El libro 'La voz de las sin voz' aborda el nacimiento de estas emisoras desde mediados de los años 70 y durante toda la etapa de los primeros gobiernos socialistas. "¿A qué puede deberse esta represión política por parte del PSOE? La respuesta creemos que es a la percepción de estas emisoras como un peligro, como una amenaza", destaca el historiador José Emilio Pérez Martínez (@joseemiliopm)
Foto de archivo de la Unión de Radios Comunitarias de Madrid (URCM)
Por: Miguel Muñoz @miguelmunozort"Amparados por la necesidad de reordenar el espacio radioeléctrico, los socialistas pudieron reprimir el movimiento de las radios libres sin necesidad de recurrir a medidas abiertamente coercitivas como los cierres o sanciones". Eran finales de los años 80. Gobernaba desde el año 1982 el PSOE de Felipe González. Y fue una época de ebullición pero también de represión a las radios libres y comunitarias.
La historia de lo que pasó en aquellos momentos está recogida hasta el más mínimo detalle en el libro La voz de las sin voz (2022, Sílex Ediciones). Su autor es el historiador José Emilio Pérez Martínez, que lleva años investigando todo lo relacionado con las radios libres y comunitarias en el Estado español.
"¿A qué puede deberse esta represión política por parte del PSOE? La respuesta creemos que es a la percepción de estas emisoras como un peligro, como una amenaza. Y eso desde nuestra perspectiva, ha de considerarse otro triunfo de las radios libres", destaca el libro en sus conclusiones.
La publicación se centra principalmente en los orígenes de este movimiento en la Comunidad de Madrid aunque estuvo muy presente en todo el Estado. Tuvo especial fuerza en Catalunya, donde surgieron las primeras experiencias de este tipo de emisoras, así como en Euskadi o el País Valencià. Este tipo de radios tenían una serie de puntos en común, con matices entre unas y otras, como el asamblearismo, la crítica al modelo comunicativo imperante o la confluencia con otros movimientos sociales. Y uno principal: no tener ánimo de lucro. Las movilizaciones contra la OTAN previo al referéndum de aquellos años supusieron también un impulso importante.
El papel de este tipo de medios está ampliamente reconocido por entidades como la UNESCO. Y regulado de forma muy diferente a la española en países de nuestro entorno como Francia. Allí por ejemplo el socialdemócrata François Miterrand fue el que guardó el espacio radioeléctrico en la misma época para que las radios pudieran emitir sin problemas. Además, se cuenta con financiación.
Este tipo de radios venía funcionando de manera en cierto modo alegal desde finales de los años 70. Pero hay una fecha clave, de la que ahora precisamente se han cumplido 35 años. El 18 de diciembre de 1987 se aprueba la Ley Orgánica de Telecomunicaciones (LOT).
"Implica que se recrudecen las penas y sanciones por infringir las normas que recoge la propia ley. Son emitir sin licencia o sin aparatos homologados. Con la ley del 87 se ponen negro sobre blanco algunas cosas que antes no existían. Yo siempre entendí que va exprofeso contra las radios libres y comunitarias. Las penas recogían hasta cárcel o multas de millones de pesetas. A este tipo de proyectos los condenaban", explica en conversación con Público el autor del libro.
Mediante la ley se abría además el concurso para que las emisoras pudieran conseguir sus licencias. Por un lado, aquí se produce la división del movimiento por las diferentes estrategias que buscan las emisoras. Hay algunas históricas como Onda Verde La Cadena del WC que deciden pedir la licencia en solitario. La primera de ellas estaba impulsada por Esteban Ibarra, a quien parece que desde las filas socialistas le habían prometido una licencia que no llegó. "Se jugó con las esperanzas de mucha gente", apunta Pérez.
En Madrid se rompió el movimiento en otros dos grandes bloques. Por un lado, un puñado de radios se agruparon en torno a la Federación de Radios Libres de la Comunidad de Madrid (FeRaLiCoMa). Aquí estaban presentes emisoras como Radio Ritmo, Onda Latina, Radio Cero, Radio Carcoma o Radio Jabato, entre otras. El otro bloque que pidió licencia fue el de la Agrupación de Asociaciones Culturales de la Comunidad de Madrid (Radio Vallekas, Onda Sur, Radio Morata, Radio Fuga u Onda Merlín, entre otras).
