lunes, 1 de junio de 2009

Carlos Gabetta: “Debemos recuperar el afán crítico y participativo”

El periodista y director de la edición Cono Sur de Le Monde Diplomatique inauguró el ciclo de conferencias Pensar la Nación. Habló sobre el modelo de país que los argentinos buscan.
En el marco de conferencias organizadas por la Universidad Nacional del Litoral por la celebración del Bicentenario de la Nación, el periodista Carlos Gabetta disertó sobre el significado de estas fechas patrias e invitó a reflexionar sobre el modelo de país que quieren los argentinos.
Siguiendo un camino reflexivo que lo llevaría hasta la sociedad actual, el director de Le Monde Diplomatique edición Cono Sur repasó los logros y desaciertos de distintos gobiernos argentinos a lo largo de la historia nacional.
Los argentinos deben terminar con la idea de transgresión permanente. Debe haber un mayor respeto por las reglas alrededor de las que todo el mundo acuerda.”
En ese recorrido, destacó que para que un país salga adelante es necesario que las ideas de la generación de dirigentes sean materializadas, y además, que la situación local y la internacional converjan y se llegue así a una dialéctica superadora.
Según el periodista, Argentina tuvo avances prodigiosos en varias oportunidades, entre ellas, con la Generación del 80 y con el primer gobierno peronista, pero que -sin embargo- en ambas instancias se traicionaron los principios fundantes de los modelos.
“En casi todo el siglo XX, fuimos el país más igualitario de América latina; en los años 50 éramos el más avanzado en materia de la participación de los trabajadores. Pero duró poco, y así somos. Hay momentos en los que damos grandes saltos sobre la base de condiciones materiales y humanas excelentes que despiertan envidia en el resto del mundo, pero hay algo en nosotros que nos impide constituirnos realmente como Nación”, señaló.
Sin embargo, destacó que los procesos históricos y sociales son como organismos vivos, muy complejos, que tienen momentos de extremada euforia y salud, y otros de debilidad y enfermedad, a veces se enferman gravemente: “A nosotros nos ha pasado más de una vez. Si se entienden así las cosas, lo importante es saber qué esta pasando y dónde tenemos que mirar para modificar la situación”.
Y continuó: “La creación de una república es más complejo que el consenso sobre una religión o la unificación del idioma. Una república acoge en su centro a todas las características y diversidades, garantiza los mismos derechos: las grandes naciones se formaron en siglos”.

Idiosincrasia argentina
Con anécdotas personales, Gabetta se aproximó al público que lo escuchaba en el Paraninfo, y subrayó conductas que conforman la idiosincrasia argentina y que deben ser cambiadas si lo que se quiere es desarrollar las potencialidades que tiene el país: “Ser un país desarrollado no consiste solamente en tener desarrollo económico sino en la existencia o no de pactos en la sociedad que la gran mayoría respeta: desde no pasar los semáforos en rojo a pagar los impuestos o no ser impuntual”.
En este sentido, reiteró que Argentina es un país “lleno de potencialidades”, pero que no llegan a realizarse: “En los países de Europa también hay corrupción y malas personas; son sociedades humanas, pero hay un paraguas institucional y hay en la sociedad un verdadero respeto por una cantidad de reglas consensuadas. Allá, uno no puede jactarse de que no pagó un impuesto; en cambio aquí estamos en un círculo vicioso e infernal donde decimos: yo no pago impuestos porque total mirá lo que hace el Estado con la plata. Y no salimos de esta rueda”, expresó.
“Tenemos que dejar de ser cancheros -continuó- debemos aceptar las responsabilidades, ser puntuales y pensar con seriedad. Yo no creo en absoluto que los problemas de una sociedad se resuelvan por la alta política, sólo por lo que pasa dentro de las instituciones. Los ciudadanos somos responsables de eso”, expresó.
Cada sociedad tiene la dirigencia política y la burocracia que es capaz de generar. Nuestros políticos actúan como lo hacen porque la sociedad se los ha permitido.”

