasta ahora venimos cumpliendo los plazos. Estuve recorriendo esta semana la obra y viene realmente muy bien, es excepcional lo que se está haciendo ahí porque es una recuperación al valor patrimonial original del edificio de la Facultad de Derecho, casi es una obra de arte.

Tenemos dos intervenciones importantes en curso que las vamos a sostener, una es el ingreso por calle Suipacha y San Lorenzo al área de salud y otra de renovación del tendido eléctrico de toda el área de salud, son casi 400 millones de pesos, eso también lo vamos a sostener.

Entonces, cuando hay tiempos de mayor holgura, habrá que desarrollarse más. Cuando hay tiempos más complejos, como los que se avecinan, habrá que ingeniárselas de otra manera para seguir haciendo cosas. Nuestra universidad necesita 10 años de inversión sostenida en infraestructura para revertir la situación que tenía. Venimos muy bien. A lo mejor habrá que postergar, mirar los tiempos, hacerlo de otra manera. Pero vamos a seguir en esa dirección. Porque si descuidamos lo que venimos haciendo, el retroceso va a ser muy fuerte. Y nosotros queremos, todos los días, garantizar mejores condiciones de trabajo y estudio a la comunidad.
¿Qué va a pasar con las obras de la escuela secundaria?

La escuela secundaria se está haciendo. Por supuesto que en este contexto eso generó tremenda cantidad de dificultades. Sobre todo, la situación inflacionaria, que además afecta a las empresas. Pero ya tenemos plan A, plan B, para resolver el cursado. No se va a ver afectada la Escuela Preuniversitaria en Ciencias Sociales y Humanísticas. Hay una primera parte de la obra ya culminada. Pero tenemos el edificio Innova, que es donde están cursando actualmente, que es un edificio extraordinario, que además se inauguró hace muy poco, que puede alojar sobradamente la propuesta de la escuela. Así que tenemos opciones, que no haya preocupación respecto de eso. Porque ese es un proyecto que además siento muy propio, porque es extraordinario. Y lo vamos a defender para que siga creciendo como viene creciendo. Yo creo que se lo debía eso a la universidad. En diciembre cerramos el primer año de cursado. La verdad que el acto fue maravilloso, muy emotivo.

¿La inscripción para el nuevo año está cerrada?
La inscripción ya se hizo, ya está todo seleccionado. En este acto de cierre del primer año participaron los familiares y chicos que van a cursar en este año. Nosotros tomamos la decisión de hacerlo por sorteo el ingreso. O sea, modificamos la dinámica que tienen los ingresos a las escuelas preuniversitarias. Estoy muy convencido de que, si la excelencia está en la institución, en su formación, hay que democratizarla. Y la mejor manera de hacerlo es eso. Siempre la expectativa de ingreso es mucho más alta que las posibilidades que uno tiene de cubrirla. Me pasó en el primer sorteo que me agarró un gurrumín afuera, re chiquitito, y que no había quedado por poquito. Finalmente, terminó entrando porque hubo otros que desistieron. Y me dijo: yo tenía unas ganas de entrar y se me largó a llorar. Casi me partió al medio. Pero bueno, se hace a veces hasta donde se puede.

Volvamos a la Escuela de Oficios ¿Qué tipo de cursos habrá?
De los más diversos. Tenemos alrededor de 90 cursos, hay de todo. Lo que tratamos de hacer este último año fue asociarlo más a las necesidades del sector productivo, qué hace falta en mano de obra para que la formación sirva efectivamente para después sumarse al mundo del trabajo. Hicimos un convenio con la Cámara de la Construcción y hay todo un capítulo vinculado a labores del ámbito de la construcción, donde la Cámara detectó que había vacancia o necesidad de mano de obra y estamos formando más específicamente en esas áreas. 

Hicimos uno para el oficio tambero, que salió buenísimo. Todos los que cursaron ese trayecto están trabajando en tambos en la provincia del centro sur de Santa Fe. Otros vinculados a la industria metalúrgica, a la tecnología. Acabamos de firmar con el secretario de Cultura, Federico Valentini, para hacer un capítulo de oficios culturales dentro de la Escuela de Oficios de la Universidad. Este año se va a diversificar mucho. Venimos trabajando con el gobernador de la provincia, Maximiliano Pullaro, para ver si podemos unir las propuestas de capacitación de la provincia con la de la Universidad y hacer una convocatoria bien potente en marzo, no solo para Rosario, sino para todo el centro sur de la provincia. Yo les pido que estén atentos. No podría contar todos los cursos, pero en la página de la Universidad en marzo van a estar publicados.

