Una orden del juzgado federal de San Luis, que actuó para hacer cumplir una disposición del Comité Federal de Radiodifusión, clausuró el viernes último a TVC Mercedina, uno de los dos canales de cable que tiene la segunda ciudad de la provincia, que no habría tenido la habilitación correspondiente para transmitir
Por: Gustavo Senn, gustavosenn@argentina.com
Ese día, los empleados del canal hicieron un piquete frente al lugar donde trabajaban, reclamando que no se cierre su fuente laboral. Por su parte, los abonados pedían que les devuelvan el dinero que les han cobrado de la cuota, porque esta es ya la seguda oportunidad en que pasan por la misma situación, pero esta vez podría ser definitiva, según trascendió.
El conflicto implica a dos sectores empresariales poderosos de la argentina, por una parte al denominado Grupo Vila - Manzano, oriundo de Mendoza, propietario del Supercanal, que fue quien interpuso la primera demanda en contra de TVC Mercedina. La empresa clausurada se le adjudica al grupo empresario de Victorio Américo Gualtieri, conocido en la argentina más que por su vinculación con los medios, por su presencia permanente en la obra pública. En San Luis es también conocido por las falencias que presentaron los diques que construyó, principalmente uno que es emblemático, el de Nogolí.
Monopolio de los medios
En una conferencia de prensa que brindó Diego Sosa, el gerente de programación de TVC, acusó a su competidor de "querer mantener el monopolio de los medios" y también adelantó que utilizarían todos los medios legales a su alcance para "revertir el cierre".
En un parte de prensa que se distribuyó, señala que "TVC Mercedina S.A. pone en conocimiento de los abonados y de la comunidad de Villa Mercedes que a instancia de la firma Supercanal S.A. el juzgado federal de la ciudad de San Luis ha ordenado el cumplimiento de una medida cautelar dictado en los autos caratulados Supercanal S.A. contra TVC Mercedina S.A. s/ expte. 402/05 en virtud de la cual se ordena la clausura de nuestra empresa".
"La extrema medida supera los límites imaginables y desde el punto de vista estrictamente legal nos vemos impedidos transitoriamente de evitar tamaña sanción, aunque desde ya adelantamos que no bajaremos los brazos y lucharemos en el campo judicial y administrativo para demostrar que la deleznable maniobra realizada por Supercanal... no es mas que la respuesta a la sana competencia."
En otro párrafo del comunicado denuncia cómplice al propio ComFeR (Comité Federal de Radiodifusión) diciendo: "maniobras arteras y oscuras en las que ha participado abiertamente el ComFeR han derivado en una injusta sanción..."
Contrasentido
El contrasentido es que en la ciudad de San Luis, tanto TVC Puntana, como Carolina Cable Color, la dos empresas más fuertes, que se reparten la porción más amplia del mercado, son propiedad del grupo Gualtieri. También aquí está presente el otro grupo empresario, a quien se le adjudica la propiedad del canal de cable que está en el sector sur de la ciudad: CTV.
En Juana Koslay, la empresa oligopólica, eligió a Carolina Cable Color -el mas costoso de los dos servicios- para que lleve la señal a los abonados.
En el caso del barrio Cerros Colorados, esa empresa consiguió torcer el deseo de los vecinos de mantener su espacio aéreo libre de cableado, ya que el Concejo Deliberante, sin atender al pedido del 60% de las familias que allí viven y lo dejó asentado con su firma, derogó una ordenanza que obligaba al tendido subterráneo.
Esa misma norma legal, junto a otra que la complementaba, obligaba a Telefónica de Argentina a realizar el tendido bajo tierra, permiso concedido por la gestión de Nora Videla, un día antes que fuese sancionada la medida consensuada por los vecinos y el Concejo Deliberante.
Fuente: Periodistas en la Red
Los vecinos reclaman la reapertura de TVC Mercedina
Vecinos de La Ribera interpretan que Supercanal le “falta el respeto” a la comunidad. Consideran que la empresa que ejerce el monopolio de la televisión por cable “urdió maniobras” que desencadenaron el cierre de TVC Mercedina
Pese a los reclamos y gestiones los vecinos de La Ribera nunca pudieron conseguir que Supercanal les extendiera el servicio de televisión por cable. Finalmente TVC Mercedina lo hizo, pero se encontraron el viernes pasado con la sorpresiva interrupción de la señal, situación que relacionan con las “maniobras urdidas por la empresa” que hace 13 años ejerce el monopolio en la explotación del servicio en la ciudad.
"Supercanal le falta el respeto a la comunidad” sostuvo Carlos Marinelli, uno de los vecinos de La Ribera, quien recordó que desde hace tres años “los vecinos iniciamos las gestiones e intentamos en varias oportunidades pedir que Supercanal extendiera el servicio, pero la respuesta fue siempre negativa. Nos daban como respuesta que no les convenía”.
Marinelli contó que “cuando TVC Mercedina comenzó a emitir la señal en nuestro barrio, sorpresivamente Supercanal apareció ofreciendo el servicio con dos meses gratis. Y agregó: “Nosotros entendemos que todas las empresas tienen igual derecho de trabajar y nosotros la posibilidad de elegir qué servicio queremos”.
Algunos de los vecinos y abonados a TVC participaron en la manifestación que se realizó en la tarde del lunes y concluyó con el corte de la Autopista Serranías Puntanas para reclamar la “pronta solución al conflicto y la reapertura de la empresa”.
El corte no fue total pero atrajo la atención de los cientos de conductores que circulan por esa ruta internacional. La actividad de los manifestantes se limitó a “frenar” los vehículos, distribuir folletos y explicar la situación que están padeciendo. Participaron de la protesta integrantes del gremio de la UOCRA, concejales, entre ellos Sandra Zabala y Roberto Rovira, como también empleados, abonados y encargados de la empresa sancionada por la Justicia Federal.
La situación generada por un fallo que desencadenó en el cierre de la nueva empresa de cable el viernes, por supuesto incumplimiento de la Ley de Radiodifusión, tuvo una notoria repercusión en la comunidad. Además de abonados y empleados de la empresa, el Municipio y el Concejo Deliberante se manifestaron en apoyo a la libre competencia y en rechazo al monopolio.
Ayer, el concejal del PJ Aldo González Funes brindó también su postura con respecto a la situación que atraviesa la empresa TVC Mercedina. Dijo que “en San Luis lo que prevalece es la inversión y la fuente de trabajo. Es una política de estado que siempre manejó la Provincia y, como consecuencia, también en el Municipio”.