Desafíos extraordinarios

Sin embargo, con un tono y una cadencia de mentor en su voz, Gabetta finalizó la conferencia con una nota positiva. El periodista señaló que los argentinos deben aprovechar las enseñanzas de su propia historia, las que les dejaron los momentos de progreso y de retroceso para hacer un buen diagnóstico y avanzar.
“Hay una crisis internacional que es no sólo financiera, sino de los modos de producción capitalista. Con esto no estoy diciendo que el capitalismo se cae y resurge el socialismo. Sino que los procesos históricos son largos, complejos y contradictorios, pero lo que es evidente es que en la producción capitalista -gracias a los desarrollos científicos y tecnológicos que el mismo se ha procurado- el trabajo humano es cada vez menos necesario”, dijo.
Y agregó: “Pero además hay otro tipo de crisis: la ambiental. Se están acabando los recursos naturales, está llegando el cambio climático y la población crece. En este contexto, a la humanidad se le presentan desafíos extraordinarios. Es necesario que no sólo nuestro país, sino todos, empiecen a proyectar las soluciones”.
En esta coyuntura, Gabetta considera que el porvenir más óptimo pude ser alcanzado por los países periféricos al fortalecer la región: “Pienso que nuestro porvenir es unirnos al resto de las naciones latinoamericanas, debemos dejar de ser países latinoamericanos y convertirnos en una nación latinoamericana”, sentenció.
Pero para alcanzar esta unidad, el periodista cree que el primer paso debe ser dado a nivel local: “Tenemos que cambiar la idea que los argentinos tenemos de nosotros mismos. A veces, este país me duele. Habiendo vivido en Estados que son cinco veces más pequeños, donde hay problemas de espacio, pero donde uno ve que la gente vive muchísimo mejor que nosotros me ha llevado a preguntarme qué es el desarrollo”.
La respuesta a la pregunta no tardó en llegar: “El desarrollo es una cuestión económica, por supuesto, implica la fortaleza de las fuerzas productivas, pero además, significa el respeto de reglas alrededor de las que todo el mundo acuerda y sobre todo aquellas que no están escrita”, reflexionó.
En este sentido, opinó que los argentinos deben terminar con la idea de transgresión permanente: “Hay que romper el círculo vicioso que hace que porque el Estado utiliza mal los recursos, no pagamos los impuestos. Por el contrario, tenemos que hacer el aporte y luego exigir al Estado que los utilice bien”, aseguró.
Asimismo, dijo que de esa introspección -de ese diálogo social que se debe el país- deben participar no sólo los intelectuales, sino también las organizaciones vecinales, las ONG, los movimientos cooperativos, los sindicatos: “Sólo de esta forma, podremos acabar con nuestros usos y costumbres viciados, con esta manía de sabotearnos a nosotros mismos”.
Una de las preguntas del público refirió a la calidad de la clase dirigente que tiene Argentina actualmente. Nuevamente, las palabras del periodista incluyeron las dos versiones del problema: “En primer lugar creo que cada sociedad tiene la dirigencia política y la burocracia que es capaz de generar. Creo que nuestros políticos actúan de la forma que lo hacen porque la sociedad se los ha permitido.
“Los argentinos hemos aceptamos determinadas reglas del juego, no es casual que ahora haya famosos como candidatos, evidentemente, son fórmulas que funcionan. En este escenario, nos molesta, debemos preguntarnos qué hicimos cada uno de nosotros, cómo actuó el sindicato al que pertenecemos, el lugar donde trabajamos”.
Respecto a la burocracia, siguió el mismo análisis: “Es cierto que está marcada por la ineficacia y la corrupción. Pero también es verdad que tenemos un sector de la administración pública que funciona muy bien: el sector educativo es un ejemplo de ello. Si no fuera por los maestros y profesores, la crisis sería aún más profunda”.
Además, expresó que todas las reformas y modificaciones deben hacerse de manera progresiva: “Es correcto querer reducir el tamaño del aparato estatal, pero en este momento eso significaría dejar a muchísima gente sin trabajo en una realidad que no les presenta otras alternativas. Entonces, los cambios se pueden hacer, pero debe haber un plan que respalde las decisiones”.
Con respecto a los valores fundacionales que se deben rescatar en épocas de fechas patrias, señaló que los más importantes son el respeto por la verdad, por la honestidad, el afán crítico y participativo: “En pocas palabras, estamos hablando de una actitud ciudadana”, finalizó Gabetta.

Trayectoria
Carlos Gabetta fue jefe de redacción del quincenario político Discusión; analista político de la agencia Noticias Argentinas y redactor del semanario Panorama; tras el exilio, en 1977, asumió la jefatura de la sección latinoamericana del semanario parisino Politique Hebdo, y comenzó a trabajar como colaborador de Le Monde Diplomatique sobre temas políticos y económicos latinoamericanos. Hoy es el director de la edición Cono Sur.


Fuente:
Diario Uno, Santa Fe

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