Solo se concedió finalmente una licencia en Madrid. Otra fue en València, a Radio Klara. Pero la de Madrid tenía trampa. El Gobierno la concede inexplicablemente en la localidad de Chinchón, un lugar donde no existía ningún proyecto de emisora. "Es interesante porque juegan a que han dado la licencia pero en un punto donde no sirve para nada. Era insostenible", apunta Pérez al respecto.
"Es una ley que se hace de espaldas a las radios libres", afirma Pérez. El autor destaca una cita, incluida en su libro, de una diputada del PSOE, Ana Balletbó, en la Comisión del Congreso donde se debatía la ley y que ejemplifica con quién se negoció de forma clara el proyecto. "Hemos tratado de tener contacto con los empresarios que se ganan la vida con esto y hemos intentado también incorporar esa voz que es la voz más experta porque es la gente que está afectada".
Para el autor, esta ley supone "otro ejemplo del uso de lo público para satisfacer intereses privados". A todo esto se le suman crónicas posteriores en medios de comunicación que hablaban de la llamada "Operación Arco Iris" impulsada por el Gobierno mediante la cual se habrían acaparado las concesiones en unas pocas manos.
Aquello fue un golpe duro. Algunas radios se vieron obligadas a cerrar. Pero otras se reinventaron y siguieron su camino como pudieron. Varias de aquellas pioneras siguen hoy existiendo: Radio Vallekas, Onda Merlín, Radio Enlace, Radio Fuga o Radio Morata, entre otras.
La lucha legal durante décadas hasta hoy
La batalla del movimiento de las radios libres por su reconocimiento ha continuado durante décadas. Los integrantes de las emisoras no han cejado en su empeño. Una victoria simbólica se consiguió en 2010, bajo la presidencia de José Luis Rodríguez Zapatero. Su Ley General de la Comunicación audiovisual les reconocía como sujetos válidos. Una petición histórica de estos medios.
Pero desde entonces no se dio ninguna sola licencia a los medios comunitarios. Las principales asociaciones en activo denunciaron que el Gobierno de Mariano Rajoy se negó aplicar la ley e incluso destacan que quisieron eliminar la categoría audiovisual incluida en la ley de 2010 que los reconocía de forma directa. Incluso España recibió un toque de la ONU por no conceder licencias.
A día de hoy, en la nueva ley audiovisual que entró en vigor el pasado mes de julio, se da opción a las radios comunitarias a solicitar licencia. El plazo concluye el próximo 8 de enero. Los requisitos para que las radios puedan acceder están reflejados en la propia ley: Acreditar un funcionamiento ininterrumpido durante los últimos 5 años. Entre 2017 y 2022; No haber causado problemas de interferencias y declarar formalmente que pretenden continuar con las emisiones. El resultado es incierto para un movimiento que no ha dejado de reclamar lo que les corresponde.
La voz de las sin voz: El moviento de radios libres entre la Transición y la época socialista (1976-1989) - Número de páginas: 578
Autor: José Emilio Pérez Martínez
Sinopsis
La radiodifusión cautivó, desde su nacimiento, la imaginación de todos aquellos que entrevieron en ella una potencial herramienta para el establecimiento de dinámicas de comunicación alternativa y emancipatoria. En la década de 1970 comenzaron a surgir por Europa, siguiendo la estela de Italia y Francia y llegando a España, las primeras radios libres. Un movimiento compuesto por pequeñas emisoras que poblaron la FM de sus barrios y ciudades con una nueva forma de comunicar: abierta, horizontal, directa y no profesional. A pesar de su número y dela importancia de su actividad, constituyen un fenómeno poco estudiado hasta aquí, situado en los márgenes del relato historiográfico.
Este libro pretende recuperar el pasado de este movimiento social en un momento que podemos considerar su edad de oro, a caballo entre los años de la Transición democrática y los de la modernización socialista, y con una atención especial a la ciudad de Madrid. Desvelaremos el proceso de aparición y extensión de estas emisoras, sus dinámicas internas, sus programaciones y prestaremos atención a cómo se convirtieron en lugares de encuentro colectivo, en espacios en los que la juventud pudo construir significados y prácticas en común.
Las radios libres, a la vez un movimiento social, un fenómeno comunicativo y una expresión de cultura popular, aparecieron en España a finales de la década de 1970 y durante los años ochenta vivieron su época de mayor esplendor. Durante esta década se contaron por cientos las emisoras que ocuparon la frecuencia modulada no sólo en sus ciudades, sino también en sus pueblos y en sus barrios. A pesar de su implantación y a que miles de vecinas y vecinos pasaron por sus micrófonos, convirtiéndolas en una importante herramienta de comunicación alternativa, estas radios han permanecido en los márgenes de los relatos sobre nuestro pasado más reciente (tanto desde la Historia Contemporánea como desde la Historia de la Comunicación Social).
