La procuradora general de la República, Wendy Morales, entregó los documentos de ese edificio a la directora ejecutiva de Inatec, Loyda Barreda, durante un acto restringido celebrado en la sede del diario La Prensa.
Horas antes de ese acto, La Prensa, fundado el 2 de marzo de 1926, denunció el "robo" y la "confiscación de hecho" de su plantel industrial, en Managua, valorado en cerca de 10 millones de dólares, por parte del Gobierno de Ortega.
"Las instalaciones del diario La Prensa amanecieron este martes 23 de agosto sin el rótulo que tenía el nombre del diario más antiguo del país", señaló ese medio, que adelantó que "con esta acción inicia el circo que la dictadura Ortega Murillo realizará para oficializar el robo de los bienes del plantel industrial de Editorial La Prensa".
Será un centro de espiritualidad
La vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, dijo a través de medios oficiales que "aquellos lugares que han sido antros de maquinación de crímenes de lesa humanidad, hoy son centros para la profunda espiritualidad".
"Son días finales del odio, porque esta patria bendita y nuestro pueblo, pueblo de Dios, exige, demanda cotidianamente la paz y el bien, la concordia, la seguridad, la tranquilidad", señaló Murillo, quien trabajó en La Prensa en la década de 1970.
"En el Centro Cultural y Politécnico don José Coronel Urtecho no volverá el pasado", sostuvo la también esposa del presidente Ortega.
En la actividad participaron, entre otros funcionarios, el asesor presidencial para temas de Educación, Salvador Vanegas; y el codirector general Instituto Nicaragüense de Cultura, Luis Morales Alonso.
Las instalaciones de La Prensa, ubicadas en una zona industrial en el norte de Managua, permanecen en poder de la Policía Nacional desde el 13 de agosto de 2021, cuando las autoridades nicaragüenses alegaron que el medio supuestamente era utilizado para cometer delitos de "defraudación aduanera, lavado de dinero, bienes y activos".
Su gerente general, Juan Lorenzo Holmann Chamorro, sobrino político de la expresidenta Violeta Barrios de Chamorro (1990-1997) -quien venció a Ortega en las elecciones de 1990-, fue condenado el 31 de marzo pasado a nueve años de prisión por el delito de "lavado de dinero".
Tercer medio expropiado
La Prensa, que ahora solo se publica de forma digital, ha dicho que entre los bienes confiscados se encuentran una impresora rotativa de 2,01 millones de dólares y una imprenta comercial de 3,89 millones de dólares, con capacidad de imprimir, encuadernar o engomar, "libros, folletos, brochures, volantes, y cualquier otro material impreso, incluso boletas electorales".
El periódico, cuyo personal de redacción se vio forzado a exiliarse en julio pasado tras el arresto de dos empleados, también ha advertido que la Constitución de Nicaragua, en su artículo 44, prohíbe la confiscación, y que el Estado solamente puede hacerse de bienes privados cuando los afectados son indemnizados, y ese no ha sido el caso.
La Prensa se convierte en el tercer medio de comunicación, cuyas instalaciones han sido ocupadas y usadas por el Gobierno de Ortega.
Los otros dos son los edificios donde funcionaban las revistas digitales Confidencial y Niú y los programas televisivos "Esta Semana" y "Esta Noche", que dirige el periodista Carlos Fernando Chamorro, quien se exilió; y el del canal 100 % Noticias, críticos con el Gobierno.
El Estado no ha explicado el proceso de adjudicación sobre las instalaciones de esos edificios.
Efe ha intentado obtener una explicación oficial por parte del Gobierno sobre el procedimiento en contra de esos edificios, pero esta no ha sido posible.
Nicaragua atraviesa una crisis política y social desde abril de 2018, que se ha acentuado tras las elecciones generales del pasado 7 de noviembre, en las que Ortega fue reelegido para un quinto mandato, cuarto consecutivo y segundo junto con su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta, con sus principales contendientes en prisión.
A José Coronel Urtecho lo unía un vínculo de amistad con La Prensa
El régimen Ortega Murillo convirtió las instalaciones que le robó a La Prensa en el centro cultural y politécnico José Coronel Urtecho
Daniel Ortega y su esposa y vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, quien durante 1968 y 1977 trabajó en el Diario La Prensa como secretaria de Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, el Mártir de las Libertades Públicas en Nicaragua, consumaron el robo de los bienes del plantel industrial del periódico más antiguo en el territorio nicaragüense, para crear un centro cultural que llevará el nombre del poeta José Coronel Urtecho, quien sostuvo por años vínculos con La Prensa.
