La más formidable concentración humana de las últimas décadas en acontecimientos de esta naturaleza en Jujuy, se produjo esta tarde al concretarse el sepelio de los restos del periodista Juan Carlos Zambrano, asesinado en la madrugada de ayer, en misteriosas circunstancias.
El féretro fue conducido a pulso desde una sala velatoria céntrica hasta el cementerio El Jardín del Castillo, cubriendo en más de dos horas, un trayecto aproximado de siete kilómetros acompañado de por lo menos diez mil personas, otras seis o siete mil, aguardaron su arribo en la propia necrópolis.
Lo llamativo: escasos funcionarios provinciales de rango menor -salvo un ministro- asistieron a la ceremonia fúnebre, confundidos entre la muchedumbre integrada por gente de distintos estratos sociales, aunque con marcada presencia de ciudadanos de humilde extracción. Otro tanto ocurrió con algunos dirigentes políticos, quienes trataron de pasar lo más desapercibidos posible.
El acto estuvo totalmente despojado de un marco protocolar, en tanto la espectacularidad del triste acontecimiento fue aportada por una impresionante manifestación de cariño y dolor popular, con la exigencia de justicia y castigo “a los verdaderos culpables de este asesinato político que pretenden encubrirlo como drama pasional.”
No hubo discursos, sólo el agradecimiento “al pueblo de Jujuy, por esta demostración de cariño a Juan Carlos. Espero que haya justicia”, en tanto una mujer, desafió: “que vengan ahora los políticos y pongan la cara.”
Se produjeron numerosos casos de desmayos y crisis de nervios. La madre y la hija adolescente de Zambrano sufrieron una fuerte descompostura al momento de bajar el féretro a la fosa.
Al finalizar la ceremonia, miles de personas se concentraron en el extremo norte del Parque San Martín, desde donde iniciaron una Marcha del Silencio por las calles de la ciudad, apostándose finalmente frente a la Casa de Gobierno. Otra marcha -esta vez diurna- ha sido convocada para el miércoles próximo.
En tanto, se mantenía hoy un rígido hermetismo informativo oficial en torno al caso. Versiones que cobraban cuerpo a medida que transcurrían las horas, indicaban la presunta detención de otras tres personas, además de un individuo de apellido Chauque, sindicado como el presunto autor del disparo con un revólver calibre 22, y que provocara la muerte en el acto, del infortunado periodista. Igualmente, la Justicia habría secuestrado un vehículo utilitario, en el que presuntamente se desplazaban el homicida y un cómplice.
Fuente: ServiPren