Los diputados nacionales, Margarita Ferrá de Bartol, López, Ernesto Segundo y Gioja, Juan Carlos, Frente para la Victoria – PJ, presentaron un proyecto por el que solicitan al Poder Ejecutivo que por medio del Comité Federal de Radiodifusión se garantice a la población el control del contenido violento y obsceno de los programas de televisión nacionales y extranjeros, dentro del horario de protección al menor, actualizando el valor de las multas.
En los fundamentos se dice que según recientes informaciones públicas las radios y los canales de televisión acumulan un monto impago que superaba los 300 millones de pesos, se evaluó la posibilidad de condonar entre un 80 y un 85 por ciento de las deudas por las violaciones a la ley de Radiodifusión y ofrecer un plan de facilidades de pago sobre el remanente.
Se llegó a un acuerdo entre las productoras y el ComFeR, por el cual los medios cuidarían más sus contenidos y el ComFeR reduciría el monto de las multas. Finalmente, a partir de la firma del compromiso entre el ComFeR y los representantes de las asociaciones de radio y televisión privadas, el régimen de graduación de sanciones por violaciones cometidas a la ley de Radiodifusión se vio modificado, bajando sensiblemente el monto de las multas.
De este modo el dinero adeudado en concepto de deudas de los principales grupos de comunicación se redujo en total a poco más de 30 millones de pesos, disminuyendo los pasivos a un 10 por ciento del total original.
Las deudas acumuladas por las radios y los canales de televisión de la Argentina son producto de la falta de pago de multas por violación de la ley de radiodifusión, como exceso del límite horario de publicidad, contenido sexual explícito, lenguaje obsceno, violencia extrema y utilización de la ficción de estupefacientes prohibidos dentro del horario de protección al menor.
El estado actual de concentración de comunicación permite que los multimedios adquieran un significativo poder de presión, que les da la posibilidad de violar la ley de radiodifusión sin ser sancionados, ampararse en exenciones y en algunos casos directamente no pagar sus multas.
Todo se genera en pos del rating. Se busca la ganancia, el contenido, no es prioritario.
Es comprensible la molestia de padres y madres, puesta de manifiesto en innumerables denuncias ante asociaciones, organismos, cartas de lectores, cuando en el seno del hogar, en forma inadvertida sus niños sentados ante la pantalla de televisión son perturbados y hasta incitados a conductas no contempladas por la educación adquirida de sus padres y educadores.