Este viernes, el colega de Canal 9, Romildo Lavia Rachz, fue echado a cascotazos del cortejo fúnebre en el que familiares y amigos de Florentín Díaz, el qom fallecido en un accidente de tránsito en Castelli, despedían sus restos mortales. El reportero ahora se encuentra con custodia policial.
Esto le ocurrió a un periodista que, como tantos, trabaja sin garantías laborales por no estar registrados a pesar de pertenecer a medios que reciben grandes sumas de dinero como pauta oficial. Esas empresas, que se distribuyen a lo largo y ancho de la provincia, no respetan ninguna de las leyes que protegen el ejercicio periodístico como los convenios colectivos (Nº 189/75 y 173/75 de radio y televisión), el Estatuto del Periodista Profesional (Nº 12908) y las Pautas del Estado en Medios (Nº 6082).
En este contexto el Sindicato de Prensa una vez más reclama la implementación total de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual sancionada en 2010 y que, a pesar de tener trabas legales en algunos de sus artículos, está en plena vigencia y garantiza la pluralidad de voces y mejores condiciones de trabajos para los periodistas de radio y televisión.
Por lo tanto, ratificamos nuestro reclamo a los tres poderes del Estado de la aplicación del marco laboral que regula la actividad en los medios de comunicación en la provincia, para que se terminen así situaciones al margen de la ley.
El caso de Rachz
Lavia Rachz comentó que todo se originó pasadas las 11 del viernes durante el funeral de Díaz, cuando simplemente buscaba tomar imágenes y testimonios. Al momento de intentar prender su cámara, dos personas que participaban del cortejo fúnebre comenzaron arrojarle piedras, sin mediar palabra alguna. Al ver la situación de violencia generada contra su persona, el reportero optó por no cubrir la nota y decidió marcharse.
No es la primera vez que Lavia Rachz recibe agresiones simplemente por realizar su trabajo en Castelli. El 8 de abril pasado, el periodista denunció que un grupo de docentes que responden a Sitech Federación lo increpó y echó de la plaza central en la que estaban manifestándose, acusándolo de manera injustificada de no reflejar el conflicto docente en sus respectivos programas. El cronista buscaba realizarle una nota en medio de la radicalización del reclamo que lleva adelante este sindicato.
Me pidieron que me vaya de la plaza y me terminé retirando porque estaban en una actitud muy violenta. Si bien no sufrí agresión física, sí estaban bastante alterados verbalmente. Decidimos retirarnos sin la entrevista", relató.
Fuente: Diario Norte