El concejal, quien asumió en el cargo en diciembre pasado, comentó a El Diario que había estudiado detenidamente la situación: “Teniendo en cuenta a las dos empresas que prestaban el servicio de televisión por cable en la ciudad, Supercanal y TVC Mercedina, el Municipio había intentado darles un tratamiento igualitario, porque, en principio, ninguna de las dos reunía los requisitos suficientes para estar habilitadas. Lo que pasa es que, en ciertos casos, el Estado tiene que aplicar criterio y en este sentido la postura del Municipio fue beneficiar a la comunidad para no dejarla sin el servicio de televisión por cable”.
Sostuvo que la Intendencia “a cada una de las empresas les dio la posibilidad de que comenzaran a funcionar mientras completaban los requisitos, fundamentalmente las habilitaciones del Comfer. Existen decretos del Municipio al respecto y compromisos de las empresas que avalan esta afirmación”.
Comentó que en el caso de TVC Mercedina “tenía una licencia que había caducado y el Municipio le pidió una actualización. Pero, para no privar a la comunidad de un nuevo canal y apostar a la sana competencia le fijó un año de plazo para que el Comfer le actualice la licencia” y señaló que la situación de Supercanal “no es del todo clara” ya que la firma “absorbió los bienes de CTC, que sí tenía licencia del Comfer. Esta licencia venció en 2002 y creo que el trámite de actualización como de transferencia de licencia no está cumplido”, agregó.
González Funes dijo que “en las audiencias con los empresarios de TVC se les pidió que así como el Estado Municipal le concedió un año de plazo para que completaran la documentación, se garantizara la estabilidad laboral a toda la gente del canal hasta que se solucione el tema”. “En ese aspecto estamos dispuestos a acompañarlos porque entendemos que hay que defender el trabajo, como también a los consumidores”, concluyó.
Supercanal, en silencio
César Aguilar, gerente de Supercanal (una empresa que pertenece al grupo de multimedios de José Luis Manzano y Daniel Vila), al ser consultado por El Diario y FM Tiempo, se excusó: “No queremos, ni creemos que tenemos la obligación de salir a decir nada. Por el momento no vamos a hacer ninguna declaración”.
Desde el principio la postura de la gerencia de la única empresa de televisión por cable que está funcionando en la ciudad de Villa Mercedes fue de neto ataque hacia su competidora, ya que el año pasado “acusó” al Comfer porque TVC no estaba “cumpliendo” con la Ley de Radiodifusión, lo que motivó una resolución del comité en contra de la nueva firma.
Fuente: El Diario de la República
viernes, 9 de junio de 2006
viernes, 2 de junio de 2006
Comisión en defensa de la libertad de expresión: La comunicación, un derecho humano
Fue creada hace cinco años por el Sindicato de Prensa. Concentró desde entonces las denuncias por agresiones a periodistas. Pero además, instaló entre las organizaciones sociales la necesidad de pelear por el derecho a la información como una política cotidiana
Alicia Simeoni y Alicia Salinas son dos de las integrantes de la "Comisión en defensa de la libertad de expresión y del trabajo periodístico", creada por el Sindicato de Prensa de Rosario hace unos cinco años. Una trabaja como periodista en el diario Rosario/12, otra en el diario El Ciudadano. Como llevan el mismo nombre de pila, y el apellido de ambas empieza con la letra ese, casi dan ganas de arrancar la nota con un chiste, y preguntar si las iniciales que comparten son un requisito para participar del grupo. Pero enseguida, Salinas se encarga de empezar hablando bien en serio: "Intentamos que nuestro trabajo esté vinculado todo el tiempo a la comunidad, porque la libertad de expresión es un problema que excede al hecho de que a un periodista le peguen una piña cuando va a hacer una nota. En realidad, este espacio está abierto a colegas y a organizaciones sociales. Desde aquí, procuramos asistir en los casos puntuales, pero también instalar la problemática como tema de discusión pública. Y esta, creo, es una batalla que nos tenemos que dar como sociedad".
La Comisión funciona desde 2000 bajo la órbita del Sindicato de Prensa de Rosario, pero desde el vamos intentó trascender la frontera de lo gremial. Simeoni recuerda, justamente, las primeras ideas que fueron dando forma a este equipo: "Antes, se habían tenido en cuenta fundamentalmente problemas gremiales, de salud y casos de agresiones a compañeros. Pero no había habido una política de instalar la defensa del derecho a la información como una política más cotidiana. Lo primero que tendríamos que decir es que para nuestro trabajo acá partimos de considerar a la información como un derecho humano. Esto, en tanto facilita el conocimiento de otros derechos, y es un puente hacia la toma de decisiones. Creo que ese es también nuestro trabajo, como periodistas. Poder poner la información en manos de la sociedad, para que esta pueda ser realmente soberana".
De las denuncias a la pelea política
En estos años, la Comisión se fue organizando con reuniones semanales en las sus integrantes se encargan de juntar datos que interesen. Y aunque en los primeros tiempos, se procuraba hacer sobre todo seguir denuncias por presiones o agresiones a periodistas rosarinos, con el tiempo fueron atendiendo casos de colegas de otras ciudades. Y además, fueron aprendiendo que podían tener nuevas líneas de acción. Alicia Simeoni lo explica así: "Cuando decidimos desde el gremio atender este problema, no sabíamos sobre el tema todo lo que conocemos hoy. En cierta medida, fuimos aprendiendo y estudiando mucho para conocer cuáles son las prioridades a la hora de defender el derecho a la información libre. En un principio pensábamos sobre todo en las amenazas contra nuestros colegas, pero después se fue dando otra perspectiva".
Esta nueva línea de trabajo, les permitió encabezar varias luchas políticas en la provincia, vinculadas a la libertad de expresión. Una de ellas, la pelea por la sanción de una ley que le permita a cualquier ciudadano el acceso sin restricciones a la información pública. Para esto, la comisión organizó varias charlas a las que se invitó a numerosas organizaciones sociales. Incluso, el último 29 de septiembre el Sindicato de Prensa fue el principal impulsor de una manifestación frente a la sede de la Legislatura en la capital provincial, para insistir a diputados y senadores en la necesidad de la norma que termine con los secretos en la vida política santafesina.
Desde la comisión, explican en este sentido que la propia Constitución Nacional habla de legislar sobre libertad de expresión desde su reforma en 1994. Ese año se incorporaron a la Carta Magna varios pactos internacionales, entre ellos el de San José de Costa Rica. Y allí se establece en el artículo 13, que la libertad de expresión y el derecho a la información son la posibilidad para cualquier persona de buscar, recoger y difundir información.
