Sergio Fernández Novoa estuvo en la cocina del texto. El Gobierno presentó un proyecto que pretende reemplazar una norma de la dictadura. Uno de sus creadores explica, caso por caso, cómo afectará al tablero mediático.
Por Graciela Moreno
Desde 1980, los medios de comunicación en la Argentina se rigen por una ley de radiodifusión creada por Jorge Rafael Videla. Obsoleta como pocas, ni tiene en cuenta al cable. Finalmente, ante un auditorio repleto, fue presentado por la presidenta Cristina Fernández el nuevo proyecto de ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, un libro de 150 páginas que está abierto al debate y que podría regular todo lo que pasa por los medios. Sergio Fernández Novoa, vicepresidente de la agencia de noticias TelAm y ex coordinador general del ComFeR del 2003 al 2008, analiza cómo impactarán los cambios propuestos en el mapa actual de medios. Adelanta, además, que antes de mitad de año aspiran a que se defina la norma para digitalizar la televisión.
¿Por qué sintieron la necesidad de crear justo ahora este proyecto?
Porque es una deuda pendiente de la democracia. Una cosa que se escapa es la gravitación que los medios de comunicación tienen en el derrotero cotidiano de una sociedad. Hay un dato que siempre digo: es necesario llegar a las personas de a pie, a la gente común, a las madres que tienen chicos que están cuatro horas promedio por día frente a la televisión y que pasan más tiempo frente a la pantalla que en la escuela. A pocas cosas les damos una ubicación de tiempo y espacio de tanto privilegio como al televisor. Los medios nos tematizan, nos marcan la agenda, nos dicen si hoy la discusión más importante es la inseguridad, mañana la sequía y hace un año era el conflicto del campo, y ellos se proponen que haya un tema único cuando en realidad a la sociedad argentina le pasan muchas más cosas. A veces los grandes medios de comunicación son más peligrosos por lo que no dicen que por lo que dicen. Hay toda una realidad que se oculta y que no aparece. Por ejemplo, el debate acerca de los medios. Hemos podido debatir un modelo de justicia, de jubilación, entre otros, pero sobre los medios de comunicación parece que está prohibido. La trampa que nos ponen siempre es que dicen que se atenta contra la libertad de prensa.
¿Por qué sectores se sienten más atacados?
Escuchaba a legisladores de la oposición, que más que legisladores parecen representantes de los grupos mediáticos de los últimos tiempos, diciendo: este gobierno hace esta ley para controlar a los medios. En este país existe la más absoluta libertad de expresión. La decisión de gobierno es coartar los monopolios. Monopolio es igual a censura, entonces en la medida que tengamos más actores participando del escenario de la comunicación de la Argentina, seguramente vamos a tener más posibilidades de vivir en serio en una sociedad democrática. La ley pondrá límites a la propiedad de licencias, establecerá reglas claras para la no transmisión en cadena de los medios ubicados en cualquier lugar del país (salvo de manera eventual), especialmente en la Capital Federal. Si ibas al interior, en los últimos años y cada vez más, se escuchaban los mismos periodistas de Capital Federal. Esto significa que la sociedad no tiene la información que necesita, sabe que hay un paro de subte, pero no si hay una ruta cortada.
¿Cuánto tiempo durarán las nuevas licencias?
Habrá un limite de licencias para la transmisión por aire, los que ocupan el espectro radioeléctrico (lo que se transmite y llega en forma gratuita) van a tener un límite de diez licencias, ahora tenían 24 en total. Y los que transmiten por vínculo físico (se paga abono y no se ocupa el espacio) tendrán un límite de 24.
¿Habrá nuevos jugadores?
La ley anterior sólo permitía el acceso a licencias a las personas físicas o a las sociedades comerciales, por lo tanto los que eran personas jurídicas no comerciales no podían tener una radio o un canal de televisión en la Argentina, como las cooperativas, asociaciones civiles sin fines de lucro, radios comunitarias y alternativas. Ahora no sólo pueden, sino que deberán acceder a un tercio del espectro radioeléctrico, que hasta ahora estaba ocupado casi en un cien por ciento por los privados comerciales. Salvo la radio de las Madres de Plaza de Mayo, el resto es todo comercial. Esto no significa que vamos a bajar medios. Va a haber un período de 365 días para la adaptación. Una vez que esta ley sea promulgada, los medios deberán adecuarse.
El ComFeR desaparece y nace un nuevo organismo, ¿quién lo dirigirá?
Se creará la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual. El titular no va a ser más una sola persona, habrá un directorio integrado por cinco personas, tres puestos por el Poder Ejecutivo y dos representantes a propuesta de la comisión bicameral, por la segunda y la tercera minoría parlamentaria.
¿En qué cambiará el mapa de medios actual, por ejemplo en el caso de Canal 9, donde el 70 por ciento pertenece a un grupo mexicano?
