jueves, 21 de noviembre de 2024

Más ataques de Javier Milei a las y los periodistas

No lo naturalizamos. Que Milei publique una vez más un tuit contra les periodistas, que haga de estos posteos una práctica sistemática, que plantee una pelea entre dos bandos y afirme que ha llegado el momento de la venganza -poniendo así en riesgo la integridad de les trabajadorxs de prensa-, es inadmisible. Desde el Sindicato de Prensa Rosario repudiamos los discursos violentos en general, especialmente cuando provienen del primer mandatario, rechazamos las generalizaciones que promueve el presidente al identificar la práctica del periodismo con el hecho de mentir, calumniar, injuriar y extorsionar, y responsabilizamos a Milei y a su Gobierno por cualquier ataque contra la prensa. Defendemos la libertad de expresión y el trabajo periodístico ético y responsable porque son fundamentales para una democracia robusta. La violencia no, y no puede convertirse en moneda corriente.
Sindicato de Prensa Rosario

El presidente Javier Milei profundiza su ataque a periodistas y trabajadores de prensa, poniendo en riesgo su integridad fisica
La reciente declaración de que los periodistas o trabajadores de prensa deben "bancarse el vuelto" por su labor, dicho por la cabeza del Poder Ejecutivo, resulta de una gravedad absoluta y se constituye en una potencial amenaza para todos los trabajadores de prensa.

En su última declaración contra la prensa, previo a un nuevo desbarranque contra el periodista Alejandro Bercovich, Milei escala su ataque verbal contra el periodismo, esta vez considerando que la prensa puede ser agredida por sus opiniones.

Es un avasallamiento e intento de disciplinamiento a la libertad de expresión, aspecto que ya se observa hace tiempo en las redes sociales con "milicias digitales" del oficialismo que hostigan y acosan a periodistas y usuarios.

Hacemos responsable al presidente Javier Milei y al Gobierno nacional por cualquier hecho de violencia que pueda ocurrir contra la prensa y llamamos a los funcionarios a garantizar la libertad de prensa y la integridad fisica de los trabajadores de prensa.
FATPren

Amenazas del presidente contra el periodismo
La Asociación de Prensa de Santa Fe repudia las violentas declaraciones del presidente Javier Milei que aseguró, en tono de amenaza, que a los periodistas "nos llegó la hora".

Además, en su diatriba, sostuvo que todos los periodistas somos "extorsionadores", "torturadores" y "delincuentes". Como acostumbra, el mandatario no brindó ningún nombre concreto ni presentó prueba alguna de las graves acusaciones.

En su lugar realizó un ataque generalizado contra el periodismo crítico de su gestión. Justamente su agresión contra los trabajadores de prensa está destinada a infundir temor para acallar las críticas de cualquiera que no aplauda todo lo actuado por su gobierno.

Por si quedaba alguna duda de cómo deben ser interpretadas las amenazas del presidente, en un acto oficialista financiado con dinero del Estado recientemente se presentó un grupo ultraderechista que dijo ser el "brazo armado del presidente".

Hacemos responsable al gobierno de cualquier hecho que afecte la integridad de las y los periodistas santafesinos.
Por nuestra parte seguiremos respaldando la labor informativa de todos y cada uno de los trabajadores y trabajadoras de prensa de Santa Fe.
Asociación de Prensa de Santa Fe

"Les llegó el momento de tener que bancarse el vuelto"
En ese extenso posteo en X, el Presidente, con tono amenazante, consideró que "gracias a las redes sociales se les terminó el privilegio de casta que han tenido durante tanto tiempo y que han ejercido con tanta violencia".

El presidente Javier Milei volvió a atacar a los periodistas, a quienes acusó de "haber mentido, calumniado, injuriado y hasta haber cometido delitos de extorsión" mediante el "monopolio de la palabra", y advirtió que "les llegó el momento de tener que bancarse el vuelto".

El mensaje llega luego de que Agustín Laje, director del nuevo think-tank libertario Fundación Faro, asegurara en el acto de lanzamiento de la agrupación Las Fuerzas del Cielo que "los periodistas ensobrados se han ganado el legítimo odio de la sociedad civil", lo que le valió críticas de comunicadores.

"A gran parte del periodismo le gusta el boxeo duro con dosis extremas de violencia, con la particularidad que su rival tiene que estar atado de pies y manos" y "muchas veces es extorsionado para que no le peguen tanto", sostuvo Milei este miércoles en un extenso posteo en X.

"Sin embargo, gracias a la tecnología, los celulares y las redes sociales, los delincuentes del micrófono hoy ven que sus víctimas no sólo han logrado desatarse sino que además tienen gran capacidad de respuestas", señaló, y afirmó que los periodistas "son bastante menos que mediocres frente a un rival endurecido fruto del castigo asimétrico".

"A estos pseudoperiodistas les quiero decir que les llegó el momento de tener que bancarse el vuelto por haber mentido, calumniado, injuriado y hasta haber cometido delitos de extorsión", sostuvo el Presidente. "Gracias a las redes sociales se les terminó el privilegio de casta que han tenido durante tanto tiempo y que han ejercido con tanta violencia", añadió.

"Por eso, acepten que el mundo cambió para bien y a ustedes se les acabó el monopolio de la palabra. Es hora de que laburen honestamente. Les llegó la hora de competir de modo limpio. Sí, ahora van a ganar menos dinero, pero eso es normal en un mercado libre", concluyó.

Durante el acto de lanzamiento de Las Fuerzas del Cielo que se realizó el domingo pasado en San Miguel, Laje apuntó contra el periodismo y, en particular, contra Marcelo Longobardi. "Vayan a ver cuántas visitas tienen los videos de Longobardi en las redes sociales. A estos tipos en realidad nadie los quería escuchar, pero éramos esclavos de tener una cajita boba con un par de canales haciendo zapping", aseguró.

"Me llama la atención que estas cosas pasen y se naturalicen. No solamente por mí. Es por Luciana Geuna, por los esbirros de La Nación, los compañeros de TN. Se ha naturalizado la violencia", respondió Longobardi este martes en Radio Rivadavia.

"Nunca trabajé en un medio que no diga una palabra sobre el tema: ni mis compañeros, ni el medio en el que trabajo. Y eso me resulta inaceptable, porque yo no estoy dispuesto a que me insulten todos los días. No lo pienso naturalizar", afirmó durante el pase del martes con Jonathan Viale, que expuso una diferencia entre él y uno de los comunicadores de más llegada al Presidente. Este miércoles, por decisión de Longabordi no hubo pase con su colega.
Primera Fuente

miércoles, 20 de noviembre de 2024

Guatemala: La corte obliga al periodista José Rubén Zamora a volver a prisión

A menos de un mes de que el periodista guatemalteco dejara la cárcel, un fallo revocó repentinamente su arresto domiciliario. Esto ha abierto un debate sobre la independencia judicial en Guatemala. El periodista, fundador y director de elPeriodico, fue detenido en julio de 2022 tras publicar un editorial en el que describe un presunto entramado de corrupción en el gobierno del expresidente Alejandro Giammattei
El periodista guatemalteco José Rubén Zamora llevaba casi un mes en arresto domiciliario, luego de haber pasado 813 días en una cárcel de su país, cuando una Sala de Apelaciones anuló repentinamente el beneficio y le ordenó volver a prisión en un plazo de 48 horas, argumentando que su salida no fue bien justificada por el juez que la otorgó.

