Las editoriales holandesas más afectadas por la crisis de la publicidad y los medios recibirán una ayuda económica del estado, con el fin de que la información periodística mantenga un nivel de calidad aceptable aunque se atraviesen dificultades económicas.
Según informa el diario especializado Horizont, el ministro de medios Ronald Plasterk, socialdemócrata, ha decidido que se invertirán cuatro millones de euros en un "fondo de estimulación de la prensa". Con este dinero, el gobierno holandés espera que los periódicos puedan contratar a sesenta periodistas jóvenes, con un máximo de dos por cabecera, durante los próximos dos años sin coste alguno.
Esta especificación de la juventud del periodista se debe a que el ministerio ha constatado que los periodistas más jóvenes son las principales víctimas de la crisis, pues son los primeros en ser despedidos. En opinión del ministerio holandés de comunicación, esto genera un doble problema, pues los jóvenes son los principales impulsores de la innovación en los medios de comunicación.