Afirmó la investigadora Natalia Vinelli que acaba de publicar el libro "La televisión alternativa en la transición digital. Las experiencias de Argentina y Chile" y habló con TelAm sobre la diversificación de los consumos audiovisuales, las plataformas y el riesgo que corren los espacios de emisoras comunitarias
Por: Mariano Suarez, @marianosuarez75 La investigadora Natalia Vinelli, que acaba de publicar su tesis doctoral dedicada a la televisión digital, puso en entredicho los repetidos vaticinios sobre el fin de la televisión y destacó que "a la TV diagnósticos apocalípticos nunca le faltan, pero sigue encendida", a la vez que observó que existe un "enorme riesgo" sobre el espacio que ocupan las emisoras comunitarias y alternativas en el nuevo tiempo político.
"Es una realidad evidente que los consumos audiovisuales se han diversificado, pero podemos decir que lo que buscamos en la televisión es distinto de lo que buscamos en las plataformas de streaming. El vivo, las noticias, la cercanía, el deporte, los seguimos consumiendo por televisión. El Mundial fue un momento clave. Muchas personas se encontraron con la TDA y la tasa de encendido subió", aseguró Vinelli en una entrevista con Télam.
La investigadora acaba de publicar el libro "La televisión alternativa en la transición digital. Las experiencias de Argentina y Chile", editado por la Universidad de Quilmes.
Vinelli es autora de dos libros de amplia circulación en el campo de la comunicación académica: "La televisión desde abajo. Historia, alternatividad y periodismo de contrainformación" y otro -publicado con diversos títulos- dedicado a la Agencia de Comunicación Clandestina (ANCLA), orientada por Rodolfo Walsh, como herramienta política para luchar contra la dictadura militar.
"El DNU 70/23 favorece la concentración e impacta en el sistema de medios, impidiendo el funcionamiento de nuevos actores, o de actores más chicos"
En la etapa final del kirchnerismo hubo un impulso del consumo de televisión digital, con paquetes donde predominaban señales abiertas y señales de noticias, con el reconocimiento de licencias. Si bien el despliegue de infraestructura permanece, aquel proyecto parece abandonado. ¿De qué hablamos hoy cuando hablamos de televisión digital? ¿Existe como una categoría útil para describir la realidad de la producción y el consumo audiovisual?
Es una pregunta difícil pero puedo intentar una respuesta simple: la televisión siempre se está acabando, malos diagnósticos no le faltan, y sin embargo sigue encendida. Es una realidad evidente que los consumos audiovisuales se han diversificado, pero podemos decir que lo que buscamos en la televisión es distinto de lo que buscamos en las plataformas. El vivo, las noticias, la cercanía, el deporte los seguimos consumiendo por televisión.
Ahora, en el caso particular de la televisión digital, el problema es que tuvo cuatro años de franco desfinanciamiento, y el proceso de recuperación posterior fue limitado, concentrado sobre todo en el mantenimiento de la infraestructura de transmisión, que había quedado muy decaída después de la gestión de Cambiemos.
El Mundial fue un momento clave. La postal de la gente gritando goles que llegaba segundos después por cable señala la potencia que tiene la puesta en valor de la TDA. Pero para que se mantenga se necesitan políticas públicas integrales, que permitan trabajar en la producción de contenidos recuperando los niveles iniciales, junto con nuevas licencias que diversifiquen la grilla y campañas educativas y de difusión que enseñen a instalar la antena en coexistencia con la televisión por cable, entre otras cosas. Es decir que se requiere de un Estado activo. ¿Qué ve la gestión de Javier Milei ahí? Una empresa pública para privatizar. Entonces primero hay que resistir eso.
El proceso de "transición digital" que describe el libro fue también un proceso de apertura (más señales, cupos a diferentes sectores) ¿Cuáles fueron las resistencias de ese proceso, el balance de lo ocurrido y el estado actual de la cuestión a días de que se suprimieran las últimas restricciones a la propiedad concentrada de medios?
La transición digital se dio en paralelo a la sanción de la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. La digitalización era la base material de la democratización, ya que el sistema permitía (o permite) la coexistencia de más señales donde antes había lugar para una sola. Ése fue el punto más alto de avance. Pero la barrera para el desarrollo de este proceso siguió siendo la concentración, primero con las cautelares contra la aplicación de algunos artículos de la ley, después con el decreto 267/2015 que derogó esos artículos medulares y otros de la ley Argentina Digital.