Para Alicia Salinas, cotidianamente se viola este principio constitucional. Y para graficar lo que esto implica, elige una figura doméstica: "Cuando uno toma decisiones en su casa, como comprar útiles para sus hijos, saca un montón de cuentas. Para las decisiones que toma el gobierno en nombre nuestro, políticas de Estado, deberíamos como sociedad saber lo mismo, tener los datos que uno siempre quiere tener a nivel doméstico antes de decidir algo".
El debate en la sociedad
Además de las actividades que realiza periódicamente, para instalar en la agenda del debate público este problema, cada año la comisión presenta un informe. En el primero, que reúne lo hecho en 2000 y 2001, la carpeta da cuenta de la agresión vivida por Guillermo Brasca, periodista de Canal 3, en noviembre de 2000. Para Simeoni, ese caso les sirvió para darse cuenta todo lo que se debía avanzar para generar conciencia: "Nuestro colega estaba cubriendo una noticia en la que un policía entraba violentamente a una villa, a buscar a un grupo de personas que estaba acusada de robo. Y la gente de las casas de material, los que en el barrio estaban un poco mejor económicamente, no quiso que las cámaras del periodismo filmaran la represión policial. Desde ese lugar, impidieron el trabajo de Claudio Brasca. En ese momento recién nacía la comisión, y me acuerdo que nos dimos cuenta que en esos casos lo que indudablemente faltaba era una noción a nivel social sobre la importancia de que exista la información".
Sobre este punto, Alicia Salinas hace mención de un caso que considera emblemático. "El hijo de Villavicencio, el empresario de la salud privada atropelló con su auto hace unos años a un joven de apellido Stradiotto. El muchacho falleció, por lo que sus familiares y amigos se organizaron para hacer reclamos de justicia. Como el tema no salía en los diarios por las influencias que tenía Villavicencio, ellos empezaron a hacer escraches frente a La Capital. Y de a poco, el tema se pudo ir filtrando en algunos lados, como noticia. Esto quiere decir que los periodistas tenemos una responsabilidad importante en la pelea por la libertad de expresión, pero nunca podemos quedar solos. Porque nosotros manejamos información, que es claramente un bien social, que no es nuestro y mucho menos de las empresas periodísticas. Sobre todo, con el actual marco de la concentración de los medios. Y si la sociedad no es consciente de su derecho a estar informada, es imposible que salga a pelear contra este tipo de cosas".
Las repercusiones en colegas y políticos
En la comisión –que además integra de forma permanente el periodista Claudio Andrés De Luca– se enorgullecen por el crecimiento en estos años. Cuando aquí en Rosario se empezó a trabajar con estos temas desde el Sindicato de Prensa, no había demasiados antecedentes. Hoy, los gremios periodísticos de Córdoba y Buenos Aires ya tienen su propia comisión. "Además, con el tiempo, dejó de ser un sello, una chapa. Suelen llamarnos periodistas agredidos en toda Santa Fe. E incluso, cada vez que hay una marcha a Tribunales en la capital provincial, se cierran las puertas para los manifestantes, pero también para nuestros colegas. Y la respuesta que inmediatamente tienen ellos es llamarnos a nosotros", relata Simeoni. Que enseguida admite que por este tema tuvo varios roces con Rafael Gutiérrez, presidente de la Corte Suprema santafesina.
No ha sido esa la única discusión con el poder político. Después de aquel masivo acto en Santa Fe, la iniciativa por una ley para el acceso a la información pública fue aprobada por la legislatura. Sin embargo, en el camino se había modificado la el proyecto inicial: el senador justicialista Joaquín Gramajo, propuso incorporar cláusula por la cual, aquellos que necesiten acceder a la información que producen los diversos organismos del Estado, "debe acreditar un interés legítimo". De esta forma, aunque aprobada, es como si la ley no existiese. El propio gobernador Obeid vetó la norma por esta cláusula, pero la Legislatura no volvió a tratarla.
Bastante enojada, Salinas habla del senador Gramajo. "El nos dice algo ridículo. Se defiende argumentando que la sanción de ley tal como la pedimos nosotros y una cantidad inmensa de organizaciones sociales de toda la provincia y el país, sería ‘un despelote’. Porque todo el mundo vendría a pedir información, y ellos no tendrían estructura para cumplir con tanto pedido".
La censura existe
Sobre el final, las integrantes de la comisión hablan sobre los medios de comunicación locales, y las posibilidades de que haya libertad de expresión en medio de la impresionante concentración de las empresas periodísticas.
"En realidad –aclara Simeoni– hay un nivel de censura que funciona solapadamente, pero que es muy fuerte. Y de esto hay casos emblemáticos por su virulencia, y la complicidad de casi todos los medios. Uno es el de la proscripción que tuvo un dirigente sindical con trayectoria como Héctor Quagliaro. Y esto pasó durante mucho tiempo en los últimos años, por la cantidad de dinero que pagaba en publicidad un sector mafioso que manejaba ATE PAMI liderado por Raúl Praino. Ahora, Quagliaro fue declarado ciudadano distinguido de Rosario, y todos los medios lo pudieron reflejar, pero hace un tiempo, eso hubiera sido imposible. Otro ejemplo es el de la Asamblea Provincial por el Derecho al Agua. La empresa que manejaba Aguas Provinciales se fue, dejó de aportar grandes pautas publicitarias, y entonces ahora se puede hablar de un dirigente como Alberto Muñoz que siempre denunció las irregularidades en un servicio público tan vital como el agua. Pero hace fines de los ’90, esto hubiera sido imposible. En este sentido, la defensa de la libertad de expresión debe ser algo permanente".
Por eso, en la comisión insisten que se debe discutir en varios niveles. Denunciar cada vez que hay agresión a un periodista, pelear por las normas legales que permitan la circulación de información, pero también luchar contra un sistema de medios que concentra la comunicación y la publicación en pocas manos.
En este punto, Alicia Simeoni menciona el discurso del presidente Néstor Kirchner el último 25 de mayo en Plaza de Mayo. "Ese acto tuvo un dato central, el de la convocatoria a la pluralidad. Nosotros decimos que está bien, pero deberíamos partir, para que eso sea cierto, de que en nuestra sociedad pueda circular una pluralidad de voces que hoy no están. Entre otras cosas, por la brutal concentración de los medios de comunicación, que está favorecida por la actual ley de radiodifusión, que es la misma que tenemos desde la última dictadura. Si una sociedad quiere ser pluralista, no puede tener medios que no lo sean.