Respetando lo que marca la Ley de Bienes Culturales, sólo hasta el 30 por ciento podrá estar en manos extranjeras. Por lo cual, si algún medio no lo tiene resuelto tendrá que resolverlo. En el caso de Canal 9 hay un pedido de un titular de ese medio que tiene nacionalidad estadounidense. La Argentina, desde 1994, tiene un convenio de reciprocidad con Estados Unidos que nos dice que a los fines de la propiedad de los medios, entre otras cosas, los norteamericanos son tomados como un argentino. Entonces si tiene nacionalidad estadounidense no lo contemplamos como extranjero. Sólo ocurre esto con Estados Unidos.
En Telefé, donde está Telefónica, ¿qué pasará finalmente?
Los prestadores de servicios públicos que no podían acceder hasta ahora al mundo audiovisual de los medios, podrán hacerlo. Telefónica va a poder dar televisión, al igual que Telecom y las cooperativas de todo el país. Telefónica podrá competir en el cable y en el triple play. Esto era, hasta ahora, resistido por varios sectores. Lo que cuida la ley es que no haya un abuso de posición dominante. Lo único que tendrán que resolver es cómo queda el capital extranjero, ya que no pueden superar el 30 por ciento.
En el caso del Grupo Clarín, ¿cómo se verá afectado?
Está prohibido que se comparta la titularidad de un canal de cable y otro de aire en la misma zona de influencia. Si bien uno de los temas que más se escucharon fue que esta ley los perjudicaría, en Estados Unidos no se permite la propiedad cruzada de medios y acá no está planteado. Allá no se puede tener en una misma ciudad, radio, televisión y diarios. Esto no está incluido en esta ley, pueden tener un diario, una radio, un canal de televisión... ¿Qué más puede cambiar en Clarín? Aunque no lo quiero personalizar, si eligen quedarse con la empresa de cable, no pueden tener más de 24 licencias y no más del 35 por ciento del total nacional de abonados.
Por ejemplo, ¿Clarín debería elegir entre Canal 13 y Cablevisión-Multicanal a partir del año de aprobación de la ley?
La autoridad de aplicación tiene un año para reglamentar estas cuestiones, a partir de la entrada en vigencia de la ley. Primero son necesarios sesenta días de debate y después el trámite parlamentario para su aprobación.
En el tema fútbol será obligatorio que los clásicos se vean por televisión abierta. ¿Se le termina el negocio a Torneos y Competencias?
Si me preguntás si los clásicos o los partidos relevantes se van a transmitir por televisión abierta, yo creo que sí. Y le aclaro al periodista Enrique Macaya Márquez, que dijo que los clubes se financiaban por dos vías, y una de esas era la televisación, que nadie dice que los clubes no perciban los derechos, creemos que se deben pagar. En relación a Torneos, creemos que la sociedad argentina va a tener la posibilidad de ver los clásicos en forma gratuita, esa es la noticia.
¿Cómo queda la fusión de Multicanal y Cablevisión? ¿Está aprobada? ¿Puede seguir vigente?
La fusión aún no está aprobada para el ComFeR. Una cosa es lo resuelto en Defensa de la Competencia, otra cosa es dentro del ComFeR. Lo que pasará es una resolución que debe tomar el Estado y hasta ahora no la tomó. Al no estar resuelto ese tema, no sabemos cuántas licencias tienen.
¿Mientras se debata este proyecto el ComFeR seguirá con su idea de vender pliegos para radios y cables?
Sí, mientras estemos discutiendo la ley, se comenzarán a vender pliegos para acceder a la televisión por suscripción. Desde el 2000 que no se vendían pliegos. En el tema radios, hace dos meses, el ComFeR abrió concursos para cincuenta radios de amplitud modulada en toda la Argentina. Ahora se prorrogó por sesenta días, vencía en marzo la presentación de las carpetas. Pero estos pliegos no contemplan Capital, sólo son del interior.
En pocos días más saldrá una radio nueva al aire, la AM 750, de Víctor Santa María, secretario general del sindicato de encargados de edificios. ¿Habrá más novedades en el espectro radioeléctrico?
No me consta que sea el titular, pero es cierto que hubo un concurso del ComFeR hace dos años, participaron cinco oferentes y ganó una propuesta. La nueva frecuencia se escuchará en pocos días.
¿Para cuándo estará definida la norma de televisión digital, que no está contenida aún en este proyecto? ¿Será definitivamente la japonesa?
Es la que más me gusta, la más versátil y la que tiene mayor posibilidad de compresión. Ya la tienen los brasileños, aunque los uruguayos y colombianos eligieron la europea. Si definimos esa norma y logramos que otros países decidan igual, podremos establecer redes de frecuencia única en América latina. Aunque Hugo Chávez, desde Venezuela, prefiere la norma china...
¿Cuándo llegará la digitalización?
Hoy el espectro de televisión abierta está casi cubierto. Cuando hagamos la digitalización va a haber lugar para muchos más canales. Aspiro a que mientras discutamos la ley o poco después que se apruebe ya estará resuelta la digitalización. Queremos que sea en el primer semestre. La gran discusión es si los dueños serán los mismos que están o serán otros.
¿O sea que cuando se termine de aprobar esta ley habrá que volver a abrir la discusión para saber cómo cambia el panorama con la nueva norma?
Pero será más fácil, menos complicado.
Fuente: Revista Veintitrés