También hay que decir que son pocos los concursos que se llevaron adelante para poblar el espectro con nuevas propuestas, entre ellas las comunitarias que tienen reservado el 33 por ciento del espectro. Entonces hoy te encontrás con una televisión digital de mucha calidad técnica, abierta y gratuita, pero con una grilla muy acotada, con muy pocos canales en comparación al cable o a la televisión satelital.
¿Son diferentes las respuestas en la Ciudad de Buenos Aires que en el resto del país?
No veo que haya respuestas diferentes. Hablamos de leyes nacionales, por lo que el Estado nacional y sus instituciones son las que tienen la máxima responsabilidad para aplicar la ley. Hoy son 17 canales nacionales y luego en cada zona hay canales locales, pero siguen siendo pocos al igual que los concursos. Por ejemplo en el AMBA son 31 canales en total, tres de ellos alternativos o comunitarios; en Córdoba dependiendo de la zona hay 18 o 20 canales; en Mendoza, Las Heras, son 21.
En 2022 ENaCom llamó a concurso para Las Heras, el canal comunitario Giramundo TV preparó su presentación, pero la convocatoria al poco tiempo se levantó y se dejó sin efecto. En Cura Brochero, donde funciona Proa Centro, ENaCom también llamó a concurso. La emisora se presentó, pero la licencia hasta ahora no fue adjudicada. Estas vueltas ponen su parte en la explicación de por qué son tan pocos los canales emitiendo con licencia en televisión digital.
¿La apertura a la TV comunitaria en la transición digital fue más fuerte en Argentina que en otros países de la región? ¿Por qué?
En Argentina la experiencia se desarrolló mucho porque a diferencia de otros países, la misma normativa que reconoció a las emisoras comunitarias estableció un fondo de fomento destinado a garantizar la migración digital, fortalecer la producción de contenidos y acompañar la gestión de los medios. Es el llamado FoMeCA, que se financia con el 10 por ciento de lo recaudado a través del impuesto a los servicios de comunicación audiovisual. Todos los canales y las radios reconocen en este fondo una herramienta clave que permitió su consolidación y su profesionalización. También hay experiencias consolidadas en Chile, como Pichilemu TV o la mítica Señal La Victoria; en Bolivia; en Venezuela tuvieron un punto muy alto en los primeros diez años de los 2000.
¿Hay riesgos para la subsistencia de las experiencias de TV comunitaria en el contexto de los anuncios de estas semanas sobre medios, telecomunicaciones, asignación de publicidad?
El riego es enorme. Primero, el DNU 70/23 favorece la concentración e impacta en el sistema de medios, impidiendo el funcionamiento de nuevos actores, o de actores más chicos. Desempareja todavía más la cancha en favor de las grandes empresas. Segundo, el proyecto de ley ómnibus delega facultades al Ejecutivo, entre las cuales están las definiciones sobre el destino de los impuestos de asignación específica, como el derivado de la ley audiovisual y que recién decía que se creó, justamente, para garantizar la pluralidad de voces. Ese mismo fondo destina parte al INCAA, al Teatro, al Instituto de la Música, a las bibliotecas populares, a los medios comunitarios. Si sumamos la privatización de los medios públicos y Arsat, el escenario se complejiza. Tercero, el anuncio de la finalización de la pauta nacional por un año impacta más en los medios comunitarios, aunque siempre favoreció a los principales medios. No existe una ley nacional de publicidad oficial y esa sigue siendo una deuda porque permitiría federalizar, transparentar y democratizar su aplicación. El panorama es sombrío, pero también hay experiencia acumulada para enfrentar estas medidas.
La batalla de las televisoras alternativas frente al DNU de Milei
La coordinadora Conta, que agrupa a medios populares del Área Metropolitana de Buenos Aires, presentó una medida cautelar en contra de las modificaciones propuestas por el gobierno en el ámbito audiovisual y los medios públicos. Nota al Pie diálogo con Mariano Suárez, abogado del grupo
La Coordinadora Nacional de Televisoras Alternativas (CoNTA), presentó una medida cautelar ante la justicia para frenar el DNU 70/2023 del gobierno de Javier Milei. Se trata de una iniciativa para defender los cambios en las leyes vinculadas a los servicios audiovisuales, internet, medios públicos y actividades culturales.
