Por Juan Gasparini, desde Ginebra, y Claudio Mardones, desde Buenos Aires
Que la justicia chilena haya rechazado dos pedidos de extradición de los tribunales argentinos contra Carlos Menem, no es garantía de tranquilidad para el ex mandatario durante su estadía en Santiago en calidad de prófugo para los jueces trasandinos. Ahora el ex presidente fue denunciado, como lo publicó El Periodista en exclusiva, y así consta en el ministerio de Justicia de Argentina, porque habría recibido un soborno de 25 millones de dólares.
La Oficina Anticorrupción acaba de sumar una nueva denuncia contra el dos veces presidente argentino, donde acredita que su Gobierno le entregó una concesión a la multinacional francesa Thales tras recibir un soborno de 25 millones de dólares. Las operaciones y la ruta de las coimas fueron anticipadas por la revista francesa Le Point y por El Periodista en abril pasado y una copia de esa investigación forma parte de la denuncia presentada por el Fiscal de Control Administrativo de la Oficina Anticorrupción (OA) del Ministerio de Justicia argentino Daniel Morín.
En el documento al que accedió El Periodista, la OA presentó el testimonio de Lionel Queudot, un broker francés que participó de la ingeniería financiera del pago de los sobornos y que, en calidad de arrepentido, detalló las cuentas donde fueron a parar dos pagos de 10 millones de dólares en 1998 y 1999, y transferencias mensuales por 135 mil dólares.
El pago de los sobornos es el premio por la controvertida licitación aprobada en 1998, mediante un decreto de Carlos Menem que convalidó que Thales Spectrum de Argentina S.A. controlara el espacio radioeléctrico argentino a cambio de un canon para el Estado argentino. Aunque la norma vencía recién en 2012, a principios de este año el presidente Néstor Kirchner ordenó su rescisión luego de recibir un informe de la Auditoría General de la Nación donde sus expertos indicaron que por la licitación convalidada por Menem a favor de Thales el Estado Nacional perdió al menos 300 millones de dólares ya que la concesionaria francesa había incumplido el 70 por ciento del contrato.
La denuncia ahora forma parte de los expedientes de la causa que instruye el juez federal Jorge Urso, que ya tiene desde hace días en sus manos el pedido del fiscal Guillermo Marijuán de "investigar puntualmente a Carlos Menem". El escrito aportado por la OA señala que lo "más importante, es que a través de estos nuevos elementos probatorios que se hacen llegar al tribunal, al fin se cuenta en el expediente con el detalle de las cuentas destinatarias finales a las que se transfirió el dinero correspondiente a los sobornos que se pagaron. En efecto, hasta el momento se tenía información acerca de cuál había sido el circuito que siguió el dinero de los sobornos pero no se tenía la información acerca de cuales eran las cuentas destinatarias. La información proporcionada por Queudot permite acreditar la existencia de las "coimas" y profundizar la investigación en este sentido a efectos de poder determinar quienes fueron concretamente los beneficiarios de estos sobornos."
El jefe de la OA declaró a la prensa argentina que "es un impulso fundamental a la causa porque ahora, si el juez trabaja bien, podemos llegar a los nombres de los ex funcionarios que habrían cobrado las coimas".
El broker francés Queudot aportó con lujo de detalles los destinos de los caudales ya que él era el dueño de Finego S.A., una financiera con sede en Ginebra, que era la que se encargaba de transferir los fondos a cuentas bancarias en los bancos Brown Brother Harriman, Bank of New York y en el Standard Chartered de esa ciudad, en una de las sucursales del Citibank en Wall Street, y en una oficina del Societe Generale de París ubicada frente a la sede de Thales Spectrum en el selecto Boulevard Hassmann de la capital francesa.
Esta última es la cuenta 03050159032/13, "code banque 30003, code agence 0300029", a nombre de Jorge Neuss, una de las personas claves en el entramado financiero y compañero de golf de los ex presidentes Carlos Menem y George Bush padre. A esta cuenta junto con la del Brown Brother Harriman de Estados Unidos fue a parar alrededor de un millón de dólares entre 1997 y 1998. Este y los demás movimientos financieros fueron detallados el 30 de abril de 2004, cuando Queudot se presentó ante la Embajada de la República Argentina en Berna y entregó una declaración escrita, en idioma francés, que firmó ante el embajador Guillermo González y la Ministro Ana. C. Berta de Alberto, que también estamparon su firma como testigos de la confesión del broker francés. A los detalles aportados Queudot agregó un anexo de once páginas con documentación fotocopiada que confirma cada uno de los movimientos.
Además de las cuentas aportadas por Queudot, existe otra en el Bank of Filadelfia que fue revelada por El Periodista en abril y cuya copia forma parte de la denuncia en la que la OA le recomendó a Urso que averigüe si esa cuenta no corresponde a quienes consideran sospechosos de esta maniobra. Ellos son: Carlos Menem, Roberto Catalán, Roberto Uanini, Luis Romero y Alberto Gabrielli, ex funcionarios de la Comisión Nacional de Comunicaciones (CNC); Germán Kammerath, ex secretario de Comunicaciones y luego intendente de la ciudad de Córdoba; los franceses Jean Nicolas D'Ancesune y Guillaume Dehollain, del directorio de Thales Argentina, y el empresario argentino Jorge Neuss que además de jugar golf con Menem y Bush padre, trabajaba para Thales.
