Para no dar noticias falsas los medios nacionales recurren con frecuencia a resultados de investigaciones del CONICET, o de las universidades nacionales. En ese sentido, los medios universitarios —que forman una red pública, con estructura federal y alcance territorial a todas las regiones del país— cumplen un rol clave en en la construcción conjunta de la información y la comunicación de la ciencia.
Malvina Rodríguez, coordinadora ejecutiva de la Red Interuniversitaria de Áreas de Prensa y Comunicación (RedIAP) destaca que, precisamente, la labor de los medios universitarios va mucho más allá de la difusión de actividades académicas.
La RedIAP, junto a la Asociación de Radiodifusoras Universitarias Nacionales Argentinas (ARUNA) y la Red Nacional Audiovisual Universitaria (RENAU), forman parte de las organizaciones del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN). Este crecimiento va en consonancia con la estructura que el sistema ha adquirido en los últimos 20 años. “Contar con 60 universidades en todas las provincias del país nos permite una mayor inclusión tanto en el rol de vinculación y trabajo con la comunidad, como en la construcción de la noticia o en la búsqueda de fuentes de información”, sostiene Rodríguez.
Las características que presenta la comunicación pública universitaria ayudan a combatir la desinformación y evitar las noticias falsas, ya que cuenta con soporte científico y tecnológico. Fuentes privilegiadas que implican un desarrollo de proyectos e investigación. Es un fenómeno que se impulsa a partir de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y que les otorga un rol fundamental a las universidades dentro de los medios públicos y comunitarios: “Es un sistema de medios que permite que la comunicación se comprenda, no de manera instrumental, en el hecho de emitir información, sino en el sentido del encuentro con el otro”, destaca Rodríguez.
Medios universitarios: agencias de noticias
Por su nivel de infraestructura, recursos humanos, capacitación técnica y capacidad de fuentes, los medios universitarios pueden constituirse en determinadas regiones como la columna vertebral del ecosistema comunicacional. Malvina Rodríguez destaca que ciertas localidades no cuentan con un sistema de medios privado integrado y replican lo que ocurre centralmente, es decir, lo que se produce en la ciudad de Buenos Aires. Y poco tiene que ver la producción y las características de esa conformación cultural con la de sus regiones. “Los medios universitarios tienen ese potencial contra-hegemónico al producir otro tipo de contenido. Aun siguiendo la lógica periodística en el tratamiento de la noticia con las prácticas que implican la selección y publicación dentro de tiempos acotados, se puede pensar un periodismo ligado a lo científico, con recursos que produzcan empatía en audiencias no tradicionales”, agrega.
En la actualidad existen canales donde la comunicación pública permite conocer de manera federal la realidad del sistema universitario. Canales de televisión y medios gráficos presentan secciones que se nutren con información de las universidades. En este sentido la coordinadora ejecutiva de la RedIAP puntualiza una presencia cada vez mayor, y un paulatino reemplazo de los cables informativos de noticias con investigaciones de universidades del exterior: “Los medios, para no utilizar noticias falsas, recurren cada vez más a resultados de investigaciones del CONICET o de las propias universidades. Se ha instalado en el lenguaje la presencia a través de las producciones. Es un fenómeno que es atribuible a las políticas comunicacionales universitarias, pero sobre todo de los medios que son las usinas de información, las agencias de noticias.”
Pensar y actuar en red
El panorama social por la COVID-19 trajo un amplio crecimiento de los soportes digitales y potenció la necesidad del encuentro entre las áreas de prensa y comunicación de las universidades nacionales que aún no estaban constituidas como Red. Además de las ya mencionadas ARUNA y RENAU, desde la Comisión de Comunicación y medios del CIN surgió la necesidad de formar una red que nuclee las producciones gráficas impresas y la prensa digital: “El contexto amplió la presencia de páginas webs y redes sociales, que se convirtieron en un canal de comunicación fundamental con el estudiantado”, puntualiza Rodríguez.
En mayo de 2020 y a través de los ejes de cooperación, vinculación y formación para fortalecer el contacto, se formalizó la RedIAP. Entre otros objetivos Malvina Rodríguez destaca la necesidad de crear una agencia de noticias universitaria federal, redactar un manual sobre comunicación de riesgo y crisis vinculados a emergencias sociales y seguir llevando adelante el desarrollo de herramientas para una comunicación con perspectiva de género e inclusión de diversidades, entre otros objetivos: “Lo que permiten las redes de trabajo conjunto es crear instancias representativas que puedan acordar con un sistema más federal”, sostiene.
