Su deceso fue informado a TelAm por el sobrino de Leda, Eduardo "Tuco" Valladares, hijo del recordado "Chivo" Valladares.
Durante su adolescencia, ya declarado su amor por la música, Leda Valladares se inclinó por el jazz y el blues, y bebió el néctar de la música clásica. Sin embargo, el folklore por esos años tenía en el noroeste un momento de amplitud creativa que también le influyó. No tenía 20 años cuando, junto a otros jovencitos, fundó su primer grupo musical: F.I.J.O.S. (Folklóricos, Intuitivos, Jazzísticos, Originales, Surrealistas). Los que la acompañaban hoy son mucho mas que nombres en una Biografía: Adolfo Ábalos, Manuel Carrillo, el Mono Villegas, Louis Blues y el Cuchi Leguizamon.
“Antes de mirar el mundo me puse a oírlo.”, la frase pertenece a Leda Valladares y la define con exactitud. Tucumana de origen, la naturaleza serrana fue su primer entorno y también su primera y fundamental influencia.
A partir de 1940 recorrió América latina y diez años después –instalada en París- conoció a María Elena Walsh, con quién formaron el dúo folklórico “Leda y María”. De esta rica y prolongada época quedan dos registros clásicos de la música y letra de los años 60: “Entre valles y quebradas” y “Canciones del tiempo de Maricastaña”.
Dijo de ella León Gieco: “En 1979, en plena dictadura militar, formamos el “Movimiento por la Reconstrucción de la Cultura Nacional”, y la idea era hacer conciertos donde pudieran actuar todas las artes juntas. Leda entabló una discusión con Ernesto Sabato porque él empezó a hablar de las culturas superiores e inferiores. Ella le dijo que no era así, y que era tan importante un Miguel Ángel como una vasija construida por un guaraní, porque cada cosa está hecha con una necesidad y en un momento determinado.”
Valladares, con paciencia de hormiga, ha juntado durante toda su vida pedazos de nuestra cultura desperdigados por los caminos, es una auténtica cosechadora de ausencias y silencios, de su mano regresan lentamente al pago voces ancestrales para beber del cántaro sagrado del origen. Desde aquí le decimos simplemente gracias.
Fue a los 21 años cuando descubrió al gran amor de su vida: la baguala. "Estaba en Cafayate, Salta, durmiendo. Era una noche de carnaval. Me desvelaron tres mujeres que se detuvieron frente a mi balcón. Yo nunca había oído hablar de baguala y entonces me parecía que tenía que ser algo muy misterioso, muy poderoso. Después de escucharlas me prometí recuperar semejante regalo de la tierra", contó en la entrevista de PáginaI12.
Y así nacen mil formas de interpretarlas. Porque a ellos, la palabra artista les es extraña", explica. ¿Qué palabra será la correcta para describir a Leda? Quizás estudiosa, o trabajadora, o viajera. Seguramente artista, pues la imagen inmediata que genera el sonido de su nombre es la de ella, sobre un escenario tantas veces improvisado, golpeando su caja y cantando: "No quiero prenda con dueño / que me la quite mañana / quiero prenda que me dure / y hasta que me dé la gana. / Matecito sobre el agua / capuyito de algodón / candadito de mi pecho / llave de mi corazón."Algunos de sus discos son "Igual rumbo", "Grito en el cielo I y II" (1989/1990) y "América en cueros" (1992). Obtuvo, entre otros, los siguientes premios: Martín Fierro, Primer Premio Nacional de Etnología y Folklore, SADAIC, Maestros de Vida, Maestra de Maestros, Cóndor de Fuego, Cóndor de Oro, Mecenas, TRIMARG. Es miembro de honor de la UNESCO.
Ahora se va Leda ValladaresFoto: Creadoras Tucumanos
Coplera del pueblo, respetuosa y profunda
Su trabajo minucioso, casi artesanal nos deja una maravillosa y única recopilación de coplas para guardar en la memoria y transmitir de boca en boca a las generaciones futuras
Era callada, Leda, y brillante y precisa.
Luminosa y lúcida como su legado su huella entre nosotros jamás pasará desapercibida.
Un copla por ella
Una copla sencilla
Con un golpe de caja
Que le llegue hasta arriba
Donde vaya su canto
Y descanse su vida
(Teresa Parodi)
Fuente: TelAm y Melopea