El amigo de Carlos
Además de la radiografía sobre el tráfico de sobornos que aportó Queudot, el arrepentido confirmó lo que ya había anticipado la revista francesa Le Point y El Periodista: que Jorge Neuss no sólo fue el artífice de toda la maniobra, sino que "fue quien en una cena realizada en el Museo del Louvre en París, a la que asistieron varios directivos de Thales, presentó a Queudot ante el ex-Presidente de la Nación Argentina, Carlos Saúl Menem."
El amigo del ex presidente es para el empresariado francés, según el matutino argentino Página 12, como "uno de los hombres clave en el montaje fraudulento de la empresa Thales Spectrum de Argentina", "el agente financiero del menemismo en Francia, principal contacto argentino en el seno de la nebulosa Thales Spectrum de Argentina", y el "lobbysta del menemismo". El correlato económico de sus operaciones fueron confirmadas por el propio Queudot a través de la existencia de la cuenta en el Societé Generale de París.
Pero en las operaciones de Thales, Neuss no estaba sólo, lo acompañaban los franceses Jean Nicolas Rostan d`Ancezune y Guillaume Dehollain. Según la OA: "Neuss es quien aparece como el artífice local de toda esta maniobra. En efecto, conforme manifestara Queudot & Neuss forma parte del Consejo de Administración de Thales Spectrum International NV -TSI-, que a su vez es accionista mayoritaria de Thales Spectrum Argentina S.A. -TSA-.
En tales condiciones, resulta evidente que en su carácter de integrante del Consejo de Administración de TSI, Neuss tenía interés en el resultado y la marcha de las operaciones que realizaba TSA y por ello intercedió a efectos de que pudieran celebrarse las operaciones financieras realizadas entre Thales y Finego y de esta forma se pudiese transferir a diversas cuentas el dinero correspondiente a los sobornos que se pagaron para que TSA pudiese obtener la concesión en cuestión. En tal sentido, cabe recordar que fue Neuss quien presentó a Queudot y a Rostan d´Ancezune, a raíz de lo cual estos acordaron que Queudot gestionaría el dinero de Thales que era transferido a las cuentas para después poder girarlo a las cuentas destinatarias de los sobornos."
Los otros directivos de ese holding eran Guillaume Dehollain y Rostan D'Ancezune, este último encargado de ordenarle por fax desde Buenos Aires a Queudot a quienes tenía que transferir el dinero que se le enviaba de Holanda. Estos dos ciudadanos franceses figuraban a su vez en el directorio de TSA en Buenos Aires, cuyo paquete accionario era, según balances de 2000, propiedad de la filial de THALES en Holanda. Además, hay otro dato sugestivo que incrementa las sospechas sobre Neuss y los dos franceses: "fueron ellos quienes en 1997, días antes de la adjudicación del contrato, comprometieron aportes irrevocables a cuenta de futuros aumentos de capital a favor de TSA por un monto de tres millones de pesos", según la denuncia de la OA.
Ahora la OA ha solicitado al juez Urso que "Neuss, d' Ancezune y Dehollain sean habidos en forma inmediata y sin perjuicio alguno para la investigación" por lo que no podrán salir del país en la medida que el tribunal haga lugar a los pedidos de Amorín. Además los investigadores de la OA solicitaron en la misma denuncia que se libren exhortos a Estados Unidos y Francia para obtener todos los movimientos y detalles de las cuentas que comprometen seriamente a Carlos Menem.
Ahora se espera el avance de la investigación y que los datos bancarios provenientes de Francia y Estados Unidos profundicen el derrotero de los sobornos que presuntamente fueron a parar a manos de funcionarios y hombres del entorno del ex presidente y, según sospecha la justicia, del propio Menem.
Los caminos de los hermanos Neuss
La imagen que acuñaran en los círculos de la política y la economía, le adjudican una silueta de trepador refinado y frío calculador al abogado Germán, mientras que Jorge es descrito como más campechano y "reo". Empezaron de abajo, con una oficinita en 25 de Mayo y Lavalle, pleno centro de Buenos Aires, abierta en 1985, donde canalizaban compras de insumos requeridos por el Ejercito, cosas de poca monta. Hicieron transacciones inmobiliarias en Viedma durante la gestión de Raúl Alfonsín, pero recién saltaron a la fortuna de la mano del ex intendente peronista Carlos Grosso y Grassi Susini con el menemismo. En esa época comenzaron a trasegar con Suiza, justamente con la Gold Hill, que los llevaría a conocer la gente con la que armarían la carpintería de Thales y el espacio radioeléctrico. El dueño de Gold Hill, la que ha quebrado desde hace unos 3 años, era el francés Pierre Laconte, hijo de un conocido general relacionado con Charles de Gaulle. Entre los latinoamericanos que tenían cuenta en esa financiera de Lausana se encontraba el peruano Felipe Hohagen, aún hoy mano derecha del ex presidente Alan García. Los Neuss se embarcaron entonces con Hohagen y Laconte en especulaciones con el metal plata, de la cual Perú es uno de los primeros productores mundiales. Corría el fin de los años 80 y los resultados de aquella jugada fueron variados. Los Neuss no perdieron. Otros mordieron el polvo de la derrota. Por cierto, Jorge tuvo varios años la entrada prohibida al Perú. Germán se metió luego en la Corporación Puerto Madero, y actualmente preside el Yatch Club de esas tierras ganadas al Río de la Plata que tantas ganancias reportaron a sus explotadores en años de Menem.
Fuente: El Periodista