Con la vuelta del Nueva Oportunidad en la provincia, también hay otra oportunidad de trabajo conjunto.
Sí, eso venimos trabajándolo. Porque además en la secundaria virtual hubo tres comisiones destinadas a gente que estaba en el Nueva, cuando se había discontinuado en la provincia y se había alojado en el municipio, hubo gente del Nueva que estuvo cursando en la secundaria virtual. Ayer estuvimos también con Ramón Soques, secretario de Políticas de Inclusión y Abordajes Sociales del Ministerio de Desarrollo de la provincia. Con él vamos a trabajar con la reactivación del Nueva, la vinculación con la Escuela de Oficios y con la secundaria virtual.

En pandemia se anunció la creación de La Planta Pública de Alimentos ¿Cómo está eso?
Está bien, en el contexto que estamos atravesando. Se demoró más de lo que hubiésemos querido, porque lo que hablábamos recién, la situación inflacionaria...

En estos últimos años impactó mucho, sobre todo en el área de obra pública, en las posibilidades y en las capacidades de las empresas de poder desarrollar las obras. A pesar de las dificultades pudimos avanzar, estimamos que segunda quincena de febrero estará terminada la obra, ya tenemos comprado casi la mitad del equipamiento, estuvimos con provincia tratando de articular para lo que resta, aspiramos a que en el mes de mayo pueda estar en funcionamiento la planta porque además queremos que sea un dispositivo que tanto el municipio como la provincia puedan utilizar para garantizar el acceso a alimento nutritivo, sobre todo en el centro sur de la provincia de Santa Fe.

La universidad decidió ceder un espacio para la vuelta del cine y teatro Arteón.
Es sumar un ícono de la cultura rosarina, un lugar histórico, que sirve para contar el desarrollo y la historia de la cultura de la ciudad vinculada al Arteón. Recibimos con mucho pesar la noticia de que el Arteón no podía seguir funcionando dónde estaba, por la decisión de los dueños de esa galería de tomar otros rumbos. Me junté con Néstor Zapata, a instancias del Nene Molina. Néstor fue docente de nuestra universidad, con él tenemos un fuerte vínculo y mucho trabajo conjunto. Le ofrecimos modestamente que pudiera alojar el Arteón en un ámbito de la universidad y aceptó rápidamente. Firmamos el convenio, convocamos al municipio a través del área de cultura, a la provincia de Santa Fe a través del Ministerio de Cultura, ambos van a acompañar para que ese proyecto pueda ser posible. Se desmanteló la sala vieja y ya estamos definiendo el lugar para en los próximos meses esté funcionando. Yo quiero terminar el año con alguna actividad cultural. Para mí era como un mandato de que la universidad pudiera hacer algo para resguardar el Arteón y estamos muy contentos de que haya podido ser así.

El otro día el diputado Ariel Bermúdez nos confirmaba el lugar, va a estar al lado de Radio Universidad.
Sí, nosotros tenemos una dependencia que está contigua al gimnasio de la universidad y al lado también de Radio Universidad.

¿Está la editorial ahí también?
Exactamente, detrás está la editorial, ahí tenemos un espacio para hacerlo, dudamos en algún momento porque el Espacio Cultural Universitario (ECU) también era un buen lugar, pero estábamos haciendo algunos estudios técnicos para ver si el montaje era factible porque lo que haríamos es trasladar la sala tal cual estaba en el Arteón, con las mismas butacas, con el mismo equipamiento, en un montaje en un nuevo espacio físico. Esperemos asistir a alguna peli o a alguna obra de teatro con el Arteón funcionando en la universidad, ya estamos trabajando en eso.

En el último tiempo, la universidad ha incorporado muchos comedores, que están brindando un muy buen servicio con precios muy accesibles, ¿eso se sostiene?
¡Sí, se sostiene!. Todo vamos a sostener, por supuesto que no va a ser fácil porque va a requerir mucho trabajo, creo que la gestión no es para buscar excusas, creo que cuando vienen tiempos bravos con más razón hay que ser creativos para imaginar de qué manera se pueden resolver, como sucedió con la residencia. Nosotros quizás no hubiésemos podido abrir otras solos, ya encontramos un aliado en la municipalidad de Cañada de Gómez y pudimos hacer un proyecto, ahora se suma El Trébol, y ya estamos hablando con otros municipios y comunas, eso se va a expandir todo el año, y lo mismo comedores.