Y ojo que esto de los medios plurales no quiere decir que una vez cada tanto aparezcan todos los sectores. Porque los más pobres por ejemplo, los que han sido perjudicados por las políticas económicas de las últimas décadas, aparecen en los medios solamente en las páginas policiales".
Sobre el final, Salinas, agrega: "Esto que dice ella es vital para pensar la sociedad futura. Claro que como los argentinos estamos tan deprimidos económicamente después de años de devastación, que pareciera que algunos asuntos como una ley de acceso a la información pública, no fueran importantes. Por eso nuestro desafío es que la gente logre apropiarse de la pregunta vital, aquello de que el pueblo quiere saber de qué se trata, que es un interrogante que en este país ya va a cumplir doscientos años".
Pauta oficial y libre información
"Otro de los factores que atenta contra la libertad de información es la mala distribución de la publicidad oficial, que también es un derecho. Tengamos en cuenta que “la publicación de los actos de gobierno”, que es lo que en realidad debería ser la pauta publicitaria de los distintos niveles del Estado, muchas veces condiciona la información que leemos. Y en otros casos, hay medios de comunicación más chicos, generalmente muy críticos del poder, son silenciados a través de la discriminación económica. Porque al que se porta mejor y calla determinadas cosas, casi siempre le llega su cuota económica publicitaria. Si pensamos que ese dinero público es de todos debiéramos darnos cuenta, que el problema también es de todos", Alicia Simeoni
Fuente: enREDando.org.ar
viernes, 26 de mayo de 2006
Diga “whisky”, Osvaldo
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Osvaldo Bayer |
Un fotógrafo jovencito se entremete en el barrio de Belgrano, llega a una casa sencilla de la calle Arcos y toca el timbre. Abre Osvaldo. El fotógrafo le dice: “De Página/12, don Osvaldo”. Osvaldo arruga un poco el ceño y le dice al pibe no me digás “don”, eso se le dice a los estancieros o a los mafiosos, grandes enemigos míos de toda mi vida y con los cuales jamás pienso arreglar nada. El fotógrafo casi se cae sentado o, si se prefiere, de culo y le dice a Bayer (porque de él estamos hablando): “Vea, señor Bayer”, dice, “yo lo respeto mucho y para mí respetar a alguien es decirle ‘don’”. “Vas mal, pibe”, le dice Bayer. “El respeto no es sumisión. Respetar es una cosa, someterse otra. Someterse, jamás”. Será aconsejable decir que Osvaldo se ha levantado torcido esta mañana porque le ocurrieron dos cosas poco gratas con una amante que tiene. 1) Le sonrió y ella no le devolvió la sonrisa; 2) Le tiró un beso y ella nada, fría y despectiva ni lo miró. “¿Qué pasa, Marlene?”, preguntó Osvaldo. “Ayer no me dijiste ‘buenas noches’, ingrato”, dice la Dietrich, desde el retrato que cuelga exactamente sobre la camita en la que Osvaldo, cuando anda en soledades, suele dormir. “Te pido mil perdones”, arruga Osvaldo. “Venía atormentado. Hay días y hay noches así. En que a uno se le da por creer que el monumento a Roca se queda ahí. Hasta el fin de los tiempos, Marlene. Y eso me pone mal”. Pero Marlene, nada. Ni una sonrisa, nada. Osvaldo lo sabe: Marlene es fiera y dura, una alemana de aquéllas. De modo que mal no le viene esta intempestiva aparición del fotógrafo de Página/12. Acaso le mejore esta mañana con tristezas.
–Bueno, pibe –le dice–. ¿Qué querés?
–Tengo que sacarle una foto, señor Bayer.
–Bueno, vení. Pasá.
Entran y Osvaldo no le sirve un café porque tiene sobre las hornallas de la cocina 200 ejemplares de La Protesta que consiguió hace un par de días en el velorio de un anarquista. “Buen muchacho”, le comenta al fotógrafo, “aunque, a veces, se descarriaba escribiendo contra Di Giovanni. Como verás, Di Giovanni no le puso ni una sola bomba, ni una. Que si no, antes de ayer, no lo velábamos en su casa y en su cama y yo no birlaba esos 200 ejemplares que, honestamente, pibe, son un material invalorable. ¿Sos anarquista vos?” El fotógrafo se pone pálido y tose un par de veces. Al fin, dice: “No, señor Bayer. La verdá: soy peronista”. “Puta madre, pibe. Tan joven y ya extraviado. A ver, tomá”. Le da un ejemplar de La Protesta. –Leete esto. Por ahí levantás la puntería.
–¿Puedo? –farfulla el fotógrafo.
–Eso, ¿a qué viniste? –pregunta Osvaldo.
–A sacarle una foto, señor.
–¿Para?
–Para la tapa de Página/12.
–¿Para la tapa? Qué, ¿ya me dan por finado?
El fotógrafo le dice que no. Que se votó en la redacción y todos, por unanimidad, decidieron que quien debía salir de una vez por todas en la tapa del diario y quedar en ese número homenajeado para la eternidad era el hombre más moral de la vida de los argentinos, que vendría a ser usted, señor, remata el fotógrafo.
–¿Están en pedo? ¿A quién se le ocurrió eso? –se encrespa Osvaldo.
–A todos, señor.
–Bueno, andá y deciles que están equivocados. Que todos sabemos que el hombre más moral de la historia de los argentinos es Sábato. Con acento, eh.
Y Osvaldo larga una carcajada tan sonora que el fotógrafo se sienta en un banquito para no caerse. Osvaldo tose, se ahoga, le salen lágrimas jocundas y por fin se recuesta contra la pared.
–Esta bien –dice–. Lo hago por vos, pibe. Seguro que te pagarán unos pesos por esto.
–No muchos, señor.
–Sacá la foto, dale. Pero con una condición.
–La que quiera.
–Marlene posa conmigo.
–¿Es su esposa?
–Es mi amante –sonríe Osvaldo, con esa picardía tan limpia que le sale cuando sonríe así, como todos sabemos que sabe hacerlo.
Descuelga el retrato de la Dietrich y se sienta junto a la cocina, junto a los ejemplares de La Protesta y pone el cuadro de Marlene sobre sus rodillas y lo mira al fotógrafo.
–Así está perfecto, señor.
–Pibe, si me decís una vez más “señor”, no hay foto.
–¿Y cómo le digo?
–Me decís “Osvaldo”.