Coronel Urtecho nació en Granada en 1906 y falleció a sus 88 años, el 19 de marzo de 1994, en Los Chiles, un cantón de Costa Rica. Fue poeta, narrador y ensayista nicaragüense que, junto con Ernesto Cardenal (fallecido el 1 de marzo de 2020), fue el principal animador de la poesía contemporánea en Nicaragua.
Coronel Urtecho fue además traductor de poesía francesa y norteamericana, hombre de teatro, conferenciante, historiador, ministro de Estado y diplomático del Gobierno de Nicaragua ante España y Estados Unidos.
Se le considera uno de los protagonistas del Movimiento de Vanguardia, movimiento literario nacido en 1927 en la ciudad de Granada, y desarrollado por él junto con Pablo Antonio Cuadra, Luis Alberto Cabrales y Joaquín Pasos.
Un gran amigo de Pedro Joaquín y Pablo Antonio
Ana Chamorro Cardenal de Holmann, hermana del mártir y conocida como doña Anita, recuerda al poeta como "un hombre inteligente, honesto, era poeta, pero decía sus verdades, porque los poetas son románticos". Doña Anita recuerda la frase que dijo el poeta cuando cerraron La Prensa: "Para la conciencia del país, cuando La Prensa deja de salir es como que no sucediera nada, o todo fuera mentira".
Irónicamente, el régimen pretende usar su nombre para consumar el robo a las instalaciones del Diario de los Nicaragüenses. Para doña Anita la frase célebre del poeta Coronel Urtecho "toma más fuerza y verdad" en estos tiempos.
"Lo que dice La Prensa no lo pueden negar porque solo decimos la verdad", asevera doña Anita.
En la rotativa de La Prensa. De izquierda a derecha: Pablo Antonio Cuadra, Violeta Barrios, Jaime Chamorro Cardenal, Pedro Joaquín Chamorro Barrios, Anita Chamorro Cardenal y Carlos Holmann.
El vínculo que unía al poeta era "una amistad con la familia y La Prensa". Publicaba su poesía en el suplemento La Prensa Literaria, donde además se publicaban poemas de Pablo Antonio Cuadra "y de todo el que quería escribir y era amigo de nosotros", asegura doña Anita. "Sus parientes dicen que él debe estarse revolcando en la tumba".
Con lo anterior coincide un amigo de Coronel Urtecho y Chamorro Cardenal, quien habló con La Prensa bajo la condición de anonimato por temor a represalias del régimen. El nombre del poeta "es una ofensa a la memoria de Coronel Urtecho", porque asegura que "el poeta era un gran amigo de Pedro Joaquín y Pablo Antonio Cuadra Cardenal".
"No solo amigo de La Prensa, porque como él dijo en su famosa frase que puso en el telegrama cuando La Prensa volvió a publicarse en León, en los talleres del Diario El Centroamericano, porque Managua quedó destruida por el terremoto (en 1972), él mandó ese famoso telegrama a Pedro Joaquín Chamorro Cardenal diciéndole que ‘cuando no sale La Prensa como que nada ocurre‘", rememora el amigo del poeta.
Además detalla que ese telegrama el director mártir del periódico "lo guardaba en su escritorio debajo de un vidrio. Yo entiendo que Carlos Fernando, su hijo, ahí lo encontró cuando escribió el Diario Político de Pedro, de su padre". Fue precisamente Carlos Fernando quien recordó la frase este martes, tras consumarse el robo del edificio de La Prensa por parte de la dictadura.
Desglosa que la frase del poeta se puede entender de tres formas. Primero que refleja "el apego y culto que él tenía a la libertad de prensa". Segundo, "el cariño especial y confianza enorme que le tenía al Diario La Prensa". Y finalmente "la amistad personal, ellos eran muy buenos amigos junto a Pablo Antonio Cuadra, fundador de La Prensa".
El amigo del poeta lo describe como un hombre ilustrado y amistoso, y también dice que "era un amigo y defensor de la libertad de prensa, de otra manera no hubiera sido amigo de Pedro Joaquín ni hubiera escrito lo que escribió en el telegrama. Que sus hijos y nietos sean ahora funcionarios de la dictadura eso no involucra a la personalidad del poeta, y por eso es que es un irrespeto a su memoria".
Para el amigo de Coronel Urtecho, el poeta es una "víctima más de las manipulaciones de los personajes históricos que le dieron identidad cultural a los nicaragüenses. El régimen quiere revestir la honorabilidad de este personaje a un hecho delictivo, como es la confiscación no declarada de La Prensa".
Fotos: Agencia EFE y Oscar Navarrete
Fuentes: Agencia EFE y La Prensa