Tanto residencias, como comedores, a veces es definitorio para poder garantizar la continuidad de los estudios de mucha gente, sobre todo aquellos que no son de Rosario y vienen del interior, con lo que conlleva estudiar en nuestra ciudad, para la gente de Rosario también porque hoy se hace muy cuesta arriba poder tener recursos o prescindir a lo mejor de alguna situación laboral para poder estudiar.

Los comedores los vamos a sostener, por supuesto que tenemos una fórmula de actualización que en un contexto inflacionario va a ser que eso se incremente, pero en cualquier caso aun con los incrementos siempre estará muy por debajo de lo que sale, es una herramienta muy importante para nuestra comunidad y la vamos a cuidar.

Antes mencionamos muy por encima algunos de los objetivos que ha tenido este DNU y la ley Ómnibus que van en contra de lo que son las universidades públicas, ¿podemos mencionar algunos?
Me parece que la forma es importante remarcarla, no se gobierna un país, una comunidad sin diálogo, sin reconocimiento de los matices, sin atender lo que plantean los sectores, no se hace a voluntad solo de una sola persona, no se construye un país de esa manera, ni a los gritos y, al menos desde mi perspectiva, se debe hacer con mucho resguardo de las instituciones y la convivencia democrática que es finalmente lo que garantiza que todas las voces, piense cada quien lo que piense, puedan estar representadas. 

Particularmente en el ámbito educativo hay un conjunto de artículos propuestos no en el DNU, sino en la Ley Ómnibus, son cuatro artículos, uno a mi juicio menor, por el impacto y por la magnitud, creo que es más la intención de impulsar una propuesta buscando cierto impacto público vinculada a la posibilidad del cursado de los estudiantes extranjeros en nuestra universidad. Es irrelevante porque estamos hablando que en la Universidad de Rosario que está dentro de la media nacional son alrededor del 5% de estudiantes extranjeros sobre la totalidad de estudiantes. Y sin residencia permanente -que es lo que establece la propuesta que elevó el Poder Ejecutivo-, estamos hablando del 1% de estudiantes que no son de la Argentina ni tienen residencia permanente. 

Hay un artículo muy preocupante que es el vinculado al financiamiento, porque allí se modifica la ley actual, que es clara y taxativa respecto de quién es responsabilidad financiar la educación superior y cómo se distribuyen esos fondos. La redacción nueva es difusa, no tiene precisiones y eso nos genera preocupación y desde mi perspectiva eso abre las puertas al desfinanciamiento de la educación superior, es decir, abre las puertas a modelos alternativos de financiamiento que no garantizan los fondos, los recursos que la universidad pública necesita. Vuelvo a lo que dije al principio, no para tener holgura en las cosas, sino para tener lo mínimo e indispensable para poder hacer bien lo que es su misión. Así que estamos con mucha preocupación intentando modificar esa redacción.

Se sostiene que los fondos se van a distribuir entre universidades de acuerdo a la cantidad de estudiantes, que eso está bien, pero después señala y en función de otras variables -que no especifica cuáles son-, y las deja a criterio del Poder Ejecutivo Nacional de turno y eso tampoco es bueno ni saludable. Así que estamos tratando de que esa legislación se modifique. 

Se pretende privatizar Radio de la Universidad Nacional del Litoral (LT10) y el Servicio de Radio y Televisión de la Universidad de Córdoba, se habló en el Consejo Interuniversitario Nacional
Sí, por supuesto, los medios de Córdoba y Santa Fe son sociedades del Estado que están bajo la órbita del Ministerio de Educación, de lo que era el Ministerio de Educación de la Nación, por eso fueron incluidas en la lista de instituciones, medios de ser pasibles para ser vendidos o privatizados. Yo lo he hablado con los rectores de la Universidad Litoral y la Universidad de Córdoba que además son dos colegas y amigos. Hay mucha preocupación respecto de eso, nosotros vamos a acompañar en lo que podamos, defendemos y sostenemos los medios públicos, creo que habilitan voces que a veces en los medios no pueden tener lugar, defendemos mucho lo que pasa por ejemplo en nuestra Radio Universidad, lo que estamos produciendo en Unicanal. En nuestro caso está garantizada la continuidad con el perfil que tiene de todos los medios de la Universidad Nacional de Rosario, no estamos comprendidos en esa legislación, sí vamos a colaborar con las instituciones hermanas porque además de ser amigos, nosotros venimos de ahí, o sea: Litoral viene de la reforma universitaria en Córdoba y nosotros somos un desprendimiento de la Universidad Nacional del Litoral, así que somos casi hijos de la Litoral y nietos de la Universidad de Córdoba, somos parte de una misma familia. 

