Esta investigación, aparecida en el último número de Revista Latina de Comunicación Social analiza el papel de los medios de comunicación a la hora de construir y difundir un discurso relacionado con la protección del medio ambiente, el desarrollo sostenible y el patrimonio natural.
José Ignacio Lorente, profesor en la Universidad del País Vasco (UPV) y uno de los investigadores participantes, explica que se han interesado “por el modo en que los medios de comunicación social, en especial la prensa de actualidad, cooperan en la construcción y en la difusión de representaciones sociales en materia de desarrollo sostenible y cuidado y protección del medio ambiente en general y del patrimonio natural, en particular”.
El objeto de estudio fueron las informaciones publicadas en torno a la cumbre medioambiental celebrada en Bali en el año 2007. Además de este análisis, los investigadores complementaron la información con una consulta realizada a la población vasca de Urdaibai. Las preguntas versaban acerca de las percepciones, actitudes y disposición a la participación para la mitigación de los efectos adversos del cambio climático, aspectos en relación con las representaciones sociales discriminadas en el análisis de contenido del estudio.
Con un exhaustivo análisis del discurso, se incluyeron en la valoración las llamadas agendas informativas, así como los procedimientos de framing (modo en que los medios determinan el marco de pensamiento y de discusión pública) y priming (que asegura la relevancia de determinados elementos de la noticia que sirven para sostener argumentalmente una determinada interpretación de los hechos). Para Lorente, las conclusiones de este estudio apuntan a que “los medios de comunicación contribuyen activamente en la gestión de la complejidad de la crisis de sostenibilidad del actual modelo de desarrollo, circunscribiendo el campo interpretativo a los problemas medioambientales, pero sustrayendo por otro lado la consideración de la dimensión social, económica y cultural de un sistema productivo asentado en el crecimiento y explotación intensiva de los recursos naturales”.
Lo que sucede y lo que se cuenta en los medios
Según los resultados del estudio, la agenda informativa que los medios desarrollaron en torno a la Cumbre de Bali se centró en la evidencia científica de las dimensiones globales del cambio climático, en la inmediatez del potencial devastador de sus efectos y en el carácter antropogénico del mismo. Sin embargo, dicen los investigadores, esta agenda “eludió el tratamiento en profundidad de los verdaderos motivos del litigio político, mediante la articulación de un dispositivo narrativo en el que se privilegiaba la escenificación de conflictos, amenazas y dilaciones en torno a las cuotas de CO2” las cuales se constituyeron en el objetivo dramático privilegiado por el evento de Bali.
Sin embargo, apunta José Ignacio Lorente, “el énfasis en la evidencia científica acerca del carácter antropogénico de las causas del cambio climático se ha presentado informativamente desconectado de la esfera de actuación del ciudadano, pese a que sus decisiones y comportamientos cotidianos –transporte, ahorro energético, reciclajerepresentan el 20% del problema”.
Según la investigación de la UPV, el tratamiento informativo alarmista y catastrofista, centrado en el riesgo de grandes desastres naturales y en la urgente actuación en las esferas de decisión política y económica, “pone el énfasis en la actuación heroica de sujetos abstractos, lejanos y con motivaciones que no son siempre explícitas”. Este planteamiento, dicen, aparece desconectado de referencias y anclajes en la vida de los ciudadanos.
También la prominencia del enfoque eco-eficiente (apoyado en la expectativa de que el desarrollo tecno-científico es suficiente para mitigar los efectos del cambio climático) deja fuera del juego de los medios la reflexión acerca de modelo social, económico y cultural de desarrollo que los ciudadanos están dispuestos a asumir y compartir, y según indica Lorente, “afianzando por el contrario la expectativa de que nuestro actual modelo de vida, producción y consumo es el único marco interpretativo de desarrollo y sostenibilidad”.
Fuente: Agroinformación