El pasado 14 julio, el Gobierno nacional parecía haber cedido a las presiones
del monopólico grupo Clarín cuando le otorgó el permiso para prestar el denominado servicio Triple Play (telefonía, televisión por cable e internet). Pero ayer dio marcha atrás con la medida, lo que abrió la puerta para que se generara una nueva guerra.La semana pasada, a través de la resolución nº 146/09, la secretaría de Comunicación había otorgado a la empresa Cablevisión (que controla el grupo Clarín, al igual que Multicanal) numeración para brindar telefonía local a sus clientes. Pero ayer hubo un giro inesperado.
La pelea esconde un negocio multimillonario. Algunas estimaciones indican que en 2012 habría unos 3 millones de hogares argentinos con este tipo de servicio. Y, teniendo en cuenta los precios que estarían dispuestos a pagar, este mercado alcanzaría los $ 4.700 millones anuales. Los segmentos más permeables a la propuesta son aquellos hogares que hoy tienen los tres servicios y los que hoy tienen telefonía e internet.
“La SeCom le otorgó al ISP de Clarín 30.000 números para el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA); 5.000 para Rosario, Santa Fe, La Plata y Córdoba; y 1.000 para Bahía Blanca, Campana, Escobar, Mercedes (Buenos Aires), Zárate, Luján y Paraná. Además, le adjudicó 100 números para los servicios 0610, 0611 y 0612; 10.000 para cobro revertido automático (0800) y la misma cantidad para cobro compartido (0810)”, detalla la resolución publicada en el Boletín Oficial la semana pasada. Pero luego que Telefónica, Telecom y la Federación de Cooperativas del Sur (FeCoSur) presentaran recursos de “reconsideración” contra Cablevisión-Fibertel, finalmente la secretaría de Comunicaciones hizo lugar a los pedidos y dio marcha atrás. Así es como, mediante la resolución 165, que lleva la firma del secretario Lisandro Salas, se revocó la 146 de la semana anterior. Las compañías de comunicación aseguraban que Fibertel no era una sociedad y, como tal, no podría tener licencia ni numeración.
Lejos de quedarse con los brazos cruzados, la empresa del Grupo Clarín salió con los tapones de punta: “En virtud de la manifiesta arbitrariedad, ilegitimidad y discriminación, Cablevisión llevará adelante todas las acciones administrativas y judiciales que correspondan ante la violación de los principios constitucionales de igualdad ante la ley, propiedad y libre competencia”. Y luego agregó que “resulta sugestivo y hasta bochornoso que un mismo funcionario otorgue numeración a nuestra empresa para brindar telefonía y luego la revoque a sólo siete días de publicada, y sin traslado a nuestra parte, todo un récord para este funcionario público. A lo que se suma la llamativa rapidez y coincidencia de la respuesta oficial con el pedido de dos grandes empresas a las que debe controlar”.
No son pocos los analistas de medios que creen que el trasfondo de la pelea durante la campaña electoral entre Néstor Kirchner y el Grupo Clarín estaba relacionada con este fabuloso negocio. Pero, más allá de la acción adoptada ayer, lo cierto es que el Gobierno kirchnerista, en los últimos años, respetó los privilegios del monopolio (mantuvo inalterable el negocio de Papel Prensa, que permite controlar la fabricación del papel diario en el país) y además avaló, en una medida inédita y escandalosa, que se unificaran las dos principales compañías de cable -Cablevisión y Multicanal-, lo que permitió que Clarín adquiera una posición hegemónica en un mercado que tiene 2,5 millones de clientes cautivos. Y, al no ser un servicio público, puede fijar unilateralmente las tarifas.
¿De qué se trata?
En telecomunicaciones, el concepto Triple Play se define como el empaquetamiento de servicios y contenidos audiovisuales. Es la comercialización de los servicios telefónicos de voz junto al acceso de banda ancha, añadiendo además los servicios audiovisuales (canales de TV y pago por visión). El servicio Triple Play es el futuro cercano para el desarrollo integral de comunicación entre hogares. El desarrollo actual de las empresas incumbentes (empresas de telecomunicaciones, televisión por cable, televisión satelital, eléctricas, etc.) conlleva una solución única para varios problemas: el servicio telefónico, televisión interactiva y acceso a internet, todo en un mismo servicio. La diferencia que distingue a esta nueva categorización de tecnología consiste en que todos los servicios se sirven por un único soporte físico.
Fuente: Diario Hoy