Tus raíces son radicales, esta semana Rodrigo de Loredo cambiando la posición que venía teniendo, donde decía discutamos, pero vamos a discutir punto por punto y ahora cambió. Una gran parte de los diputados que responden a radicalismo pueden terminar apoyando estas leyes. ¿Qué te genera como radical, qué pasa cuando pasan esas cosas?. 
Yo creo que hace mucho tiempo el radicalismo perdió referencia respecto de sus fuentes originarias que fue lo que hicieron del partido, un partido nacional. Con la ascendencia que el radicalismo tuvo y tiene hoy. Es una expresión que reconoce mejores antecedentes en algunas experiencias locales o provinciales, que desarrolla en términos estructurales a nivel nacional. Yo aspiro a que actúe y recupere ese espíritu, trabajo en lo que me toca y me corresponde para que eso pueda ser así, vengo de esa formación. Cuando ocupo una responsabilidad pública, quiero hacerlo genuinamente y tener referencia a esos valores y a esos principios originarios.

Soy muy crítico de la dinámica política general de la Argentina. Creo que, si este sacudón que atravesamos en el país no sirve para empezar a hacer las cosas de otra manera, difícilmente encontremos salida a este laberinto. Creo que ninguna sociedad llega a lugares como los que estamos hoy en la Argentina si en el medio no se han hecho muchas cosas mal. Creo que la primera que tiene que asumir que ha cometido errores groseros y profundos, es la política, sobre todo, la política democrática y sobre todo los partidos tradicionales. No hay respuesta, hay impotencia, incapacidad para resolver los problemas de la vida cotidiana de la gente. Razonablemente, la gente se molesta, se cansa, se harta de esa situación y busca alternativas que permitan al menos ofrecerle una posibilidad de manifestarse con bronca frente a lo que sucede. Esa bronca razonable. O es una posibilidad de encontrar algo de esperanza en algún otro lugar. 

Por eso me esfuerzo mucho en lo que es mi responsabilidad. Soy politólogo, cuando tengo una responsabilidad pública, busco recuperar esa capacidad de hacer que la política perdió. En que esa capacidad de hacer sea asociada a lo que uno dice y piensa, que es lo que también perdió la política democrática. Es decir, hay un abismo entre lo que se piensa y lo que efectivamente después se hace, muchas veces condicionado pragmáticamente por el espíritu de época. Todas esas cosas que se fueron haciendo mal. Para mí son importantes revertirlas o intentar hacerlas cuando uno tiene una función pública porque creo que ahí descansa en parte la falta de legitimidad que la política tiene, creo que hay que recuperar esa legitimidad y creo que hay que ir a un sistema político y una construcción desde un lugar distinto, o sea, no hay salida si seguimos haciendo las cosas como se venían haciendo, creo que lo que hace falta es un profundo ejercicio de reflexión crítico respecto de todo lo que se ha hecho mal y eso no lo veo honestamente, no lo veo en el debate político y eso sí me genera mucha preocupación. 

Si se aprueban el DNU y Ley Ómnibus qué hacemos, lo planteo porque lo que viene. Ellos mismos nos dicen, van a estar peor, no dicen vamos a estar peor, dicen van a estar peor.
Creo que no es la primera vez, ni es el primer proceso, ni se termina el país. Veo muy difícil que pueda salir todo tal como está planteado, pero aun en ese caso creo que tenemos que seguir trabajando y generando cosas desde una perspectiva democrática, progresista, una posibilidad de futuro a la sociedad argentina y creo que es lo que hoy no tiene y ahí está la falencia. De todas maneras yo apelo más a que podamos ser capaces primero de hacer ese ejercicio de un reflexivo crítico, si eso no existe, la cosa va a seguir estando mal independientemente de lo que suceda con esta discusión. Hay que asumir las cosas que se han hecho mal para poder revertirlas, para poder hacerlas de otra manera, si seguimos pensando la política, la construcción, la representatividad de los parámetros en las que lo pensamos en los últimos 30 años, difícilmente encontremos alguna salida distinta. 

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