Prisa y Mediapro firman una paz inestable en la guerra del fútbol. Tras varios años de pugna y cambios en el mercado del fútbol televisado, el armisticio llega obligado con la crisis de los dos contendientes y el desplome del negocio
Por: Juan Varela
Jaume Roures y su ataque al monopolio del fútbol televisado acaba con la vuelta de la mayoría de los partidos a Canal + y la necesidad de emitirlos por todas las ventanas posibles. Es el fracaso de una ofensiva que ha costado cientos de millones de euros y que ha provocado una burbuja que ha ayudado a disparar la deuda y los problemas de los clubes de fútbol.
La paz obligada tiene un mediador: Telefónica. La operadora, accionista de Prisa TV, incorpora en su oferta de televisión por internet, Imagenio, a Canal + para ofrecer la nueva oferta completa de fútbol televisado. Juntos, Prisa y Telefónica controlan casi el 60% de los abonados de la televisión de pago y más del 80% de los ingresos.
La televisión de la convergencia avanza y el fútbol corre para estar en todas las pantallas. El acuerdo entre Prisa y Mediapro acaba con el pago por visión. Ahora todos los partidos serán por suscripción en los canales de Canal + o en Gol Televisión a través del satélite, la televisión IP y los operadores de cable que incluyan la oferta.
La TDT de pago muestra su inviabilidad con sólo 366.000 abonados a Gol Televisión desde que apareció en 2009. El nuevo orden del fútbol televisado sólo ha funcionado en la televisión en abierto, donde los partidos continúan sumando audiencias millonarias. Pero la publicidad no es suficiente para pagar unos derechos tan galácticos como los fichajes de sus estrellas.
El pago por visión se ha hundido. En 2010 se ingresaron 61,9 millones sumando el vídeo bajo demanda, un 52,2% menos que el año anterior. Los ingresos por pago por visión del fútbol fueron de 10,5 millones de euros frente a 160 millones en 2007 (datos de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones). Prisa ha cifrado en casi 160 millones por año lo que le ha costado la guerra del fútbol de la que Mediapro no sale tampoco triunfante.
Fútbol y televisión viven indisolublemente unidos la crisis como han vivido alegremente las vacas gordas, ordeñadas hasta la extenuación. La paz, como en todas las guerras de desgaste, llega por extenuación y agotamiento de los recursos de los combatientes. Las deudas de los clubes, la amenaza de huelga de los futbolistas y el paso del pago por visión a la suscripción con precios más baratos son el resultado.
Jaume Roures prometió fútbol para todos y más barato. Pero después de reventar el mercado con partidos en abierto llega un nuevo cerrojo. Todos los partidos vuelven a ser de pago menos el de los sábados de La Sexta y las autonómicas. Y sigue pendiente la decisión sobre el cierre de este partido.
La burbuja de fútbol y televisión estalla con una reestructuración de una televisión en avance hacia la convergencia multipantalla y una deuda que de nuevo el Estado corre el riesgo de asumir con cargo a los impuestos de todos. Y la Liga empeñada en cobrar también a las radios para acabar definitivamente con las retransmisiones en abierto, sea por el medio que sea, mientras sigue pendiente la reforma del mercado de derechos, aplazada por el gobierno y empujada desde la Comisión Nacional de la Competencia y las autoridades europeas.
Todos a pagar de nuevo los abusos de unos pocos, en los estadios y en los medios.
Fuente: La Estrella Digital