La libertad de expresión no sólo se ve afectada cuando se interrumpe la distribución de un medio. También ocurre cuando ése proceso se desarrolla adrede de manera deficiente. Esto es lo que ocurre actualmente con los productos del Grupo Crónica que no son entregados en diferentes puntos de la plaza por razones que el Sociedad de Distribuidores de Diarios, Revistas y Afines, Sddra, no es capaz de explicar.
A la falta de ejemplares del diario Crónica en diferentes puntos del país -acreditada por personal de circulación-, se suma además, el lamentable hecho de que el semanario Democracia haya sido sacado de la plaza “sin querer”. Al menos esa fue la razón argumentada por los responsables de Saddra que aseguraron que “lamentablemente, el semanario fue sacado del mercado sin querer”, explicación a todas luces insuficiente.
Si la víctima de esta persecución encubierta hubiera sido el multimedio dominante, seguramente la opinión pública estaría hablando de la falta de libertad de expresión repitiendo en eco el mensaje unidireccional de los poderosos.
Clic en la imagen para ampliar |