Es aquí donde radica la importancia del aporte de Pérez Martínez que presentamos en estas páginas: La voz de las sin voz supone el primer esfuerzo sistemático por recoger el pasado de este movimiento social. Y es que, pese a que la Comunidad de Madrid constituye el centro de su investigación, este libro permite hacerse con una visión general de cómo evolucionaron estas emisoras entre 1976 y 1989, años de aparición de los primeros proyectos y de desaparición de muchos de ellos respectivamente. Un marco cronológico que, como el propio subtítulo del libro indica, abarca dos etapas clave de nuestro pasado reciente: la Transición y los primeros momentos de la época socialista.
La estructura de la obra se compone de cuatro capítulos: un primero en el que se nos presenta una aproximación teórica al objeto de estudio, un segundo y un tercero que nos presentan un recorrido diacrónico por la evolución de las radios libres desde un marco tanto estatal como propiamente madrileño. Finalmente, en el cuarto capítulo, Pérez Martínez analiza en profundidad cada una de las emisoras madrileñas que ha conseguido censar en el periodo mencionado. Esto provoca una notable asimetría en el peso relativo de los capítulos, ya que este último constituye algo más de la mitad del volumen.
Desde el primer apartado observamos que La voz de las sin voz se aleja de las habituales historias "institucionales" del medio radiofónico, apostando por un análisis en profundidad influido por las teorías provenientes de los estudios culturales, la sociología y los estudios de comunicación. Este capítulo inicial, titulado «Un viaje por la radio alternativa: origen y definición de las radios libres», introduce al lector a un fenómeno complejo y heterogéneo como fue, y sigue siendo, el de estas emisoras. Más allá de delinear las diversas e importantes particularidades que distinguen a este fenómeno de otras formas coetáneas de entender y practicar la radiodifusión, el autor profundiza en los motivos de la aparición de estos proyectos y sus posibles efectos ideológicos dentro de la sociedad española.
Pérez Martínez sitúa el origen de este tipo de emisoras dentro de un fenómeno social que denomina subcultura alternativa, el cual define en profundidad. En este espacio confluyeron distintas subjetividades y culturas políticas (militantes de distintas organizaciones de la izquierda, activistas de distintos movimientos sociales, etc.), que compartieron prácticas culturales, representaciones y, sobre todo, un mismo proyecto de cambio social alternativo al de las élites de la España postfranquista. Inserto en este rechazo al contenido y la forma de la construcción de la democracia en el país encontramos una fuerte crítica a los límites de la libertad de expresión que Pérez Martínez denomina anomia comunicacional, y que explica la aparición de este tipo de emisoras. La imposibilidad de satisfacer plenamente los derechos a la libre expresión y a la información, causada por la estructura de propiedad de los medios de comunicación en España, hace que colectivos pertenecientes a esta esfera alternativa decidan poner en marcha sus propias plataformas de comunicación.
A continuación, el autor analiza el rol de estas emisoras como instancias de producción y reproducción ideológica, además de las múltiples formas en las que participaron en los procesos de negociación de la hegemonía social que vivió España en aquellos años. Esta aportación dota a La voz de las sin voz de una profundidad que supera la mera descripción para reflexionar sobre el rol exacto que jugaron estas emisoras. Al situar las radios libres como agentes activos en las dinámicas de cambio social, el autor cuestiona los relatos hegemónicos que se han construido sobre este periodo.
El siguiente capítulo plantea una imagen general a nivel estatal que nos permite entender de qué forma surgió este movimiento, cómo evolucionó y a qué problemas se enfrentó. De forma cronológica, el texto se inicia con el momento embrionario centrado en la aparición de estos proyectos en Cataluña y País Vasco y continúa hasta el final de la década de 1980, cuando las emisoras han proliferado en prácticamente todas las provincias del país.
Pérez Martínez destaca las múltiples ocasiones en las que estas emisoras se relacionaron con los distintos movimientos sociales para servir de altavoz a todas aquellas personas silenciadas, visibilizando y apoyando sus luchas. Este fenómeno contrasta con la falta de voluntad política de los distintos ejecutivos para normalizar la situación de estas emisoras, y, paralelamente, la dinámica represiva desplegada por las distintas administraciones. De esta manera, La voz de las sin voz profundiza en la realidad jurídica y legal de estas emisoras, centrando su atención en la aprobación, en 1987, de la Ley de Ordenación de Telecomunicaciones (LOT) con la que el Partido Socialista Obrero Español intentó, de alguna forma, acallar estas voces disidentes. La lectura que Pérez Martínez hace de la LOT, y del posterior concurso de licencias celebrado en 1989, invita a problematizar algunos de los límites del cambio social del periodo socialista.
