Dos de los principales asesores del primer ministro británico, David Cameron, presionaron al diario The Guardian para que les entregara o destruyera los secretos de inteligencia filtrados por Edward Snowden
Por: Andrew Osborn
La noticia de que el secretario del Gabinete Jeremy Heywood y el asesor de Seguridad Nacional Kim
Darroch estuvieron implicados arrastra a Cameron al centro de la tormenta en torno a la respuesta británica por la cobertura mediática de los secretos filtrados por el fugitivo exanalista de seguridad estadounidense - una respuesta que ha llevado incluso a su aliado Estados Unidos a hablar de la importancia de la libertad de prensa.
Cameron, que se encuentra de vacaciones en el suroeste de Inglaterra, no hizo declaraciones de manera inmediata.
The Guardian, activistas en defensa de la libertad de prensa y abogados de defensa de los derechos humanos dicen que la presión al diario sobre el material entregado por Snowden y la detención temporal de la pareja de un periodista del Guardian el domingo en el aeropuerto de Heathrow suponen una agresión al periodismo independiente.
El Gobierno defiende que sus agencias de inteligencia actúan dentro de la ley y que las filtraciones de Snowden, que revelaron que Reino Unido y Estados Unidos vigilan las redes mundiales de comunicaciones, ponen en peligro la seguridad nacional.
El redactor jefe de The Guardian, Alan Rusbridger, dijo el martes que hace unas semanas fue contactado por un "alto cargo que afirmaba representar la opinión del primer ministro" después de que su periódico publicara una serie de artículos basados en el material provisto por Snowden, que ha recibido asilo por un año en Rusia.
Posteriormente, dos agentes de inteligencia supervisaron la destrucción de discos duros en la redacción del periódico, aunque Rusbridger aseguró que esto no les frenará a la hora de publicar noticias, puesto que hay copias en otros lugares del mundo.
Un portavoz de la Casa Blanca dijo el martes que es difícil imaginar a las autoridades estadounidenses tomaran una medida similar contra un grupo de comunicación, ni siquiera en un caso de protección de la seguridad nacional.
"No lo veo sorprendente"
Varias fuentes dijeron a Reuters que Heywood y Darroch estuvieron entre los que contactaron con el periódico. Heywood es el funcionario de más alto rango del país y el principal asesor político de Cameron. Darroch es el principal asesor del primer ministro en cuestiones de seguridad nacional.
"El primer ministro pidió al secretario del Gabinete que afrontase este asunto, eso es verdad", dijo una fuente a Reuters.
"No le sorprenderá saber que (Darroch) también estuvo implicado en esto", afirmó otra fuente.
La ministra de Interior, Theresa May, defendió la actuación del Gobierno.
"Creo que cuestiones de seguridad nacional se afrontan correctamente en un nivel adecuado dentro del Gobierno, y no veo sorprendente de que alguien de muy alto nivel en el Gobierno estuviera implicado en este asunto particular", declaró en la BBC.
Las revelaciones de Rusbridger amplifican la controversia sobre la detención de David Miranda, pareja del periodista Glenn Greenwald, quien ha encabezado la cobertura del periódico sobre las filtraciones de Snowden. Miranda, un ciudadano brasileño que volvía a Río de Janeiro desde Berlín, llevaba documentos entre Greenwald y un periodista que vive en la capital alemana contacto de Snowden. No está claro qué contienen esos documentos.
Fuente: Reuters