La medida fue requerida en el marco de una acción declarativa de inconstitucionalidad. En ella se solicitó que se dejen sin efecto las reformas que el decreto introduce a la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (26.522), y la ley Argentina Digital (27.078).
Para conocer más acerca de la iniciativa, Nota al Pie dialogó con Mariano Suárez, abogado de CONTA y trabajador de TelAm.
"El DNU está arrogándose facultades propias del Parlamento, se cuestionan puntualmente el campo de normas vinculadas con la comunicación", afirmó Suárez.
¿Qué modifica el DNU?
El decreto busca evitar cualquier debate legislativo y elimina cualquier restricción sobre la acumulación de licencias a nivel nacional, lo que eleva la concentración de medios existente.
Además, consolida la exclusión de la televisión por cable de cumplir con las disposiciones establecidas en la Ley 26.522, como la cuota de pantalla y la organización de la programación.
También se suma la exclusión de los servicios satelitales y presenta una redacción confusa en relación a los tributos audiovisuales, lo cual está expresamente prohibido por la Constitución Nacional para un DNU.
"Nos encontramos con un sistema que va a una concentración cada vez más profunda. Y, al mismo tiempo, nuevos actores del mercado que tienen condiciones preferentes para funcionar", expresó la periodista Natalia Vinelli en diálogo con Radio AM 530.
"Las reformas del DNU levantan todas las barreras a la acumulación de licencias a nivel nacional, lo cual obviamente favorece a los grandes operadores del mercado y compromete la existencia y supervivencia de las televisoras sin fines de lucro que por ley tienen garantizado al menos el 33% del espectro radioeléctrico", explicó Suárez.
La solicitud de esta medida fue realizada por los canales comunitarios Urbana Tv y Barricada Tv de Buenos Aires; PAREStv de Luján; Giramundo Tv de Guaymallén, provincia de Mendoza y Canal 9 Proa Centro, de Villa Cura Brochero, Córdoba. Está radicada en el Juzgado Contencioso Administrativo Federal Nº 11, y el responsable de este caso es el Dr. Diego Cormick.
La inconstitucionalidad del DNU
A través de la medida cautelar, desde CoNTA cuestionaron la transformación de las empresas de medios públicos en sociedades anónimas. Además, pidieron la suspensión de los efectos de la derogación de la Ley 26.736, que regula la fabricación y comercialización de pasta celulosa y papel de diario.
"También habilita a los grandes operadores internacionales a intervenir en el mercado de la televisión satelital", dijo el abogado laboralista sobre las consecuencias del DNU. "Es probable que incluso afecte al sector sin fines de lucro".
Esto es así porque ahora también se excluyen a los operadores de televisión por suscripción del cable, así como a los operadores de televisión satelital, de la Ley de Servicio de Comunicación Audiovisual. Dicha legislación tiene como objetivo brindar financiamiento al desarrollo de los medios comunitarios a través de una serie de tributos e impuestos.
Ese es otro de los motivos por los cuales se solicita la suspensión de la medida, ya que "de manera indirecta está tratando una materia tributaria, que es una de las áreas en las que constitucionalmente un DNU no puede tratar expresamente", dijo Suárez, quien anticipó que habrá más noticias en febrero.
El decreto y la Ley Ómnibus afectan los derechos de todes les argentines, pero el caso de los medios y la cultura es crucial para una vida democrática. Se trata de la diversidad de voces, la pluralidad y la soberanía audiovisual.
De igual manera, se arremete contra un derecho humano universal, como es el derecho a la información y la libertad de expresión.
Como consecuencia, se promueve una mayor concentración de medios de comunicación, lo cual afecta la diversidad de opiniones y la viabilidad de medios comunitarios y alternativos.
Por último, cabe destacar que entre los beneficiarios de las medidas se destacan Claro y Telefónica, quienes podrían ofrecer televisión satelital sin regulación estatal.
Foto: Florencia Downes
Fuentes: Agencia TelAm y Nota al Pie