La política laboral y profesional que lleva adelante el Secretario de Medios Públicos Hernán Lombardi día a día se profundiza con nuevas situaciones de vaciamiento informativo: en este G 20 no podremos transmitir ninguna actividad en vivo, sino que tomaremos la señal de emisoras privadas. El sábado y domingo no podremos realizar ningún tipo de cobertura.
Un ajuste que es censura
La programación del canal estatal hoy está entregada a productoras privadas a excepción de los informativos que se redujeron en un 50%. Los trabajadores fuimos víctimas de una brutal reducción salarial, la planta se redujo en un 20%, no hay paritarias desde hace dos años con un 65% de inflación reconocida por el gobierno ni horas extras, lo que impide tener capacidad de cobertura.
Esto no es nuevo: durante este año la TV Pública por primera vez no cubrió la visita del Papa Francisco a países hermanos de América Latina como Chile y Perú. No pudimos tener presencia en Mar del Plata durante el hallazgo del submarino ARA San Juan, ni tampoco en los incidentes que generaron la postergación de la final de la Copa Libertadores entre River y Boca.
A su vez, los periodistas del noticiero fuimos proscriptos de la web del canal sin motivos profesionales, como represalia al conflicto gremial que encaramos contra sus políticas persecutorias basadas en la violación de leyes laborales vigentes.
El plan sistemático de vaciamiento de la TV Pública, a cargo de Hernán Lombardi, Miguel Pereira y Néstor Sclauzero, tiene como objetivo político la desaparición del canal estatal para que la información solo circule por los medios privados. Por eso estamos reclamando desde hace ya 11 meses, con el respaldo del Sindicato de Prensa de Buenos Aires -SiPreBA- y junto a los compañeros de la agencia de noticias estatal TelAm y Radio Nacional.
Asamblea de Trabajadorxs de Prensa de la TV Pública- SiPreBA
Néstor Sclauzero entrevista a Jorge Faurie, ministro de Relaciones exteriores y Culto de la Nación Argentina
Argentinian Public Television will be absent on G20 summit coverageThe labor policies of Hernán Lombardi, the man in charge of Argentina’s public media, have deepened the information blockade in our country: by his orders, we are not alowed to inform on the 2018 Buenos Aires G20 summit that takes place a few miles away from our building. The public TV station will instead broadcast the material produced by privately owned media. Not a single journalist in our news service will be working this weekend.
It’s not ‘austerity’, but censorship
Today, programming in the public broadcasting system of Argentina it’s outsourced to privately owned production companies, with the exception of it’s news service, whose production was cut by 50%. Workers were victims of brutal salary reduction, the working force was reduced by 20% and no salary negotiations have taken place for the past two years, in wich inflation has gone up by 65%. Futhermore, coverage capacity has been undermined by elimination of paid overtime work.
This is not new: this year, for the first time in history, Argentina’s TV Pública did not cover the Pope’s visit to neighboring countrys such as Chile and Perú. We could not inform on the finding of the ARA San Juan submarine from Mar del Plata, or on the incidents that brought posponement of the Boca-River match last weekend.
Journalists of the TV Pública news service were banned from working on the TV station web site as retaliation of our union activism against the persecution and violation of labor laws by the TV Pública authorities.
There is a sistematic plan to lay waste of state-controlled media in Argentina and leave information and news exclusively to corporate mass media. The perpetrators are the public officials in charge: Hernán Lombardi, Miguel Pereira and Néstor Sclauzero.
That’s what journalists and workers in TV Pública are fighting against, with our Union, the Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA), for the last eleven months, along with workers of state news agency TelAm, and of Radio Nacional.