Por: Mario WainfeldLa cobertura del Multimedios Clarín sobre el caso Nahuel propagó y multiplicó la narrativa de Bullrich. Día a día fue inculpando a Rafita Nahuel. En las notas cotidianas y hasta en las columnas del principal editorialista del diario se adujeron los embustes del tiroteo cruzado, de las huellas de pólvora. Hasta inventaron un dictamen del Instituto Balseiro que jamás existió. Tal vez se confundieron con otro del Centro Atómico Bariloche, todos nos equivocamos de vez en cuando. Pero no es error sino mala fe “jugar” para que quede impune el asesinato de un joven militante.
Cuando se conoció la sentencia de la Cámara de General Roca, Clarín escondió la noticia en la página 8, en una nota “B” (la ubicada en la parte de abajo). Cero alusiones en tapa: a invisibilizar, a invisibilizar.
El título honra la tradición de la Masacre de Avellaneda. “Ordenan detener a un prefecto por la muerte de Nahuel”. “Muerte”, subterfugio típico para no decir homicidio. “Detener” y no “procesar”, otro detalle. En suma, ahora dicen que la nueva crisis causó un nuevo muerto.
El pedido de la Corte al Tribunal Oral Federal 2 (TOF 2) fue título de tapa, motivo de indignación y campaña del gobierno. La historia respectiva fue distorsionada, salvo en los medios críticos.
Fuente: Diario PáginaI12