El Gobierno autorizó dos, y un tercero también empezará a operar. Quejas de firmas locales. La situación de Arsat
Por: Alejandro Alfie
La industria satelital argentina está convulsionada por la autorización oficial a dos satélites extranjeros para prestar servicios en el país, así como por el inicio de la oferta de servicios de Internet de Directv con un tercer satélite internacional –sin autorización oficial-.
Estas decisiones impactan en la estatal Arsat y en las empresas que forman parte del complejo científico-tecnológico satelital de la Argentina. Y cuentan con el impulso de los funcionarios del Ministerio de Comunicaciones y de algunas empresas privadas, que fomentan el ingreso de más operadores internacionales para que haya mayor competencia en el segmento de las comunicaciones satelitales.
“Si abren los cielos para los operadores internacionales, se termina la industria satelital en la argentina”, dijo Gonzalo Berra, dueño de la empresa Servicio Satelital y dirigente radical. “Con estas decisiones están canibalizando a los clientes de Arsat y le quitan valor a la empresa estatal”, agregó.
Por el contrario, desde otra empresa prestadora de servicios satelitales, respaldaron la apertura a la competencia en el segmento satelital. “Me resulta injusto que nuestra gente tenga que pagar más por sus telecomunicaciones bajo la excusa de proteger nuestra industria satelital”, dijo en su cuenta de Facebook José Sánchez Elía, dueño de Tesacom y referente macrista de la Fundación Pensar.
Es que el gobierno autorizó al satélite Eutelsat 113 WA (de la francesa Eutelsat Americas) a prestar sus servicios en las bandas C y Ku en la Argentina, que compiten directamente con el Arsat 2, ya que ambos brindan servicios similares, pese a que el satélite argentino tiene sólo el 35% de su capacidad vendida. Esa autorización va en sintonía con otra autorización que hizo el gobierno, a principios de agosto, para el satélite NSS 806, de New Skies Satellites.
En el gobierno explican ambas autorizaciones en el hecho de dar reciprocidad a los que permiten que Arsat venda su capacidad en sus respectivos países.
A eso se suma que DirecTV comenzó a ofrecer Internet satelital sobre la banda Ka, con su propio satélite -sin autorización oficial-, en la banda que iba a ofrecer el proyectado satélite Arsat 3. “Eso atenta contra toda la industria, porque DirecTV es el único que empezó a dar ahora ese servicio y nosotros todavía no podemos contratarlo, porque iba a brindarlo el Arsat 3, pero se postergó su construcción”, dijo un directivo de otra empresa satelital, que pidió mantener su anonimato.
“En estos días vamos a darle una autorización experimental a DirecTV, para que pueda tener hasta 5.000 clientes de Internet satelital, durante dos años, para ver cómo funciona ese servicio”, explicó un funcionario oficial. Y agregó: “Ya estamos hablando con operadores internacionales para que se asocien en la construcción de los próximos satélites de Arsat”.
El Ente Nacional de Comunicaciones (ENaCom) contrató a Arsat para conectar 120 localidades con la Red Federal de Fibra Óptica, por $1.329 millones. La inversión se financia con los fondos del Servicio Universal de telecomunicaciones, que sirve para conectar localidades que no son rentables para los operadores privados.
El Servicio Universal es administrado por el ENaCom, que conduce Miguel de Godoy, y se integra con el 1% de los ingresos de los operadores del sector de las telecomunicaciones, que son unos $ 60 millones mensuales. Durante los gobiernos kirchneristas el Servicio Universal acumuló más de $4.000 millones, pero esa gestión usaba menos del 10% de los recursos que ingresaban, para no competir con las telefónicas dominantes y no intervenir activamente en el sector.
Por eso, el precio actual de un mega de ancho de banda llega a US$ 250 en San Genaro, Santa Fe; pero varía, según la localidad, entre US$ 120 el mega en Santa María, Catamarca; y US$ 160 en Perito Moreno, Santa Cruz, entre otros. Mientras que el promedio del mega de Arsat es mucho más barato y está en US$ 20.
El contrato del ENaCom y Arsat forma parte del Plan Federal para llevar conexiones de banda ancha a Internet, en un plazo de dos años, a más de 1.300 localidades, que lanzó hace tres meses el presidente Mauricio Macri. Desde entonces, se conectaron 80 localidades a la Red Federal de Fibra Óptica que está desplegando Arsat en todo el país.
Fuente: Diario Clarín