Tras ello, los abogados del periodista apelaron ante un tribunal superior que dispuso que la Sala de Apelaciones explique en un plazo de 48 horas el porqué Zamora debe volver a prisión. Eso les permitió ganar algo de tiempo, que ya se agota.

Entre este jueves y viernes se conocerá el desenlace.

El caso ha abierto nuevamente un debate sobre la independencia del sistema de justicia en Guatemala y la persecución a la prensa que, en los últimos años, ha destapado importantes casos de corrupción en el país centroamericano.

Juan Francisco Sandoval conoce de primera mano cómo operan las cortes en Guatemala y tiene claro el porqué una Sala busca regresar al periodista a una cárcel. Sandoval fue titular de la Fiscalía Especial contra la Impunidad (FECI), la misma institución que hoy busca condenar a José Rubén Zamora y que apeló su arresto domiciliario.

Según el exfiscal, galardonado con el premio Campeones Internacionales Anticorrupción, que otorga el Departamento de Estado de Estados Unidos a 12 personas en el mundo, la mitad de las cortes en Guatemala continúan ligadas a grupos de poder, a pesar de haberse renovado el pasado 13 de octubre.

"Hubo un mal proceso de selección de magistrados. De hecho, en un pequeño análisis que hice de la Corte Suprema de Justicia, el 68 % de los magistrados tiene compromisos con lo que denominamos ‘pacto de corruptos’", dijo a la Voz de América.

En el caso de Rubén Zamora, fue la Sala de Apelaciones la que determinó enviarlo a prisión nuevamente.

Según el exfiscal, cuando esas salas fueron electas, hubo un especial interés en que magistrados ligados a grupos de poder las integraran nuevamente, en especial, las que ven casos penales como el de Zamora.

También el presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, condenó la decisión, diciendo que "cualquier resolución en contra de la libertad de expresión es ilegítima" y que "el gobierno guatemalteco tomará medidas para defender la libertad de expresión".
Pocas esperanzas
El panorama no es muy alentador según Sandoval, quien cree que Zamora volverá a prisión. "La única manera en que no ocurra es que le otorguen un amparo provisional por medio de una Cámara y ahí es donde van a demostrar si en realidad hubo un cambio en la Corte Suprema de Justicia", señaló.

La defensa de Zamora ha expresado a varios medios de ese país que la Corte Suprema de Justicia tiene en sus manos enderezar ese tipo de resoluciones.

Cuando Zamora abandonó la cárcel Mariscal Zavala, en la ciudad de Guatemala, el pasado 19 de octubre, salió convencido de que la Fiscalía buscaría regresarlo a prisión nuevamente.

"Estoy extraordinariamente feliz por el apoyo de la prensa independiente, de organizaciones", dijo. "Yo creo que van a tratar de encerrarme otra vez, si me van a volver a traer, los voy a esperar en mi casa, ese tipo de acciones los está acabando a ellos, no a mi", dijo el periodista, fundador del extinto medio elPeriódico.

La acusación
En julio de 2022, la fiscalía allanó la vivienda del periodista y lo detuvo por supuesto lavado de dinero tras haberle pedido a un amigo que bancarizara unos 38.000 dólares que, según Zamora, eran producto de la venta de un cuadro para financiar al medio que dirigía.

Además, lo acusó de obstrucción a la justicia.

La investigación y posterior arresto llegaron luego de que su medio publicó la investigación "La alfombra rusa", que señala al expresidente Alejandro Giammattei de presuntamente haber recibido sobornos de empresarios rusos, envueltos en una alfombra, a cambio de adjudicación de obras.

La fiscal general Consuelo Porras y el jefe de la FECI Rafael Curruchiche, detrás de las acusaciones contra Zamora, fueron sancionados por 40 países que les impiden ingresar a sus territorios tras "obstaculizar la lucha anticorrupción y socavar la democracia en Guatemala".

El pasado 18 de octubre, el juez Erick García le otorgó arresto domiciliario a Zamora alegando que había "excedido los límites establecidos en la ley" y que no representaba peligro de fuga.
Condena ante la revocación del arresto domiciliario
La orden de regreso a prisión de Zamora es una resolución "completamente abusiva y arbitraria", afirmó el presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo.

Arévalo, quien asumió el cargo en enero de este año, prometió en campaña que buscaría sanear la democracia guatemalteca y acabar con la corrupción.

El funcionario visitó a Zamora en su casa donde permanece aun bajo arresto domiciliario, y afirmó que ese ha sido el "más significativo ejemplo del castigo al que fue sometida la prensa durante el régimen de oscuridad y corrupción".

La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) también expresó su "más profundo rechazo y estupor" ante la decisión y enfatizó en que Zamora aún no tiene sentencia.

De igual forma, el Comité de Protección a Periodistas (CPJ) agregó que los "los procesos judiciales deben garantizar un trato justo e imparcial, sin convertirse en herramientas para silenciar el periodismo crítico".

Para Amnistía Internacional, que en agosto de este año declaró a Zamora "preso de conciencia", el riesgo de que el periodista vuelva a prisión es "inminente".

Reporteros sin Fronteras (RSF) condenó la decisión del tribunal de apelación de Guatemala de revocar el arresto domiciliario al periodista José Rubén Zamora y ordenar su regreso a la cárcel. La sentencia, dictada el pasado 15 de noviembre, "es un ejemplo más de la corrupción que afecta el sistema judicial guatemalteco y representa una grave amenaza para la libertad de prensa en el país", señaló RSF.
Fuente: Voz de América

Iyad Alasttal, periodista palestino en el exilio, recibe un premio internacional en Suiza

Iyad Alasttal es un documentalista palestino que vivió en Gaza hasta que se vio obligado a marcharse en febrero de 2024. Estudió cine en la Universidad de Córcega y ha realizado varias películas que abordan cuestiones vinculadas a la comunidad palestina y sus derechos. Ha participado en diversos festivales locales e internacionales y obtenido varios premios. También ha dirigido y producido más de 130 cortometrajes, con el objetivo de resaltar el aspecto positivo y radiante de su país, lejos de la guerra y la destrucción
La ONG Campaña Emblema de Prensa (PEC), que monitorea los ataques a periodistas de todo el mundo, otorgó este miércoles en Suiza su premio anual al periodista palestino Iyad Alasttal, quien actualmente informa desde el exilio en Francia sobre el conflicto en Gaza, de donde tuvo que huir.

La organización aseguró que con este galardón quiere honrar a los periodistas que "han asumido y siguen asumiendo riesgos considerables" al realizar su trabajo, como Alasttal, que, tras escapar en febrero de un ataque en Rafah (sur de la Franja), se trasladó con su familia a Francia, donde siguió informando sobre el conflicto en territorio gazatí.

