RSF denuncia la voluntad manifiesta del Emirato de disuadir a los periodistas de hacer su trabajo fuera de los estadios de fútbol.
"Las autoridades cataríes están alterando el sistema de acreditación de periodistas para prohibirles trabajar sobre determinados temas", denuncia el secretario general de RSF, Christophe Deloire. "Al obligar a los medios, cuando solicitan su acreditación, a respetar una serie de condiciones, algunas de las cuales son vagas, ambiguas y sujetas a interpretaciones arbitrarias, Qatar está buscando claramente disuadir, cuando no impedir, a la prensa extranjera de hablar de otra cosa que no sea el fútbol", añade.
Reporteros Sin Fronteras (RSF) ha denunciado que las nuevas acreditaciones que se están concediendo con ocasión del Mundial de fútbol en Catar "siguen imponiendo numerosas restricciones a la prensa, al tiempo que crean trabas burocráticas y procesos poco claros".
Oficialmente, Qatar ha suavizado las limitaciones a la labor de los periodistas extranjeros, ya que antes imponía, por ejemplo, una cláusula que prohibía la realización de reportajes “inapropiados u ofensivos para la cultura catarí y para los principios islámicos” en los permisos de rodaje, de los que RSF ha podido obtener una copia. El Emirato ha eliminado esta condición y las nuevas acreditaciones tampoco especifican ya las regiones, calles o barrios en los que los periodistas pueden grabar imágenes.
No obstante, en la web oficial de solicitud de acreditaciones para los medios, destaca una advertencia significativa: los periodistas no podrán grabar imágenes, ni tomar fotografías en "las propiedades residenciales, las empresas privadas y las zonas industriales”. Esta última precisión alude a la polémica zona en la que se han denunciado violaciones en las condiciones laborales de los trabajadores migrantes. El permiso de grabación también prohíbe filmar en las “zonas restringidas, en las que el rodaje requiere una autorización previa”, así como en “cualquier lugar en el que haya señales o dispositivos de seguridad que indiquen que está prohibida la toma de fotografías o imágenes"
Oficialmente, Qatar ha suavizado las limitaciones a la labor de los periodistas extranjeros, ya que antes imponía, por ejemplo, una cláusula que prohibía la realización de reportajes “inapropiados u ofensivos para la cultura catarí y para los principios islámicos” en los permisos de rodaje, de los que RSF ha podido obtener una copia. El Emirato ha eliminado esta condición y las nuevas acreditaciones tampoco especifican ya las regiones, calles o barrios en los que los periodistas pueden grabar imágenes.
No obstante, en la web oficial de solicitud de acreditaciones para los medios, destaca una advertencia significativa: los periodistas no podrán grabar imágenes, ni tomar fotografías en "las propiedades residenciales, las empresas privadas y las zonas industriales”. Esta última precisión alude a la polémica zona en la que se han denunciado violaciones en las condiciones laborales de los trabajadores migrantes. El permiso de grabación también prohíbe filmar en las “zonas restringidas, en las que el rodaje requiere una autorización previa”, así como en “cualquier lugar en el que haya señales o dispositivos de seguridad que indiquen que está prohibida la toma de fotografías o imágenes"
Contactado por RSF, el organismo responsable de la organización del Mundial (The Supreme Committee for Delivery and Legacy, SC) asegura que las autoridades del Emirato no contemplan imponer ninguna restricción a la libertad de realizar coberturas o de expresión de los representantes de los medios. "Como en todo el mundo, está permitido grabar una propiedad privada, pero requiere del consentimiento del propietario o de la entidad responsable de la propiedad", explica la SC.
Condiciones ambiguas
Los medios tienen que aceptar con antelación una serie de condiciones cuando realizan su solicitud de acreditación online:
- Grabar imágenes y tomar fotografías sólo en los lugares autorizados.
- No grabar imágenes, ni tomar fotografías en los lugares excluidos, listados a continuación.
- Respetar la vida privada de las personas y no inmiscuirse en su vida personal, ni grabarlas, a ellas y a sus bienes, sin su autorización previa expresa.
- Cumplir con las leyes cataríes.
De este modo las autoridades cataríes -insiste la organización RSF– logran disuadir a los periodistas de aventurarse en zonas que podrían poner en aprietos al Estado, especialmente en las áreas industriales en las que viven los obreros en Catar.
Además, los permisos para grabar en propiedades privadas tardan mucho tiempo en concederse, y esto incluye zonas no sensibles, como museos, salas de conferencias u otras entidades privadas.
Periodistas detenidos por intrusión en propiedad privada
Así fueron detenidos durante dos días el periodista de la BBC Mark Lobel y el resto de su equipo de televisión, en mayo de 2015. El gobierno catarí había invitado a periodistas extranjeros para enseñarles las nuevas viviendas destinadas a los trabajadores migrantes. Este tipo de reportajes no son extraños, pero se hacen bajo la supervisión del gobierno. Cuando el equipo de la BBC volvió por sus propios medios al lugar para realizar otro reportaje, fue detenido y se le confiscó el material por “intrusión en una propiedad privada”.
Más recientemente, en 2021, también se usó el allanamiento para detener, durante más de 30 horas, al periodista deportivo de la radio pública noruega NRK Halvor Ekeland, y al fotógrafo Lokman Ghorbani, también de la NRK. A ambos se les obligó a borrar las fotografías de sus dispositivos, después de haber cubierto la situación de los migrantes en Qatar.
Reporteros Sin Fronteras