El 40% de los diarios y semanarios venezolanos estaría en riesgo de desaparecer por la falta de insumos. La televisión sufre nuevas amenazas
Por: Juan Francisco Alonso | Corresponsal de El País en Caracas, Venezuela
El 2013 con 219 casos de agresiones, hostigamientos y amenazas a comunicadores y medios de comunicación (14% más que el año previo), no fue un buen año para el ejercicio del periodismo en Venezuela, pero el 2014 no se vislumbra mucho mejor.
¿La razón? La crisis que desde finales del año pasado atraviesa la prensa venezolana debido a la falta de divisas para importar papel, tinta y otros insumos necesarios para imprimir periódicos no ha hecho sino agravarse en estas semanas, poniendo en jaque no solo a los diarios regionales sino también a los nacionales.
“Si el Gobierno continúa negando a los medios la liquidación (entrega) de divisas después de que las autoriza, dentro de poco tendremos un país sin periódicos como nunca se ha visto en el mundo”, alertó la semana pasada el director del diario El Nacional, Miguel Henrique Otero, quien anunció que sus inventarios apenas alcanzan para poco más de un mes.
El 16 de marzo sería el último día que podría conseguirse esta cabecera en los puntos de ventas, de mantenerse la actual sequía de dólares para importar papel, aseguraron fuentes de la empresa, las cuales indicaron que han tomado medidas para tratar de extender al máximo sus inventarios. “Hemos recortado los suplementos, no sacamos el Papel Literario ni el de Estilo y limitamos la paginación”, precisaron.
En Venezuela rige desde 2003 un control de divisas, el cual impide a los venezolanos, y a las empresas nacionales y extranjeras radicadas en el país, convertir sus bolívares en dólares o euros sin autorización del Gobierno. El Ejecutivo, mediante la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi), en proceso de disolución, y en el futuro, a través del Centro Nacional de Comercio Exterior, aprueba las solicitudes para otorgar divisas para importar bienes y servicios extranjeros.
Sin embargo, distintas casas editoriales han denunciado que desde mayo no les entregan un solo dólar o euro para comprar papel periódico. Por esta razón a principios de enero El Impulso, el principal matutino del estado de Lara, anunció que reduciría su tiraje y número de páginas para intentar imprimirse hasta febrero. Por su parte, el sureño El Correo del Caroní, informó en su primera página del martes 11 que su edición se limitaría a un cuerpo hasta que “se solucione la crisis del papel”.
Pero la noticia que sorprendió a propios y extraños fue conocer que ‘Vea’, el rotativo privado pro chavista, tuvo que pedirle a su “hermano” el estatal ‘Correo del Orinoco’ bobinas para seguirse publicando y que debió dejar de publicar su semanario dominical. No obstante, la situación de ‘Vea’ no se debe a la falta de divisas, sino a que la empresa canadiense a la que le realizó el pedido no está interesada en enviar un lote solo para un diario y está a la espera de otras solicitudes provenientes de Venezuela; es decir igualmente está atado a la suerte de sus pares independientes.
Espacio Público, organización no gubernamental especializada en temas de libertad de expresión, ha calculado que entre un tercio y el 40% de los diarios, semanarios y revistas de Venezuela se encuentran en riesgo de desaparecer por falta de papel.
Por su parte, el Instituto Prensa y Sociedad (Ipys) denunció que 21 diarios de nueve estados del país han reconocido tener problemas de insumos para seguir operando y que desde que esta situación comenzó a presentarse, en septiembre pasado, 7 han dejado de circular temporalmente, de los cuales 5 todavía no han vuelto a los kioskos. Asimismo, contabilizó que otros 14 han reducido su paginación, tiraje y productos (encartes, suplementos, entre otros).
¿A qué se debe la situación? Elides Rojas, jefe de Redacción de El Universal, lo atribuyó al mal manejo económico del Gobierno. “Las reservas internacionales están en un nivel peligrosamente bajo.
Está claro que el Ejecutivo no tiene divisas suficientes para cubrir todas las necesidades de una economía en caída. Eso lo coloca en posición de establecer prioridades. Y sus prioridades no son los medios que, además, lo cuestionan”, dijo, al tiempo que no descartó que las autoridades aprovechen esto para “sanear” el ámbito de la prensa: “Habrá divisas para aquellos medios que cierren filas con el Gobierno”.
La situación podría complicarse aún más, pues el miércoles pasado el ministro de Energía, Rafael Ramírez, anunció una modificación al control cambiario vigente, el cual a partir de ahora tendrá dos tipos de cambio: Uno a 6,3 bolívares por dólar para bienes esenciales como comida y medicinas; y el otro ,a $11,3. Sin embargo, no precisó en cuál renglón se encuentra el papel periódico y los demás insumos para los diarios.
Crisis también en la televisión
Pero la prensa impresa no es la única que ha iniciado mal el año, la televisión no ha tenido mucha mejor suerte. A raíz del sonado asesinato de la exmiss Venezuela y actriz, Mónica Spear; y de su exesposo, el empresario Thomas Berry, el presidente Nicolás Maduro ha prometido “mano dura” contra los delincuentes, pero también un ataque contra las causas de la violencia y ya ha identificado una: la violencia televisiva, por ello ordenó “revisar toda la programación de todas las televisoras, por cable y sin cable” y en particular “las telenovelas”.
Esta misma semana el vicepresidente Jorge Arreaza se reunió con los directivos de todas las estaciones nacionales y regionales, así como con los representantes de las operadoras de televisión por suscripción para “construir una nueva televisión”.
“Es una cortina de humo para distraer la atención de las causas reales de la violencia como son la impunidad reinante”, dijo Roberto Briceño León, del Observatorio Venezolano de Violencia, que calcula que el número de homicidios de Venezuela se ha multiplicado por cuatro en 15 años de Gobierno chavista hasta llegar a 24.000 en 2013.
En similares términos se pronunció el docente de comunicación de la Universidad Católica Andrés Bello, Marcelino Bisbal, quien afirmó que “el Gobierno está buscando un chivo expiatorio para el problema de la criminalidad que no ha podido resolver y ha encontrado un blanco fácil, aún cuando no hay ningún estudio que demuestre que la violencia televisiva incentiva la violencia en la calle”.
Para el especialista no son causalidad los ataques contra los canales de televisión o la crisis del papel, o al menos él considera que ambos están conectados. ¿El motivo? “Este tipo de Gobierno autocrático y con poca cultura democrática está interesado en tener medios complacientes y para mí tanto lo del papel como los señalamientos de promover la violencia mediante las novelas lo que persiguen es que haya una sola voz porque los medios son los que ponen de manifiesto los desafueros del actual Gobierno”.
Esta opinión la comparte la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), la cual anunció que denunciará estos nuevos ataques contra las empresas de comunicación ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh).
Asimismo, no descartó que la creación del Viceministro de Comunicación para las Redes Sociales lo que persiga es silenciar el último espacio donde todavía se puede ejercer con absoluta libertad el derecho a expresarse: Internet. “No hay que olvidar que las redes sociales, los blogs y las páginas web se pueden bloquear. Ya ocurre en China, Irán y Cuba”.
Fuente: El País