Además, en 2019 creó el proyecto multimedia ‘Historias de Gaza’, lanzado en la plataforma YouTube y donde, a través de historias particulares, muestra al resto del mundo cómo es la vida cotidiana en la Franja.

Alasttal recordó al recoger el premio que, desde el comienzo del conflicto entre Israel y Hamás el 7 de octubre de 2023, ya son más de 150 los periodistas palestinos que "han sido asesinados por el Ejército israelí" en la Franja de Gaza. 

"Cuando el ocupante mata a un periodista, su micrófono y cámara pasan a otro periodista que trasmitirá el mensaje y la narrativa palestina", añadió Alasttal en la ceremonia de entrega del premio.

En esta misma línea, denunció las restricciones de entrada a los periodistas internacionales a la Franja, que, afirmó, buscan "imponer una única narrativa -la del Ejército israelí- demonizando a los habitantes de Gaza y justificando todas las masacres".

Él mismo trabajó para medios internacionales al comienzo de la guerra. Después de cinco meses bajo bombardeos, incluido uno que casi lo alcanza, se refugió con su familia en Francia en febrero pasado. El premio está dotado con 5000 francos.

También el presidente de la PEC, Blaise Lempen, destacó estos obstáculos al trabajo de los comunicadores en territorio palestino y enfatizó la importancia de las investigaciones independientes sobre los crímenes contra periodistas "para que no haya impunidad y para que los responsables comparezcan ante la justicia".

La PEC concede este premio anualmente desde 2009, cuando reconoció la labor del Centro Palestino para el Desarrollo y la Libertad de los Medios de Comunicación (MADA), ONG fundada en 2006 para promover y defender el derecho a la libertad de expresión y opinión en Palestina. 

El periodista y cineasta palestino nació durante la primera intifada, en Khan Younis, en el sur de la Franja de Gaza. En 2013, tras formarse en audiovisual en la Universidad de Corte en Córcega, regresó a casa y produjo varios documentales en francés, que ganaron varios premios. Hace cinco años lanzó las "Historias de Gaza", que han dado lugar a más de 250 películas o reportajes.
A partir del 7 de octubre de 2023, Iyad Alasttal cubrió la guerra de Gaza desde dentro, en nombre de varios medios de comunicación occidentales. El 12 de febrero, después de cinco meses de sobrevivir en condiciones deplorables, se le permitió reunirse con su familia en Francia, donde vive actualmente.
Foto: Pierre Coudurier
Fuente: Agencia EFE

Los medios abandonan el barco sin rumbo en el que se ha convertido la red X

Por: Ana Zafra Arroyo, Investigadora FPU y profesora de Fotoperiodismo e Imagen Digital, Universidad de Málaga
"Adiós, X. Fue bonito mientras duró" podría ser el comienzo de una despedida entre los medios como el español La Vanguardia o el británico The Guardian y el antiguo Twitter. Aparentemente, se trataba de una relación con futuro. La plataforma ofrecía diálogo directo con los usuarios, fuentes más accesibles, seguimiento de la actualidad al minuto… ¿Qué podría salir mal?

En 2009, Twitter pasó de 5 a 71 millones de usuarios y el atractivo de aquel pajarito azul no pasó desapercibido para los medios más innovadores. El Instituto Reuter, un centro de investigación referente en el estudio del periodismo, mencionó en su informe anual de 2012 la estrategia del periódico The Guardian orientada a explotar el potencial de redes como Twitter.

En aquel momento, su encuesta cuantificó que un 43 % de los jóvenes utilizaba plataformas como Facebook y Twitter. Uno de cada cuatro contenidos eran noticias integradas en un flujo constante de comentarios, enlaces, imágenes y vídeos. Poco más de una década más tarde, el diario británico The Guardian ha anunciado su marcha de X porque "las desventajas pesan más que los beneficios".

Han sido años intensos de relación en los que prácticamente todos los medios han dedicado ingentes recursos económicos y humanos para adaptar sus contenidos, interactuar con los lectores o idear nuevos formatos. Pero fenómenos como la desinformación, el extremismo y la conspiración han intoxicado el ambiente de X hasta el punto de provocar el éxodo de los garantes de un debate veraz.

Algunos expertos en la materia no comparten la decisión de abandonar. Según Ramón Salaverría, "el lugar donde es más necesario una información de calidad es donde predomina la desinformación".

El principio del fin o cuando Elon Musk se adueñó de Twitter
Cuando Elon Musk compró Twitter en 2022, lo llamó X y su color corporativo dejó de ser azul para volverse negro, que paradójicamente es el color del luto. La red despidió a casi el 80 % de sus trabajadores y suprimió el departamento que moderaba los contenidos. Ante un panorama tan preocupante, caras visibles de la UE como Enmanuel Macron exigieron una mayor regulación.

Las deficiencias en la transparencia de los sistemas algorítmicos o en la moderación de contenidos eran evidentes. Pero, con la Digital Service Act (DSA) y la Digital Market Act (DMA) recién aprobadas, Musk trasladó a la opinión pública la idea de que regular las redes restringe la libertad de expresión. En la actualidad, X está siendo investigada por incumplimiento de la DSA y ha abandonado el Código de buenas prácticas en materia de desinformación.

Este código fue una medida autorregulatoria. Según la UE, “corresponde a los signatarios decidir qué compromisos suscriben y es su responsabilidad garantizar la eficacia de la aplicación de sus compromisos”. Sin embargo, este mecanismo tiene una eficacia muy cuestionada. Además de la autorregulación, existen otras formas de gobernanza no centradas en el Estado. Por ejemplo, el denominado modelo de "múltiples partes interesadas" o multistakeholder, en inglés.

Estos modelos se han considerado una mejor práctica en la gobernanza de internet por parte de la UE ya que no se relacionan con medidas represivas. Pero los modelos de múltiples partes interesadas poseen algunos inconvenientes. La participación de las plataformas en ocasiones es superficial, privilegia a ciertos actores sobre otros e incluso puede deberse más a consideraciones de relaciones públicas que a un cambio de actitud.

Hasta la DSA y la DMA, la estrategia había sido evitar la regulación a toda costa. Aunque, en el contexto actual, las empresas tecnológicas se han dado cuenta de que su mejor opción es la denominada como "cooperación preventiva", es decir, participar en el proceso legislativo para terminar con leyes que sean lo más débiles y flexibles posibles para ellas.

Redes sociales donde no hay ley
Así, X, Google o Facebook se han consagrado en las legislaciones actuales como servicios intermediarios con escasa o nula responsabilidad editorial. No están sujetas, por regla general, a las obligaciones derivadas de la legislación sobre medios de comunicación. Esto es, normas deontológicas para la profesión periodística, reglas sobre responsabilidad editorial de contenidos, financiación, estatus fiscal, derechos de autor e ingresos por noticias.