A lo largo del tercer capítulo el autor pone el foco en el desarrollo del movimiento madrileño. No se contenta con la simple enumeración de hitos y emisoras, pues profundiza en los debates y problemas a los que las emisoras madrileñas tuvieron que hacer frente. Sin dejar de lado a las protagonistas del relato (parte integrante de un movimiento de alcance estatal), el cuidado con el que el libro trata el devenir de las radios de Madrid hace énfasis en los debates que han cruzado a otros movimientos sociales y que, aún a día de hoy, resurgen de forma periódica en estos espacios. Otra novedosa aportación de la obra deriva del análisis que Pérez Martínez realiza sobre el debate entre la independencia o no de las emisoras libres ligadas a grupos de presión políticos o económicos, así como de la posibilidad o no de colaborar y recibir fondos de instituciones públicas, y si ello puede constituir una herramienta para procesos de aprendizaje para movimientos sociales que los atraviesan en nuestros días.
El cuarto y último capítulo, el más extenso del libro, destacan tanto en su contenido como en su profundidad de análisis y reflexión. A lo largo de sus más de doscientas páginas, desarrolla en profundidad la historia y funcionamiento de cada una de las más de cuarenta emisoras censadas por el autor. Si bien es cierto que la recuperación del nombre de todas estas emisoras supone en sí mismo un importante esfuerzo de puesta en valor del movimiento, La voz de las sin voz más allá de una simple aproximación cuantitativa. La reconstrucción de cada uno de estos proyectos, apoyada en entrevistas personales y en un archivo compuesto por materiales de diversa índole, nos acerca a las dinámicas cotidianas de estas radios. Por un lado, arroja luz sobre los mecanismos de funcionamiento interno de estas emisoras, los contenidos de sus parrillas, sus problemáticas (técnicas, logísticas, económicas, ideológicas y políticas) y su intervención directa tanto en sus entornos más inmediatos como en distintas movilizaciones sociales. Paralelamente, y en un ejercicio que conecta el libro con determinadas ramas de los estudios culturales, este ejercicio de recuperación documental realizado por el autor contribuye a reconstruir los mapas de significados, las representaciones y la cosmovisión de estos proyectos y sus integrantes.
El contenido de este amplio y detallado capítulo contribuye, sin duda alguna, a repensar el Madrid de la década de 1980. Al desvelar los entresijos de este movimiento social, comunicativo y cultural, el autor se esfuerza en complejizar y cuestionar el análisis que se ha hecho tradicionalmente del Madrid de La Movida. Este tipo de trabajos permiten poner límites al discurso hagiográfico hegemónico hasta nuestros días, que hace énfasis en el cambio y la modernidad normalmente asociados a los primeros gobiernos del PSOE. La visibilización de este movimiento y sus planteamientos políticos y sociales, plantea el establecimiento de límites a este discurso hegemónico que, en el caso de la capital, queda íntimamente ligado al fenómeno cultural de La Movida, tradicionalmente descrito como hedonista y despolitizado.
En definitiva, La voz de las sin voz constituye un trabajo de considerable interés historiográfico, tanto en su vertiente cualitativa como cuantitativa. Su carácter interdisciplinar, necesario dadas las características de su objeto de estudio, dota a las aportaciones de este trabajo de interés para aquellos investigadores que trabajan en la historia de la comunicación, la historia de los movimientos sociales o la historia social y cultural del periodo de tránsito hacia la democracia en España y su posterior consolidación. Como nota final, merece la pena destacar el momento de publicación de este trabajo, que concuerda con la aprobación de la Ley 13/2022, Ley General de la Comunicación Audiovisual. Esta coincidencia hace que La voz de las sin voz adquiera valor añadido. En un momento en el que las radios libres españolas, hasta ahora al margen de la legislación, se enfrentan a una posible regularización, la recuperación y el reconocimiento de su pasado puede suponer un incentivo en los debates que puedan generarse en torno a esta cuestión.
*Universidad Complutense de Madrid. C.e.: fpenate@ucm.es; ORCID ID: https://orcid.org/000000025882477X
Fuentes: Diario Público, UNED, Señales