¿Cómo divulgar la ciencia?
Al momento de pensar la comunicación la ciencia, la coordinadora ejecutiva de la RedIAP plantea que la divulgación y el periodismo científico están cada vez más atravesados por la necesidad de desarrollarse en relación al arte y la cultura. En ese sentido, se enfrentan al desafío de buscar formas de comunicación ligadas al quehacer cultural de la época. “Hoy en las generaciones más jóvenes la circulación de información se da en formatos como Tik Tok (red social para compartir videos). Con otro tipo de lógica, que va en relación con el fenómeno de los influencers. Fenómenos que ponen en manifiesto que tanto la producción como la divulgación de la ciencia no pueden estar desconectadas de las prácticas culturales de los públicos”.
Malvina Rodríguez puntualiza que desde las áreas de Prensa y Comunicación de las universidades nacionales se viene trabajando en la búsqueda de formatos que sean cada vez más asequibles a distintos públicos: “Debemos hacer foco sobre el formato del video-minuto, de difundir ciencia en una historia, del minuto informativo e incluso animarnos a nuevas formas de difusión con recursos como los memes. Formas culturales que hoy son parte de la comunicación, sobre todo de los más jóvenes”.
La coordinadora ejecutiva de la RedIAP destaca que hoy debemos pensar la difusión de la ciencia con otra lógica: “Más descontracturada, a partir de la historia de vida y con recursos hacia lo autobiográfico, entender que el científico no es alguien encerrado en un laboratorio. Se trata de pensar la comunicación como encuentro y no solo con la mirada administrativa de divulgar”. Comunicar ciencia a partir de la multiplicidad de recursos en relación a las intervenciones artísticas, es uno de los grandes retos que hoy presentan los medios universitarios: “Debemos actuar con otra lógica, pensar que la información también puede ser entretenimiento”, concluye.
Los desafíos de comunicar e informar
La Dirección de Comunicación de la UNNOBA también trabaja para profundizar los vínculos entre investigación y comunicación: sensibilizar a los científicos en la importancia que tiene visibilizar el trabajo que realizan y comunicar la ciencia a la sociedad. En línea con estas propuestas surge Com.ciencia (Comunicar la Ciencia), una iniciativa de la Dirección de Comunicación y la Secretaría de Investigación, con el fin de acercar el saber científico a diversos ámbitos y promover el vínculo entre los investigadores y las inquietudes de la sociedad en general.
Los objetivos generales de Com.ciencia promueven la producción de contenidos que apunten a despertar el interés de la sociedad y permitan conocer los avances científicos de la UNNOBA. También, brindar herramientas a periodistas de la región para incrementar la producción de contenidos de calidad sobre temas referidos a la ciencia. En esta línea, se desarrollaron charlas y capacitaciones bajo el lema “Los desafíos de comunicar la ciencia”, dictado por la periodista especializada en Ciencia, Tecnología y Ambiente Claudia Mazzeo, que contaron con la participación de investigadores y periodistas de la región.
El contexto de pandemia puso en evidencia no solamente la importancia de comunicar la ciencia, sino también de combatir la desinformación. En la nota “Falsas noticias, el otro virus que también enferma”, el director de Comunicación de la UNNOBA Marcelo Miró planteó la necesidad de reflexionar sobre los motivos al desinformar y las razones por las cuales esa información circula con tanta fluidez. “Ante la alarma social, se manifiesta la desesperación de las personas por buscar información alternativa a la oficial, que nos dé una explicación de la inminente amenaza y posibles soluciones”, sostiene.
Placa de la charla “Herramientas para contrarrestar la desinformación. El impacto de la investigación periodística“ por Laura Zommer
Desde las áreas de Prensa y Comunicación de las universidades nacionales se piensa y se trabaja para llegar a audiencias cada vez más amplias, con la utilización de desarrollos tecnológicos y recursos creativos. Las universidades deben brindar certidumbre frente a la información y, en ese sentido, se enfrentan al desafío de generar un sistema de medios universitarios integrados que adquiera mayores niveles de participación en el sistema nacional de medios públicos. En otros términos, ser fuente de noticias y buscar propuestas conjuntas.
Diseño: Laura Caturla
Fuente: El Universitario