La digitalidad ha desdibujado los límites de qué es un medio y qué es un pseudomedio, qué es información veraz y qué es una desinformación, qué es libertad de expresión y qué es derecho a la información.

Usuarios anónimos, influencers y periodistas difunden contenidos a través de grandes plataformas que se benefician de costes de distribución bajos y monetizan contenido creado por otros. Los contenidos, que pueden ser tanto teorías de la conspiración como información veraz, circulan por X en condiciones desiguales, pues los sistemas algorítmicos premian la viralidad característica de desinformaciones. De momento, las normas europeas no asustan al propietario de X.

La desconfianza hacia las noticias, las instituciones, el discurso antistablishment y la conspiración acaban de situar a Donald Trump en el Gobierno de los EE. UU. Musk, que siempre abogó por la no intervención en las redes, ahora tiene un asiento reservado en el Gobierno de los EE. UU. Desde ahí podrá seguir controlando hacia dónde soplan los vientos mientras los medios de comunicación referentes comienzan a abandonar este barco sin rumbo.
Fuente: The Conversation 

martes, 19 de noviembre de 2024

Hacer periodismo comunitario amplía voces y democratiza

La periodista guatemalteca Quimy De León, cofundadora de la agencia independiente Prensa Comunitaria, será galardonada junto a cuatro mujeres más, con el Premio Internacional de la Libertad de Prensa del CPJ. En entrevista con la VOA, habló de los desafíos y los logros de su carrera
Por: Eugenia Sagastume y Karen Sánchez
Posicionar y dar a conocer el periodismo y a los periodistas comunitarios, y colocar los derechos humanos en la agenda mediática son los principales logros del trabajo de la periodista Quimy De León, una de las cuatro ganadoras de este año del Premio Internacional de la Libertad de Prensa del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés).

Así lo relató la comunicadora a la Voz de América, quien recibirá el galardón, junto a tres periodistas más: Shrouq Al Aila, Alsu Kurmasheva y Samira Sabou.

A raíz de la necesidad de contar el impacto de la llegada en 2011 de las empresas extractivas a diferentes comunidades y la movilización social que se había generado, De León fundó , el medio digital Prensa Comunitaria en el municipio de Santa Hulalia, en Huehuetenango. Lo hizo junto con otros periodistas, antropólogos e historiadores y este medio ya con 80 corresponsales comunitarios.

Además, en 2017 creó Ruda, una revista digital feminista dedicada a los derechos sexuales y reproductivos «dirigido a mujeres diversas, de todas las edades, de todos los pueblos, tanto en las ciudades como en los territorios. Y que busca contribuir a colocar también los temas de interés comunitario, gremial, organizativo de las mujeres en la agenda de los medios", explicó la periodista premiada.

De León dijo su labor en el ejercicio del periodismo comunitario y como feminista «contribuye a ampliar las voces y democratiza también el espectro en los medios coloca voces diversas, coloca otras agendas, otros temas".

El peso del periodismo comunitario
Para De León, el periodismo comunitario es vital en la sociedad actual, pues "es el que propone poner el énfasis en la gente, en las actividades, las acciones, la vida, la mirada y la lectura que hace la gente de su propia realidad".

Además, añadió, en las soluciones. Y, en este sentido, el periodismo comunitario es clave para hacer eco de esas preocupaciones e, incluso, escuchar voces que no son tenidas en cuenta, y que va más allá del gobierno y las empresas, como "la autoría indígena, la autoría comunitaria, las mujeres involucradas en todas las formas organizativas posibles, estudiantes universitarios, docentes universitarios o la gente que tiene algo que decir sobre un problema, sobre una noticia".

Francisco Simón Francisco, Coordinador de la red de periodistas comunitarios, explicó a la VOA que "estas formas de hacer periodismo son propias de las comunidades, primero porque se están reivindicando de un hecho, segundo porque son sus propios comunitarios quienes hacen la comunicación y tercero, la comunicación viene en sus idiomas mayas".

Además del trabajo periodístico, Prensa Comunitaria y algunas de sus integrantes están vinculadas a organizaciones locales, territoriales, incluyendo de mujeres mestizas e indígenas, y crean espacios para colocar temas de interés en la agenda mediática.

Lucy Chay, la jefa de redacción de Prensa Comunitaria, explicó que la idea es que las mujeres "puedan explicar cómo ellas han podido salir de toda esa marginación, de todo ese machismo que hay en las comunidades, como ellas se han destacado y como ellas han apoyado a su familia y a sus comunidades".

Desafíos latentes
De acuerdo con el CPJ, las periodistas premiadas este año, que cubren Gaza, Guatemala, Níger y Rusia, han tenido que enfrentar desafíos excepcionales para seguir informando sobre sus comunidades, "mientras experimentan guerra, prisión, represión gubernamental y una creciente criminalización de su trabajo".

En el caso de la periodista guatemalteca, quien además es historiadora y profesional de la salud con más de 20 años de trayectoria, los retos en su trabajo van desde ser reconocidos como periodistas comunitarios hasta salvaguardar su integridad.

"Hay un señalamiento que para nosotros no lo es, que es que el periodismo comunitario es activismo o el periodismo feministas es activismo. Y eso lo que significa, de fondo, es que se está diciendo que el periodismo que hacemos no tiene rigor o no cumple con los criterios de periodismo. Y en realidad una cosa no riñe con la con la otra", señaló.

Como medio independiente, y teniendo en cuenta la crisis financiera que atraviesan los medios en el mundo, mantenerse sin muchos recursos también es un gran desafío.

A la vez expresó que "seguir haciendo investigación, de forma segura" en un país donde en su opinión -y a pesar de que "hay un nuevo gobierno que es más democrático y que no está dispuesto a atacar a la prensa"- el espacio cívico y el acceso a la información continúan cerrados.

Según explicó la periodista, el Ministerio Público de su país sigue persiguiendo y amenazado a los periodistas

A propósito, el lunes pasado, el presidente guatemalteco, Bernardo Arévalo, firmó junto al presidente de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), la Declaración de Chapultepec que establece diez principios para la libertad de prensa y expresión en las Américas.

Para la ganadora del premio de la CPJ, "es una muestra de buena voluntad del gobierno actual por defender y proteger la libertad de prensa", pero en su país aún faltan condiciones para que "la prensa esté a salvo y sean respetados [los periodistas], sea respetado el oficio y el ejercicio de la libertad de prensa y de expresión".

Por otro lado, señaló que informar sobre narcotráfico, corrupción, grupos de poder, derechos sexuales y reproductivos, como su medio lo hace, sigue siendo riesgoso.

Mucha satisfacción
De León dice que estar entre las galardonadas del Premio Internacional de la Libertad de Prensa del CPJ con "con otras tres mujeres que están luchando en otros países, incluso mucho más, en condiciones mucho más graves y que han sufrido cárcel, por ejemplo, por hacer su trabajo", la llena de "mucha satisfacción" por su trabajo y el de sus compañeros y la impulsa a seguir laborando por su país.