Entonces el fotógrafo dice:
–Diga “whisky”, Osvaldo.
Y saca la foto.
Después le pide que le firme el ejemplar de Severino Di Giovanni que escondía en la mochila, lo saluda y se va.
Osvaldo cuelga el retrato de Marlene.
–Mirá vos, Marlene. Quién diría: la tapa de Página/12. Y así, ¿no? En plena juventud.
Esa noche, ella, que lo ama como no amó a ninguno de los numerosos hombres de su agitada vida, se inclina sobre él y lo besa en la frente, en los ojos y, con mucha ternura, apenas como una brisa tibia, en los labios.
Osvaldo se duerme feliz. Y sueña su sueño preferido, el que sólo sueña cuando ella lo besa como lo ha besado. Sueña que es de noche y un rayo poderoso pulveriza para toda la eternidad el monumento a Roca.
viernes, 27 de enero de 2006
Manzano te escucha

Tiene causas judiciales abiertas y con condena: todas revelan escabrosas pinchaduras telefónicas, aprietes y extorsiones. Lo que no se dice sobre un ex menemista, reciclado en polémico empresario.
José Luis Manzano quiere quedarse con el estratégico y codiciado negocio del agua, nada menos que en la tercera provincia argentina, Santa Fe, donde ya controla la Terminal 6 del puerto, otra posición de poder e influencia. Esa ambición podría limitarse a las páginas de información empresaria de cualquier medio, si no fuera por que Manzano no es un empresario común.
Porque el origen de sus inversiones aún es uno de los secretos mejor guardados de la Argentina. Y porque detrás de sus emprendimientos se esconde una sórdida trama de escuchas ilegales y prácticas extorsivas que signaron su meteórica carrera ejecutiva, borrando cualquier vestigio de aquel político que asomó con perfil joven, renovador y progresista a la salida de la última dictadura militar.
Hecha La Ley
El ex ministro del interior de Carlos Menem –luego autoexiliado en EE.UU. donde anudó lazos con el anticastrismo de Miami, para volver con traje de hombre de negocios y lobbista audaz– controla un nada desdeñable conglomerado de medios de difusión en todo el país. Tiene emisoras de televisión, de radio, diarios y revistas, con el beneficio de que nunca hubo poder con voluntad de aplicar estrictamente los requisitos que la Ley de Radiodifusión exige a los adjudicatarios de licencias (Julio Bárbaro, titular del ComFeR, acaba de referirse en términos más que indulgentes a la personalidad de Manzano en el semanario Perfil). Por ejemplo, “acreditar capacidad patrimonial acorde con la inversión y demostrar el origen de los fondos”.
El ahora diputado Rafael Bielsa, cuando era síndico general de la Nación, en el año 2001 presentó una denuncia penal en su contra por lavado de dinero que aún duerme en el juzgado de Claudio Bonadío. De igual modo “no pueden ser deudores morosos de obligaciones fiscales”, y sin embargo tiene en sus firmas deudas y embargos de la AFIP.
Se exige además poseer una “idoneidad moral”, difícil de defender si se compila la historia de “travesuras” que derivaron en maniobras extorsivas o, como se denomina en la jerga de los servicios, de “aprietes”.
Tecnología de punta
Su paso por el poder político en los ’90 le dejó a Manzano una nutrida agenda de oscuros personajes de la SIDE, reforzados en tiempos más recientes cuando su íntimo amigo Miguel Angel Toma comandó la central de inteligencia en el gobierno de Duhalde. En cualquier pasillo político es vox populi la influencia que ejerce en segundas y terceras líneas donde abunda mano de obra dispuesta a pinchar teléfonos, filmar de manera clandestina y hasta recurrir a los servicios de un hacker informático.
Bernardo Ruti, ex secretario de Daniel Vila –principal socio de Manzano–, reveló en un viejo programa de Día D que las escuchas telefónicas incluían a la ex esposa de su empleador. Que los equipos básicos utilizados habían sido obtenidos por el ex ministro menemista tras su paso por Interior. Que se había sumado sofisticada tecnología para efectuar las intercepciones desde los móviles de Supercanal –empresa propiedad de Vila-Manzano–, cuando las camionetas simulaban hacer reparaciones en el tendido de cables.
El listado de “travesuras” no puede dejar de contemplar casos como los que siguen.
Combatiendo a la capital
En noviembre de 1997, el grupo empresario que lidera Manzano compró a la familia de Ovidio Lagos el 75% del paquete accionario del multimedios La Capital de Rosario, pero no pagó lo acordado.
Carlos María Lagos los denunció por administración fraudulenta, asociación ilícita y estafas. El juez Carlos Triglia reunió pruebas y pericias para demostrar el vaciamiento de la empresa mediante fraudulentos préstamos de La Capital al Grupo Uno de Manzano-Vila. "Se disponía a decretar procesamientos cuando comenzaron los problemas para el respetado juez. Le inventaron una causa por coimas para apartarlo de esta investigación. Y a pesar de ser sobreseído, su salud resultó minada. Falleció en abril del 2005.
“Esa injusticia lo marcó profundo. Le pegaron duro. La causa varió de rumbo y resultado. Una vieja y efectiva maniobra que esta gente ha implementado en otra provincia y con éxito”, denunció otro juez, Carlos Carbone, refiriéndose al caso del magistrado mendocino Luis Leiva, hostigado desde que ordenó prisión para Raúl Moneta, amigo y asociado del dúo Vila-Manzano.
En la acción civil, el Tribunal Arbitral de la Bolsa de Comercio de Rosario, en un laudo del prestigioso tratadista Jorge Mosset Iturraspe, resolvió que Manzano y Vila debían ser removidos del directorio de La Capital Multimedios por un vaciamiento cercano a los 20 millones de dólares, que fue el motivo para que se presentara en concurso preventivo. Entre otras anomalías expuso que un préstamo de 6 millones de dólares tomado por La Capital a través de un crédito del Banco Nación fue desviado hacia el Grupo Uno de Mendoza. Pero el mismo día que debía cumplirse la medida de remoción, otro juez, Jorge Scavone, ordenó suspenderla mediante una insólita acción cautelar.
Aquel veredicto también señalaba que simularon cancelar una deuda de 6 millones de pesos con La Capital entregando acciones de una compañía (Arlink), cuyo patrimonio era inferior a 100.000 pesos, y además que una firma de ellos (Uno Multimedios) cobraba y retenía indebidamente la facturación de La Capital. Objetó también préstamos usurarios contraídos en su favor cobrándole a La Capital intereses del 3.000%, cuando en esa época la tasa era del 18% anual.
