Además, se produjo un incidente con la prensa en el juicio de la Subzona 14, donde Baraldini es investigado por decenas de secuestros y torturas. Allí, al finalizar la audiencia, tuvo un entredicho con el reportero de La Arena y secretario general del Sindicato de Prensa Zona Sur, Milton Fernández.
El represor se encaminó junto a su abogado, el militar Pedro Mercado, por el pasillo del medio del salón del Colegio de Abogados, donde se encontraban fotógrafos cubriendo el juicio. Cuando llegaron al final del recorrido, Mercado y Baraldini pretendieron que un fotógrafo se corriera y les franqueara el paso. Milton Fernández respondió que usaran -como habitualmente ocurre- el pasillo del costado de la sala, por donde entran y salen siempre los acusados al lugar que tienen reservado en la sala.
El fotógrafo les reprochó que, esta vez, como una provocación y un gesto intimidante, hayan elegido un camino diferente para salir del lugar. Después de un entredicho con el abogado, no se corrió y Baraldini y su defensor debieron volver sobre sus pasos. Dieron aviso del incidente a los policías federales que custodian el debate y estos rápidamente conminaron a la prensa a desalojar la sala.
Esa costumbre impune de señalar!
El SiPren denuncia enérgicamente el ataque realizado por el represor Luis Baraldini, a través de la pantalla de un escrito judicial, contra trabajadoras y trabajadores de prensa, medios periodísticos y organizaciones sociales.
Con una jerga y una técnica que imita los señalamientos y persecuciones sufridos por sectores políticos y sociales y hombres y mujeres militantes durante la Dictadura, Baraldini marcó, en el pretendido contraataque judicial, a cada uno de quienes considera sus enemigos. Se trata de trabajadores y trabajadoras de prensa y de militantes del Movimiento Pampeano por los Derechos Humanos, quienes expresaron su repudio por el por el desplazamiento sin restricciones ni condicionamientos de quien está procesado, imputado de asociación ilícita en 214 casos de tortura y secuestro.
Desde el SiPren consideramos que lo ocurrido el pasado domingo (un represor viajando en el colectivo de línea junto a una víctima del terrorismo de Estado) y el pretendido contraataque judicial del ex jefe de Policía, de lo dañino que resulta el laxo régimen de prisión domiciliaria del que goza Baraldini.
En el caso de Baraldini, se trata de un represor que burló a la justicia en el primer juicio de la Subzona 1.4 y eludió la etapa oral profugándose durante 8 años. Ahora utiliza, en medio de un juicio con todas las garantías constitucionales, esos amplios márgenes de su detención para amedrentar a víctimas, periodistas y militantes, en ‘revival’ que resulta inaceptable.
La Justicia Federal está obligada a revisar esa situación. Más precisamente el Tribunal Oral Federal de Santa Rosa está obligado a una determinación que proteja a las víctimas y a la sociedad pampeana. La Corte Suprema de Justicia dio una señal fuerte al revocar la detención domiciliaria de otro genocida, el exjefe policial Miguel Etchecolatz.
Sindicato de Trabajadores de Prensa La Pampa Zona Sur