"Es importante seguir haciendo periodismo en Guatemala porque los desafíos sociales tienen que ver con que la democracia se fortalezca y con que la ciudadanía siga siendo activa para tener una vida mejor", puntualizó la periodista en entrevista con la VOA.

Los premios del CPJ se entregarán el 21 de noviembre, en Nueva York, donde se rendirá también un póstumo homenaje a Christophe Deloire, quien encabezó Reporteros sin Fronteras (RSF) durante 12 años hasta su muerte en junio de 2024. 
Fuente: Voz de América

El periodismo juega un papel clave en la gobernanza global de la IA

Patricia Ventura, doctora en Medios, Comunicación y Cultura por la Universitat Autònoma de Barcelona, habla en TAIGranada sobre ética e IA
Por: José E. Cabrero
La inteligencia artificial plantea un desafío ético enorme. Y en ese camino es fundamental la comunicación. "El periodismo juega un papel clave en la gobernanza global de la IA", afirmó Patricia Ventura, doctora en Medios, Comunicación y Cultura por la Universitat Autònoma de Barcelona. Hay miles de preguntas en el aire: ¿Por qué usamos la tecnología? ¿Cómo surge la mirada política de la tecnología? ¿Quién se beneficia de la optimización de recursos? ¿Quién toma las decisiones?

"Hay tres estrategias en el papel que debe cumplir el periodismo con la IA: informar con rigor, vigilar el uso en otros sector y usarla de manera responsable", apuntó Ventura, que inició la charla dejando patente que no tenemos nada claro, a priori, si las máquinas pueden o no ser inteligentes. Habló de Alan Turing, padre de la IA, de los test para discernir entre humanos y máquinas, y de la idea que debe prevalecer: "Una máquina no puede pensar como un humano porque no percibe el mundo igual que nosotros".

Al otorgar a la máquina capacidades humanas, generamos confusión. "Las máquinas nos van a dominar, van a acabar con nosotros... O al contrario: nos van a hacer mejores. Ese alarmismo crea una narrativa confusa. Es cuestión de sentido común: debemos identificar qué hacen bien las máquinas, pero sin menospreciar las cualidades únicas y genuinas del ser humano". El sentido común -el menos común, ya saben-, parte de una idea clave, dijo Ventura: "Que no hay que dar por bueno todo lo que sale de un algoritmo". Es decir, que por mucho que lo haga una máquina no significa que sea algo objetivo e indiscutible, en absoluto.
La doctora repasó algunos ejemplos de mal uso de la tecnología: desde cómo optimizar la muerte en Gaza, hasta la explotación de trabajadores que llevan un dispositivo de control en un almacén, o la cafetería que mide lo que tardan los camareros en servir... "Esa idea de optimizar los recursos. ¿A quién beneficia? Porque lo mismo esa optimización solo beneficia a unos pocos".

En esa visión crítica de la IA, Ventura recordó que hace nada "la gente pensó que las imágenes de la DANA eran fake". ¿Qué se puede hacer en las redacciones? "Por ejemplo, supervisar el contenido automatizado y nosotros, como ciudadanos, reclamar que haya alguien que se haga responsable de la información". "La IA puede fortalecer el periodismo -terminó Ventura-. Pero hay que poner en valor el factor humano, porque una máquina nunca podrá preguntarse por qué la ciudadanía necesita saber algo. Una máquina no tiene moralidad. La cuestión es ver si sabremos aprovechar la oportunidad".
Fotos: Clara Cerezo
Fuente: El Ideal

lunes, 18 de noviembre de 2024

Presentan un proyecto de Apoyo a los Contenidos Digitales de Medios Comunitarios

Este martes, el diputado provincial Carlos del Frade, del Frente Amplio por la Soberanía, presentará un proyecto de ley en la Cámara de Diputados de Santa Fe, destinado a promover y fortalecer la comunicación popular a través de contenidos digitales. La iniciativa busca crear un programa provincial de apoyo a los medios comunitarios, cooperativos y organizaciones sociales, a fin de facilitar la creación y difusión de contenidos digitales que reflejen la diversidad cultural y las identidades locales de la provincia.

La idea central es garantizar que colectivos populares, comunidades vulnerables y jóvenes en situación de exclusión social puedan acceder a las tecnologías de la información y la comunicación (TICs), para generar y difundir contenidos digitales propios, promoviendo la diversidad cultural y social.

La iniciativa reconoce la brecha digital como un obstáculo significativo, especialmente entre los sectores más empobrecidos, y propone un programa provincial que brinde herramientas tecnológicas, formación y recursos para reducir esa brecha. De esta manera, busca incluir a los jóvenes en el entorno digital, proporcionándoles habilidades valiosas tanto en comunicación como en el uso de tecnologías, lo que contribuirá a su desarrollo personal y laboral a largo plazo.

A través de la creación de contenidos digitales, se pretende que los jóvenes puedan expresar sus realidades, reflejar sus historias y fortalecer su identidad comunitaria, lo cual tiene un impacto positivo en su autoestima y cohesión social. Además, se enfoca en abordar problemáticas como la deserción escolar, el desempleo juvenil y la violencia, proporcionando actividades formativas que favorezcan un estilo de vida saludable y protejan a los jóvenes de situaciones de riesgo.

El proyecto se inspira en la experiencia de la Fundación Pajarito Azul y la Asociación Civil "Sacar la voz", que trabajan en contextos de vulnerabilidad social, especialmente con jóvenes en situación de encierro, brindando talleres de comunicación y producción de contenidos radiales y audiovisuales. 

El "Programa Provincial de Promoción de la Comunicación Popular en la Creación y Difusión de Contenidos Digitales", propone una serie de medidas concretas para fomentar la creación de contenidos digitales que contribuyan al acceso a la información y al empoderamiento de comunidades que suelen estar al margen de los medios de comunicación tradicionales. Entre los objetivos de la ley se destacan:
  • Fomentar la creación de contenidos digitales que reflejen la identidad, cultura y valores de las diversas comunidades provinciales.
  • Apoyo directo a medios comunitarios y organizaciones sociales para la producción y difusión de contenidos digitales.
  • Capacitación en herramientas tecnológicas para mejorar el acceso a los medios digitales en sectores vulnerables.
  • Promoción de la diversidad e inclusión en los contenidos, garantizando la participación ciudadana y el respeto por los derechos humanos.
Beneficiarios y líneas de acción
El proyecto está dirigido principalmente a jóvenes de entre 12 y 35 años, especialmente aquellos en situación de vulnerabilidad socio-económica. También incluye a medios de comunicación comunitarios y cooperativos, que podrán acceder a diferentes tipos de apoyo, tales como:
  • Capacitación gratuita en creación de contenidos digitales, con módulos sobre producción audiovisual, redes sociales, derechos de autor y ética digital.
  • Acceso a equipamiento e infraestructura para el desarrollo de proyectos de comunicación popular.
  • Subsidios y asesoramiento integral para proyectos grupales de comunicación popular que busquen generar ingresos para sus participantes.
  • Además, se destinarán fondos para que los medios comunitarios puedan adquirir equipamiento y mejorar sus infraestructuras, con el fin de optimizar la producción y difusión de contenidos.
Articulación institucional y sostenibilidad
El Ministerio de Igualdad y Desarrollo Humano será la autoridad encargada de la implementación del programa, aunque se prevé una articulación con otras instituciones gubernamentales y organizaciones de la sociedad civil para garantizar su éxito.