Para despojar a Lagos de su parte urdieron un irregular aumento de capital. Cuando se celebró la asamblea de accionistas, le trabaron la puerta del ascensor a su representante, impidiéndole que hiciera su oferta de capitalización.
Posteriormente una jueza ordenó suspender el aumento de capital suscripto por una sociedad que controlaban, que pretendía cubrirlo aportando inmuebles que fueron sobrevaluados hasta en un 1.000%, según sentenció la magistrada. Al día siguiente de dictar esa resolución, fue objeto de campañas de prensa y de la propia Corte provincial, según denunciara la revista Rosario Express, que dirige Eduardo van der Kooy.
En otra causa penal la jueza Alejandra Rodenas los acusó de vaciamiento al transferir a precio vil las acciones de las empresas del holding La Capital a una sociedad recién constituida con un capital de 12 mil pesos llamada Business & Zares. El diario La Capital lo vendieron en 6,5 millones de pesos, cuando en el contrato suscripto con Lagos fue tasado en 32 millones de dólares. Pero, no obstante que la pericia contable dio por acreditados todos los delitos, extrañamente la magistrada resolvió archivar la causa luego de que el diario La Capital la emprendiera contra su hermano, objetando su desempeño al frente de un hospital público de Rosario.
En aquellas acciones judiciales Lagos fue representado por Ricardo Silberstein, decano de la Facultad de Derecho, contra quien lanzaron una feroz campaña atribuyéndole tráfico de influencias para acomodar a su hija. Por toda prueba dijeron haber recibido en forma anónima unos cassettes con escuchas telefónicas, que en realidad eran intercepciones ilegales. Una investigación realizada por la Universidad de Rosario dictaminó que no hubo irregularidades.
Escalando los Andes
En Mendoza, al poco tiempo de lanzar su diario Uno, en competencia con el centenario Los Andes, publicaron en la tapa “Los Andes, así no”, dando cuenta de que habían sido víctimas de un espionaje empresario. "En los días sucesivos, bajo el lema “Los Andesgate”, todos los medios del grupo difundieron escuchas telefónicas y videos –según ellos, avalados por la Justicia– con los que decían probar que un directivo de Los Andes había pretendido sobornar a la secretaria de Vila para obtener información sobre las pautas de la propaganda oficial del diario Uno.
La Suprema Corte de Justicia de Mendoza (Expediente Nº 79.441) confirmó las sentencias de primera y segunda instancia, condenando a Vila y a sus medios a indemnizarla, y dictaminando que las grabaciones telefónicas, que habían sido maliciosamente editadas, no fueron autorizadas por ningún juez como ellos difundieron, sino que, por el contrario, “fueron ilegales”, cometiendo “un acto civilmente antijurídico y culpable”, violatorio del “derecho a la intimidad y al honor”.
Control remoto
Manzano y Vila siempre quisieron comprar el Canal 9 de televisión de Mendoza, pero invariablemente se toparon con la negativa de su titular, Sigifredo Alonso, quien fue objeto de arteras campañas del desaparecido semanario El Guardián, de Moneta, con acusaciones difamatorias de todo tipo y tenor. Alonso denunció que era objeto de presiones para vender el canal, las que incluyeron un intento de secuestro. En dicha causa penal el juez Daniel Carniello ordenó la detención de Cristian Pérez Barceló, periodista de El Guardián y ahora en el staff de El Federal, a quien la Justicia le interceptó los teléfonos, surgiendo de las escuchas que las operaciones extorsivas eran dirigidas personalmente por Moneta. Y que había llamados cruzados con el diario Uno. Dos prostitutas testimoniaron que Barceló quiso contratarlas para “enganchar a Alonso y escracharlo en una filmación sexual”. La tecnología, a pleno.
La última novedad de la causa por el intento de secuestro de Alonso es que uno de los identikits se corresponde con la fisonomía de Marcelo “El Negro” Salcedo, un ex agente exonerado de la Policía de Mendoza, ahora custodio del grupo Manzano-Vila.
Modus Operando
En marzo del 2005, la Cámara Argentina de Anunciantes advirtió, en referencia clara pero sin señalar con nombre propio, que desde un medio de comunicación había presiones a una empresa. En buen criollo, la traducción era esta: información abundante sobre aumentos desmedidos de precios de la firma Unilever era la fachada para exigir publicidad. Unilever está entre las empresas que más invierten en ese rubro y expresamente había excluido de su pauta a América TV, donde Manzano ya era hombre fuerte.
La metáfora menemista de las “casualidades permanentes” calza como anillo al dedo ante la repetición de casos y mecanismos. Baste citar como último ejemplo de este resumido muestreo el de Magna Inversora. Bajo ese nombre estaban reunidos empresarios mendocinos que se asociaron a Moneta para participar en la privatización del entonces estatal Banco de Mendoza. Un grupo de esos empresarios se rebeló a mitad de camino y querelló a Moneta por administración fraudulenta. Curiosamente, el periódico El Guardián comenzó a “ocuparse” de empresarios ligados a Magna, que
–curiosamente también– fueron vendiendo sus acciones.
El último en resistir fue Jacques Matas. Lo doblegaron publicando supuestos amoríos, suyos y hasta de una nuera. Cuando el control de Magna fue uniforme, tomó el timón Daniel Vila. Su primer acto fue desistir la demanda contra Moneta. Hasta el cierre de esta edición, Manzano no respondió los llamados de Veintitrés
Así se pinchan los teléfonos
Hay, por lo menos, tres maneras de “pinchar” el teléfono en una empresa. La primera, con un empleado infiel y con conocimientos técnicos, a través del cual se intervienen las líneas telefónicas con la instalación de un transmisor en el tubo del teléfono. De acuerdo con la calidad del micrófono, se puede escuchar la conversación a una distancia que va de los 100 a los 500 metros.
El segundo método es intervenir la línea en la central telefónica respectiva. Para ello se necesita la connivencia de algún empleado o ex empleado de una empresa de telefonía que pueda identificar el lugar donde está el “cable par y terminal”, que es donde se colocará el grabador o el micrófono. Si es con grabador, hará falta cambiar el cassette con frecuencia diaria.
