El periodista Rafael Méndez se ha marchado del diario de Prisa tras sufrir la censura de uno de sus artículos, que versaba sobre la relación del marido de Soraya Sáenz de Santamaría -amiga de Juan Luis Cebrián- con Telefónica. La vicepresidenta jugó un papel clave en la refinanciación de esta compañía y, desde entonces, en la redacción denuncian que su figura es intocable
Por: Rubén Arranz
La relación de amistad entre Soraya Sáenz de Santamaría y Juan Luis Cebrián ha vuelto a tener un efecto directo sobre la línea editorial de un medio de comunicación del Grupo Prisa, algo que se ha convertido en muy habitual desde que, a mediados de la legislatura, la vallisoletana jugara un papel clave en la refinanciación de la deuda de la compañía. El vínculo Cebrián-Soraya está detrás del último enfrentamiento entre el director de El País, Antonio Caño, y una parte de la plantilla, que le recriminó hace unos días la "inaceptable censura" de una información que versaba sobre la relación del marido de la vicepresidenta del Gobierno con Telefónica. El Comité de Redacción le pidió explicaciones y el responsable "montó en cólera" y acusó a este órgano de boicotearle. Pero aún hay más, pues uno de los dos autores de la información, Rafael Méndez, ha decidido bajarse del barco y ha anunciado este viernes su marcha del periódico.
La polémica se originó a mediados de julio, cuando Méndez y otro redactor elaboraron una crónica en la que se aludía al supuesto conflicto de intereses que ocasiona el que la vicepresidenta se pronuncie en el Consejo de Ministros sobre las decisiones relativas a Telefónica, toda vez que su cónyuge, Iván Rosa Vallejo, es asesor jurídico en la empresa. El titular que llevaba su información era el siguiente: “Justicia permite a Santamaría tratar asuntos de Telefónica, donde trabaja su marido”. Pues bien, la cúpula del rotativo no consideró correcto ese enfoque, de ahí que “lo cambiara por completo” para no enturbiar la imagen de la portavoz del Ejecutivo, como se demuestra en que la noticia apareciera encabezada en la web con la siguiente frase: “Santamaría se abstiene en los asuntos de Telefónica pese a no estar obligada”. Tras observar esta modificación, los redactores decidieron retirar su firma del artículo.
La censura del artículo causó un gran revuelo en la sede del diario en la madrileña calle de Miguel Yuste, lo que llevó al Comité de Redacción a pedir explicaciones a Antonio Caño. Lejos de templar gaitas, el máximo responsable de El País la emprendió contra sus autores y criticó su mal hacer profesional. “Además, retó al Comité a que publicara sus palabras en una circular”, precisan a Vozpópuli fuentes del periódico.
Dicho y hecho. Unos días después, este órgano emitió una nota en la que se refirió a este asunto de la siguiente forma:
"El director fue más allá en su argumentación y calificó este tipo de decisiones como “chiquilladas”. Manifestó que a su juicio se trata de una falta de profesionalidad seria y preocupante. Insistió en que su despacho está abierto para tratar estas cuestiones si no se entienden y que, por tanto, lo primero es hablar con el director antes de tomar una decisión de este tipo. Afirmó que en el periódico hay muchas personas tomando decisiones a lo largo del día, pero que los cambios no deben ser interpretados como ningún tipo de problema de censura o falta de libertad de los redactores para escribir sus informaciones. Caño añadió que actitudes de este tipo le llevan tener serias dudas sobre la capacidad de estos periodistas para cubrir informaciones de este relieve a la vista de su actitud".
La polémica fue más allá, puesto que Caño arremetió con fuerza contra el Comité de Redacción, del que aseguró que "sirve a los intereses de ocho o diez descontentos", que plantea "temas irrelevantes" y que se dedica a "elaborar comunicados insolentes y malintencionados". "Por el tono de los comentarios en algunas de las últimas reuniones del Comité con el director, se le formuló una pregunta muy directa sobre sí creía que este Comité iba en contra del actual equipo directivo. Su respuesta fue contundente: “Sí”", recoge el comunicado de este órgano.
Soraya Sáenz de Santamaría y su papel en el “rescate” a Prisa
Mucho se ha hablado en los últimos meses sobre la estrecha relación que une a la vicepresidenta del Gobierno con el holding de medios de comunicación fundado por el fallecido Jesús de Polanco. De hecho, en el sector se le atribuye un papel fundamental para que la compañía consiguiera refinanciar su deuda a finales de 2013. Entre otras cosas, por la "influencia" que demostró en el proceso de capitalización por la banca acreedora de una parte de la cuantiosa deuda de Prisa.
También por el visto bueno que otorgó el Ejecutivo a operaciones fundamentales para evitar la quiebra de Prisa, como la compra de Digital Plus por parte de Telefónica, a la que se opusieron varias empresas de telecomunicaciones por sospechar que, si se culminaba, se configuraría un monopolio en el sector de la televisión de pago.
Desde hace dos años, los editorialistas de El País se han cuidado mucho de no perjudicar en demasía los intereses del Gobierno con sus críticas y, en especial, de no tocar a Mariano Rajoy y a Sáenz de Santamaría. En las manos del presidente está la vuelta del Grupo Prisa al negocio de la televisión en abierto, una aventura que anunció en la última Junta General de Accionistas de la compañía, el pasado abril, y que confirmó con la presentación de una candidatura al concurso por seis licencias para emitir en la TDT.
En el periódico recuerdan que su director, Antonio Caño, ha lanzado varios guiños hacia la calle Génova 13 desde que hace un año y pocos meses tomara posesión de su cargo. Estas fuentes ponen como ejemplo de esta actitud complaciente el que, el pasado enero, cuando Luis Bárcenas salió de prisión, el diario no incluyera esta información en su portada.
También sitúan en este contexto el relevo de Carlos E. Cué como responsable de la información del Partido Popular, pues Javier Casqueiro, quien le sustituyó, “tiene un perfil mucho más laxo con las políticas del Ejecutivo”, destacan. A estos cambios hay que sumar el nombramiento como adjunto al director de Javier Ayuso, exdirector de Comunicación de la Casa del Rey y de marcado perfil conservador.
Una encuesta con preguntas sobre el rumbo de 'El País'
Desde la redacción de El País aseguran que en el enfado de Antonio Caño también han influido los mensajes que recibió a principios de verano sobre el descontento de su redacción con el rumbo tomado por el periódico. En concreto, por “la posición muy poco crítica con el Ejecutivo” y el partido que lo ostenta y por ”la actitud timorata" a la hora de informar sobre asuntos como la corrupción.
El Comité de Redacción anunció por esas fechas, en otra circular, que en septiembre enviaría a todos los periodistas del diario un cuestionario para conocer su opinión sobre estas cuestiones. “Esto no le sentó nada bien a Caño, como se demuestra en este tipo de reacciones”, concluyen estas fuentes.
En las últimas horas, también ha trascendido el abandono del diario de la exjefa de Audiovisual, Belén Ayala, del periodista Álvaro de Cozar y de José Manuel Romero. Este último ha sido nombrado director de Informativos de la Cadena Ser. Son bajas que merman aún más la plantilla de un diario que fue durante varios años el más influyente de España, pero que hoy en día parece haber establecido una relación osmótica con Moncloa que cada vez escuece más en su redacción.
Foto: EFE
Fuente: Vozpópuli