El proyecto también contempla la creación de alianzas con plataformas y redes digitales para aumentar la visibilidad de los contenidos generados por los beneficiarios del programa, lo que permitirá a los medios comunitarios obtener recursos adicionales para la sostenibilidad de sus proyectos.

Un paso hacia la democratización de la comunicación
Con este proyecto, del Frade y su equipo buscan avanzar en la democratización de la comunicación en la provincia, promoviendo una mayor pluralidad de voces y una comunicación más inclusiva y representativa de las diversas realidades sociales y culturales del territorio santafesino.

Del Frade destacó que este proyecto representa un paso fundamental hacia la igualdad en el acceso a la comunicación, promoviendo el fortalecimiento de los medios comunitarios y cooperativos como actores clave en la construcción de una sociedad más justa y equitativa.

La propuesta cuenta con el respaldo de diversas organizaciones sociales y grupos de comunicación comunitaria, que celebran esta iniciativa como una herramienta clave para fortalecer las voces populares y promover una comunicación más plural y accesible.

domingo, 17 de noviembre de 2024

Las prohibiciones de libros en EE.UU. muestran una censura velada y reflejan la elección de Trump

El arte de la censura. Practicados entre líneas, los vetos dificultan el acceso a obras supuestamente controvertidas al retirarlas de las bibliotecas públicas
Por: Eduardo Moura
Primero, se llenó de alegría cuando escuchó la noticia. "Yo estaba como, 'Wow'", dice el escritor neoyorquino Robert Jones Jr. ¿La razón? Grupos conservadores estadounidenses querían que su primer libro, "Los Profetas", que fue publicado en Brasil por la editorial Companhia das Letras, fuera prohibido en una biblioteca pública de Estados Unidos. "Me puso en la misma categoría que Toni Morrison y James Baldwin", dice.

En los últimos dos años, el premio Nobel de Morrison de 1993 "The Bluest Eye" ha sufrido al menos 116 prohibiciones en bibliotecas estadounidenses, según un informe de PEN America, una organización que aboga por la libertad de expresión en la literatura.

Según la Asociación Americana de Bibliotecas, la ALA, el libro fue el sexto que sufrió más intentos de prohibirlo en el primer semestre de este año. Baldwin, de la célebre "Habitación de Giovanni", otro medallón de la literatura del país, también es un habitué de las listas de libros prohibidos. "Estas personas escribieron algo tan revolucionario que las autoridades determinaron que no debía ser leído", dice Jones Jr.

El deslumbramiento del autor debutante, sin embargo, pronto se convirtió en tristeza y rabia. Llegó a la conclusión de que era "repugnante, absurdo, impensable, que autores como Baldwin y Morrison fueran prohibidos en ciertos lugares". "Me di cuenta de que podría haber un niño en Texas o Florida que necesitaría leer este libro para saber que no está solo, que no hay nada malo en él, y que no tendrá acceso a él".

"The Prophets" cuenta la historia de dos jóvenes esclavizados en una plantación en el sur de los Estados Unidos, en la década de 1830, que se enamoran. El libro toca directamente temas como la raza, la sexualidad, el género y la religión. Hoy en día, en algunos estados de Estados Unidos, esta es la receta perfecta para llamar la atención de aquellos a quienes les gusta censurar libros.

Según ALA, "The Prophets" fue uno de los 63 títulos que fueron objeto de una solicitud masiva de censura en el estado de Tennessee. La queja colectiva contra ellos se debió a la representación de personajes LGBTQIA+. En la obra de Jones Jr., hay sexo. Nada escandaloso, sobre todo para los brasileños que leen obras como "Menino de Engenho" o "Gabriela, Cravo e Canela" en las escuelas.

"Isaías deslizó su lengua, lenta y suavemente, sobre el pezón de Samuel, que cobró vida en su boca. Los dos gemían", escribe el autor, por ejemplo, en un fragmento de la obra que estuvo en el punto de mira de la censura.

Según PEN, hubo un total de 10.046 casos de prohibiciones de libros en Estados Unidos, que afectaron a 4.231 títulos diferentes en este último año escolar.

El estado de Florida fue el que registró la mayor cantidad de prohibiciones de libros, con 4.561 casos. Iowa ocupa el segundo lugar con 3,671. Las prohibiciones son hechas por los distritos escolares de forma autónoma, pero, como en el caso de Florida, ahora hay un gran sello presente en la legislación estatal.

La organización analizó el contenido de las obras prohibidas en dos o más distritos. Este grupo tenía 1.091 títulos, alrededor de una cuarta parte del total. De estos, el 57% tenía contenido relacionado con el sexo, el 44% incluía personajes no blancos, mientras que el 39% presentaba personajes LGBTQIA+.

No se prohíbe la venta de los libros en las librerías, pero se retiran de los estantes de las bibliotecas públicas o de las escuelas. Los opositores argumentan que se trata de una forma de censura, ya que dificulta el acceso a las obras literarias, especialmente en el caso de los jóvenes de bajos ingresos y vulnerables.

Ser o no ser (censurado)
Además de Toni Morrison y James Baldwin, muchos otros grandes nombres de la literatura mundial tuvieron algunos de sus títulos impugnados por los distritos escolares de los Estados Unidos. Es el caso de Margaret Atwood, con "El cuento de la criada", "Los testamentos" y otras que, en total, fueron objeto de 125 prohibiciones.

Stephen King tenía al menos 74 títulos censurados en bibliotecas. George Orwell prohibió el clásico "1984" en una docena de distritos escolares de Iowa y Florida. "Rebelión en la granja" fue prohibida en dos. Maya Angelou fue objeto de al menos 43 solicitudes de censura, casi todas ellas dirigidas a "Sé por qué el pájaro canta en la jaula".

En el campo de los cómics, "Maus", de Art Spiegelman, "Persépolis", de Marjane Satrapi, y "Watchmen", de Alan Moore, así como una novela gráfica basada en "El extranjero", de Albert Camus, y otra de los diarios de Ana Frank, fueron prohibidas en algunos distritos.

Entre las publicaciones más recientes, hicieron ruido las prohibiciones de "Gender Queer", de Maia Kobabe, "This Book Is Gay", de Juno Dawson, "Flamer", de Mike Curato, y "Not All Boys Are Blue", de George M. Johnson.

"Nineteen Minutes", de Jodi Picoult, fue el libro que sufrió más prohibiciones -en 98 distritos-, seguido de "¿Quién eres, Alaska?", de John Green, en 97. Luego viene "Thirteen Reasons Why", de Jay Asher, que dio origen a la serie "13 Reasons Why". Luego, "Las ventajas de ser un alhelí", de Stephen Chbosky.