El tercer método es la intervención de las líneas telefónicas que se hace a partir de una autorización judicial. En estos casos, el espionaje se realiza desde la oficina de Observaciones Judiciales de la Secretaría de Informaciones del Estado (SIDE), conocida como “OJOTA”. Allí, los espías cuentan con un sistema de escuchas legales que monitorea al mismo tiempo entre 5.000 y 7.000 números telefónicos. Según un especialista consultado por Veintitrés, este sofisticado sistema fue provisto al Estado argentino por la empresa Siemens. La computadora de “OJOTA” está conectada con todas las centrales telefónicas del país. Y su funcionamiento es bastante simple: apenas se dicta la orden judicial, los hombres de la SIDE escriben el número de teléfono en el software, presionan “enter” y la línea ya está “pinchada”.
Para las escuchas de conversaciones en teléfonos celulares se utilizan equipos denominados “receptores pasivos”, que monitorean hasta cien líneas en simultáneo. Tienen forma de maletín, y son carísimos. En nuestro país, las empresas que los fabrican los venden principalmente a organismos oficiales. Aunque también los pueden adquirir particulares, previa firma de un contrato avalado por un escribano público.
Qué bueno son los malos negocios
Según el Boletín Oficial de Mendoza, la finca que José Luis Manzano tiene en su Tupungato natal, fue rematada por deudas laborales. El predio está a nombre de Integra Consultores y Servicios, la sociedad que fundó con su ex pareja la modelo Alejandra Masilo cuando regresó al país luego de su exilio dorado en Estados Unidos. Al momento de comprarlo, la valuación fiscal era de 27.372 pesos. El precio de escritura fue 110 mil pesos. Y sin embargo, para la operación, Manzano recibió un generoso crédito de 1,2 millones por parte del Banco Credicoop.
Curiosamente, mientras remataba esa propiedad –remate, imagen de quebranto, de padeceres económicos– en otra subasta huellas manzanistas adquirían por 1,5 millones un importante viñedo de 220 hectáreas en San Rafael, que era de la Bodega Suter. Fuentes judiciales ligadas a ese expediente aseguran haber visto al ex diputado Jorge Matzkin y al propio Manzano en el remate y en la toma de posesión.
El síndico del concurso de Suter desmintió que Manzano fuera el comprador, sin embargo la conformación societaria de Asmac lo contradice. Figura en rol protagónico Patricia Gloria Azura, ex esposa de Miguel Ángel Toma y antes de eso secretaria privada de Manzano en la Cámara de Diputados. Azura aparece también en la creación de Grupo Vitivinícola de Tupungato, la empresa con la cual Manzano elabora su vino Altus.
Fuente: Revista Ventitres
sábado, 24 de diciembre de 2005
Brindar por brindar: Qué nadie nos quite lo brindado
Por: Mex Urtizberea
Brindemos.
Brindemos todo lo que podamos brindar.
Brindemos por brindar.
Brindémonos.
Que todo el mundo brinde lo mejor que tenga para brindar.
Que cada uno brinde su aporte.
Que el mundo brinde oportunidades; que los economistas brinden soluciones; que los comerciantes brinden mejores precios; que la escuela brinde herramientas que sirvan; que el fútbol brinde espectáculo; que los políticos no brinden espectáculo.
Que los horóscopos brinden buenas noticias en Amor; que los pronósticos no brinden fantasía; que los hospitales públicos brinden la mejor atención; que las empresas privatizadas brinden mejores servicios.
Que los vecinos se brinden ayuda; que los padres brinden apoyo a los maestros; que los maestros brinden apoyo a sus alumnos; que los alumnos se brinden ayuda entre ellos.
Que los automovilistas no brinden mucho si van a conducir; que la televisión brinde algo más.
Que se les brinde tierra a los sin tierra, techo a los sin techo, alimento a los subalimentados.
Que los sueños brinden realidad; que la realidad brinde algunos sueños.
Que la industria brinde trabajo bien remunerado.
Que las fronteras no brinden muros; que a las víctimas se les brinde justicia.
Que los lectores sigan brindando su tiempo para la lectura.
Que los libros brinden libertad.
Que los libreros brinden ofertas.
Que la historia brinde lecciones.
Que la naturaleza nos brinde sus disculpas; que nadie tenga que pedir disculpas por brindarse a su propia naturaleza.
Que los gobernantes se brinden a los ciudadanos.
Que las personas se brinden confianza; que los que se brindan por entero al prójimo sean festejados.
Que a nadie le falte un festejante con quien brindar.
Que el pasado nos brinde experiencia; que la experiencia no nos brinde sólo canas.
Que el Primer Mundo brinde un buen trato al Ultimo Mundo; que no se brinden acuerdos en desacuerdo con el mundo.
Que haya más brindados y menos blindados.
Que brindar por la paz sea más que una frase hecha.
Que la política brinde la posibilidad de evitar las guerras.
Que ningún gobernante, por brindar de más, inicie una guerra.
Que los soldados brinden en sus casas con sus familias.
Que la familia brinde un lugar para ser feliz.
Que la vida nos brinde siempre otra oportunidad.
Que todo el mundo brinde.
Que cada uno brinde su aporte.
Brindemos.
Brindemos todo lo que podamos brindar.
Brindémonos.
Antes del brindis, después del brindis, brindemos un tiempo mejor.
Brindemos un futuro.
Brindemos mañana: que todas las Noches pueden ser Buenas, si cada uno brinda al mundo lo mejor que tiene para brindar.
Nadie nos quita lo brindado.
Brindemos.
Brindemos todo lo que podamos brindar.
Brindemos por brindar.
Brindémonos.
Que todo el mundo brinde lo mejor que tenga para brindar.
Que cada uno brinde su aporte.
Que el mundo brinde oportunidades; que los economistas brinden soluciones; que los comerciantes brinden mejores precios; que la escuela brinde herramientas que sirvan; que el fútbol brinde espectáculo; que los políticos no brinden espectáculo.
Que los horóscopos brinden buenas noticias en Amor; que los pronósticos no brinden fantasía; que los hospitales públicos brinden la mejor atención; que las empresas privatizadas brinden mejores servicios.
Que los vecinos se brinden ayuda; que los padres brinden apoyo a los maestros; que los maestros brinden apoyo a sus alumnos; que los alumnos se brinden ayuda entre ellos.
Que los automovilistas no brinden mucho si van a conducir; que la televisión brinde algo más.
Que se les brinde tierra a los sin tierra, techo a los sin techo, alimento a los subalimentados.
Que los sueños brinden realidad; que la realidad brinde algunos sueños.
Que la industria brinde trabajo bien remunerado.
Que las fronteras no brinden muros; que a las víctimas se les brinde justicia.
Que los lectores sigan brindando su tiempo para la lectura.
Que los libros brinden libertad.
