"La idea de que San Francisco no tenga un periódico simplemente me asusta", nos cuenta Michael Slott, fundador de The Public Press en San Francisco. "Durante mis años de periodista he visto tanta corrupción y malgasto de dinero público que espero que la gente sepa lo importante que es tener un periódico. Si no lo saben, creo que lo aprenderán muy pronto".
El San Francisco Chronicle es el 12º periódico en circulación en Estados Unidos, pero estas cifras no le han salvado de la crisis. En 2006 el diario californiano ya lideraba las apuestas de qué periódico desaparecería antes de la circulación. Y es que fue uno de los primeros en hacer recortes en su redacción en 2001 y subcontratar la impresión de sus páginas para ahorrar costes. En 2008 perdió 50 millones de dólares.
"La supervivencia (del periódico) es lo que queremos conseguir", decía el comunicado de Steven Swartz y Frank Benack, presidente y vicepresidente de Hearst Newspapers, a los empleados del Chronicle. "Pero sin hacer cambios específicos en toda la organización del periódico, no tendremos otra opción que buscar un comprador y, si no lo encontramos, cerrar el periódico".
Una de las preguntas que todavía quedan en el aire es si Hearst Newspapers también va a cerrar sfgate.com, la edición digital del Chronicle. La pagina web no puede funcionar sin el contenido que produce el periódico, aunque la reducción de sus operaciones podría ayudar a mantener la publicación a flote. «Si el periódico desaparece o es reducido de tal forma que resulta ineficaz, estaremos ante una tragedia», dice Slott.
En 2006 el consultor Mark Potts ya escribió sobre la muerte de los periódicos. También pensó que el Chronicle seria el primero en caer, desgranando una serie de argumentos que se han ido cumpliendo uno tras otro. Potts habló de la quiebra de grandes compañías de periódicos a las que las pequeñas publicaciones ya no salen rentables, cambios demográficos en la audiencia, una posible recesión económica o la falta de innovación en los medios impresos.
El trabajo de Potts no ha sido el único en adelantarse a la posible desaparición de la prensa. En 2004 Robin Sloan creó el vídeo EPIC 2014, una simulacion de la confluencia de toda la prensa en una sola publicación para luchar contra el gigante Googlezon - supuesta unión de Google y Amazon-, y el control de esta empresa sobre todos nuestros movimientos en un escenario muy parecido al de la novela '1984' de George Orwell. ¿A alguien le suena Google Latitude?
Una ciudad sin periódico
Al final del video de Sloan, como después del anuncio de Hearst Newspapers, cabe preguntarse qué pasará en la primera ciudad sin prensa diaria en sus kioskos. Potts escribía en su blog que "al cabo de un año nadie les echará de menos", pero si nos fijamos en la situación actual en San Francisco, el futuro parece diferente.
The Public Press nació en 2007 con la intención de crear un modelo de publicación que no dependiera de los anunciantes. Periodistas, editores, colaboradores y voluntarios escriben ya para esta página web tratando de llenar el vacío que puede dejar el diario de California si desaparece. "Muchos son periodistas que han perdido su empleo y quieren utilizar su experiencia para seguir haciendo algo importante", nos cuenta Slott.
El Chronicle tiene ahora una tirada de casi 400.000 ejemplares y su edición digital, entre las 10 primeras del país, recibe 9 millones de visitas únicas al mes. ¿Dónde conseguirá la audiencia la información sin un periódico local?
El cierre de una gran publicación local supone también que medios menores, como emisoras de radio y canales de televisión, se quedan sin una de sus fuentes de noticias básicas. El hecho de que compañías como Hearst sean dueñas de periódicos, revistas, emisoras de radio y televisiones ayuda a que compartan contenido, expertos y colaboradores. Pero si uno de estos falla, los peor pensados sólo esperarán un efecto dominó que obligue a redefinir tanto la estrategia como el contenido de los medios.
La redacción del San Francisco Chronicle cuenta con periodistas de gran reputación que además de narrar la actualidad, han destapado escándalos públicos del gobierno de la ciudad y de California. Ante la expectativa de que la prensa no pueda hacer este control, iniciativas como The Public Press tratan de crear un nuevo modelo de periódico que salve el periodismo y a la vez saque a los medios de la crisis basándose en un modelo nuevo.
"Tienes razón, perdí un millón de dólares el año pasado. Sé que perderé otro este año. Y otro millón el año que viene. Sabe señor Thatcher, al ritmo de un millón al año tendré que cerrar este lugar en... 60 años"
Periódicos como el Chronicle, en circulación desde 1865, habían empezado a perder lectores mucho antes de que bajaran los ingresos por publicidad. Entre las posibles causas está no solo la migración de la audiencia del papel a Internet, sino también los cambios demográficos dentro del área de distribución de un determinado periódico, como explicaba Potts. En el caso del Chronicle, este argumento se cumple: California es el estado que ha sufrido mayores cambios en los últimos años con un importante aumento de la población hispana. Además, un tercio de la población San Francisco es de origen asiático. Más allá de las diferencias lingüísticas, ¿por qué compraría un inmigrante vietnamita o hispano un periódico que no habla de lo que interesa a estas comunidades?
En la respuesta a esta pregunta puede estar el futuro del trabajo periodístico en la primera ciudad que pierda al periódico local: los medios llamados "hiper-locales». En estas publicaciones apenas hay cabida para información internacional, las noticias nacionales solo interesan si afectan a la comunidad y cobran fuerza la información cultural y de servicios. Este es el ejemplo de los medios que sirven a las comunidades de inmigrantes y que siguen creciendo a pesar de la crisis. Periodistas de la ciudad de Chicago celebraron este fin de semana un encuentro "para salvar el periodismo". Durante una de las reuniones, el editor local de Chi-Town Daily News Geoff Dougherty lanzó la posibilidad de crear un medio que 'solo' costara dos millones de dólares al mes. Dougherty cree que el futuro está en ofrecer a los residentes, en este caso de Chicago, un medio con "la información sobre asuntos locales que necesitan para que tomen las decisiones correctas". El antiguo editor del Chicago Tribune (en bancarrota desde diciembre) o St. Petersburg Times de Florida dejaría fuera a columnistas, comentaristas para la sección de coches o críticos de moda.
Puede que se trate de la única alternativa para los medios en peligro, como ya vaticinó el mismo Hearst en la ficción de "El Ciudadano Kane".
Tienes razón, perdí un millón de dólares el año pasado. Sé que perderé otro este año. Y otro millón el año que viene. Sabe señor Thatcher, al ritmo de un millón al año tendré que cerrar este lugar en... 60 años.
"El Ciudadano Kane" fue escrita en 1941.
Fuente: Soitu.es