Completan la lista el ya recordado Atwood con "El cuento de la criada", el afgano Khaled Hosseini con "El corredor de cometas", la canadiense Sara Gruen con "Agua para elefantes" y la estadounidense Ellen Hopkins con tres títulos. Este último encabeza la lista de autores con mayor número de casos de prohibiciones.

Y la lista se extiende a las obras publicadas durante más tiempo. Harper Lee prohibió "Matar a un ruiseñor". Gabriel García Márquez tuvo "El amor en los tiempos del cólera" y "Cien años de soledad". También está "La casa de los espíritus", de Isabel Allende, "Madame Bovary", de Gustave Flaubert, "El retrato de Dorian Gray", de Oscar Wilde, "Por quién doblan las campanas", de Ernest Hemingway, "Los Miserables", de Víctor Hugo, "Ulises", de James Joyce. León Tolstói tuvo "Anna Karenina".

Entre las biografías, la de Malcolm X, Malala Yousafzai y Lady Gaga. Entre los libros para niños pequeños, "Tres con Tango", un libro basado en el caso real de dos pingüinos machos del zoológico de Nueva York que decidieron incubar un huevo juntos y criar al polluelo en pareja. En mayo del año pasado, el Miami Herald informó que el libro de Rio Cortez "El ABC de la historia negra" fue prohibido en las escuelas primarias del condado de Miami-Dade.

A la escritora pop Rupi Kaur y a la sensación nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie se les prohibieron sus obras. George R. R. Martin, de la serie de libros "Canción de Hielo y Fuego", que dio origen a la serie "Juego de Tronos", así como Suzanne Collins, de la trilogía "Los Juegos del Hambre", también fueron prohibidos.

Y Brasil también fue parte de la fiesta. "Pedagogía del oprimido", del pedagogo Paulo Freire, fue prohibida en las aulas de un distrito de Pensilvania.

Incluso William Shakespeare fue retirado de las estanterías de Florida y Texas. El diccionario Merriam-Webster fue prohibido en un distrito de Florida por contenido sexual, según el Washington Post. Otro título que fue prohibido fue la Santa Biblia, por "vulgaridad y violencia".
Según la Asociación Americana de Bibliotecas, la ALA, el número de títulos que fueron censurados en las bibliotecas públicas el año pasado creció un 92% en comparación con el año anterior. Los intentos de censura en las bibliotecas escolares crecieron un 11% en el mismo período.

Para entender la razón de esto, hay que mirar a 2020, cuando 350 mil estadounidenses murieron de Covid-19, pero fue la muerte de un ciudadano específico lo que generó indignación en todo el país y llenó las calles de las ciudades en cuarentena: George Floyd, un hombre negro que murió asfixiado por un oficial de policía.

"Todo lo que sucede en Estados Unidos es el resultado de nuestros pecados originales: el genocidio y la esclavitud", dice Katie Blankenship, abogada y directora de la oficina de PEN America en Florida. "Y hoy en día todavía lidiamos con ello de maneras muy reales".

El asesinato de Floyd no fue el primero de su tipo ni es una excepción, tal vez por eso esa muerte fue la gota que colmó el vaso para muchos estadounidenses, dice Blankenship. Para una parte de la población, eso puso de manifiesto la urgencia nacional de ponerse la camiseta antirracista de una vez por todas. "Ha desencadenado una respuesta masiva, principalmente de miembros extremistas de la derecha, que quieren mantener la estructura de poder patriarcal blanca y dominada por los hombres", dice la abogada.

La pandemia, que persistió en no desaparecer, también jugó un papel importante en este proceso. En julio de 2021, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, firmó una orden ejecutiva que eximía a los estudiantes de usar mascarillas en las escuelas.


"Esto se debió a que había una gran base de apoyo de un movimiento por los derechos de los padres que estaba creciendo, con muchos fondos. Y este movimiento por los derechos de los padres, que estaba en contra de las restricciones de Covid, es exactamente el mismo grupo que está prohibiendo los libros", dice Blankenship.

Uno de los más conocidos de estos grupos es Moms for Liberty, o Madres por la Libertad, que hoy tiene como bandera principal la impugnación de libros en bibliotecas públicas y escolares. El grupo cuenta con el apoyo de DeSantis y Donald Trump, quienes ya han participado en sus eventos.

Moms for Liberty, no por casualidad, nació en Florida, precisamente luchando contra el uso obligatorio de mascarillas en las escuelas durante la pandemia. "Florida es, en muchos sentidos, un modelo para una ola de censura y políticas antidemocráticas", dice Blankenship.

En 2021, cuando las protestas de Black Lives Matter estaban en pleno apogeo poco después de la muerte de Floyd, el Senado del estado de Florida aprobó la primera ley que inició la guerra del gobernador del estado contra lo que la derecha llama "woke". Se trata de la llamada HB 1, que recibió el apodo oficial de "combatir el desorden público".

"Esta es una ley contra las protestas, que está dirigida directamente a los manifestantes de Black Lives Matter", dice Blankenship. La intención era "silenciar a los manifestantes y empezar a criminalizar las protestas", añade.

A partir de entonces, comenzaron a surgir una serie de otras leyes que dieron más lastre a la ola de censura de libros que se estaba formando.

Entre los aspectos más destacados, la Ley Stop Woke, la HB 7 de 2022. Su texto aborda cuestiones relacionadas con la raza, la nacionalidad y los prejuicios de género y prohíbe, de forma no específica, la enseñanza de ideas relacionadas con el racismo estructural, la interseccionalidad o cualquier tipo de insinuación de que la discriminación racial, de género y de nacionalidad se produce más allá de la esfera individual.

El segundo punto a destacar es lo que la izquierda ha denominado la ley "Don't Say Gay", HB 1557 de 2022. "El nombre ya lo dice. No vamos a discutir ni enseñar sobre nada que tenga que ver con la orientación sexual o la identidad de género", dice la abogada.

"Estas leyes son amplias y vagas. La intención es confundir y hacer que no entiendas exactamente lo que está prohibido", dice Blankenship. "Si no entiendes exactamente lo que está prohibido, y la consecuencia de violar la ley es perder tu registro profesional, tu carrera, e incluso puedes ser amenazado con un proceso penal, ¿qué haría una persona normal? Se censurará a sí misma".

A medida que se aprobaron estas leyes, el número de solicitudes de censura se disparó en el país. En 2020, se impugnaron 223 obras en bibliotecas de EE. UU., según la ALA. Al año siguiente, el número saltó a 1.858 obras. En 2022 fueron 2.571 y, el año pasado, llegaron a 4.240.

"Siempre ha habido lo que llamamos en Estados Unidos una cláusula de 'exclusión' en las bibliotecas escolares", dice el abogado. Esto significa que los padres de los estudiantes pueden firmar un formulario diciendo que no quieren que sus hijos tengan acceso a un determinado libro. "Pero esta gente quiere quitarle el acceso a todo el mundo", añade.

