Los trabajadores de Radio y Televisión del Neuquén retomamos las medidas de fuerza en la institución ante la negativa del Gobierno Provincial de firmar los decretos que habilitaban el pase a planta permanente y los contratos administrativos para el personal del multimedio
En primer lugar, se pospuso la mesa técnica prevista para el martes 17 pasando para el día siguiente porque las autoridades provinciales alegaron que estaban trabajando en la redacción de las formas administrativas de los decretos.
Finalmente este miércoles 18 se avisó por vías informales que el encuentro NO se llevaría a cabo porque hay una negativa a la firma de los decretos.
Los trabajadores consideramos que el fruto de las mesas de negociación NO ha sido respetado. Nosotros cumplimos con el compromiso de levantar las medidas de fuerza y retornar con la programación al aire. Sin embargo; la contraparte volvió a cometer irregularidades y a echar por tierra todo lo que se había resuelto con los delegados, los representantes gremiales y el mediador del conflicto, el subsecretario de Gobierno, Mariano Gaido.
Esta situación se torna “insostenible” ya que siendo 17 de Julio, nuevamente alrededor de 40 trabajadores que no percibieron sus haberes, habiendo hecho la contraprestación de su trabajo.
Sentimos que se vulnera nuestra voluntad de cerrar un conflicto; por eso volvemos a las medidas de fuerza que se verán “reforzadas” ante la continua falta de respuestas por parte del Gobierno provincial.
Por parte de la Subsecretaría a cargo de Antonio Artaza llegó una propuesta de que los 10 contratados firmen sus contratos de locación de servicios con fecha a partir del 1 de junio; con el “supuesto” compromiso de que esta contratación quede sin efecto al momento de que se emita el decreto con los contratos administrativos. Esto se rechazó de llano por considerarse una burla al explícito pedido de “basta de precarización laboral.
Exigimos la firma del decreto para que RTN vuelva a su normal funcionamiento, hasta que esto suceda nos declaramos en lucha y en estado de asamblea permanente, con medidas de fuerza sorpresivas.