Murieron vacunos, cuyos restos están siendo estudiados.
Denunciaron contaminación en una zona rural del distrito Los Laureles.
Orlando Coco Moschén, un productor agropecuario de Costa Itatí, denunció la presencia de bidones con restos de fosforados y agroquímicos, que presuntamente habían sido utilizados para actividades agrícolas y que estaban tirados en una zanja contigua a su campo, en una zona de aguas limpias. Pero los restos de esos elementos químicos fueron arrastrados por la lluvia por un zanjón, de donde tomaron agua 25 vacas, que terminaron muriendo. Por este hecho se efectuó una denuncia en la Unidad Regional IX y ahora la Facultad de Veterinaria está analizando los restos de los animales muertos. “Esta era un agua cristalina nacida de vertiente, que hasta hace poco para mí era la riqueza que yo tenía para los animales. Ahora está todo contaminado”, lamentó el hombre.
Los bidones, con restos de insecticidas caseros, se encontraron en una zona de aguas limpias que nacían en cercanías de un barrio y de ese campo en el distrito Los Laureles, en el departamento General Obligado de la provincia de Santa Fe.
“Esto viene ocurriendo desde hace unos diez meses a esta parte, tuve problemas gravísimos porque se murieron vacas con crías, es decir, que se me morían dos animales a la vez”, relató Moschén, quien precisó: “Hicimos las suposiciones e investigaciones y no supimos qué podría ser. El veterinario me dijo que era algo contaminante lo que estaba produciendo estas muertes y empezamos a analizar más profundamente. Y esto sucedía después de cada lluvia”.
Los restos de los elementos químicos eran arrastrados cada vez que llovía por un zanjón que atraviesa todo el campo de su propiedad. Y según indicó, “es un agua de vertiente especial, donde los animales tomaban agua. Allí descubrimos los bidones de fosforados y agroquímicos de distintas clases”.
De ese zanjón bebían las vacas y, cada vez que se producían precipitaciones, moría un buen número de ganado. Pero además, en días de calor, muchos chicos del barrio Itatí de Los Laureles se bañaban en esas aguas, corriendo peligro al estar en contacto con esta contaminación.
Según se informó en Radio Amanecer, la Comuna de Los Laureles, presidida por Juan Antonio Chapero, conoce el tema. Incluso se realizó una denuncia correspondiente en la Unidad Regional IX, se hicieron eco profesionales de la agronomía y la Facultad de Veterinaria está analizando los restos de los animales muertos.
“Esta era un agua cristalina nacida de vertiente, era un lujo ver esta agua, que hasta hace poco para mí era la riqueza que yo tenía para los animales. Ahora está todo contaminado”, dijo Moschén. Y esa agua desemboca en el río San Javier corriendo hacia el sur, desde donde la Cooperativa de Servicios Públicos de Romang realiza la provisión del agua potable para esa localidad. En este contexto, quedará en manos de la Justicia determinar quién fue la persona que efectuó el volcamiento.
“Este es uno de los momentos más críticos en mi vida como productor ganadero, porque además de los animales que se me han muerto está la preocupación de saber con qué calidad de agua me quedo y además, lo más grave es lo que puede pasar si los chicos se siguen bañando en esas aguas”, concluyó.