En marzo de este año, hubo un acuerdo que decidió que la HB 1557, la ley "Don't Say Gay", no podía tener ningún efecto sobre los libros. En julio, un juez federal declaró inconstitucionales partes de la Ley Stop Woke que restringían la enseñanza y la formación de materias relacionadas con la raza, el género, la sexualidad y el origen nacional en el lugar de trabajo. El fallo también bloqueó partes que limitaban la forma en que estos temas podían abordarse en las universidades.
"Muchos escritores ganan mucho de su dinero haciendo apariciones en escuelas y bibliotecas", dice Mitchell Kaplan, cofundador de la Feria del Libro de Miami y propietario de la cadena de librerías Books & Books. "Si tus libros están prohibidos, las bibliotecas y las escuelas dejan de invitarlos. Escucho a muchos escritores, excepto a los más famosos, que lo están pasando mal, y es aterrador el impacto que tiene en su escritura. Están empezando a censurar su propio trabajo, lo cual es terrible".

Dice que la situación es muy diferente a lo ocurrido en décadas pasadas. "Cuando era estudiante en el sistema de escuelas públicas aquí, podía leer cualquier cosa. Nunca hubo un problema. Y si nos fijamos en lo que leí en aquel entonces, probablemente todos esos libros de hoy no estarían permitidos en el plan de estudios", dice Kaplan.

Esto no quiere decir que la censura sea algo nuevo para el sector cultural en Estados Unidos.

Hace 65 años, un libro infantil con dos simpáticos conejitos dibujados en la portada provocó un debate de proporciones nacionales. El problema: un conejo negro se casó con un conejo blanco. Al Consejo de Ciudadanos Blancos de Montgomery, Alabama, no le gustó el matrimonio interracial en "La boda del conejo". Junto con un senador del estado, dijeron que se trataba de propaganda a favor de la integración y que el libro debía ser retirado de las estanterías y quemado.

La autora de libros infantiles Judy Blume es una veterana en esta discusión. Sus libros, que tratan temas como la pubertad y la iniciación sexual, han sido controvertidos desde la década de 1970. Su libro "Hey, God, Is It There? Soy yo, Margaret", por ejemplo, incluso fue expulsada de la escuela donde estudiaban sus propios hijos.

En un informe de 1981, el New York Times informó que el número de protestas frente a las bibliotecas, que pedían el fin de la circulación de ciertos libros, se había triplicado en comparación con el año anterior. Las obras de Blume estuvieron entre los objetivos más frecuentes.

"[La censura] no es reciente, pero hay una gran diferencia", dice Kaplan. "Cuando a Judy se le prohibieron sus libros, no fue el gobierno el que lo hizo. No había leyes específicas. Cuando es el gobierno el que hace eso, entonces, desde una perspectiva legal, es realmente censura".

Los políticos están usando las prohibiciones, dijo Kaplan, como una forma de hacer ruido, reunir a los partidarios conservadores y construir una plataforma política, una táctica común en las recientes guerras culturales en todo el mundo.

"Desafortunadamente, los libros están siendo utilizados por nuestros políticos para tratar de crear una fisura entre el electorado. Estamos empezando a ver serios ataques a libros y escritores, a los currículos escolares, cosas que me llevan a creer que muchas de estas figuras políticas tienen miedo de un electorado informado", dice.

Según él, los políticos del ala más conservadora están utilizando estas prohibiciones como una forma de hacer ruido, reunir a los partidarios conservadores y construir una plataforma política.

El caso de los libros en Estados Unidos es uno de los ejemplos más claros de las guerras culturales que se han estado produciendo en las democracias occidentales. Por un lado, están los políticos que a menudo utilizan a los niños como escudo moral contra las llamadas agendas aduaneras. Por el otro, un enemigo invisible: un libro, una obra de teatro o una película capaz de destruir hogares. A partir de denuncias espectaculares contra amenazas irreales, crean miedo y revuelta en una población endurecida por sucesivas crisis económicas. El resultado suele ser la creación de una audiencia cautiva, en un estado constante de excitación, que siempre se enzarza en polémicas en las redes, pero también en las urnas. El espectáculo no puede parar

La primera vez que Lisette Fernández tuvo contacto con la reciente ola de censura fue en 2022. Luego de que a petición de una madre de origen cubano se prohibiera la entrada a una escuela primaria "La montaña que escalamos", de Amanda Gorman, quien ganó fama recitando sus versos durante la ceremonia de toma de posesión de Joe Biden, así como dos fotolibros infantiles que muestran fotos alegres de un niño en Cuba. La madre que hizo la solicitud, en una entrevista con el Miami Herald, justificó que los estudiantes deberían "saber la verdad" sobre Cuba.

Junto a una amiga, decidió fundar Moms for Libros, un grupo que lucha por la libertad literaria en las escuelas. "Básicamente, lo que tratamos de hacer es educar a la gente sobre lo que está pasando. Sigo las políticas públicas, lo que está pasando y lo que está por venir", dice Lisette. "También tratamos de que los padres se involucren más con lo que está sucediendo en la junta escolar".

Explica cómo funciona el proceso de prohibición de libros en las bibliotecas escolares. Un padre puede presentar una queja formal completando un formulario explicando por qué no quiere un determinado libro en la biblioteca. Luego, un comité realiza un proceso de revisión. Este grupo generalmente involucra a representantes de padres, maestros, bibliotecarios y administradores escolares. A partir de ahí, se tomará la decisión de si la escuela mantiene, restringe o quita el título. Después de 2021, este proceso cobró lastre legislativo con los proyectos de ley de DeSantis.

El nombre Moms for Libros es un juego de palabras a la izquierda con Moms for Liberty. El informe intentó ponerse en contacto con el grupo conservador, pero no obtuvo respuesta de ellos, que niegan que estén promoviendo la censura y no están de acuerdo con el término "prohibición de libros".

"Lo que están prohibiendo son los libros que están en la escuela. No están prohibiendo la compra de libros, y ese es todo su argumento, que puedes ir a Amazon y comprar el libro", dice Lisette. Según ella, este pensamiento ignora a las familias de bajos ingresos, que no siempre tienen dinero para comprar libros en Internet o incluso un vehículo para ir a una biblioteca más lejana.

"Están sacando los libros de la biblioteca de la escuela, donde podrían acceder a ellos mucho más fácilmente", dice. "Y luego dicen que no van a prohibir [los libros]. Yo diría que sí, porque ahora les están quitando la accesibilidad".

En el horizonte, Lisette ve una serie de desafíos: la devaluación de los maestros, las creencias religiosas que se acercan cada vez más al Estado, la autocensura de los escritores y la falta de respeto a las minorías. Pero su mayor miedo está en otra parte.

"Mi preocupación es más en el sentido de la representación", dice. "Si un niño no se ve representado en los libros, ¿qué le hace eso a su confianza, a su salud mental?"
Ilustraciónes: Adams Carvalho para la serie 'El arte de la censura'
Fuente: Folha de S.Paulo

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