Que los libreros brinden ofertas.
Que la historia brinde lecciones.
Que la naturaleza nos brinde sus disculpas; que nadie tenga que pedir disculpas por brindarse a su propia naturaleza.
Que los gobernantes se brinden a los ciudadanos.
Que las personas se brinden confianza; que los que se brindan por entero al prójimo sean festejados.
Que a nadie le falte un festejante con quien brindar.
Que el pasado nos brinde experiencia; que la experiencia no nos brinde sólo canas.
Que el Primer Mundo brinde un buen trato al Ultimo Mundo; que no se brinden acuerdos en desacuerdo con el mundo.
Que haya más brindados y menos blindados.
Que brindar por la paz sea más que una frase hecha.
Que la política brinde la posibilidad de evitar las guerras.
Que ningún gobernante, por brindar de más, inicie una guerra.
Que los soldados brinden en sus casas con sus familias.
Que la familia brinde un lugar para ser feliz.
Que la vida nos brinde siempre otra oportunidad.
Que todo el mundo brinde.
Que cada uno brinde su aporte.
Brindemos.
Brindemos todo lo que podamos brindar.
Brindémonos.
Antes del brindis, después del brindis, brindemos un tiempo mejor.
Brindemos un futuro.
Brindemos mañana: que todas las Noches pueden ser Buenas, si cada uno brinda al mundo lo mejor que tiene para brindar.
Nadie nos quita lo brindado.
Fuente: Diario La Nación
martes, 22 de noviembre de 2005
El odio nuestro de cada día
Por: Albert J. Jovell
El odio es una enfermedad grave que no recibe esa consideración como problema de salud pública. Tanto es así que prácticamente no existen investigaciones sanitarias sobre la prevención, el diagnóstico y el tratamiento del odio. En cambio, si echamos un vistazo a los medios de comunicación, comprobamos que el odio o, más bien, las consecuencias del mismo, nutren un gran número de sus noticias. Los sucesos del 11-S en Nueva York, 11-M en Madrid y 7-J en Londres y los homicidios por violencia doméstica constituyen la parte visible del "iceberg del odio". Visualizan una tendencia que, aparte de su constante repercusión mediática, está muy presente en nuestra cotidianidad política, laboral y familiar. En otras palabras, y desde una perspectiva epidemiológica, el odio es una enfermedad social que afecta a la salud de las personas y que es muy prevalente en las sociedades modernas.
El sujeto que odia persigue, en pensamiento o acción, la destrucción del sujeto u objeto en el que proyecta su odio, lo que suele generar un doble problema de salud: en la persona que odia y en la odiada. Cualquier estrategia orientada a esa destrucción, incluida la mentira, le es válida al que odia, tanto, que suele acabar creyéndosela como argumento para ganar adeptos y justificar pensamientos y acciones violentas. Hay personas que odiar es lo que mejor saben hacer y en la práctica del odio refuerzan su carácter y su personalidad.
El odio es una enfermedad grave que no recibe esa consideración como problema de salud pública. Tanto es así que prácticamente no existen investigaciones sanitarias sobre la prevención, el diagnóstico y el tratamiento del odio. En cambio, si echamos un vistazo a los medios de comunicación, comprobamos que el odio o, más bien, las consecuencias del mismo, nutren un gran número de sus noticias. Los sucesos del 11-S en Nueva York, 11-M en Madrid y 7-J en Londres y los homicidios por violencia doméstica constituyen la parte visible del "iceberg del odio". Visualizan una tendencia que, aparte de su constante repercusión mediática, está muy presente en nuestra cotidianidad política, laboral y familiar. En otras palabras, y desde una perspectiva epidemiológica, el odio es una enfermedad social que afecta a la salud de las personas y que es muy prevalente en las sociedades modernas.
El sujeto que odia persigue, en pensamiento o acción, la destrucción del sujeto u objeto en el que proyecta su odio, lo que suele generar un doble problema de salud: en la persona que odia y en la odiada. Cualquier estrategia orientada a esa destrucción, incluida la mentira, le es válida al que odia, tanto, que suele acabar creyéndosela como argumento para ganar adeptos y justificar pensamientos y acciones violentas. Hay personas que odiar es lo que mejor saben hacer y en la práctica del odio refuerzan su carácter y su personalidad.
El odio es un sentimiento irracional que anida en un sujeto excesivamente poseído y convencido por su razón y su visión de las cosas. Genera violencia y, por lo tanto, tiene que ser abordado como cualquier problema de salud pública mediante estrategias de prevención primaria, secundaria y terciaria. La prevención primaria actuaría sobre las causas y el malestar que genera el odio, mientras que la secundaria lo haría sobre aquellas que lo convierten en un acto violento; la terciaria intentaría limitar el daño causado por las consecuencias del mismo. Las visibles y graves consecuencias del odio han promovido un abordaje basado en estrategias educativas de base científica escasa o en medidas represivas.
Ninguna de ellas ha demostrado gran eficacia, entre otras posibles hipótesis, porque el odio es un sentimiento que se retroalimenta y reproduce constantemente, necesita confirmarse de forma continuada, cohesiona grupos cerrados y se crece ante la presencia del sujeto odiado. Por ello quizá convendría abordar el estudio del odio desde una perspectiva más científica que, aparte de evaluar los resultados obtenidos por la adopción de intervenciones sociales o represivas de prevención primaria, valorara la utilización de pruebas diagnósticas y tratamientos farmacológicos específicos.
El odio constituye un problema de salud mental, que está relacionado con rasgos de tipo fóbico y obsesivo. Las personas que odian tienen alterada la capacidad de percepción y juicio, por lo que convendría evaluar si los sujetos que lo padecen presentan una alteración en los neurotransmisores cerebrales propios de esas condiciones clínicas. El objetivo de la prevención secundaria consistiría en detectar y diagnosticar el odio y, así, poder tratarlo. Para ello se necesitan estudios científicos para los que el tamaño de la muestra no tendría que ser un problema.
La presencia cotidiana del odio ha supuesto que la generación de nuestros hijos crezca normalizándolo y que puedan pensar que la violencia es un sentimiento y un patrón de actuación propio del ser humano e, incluso, adecuado cuando las personas o instituciones tienen que resolver disparidades de criterio o disputas. Un ejemplo de ello lo vemos en las denominadas películas o series para niños. No se puede considerar una película recomendable para niños aquella en que en las primeras escenas matan a la madre y a todos los hermanos del protagonista. Si eso es así, ¿por qué cambiar de opinión cuando esa película se llama Buscando a Nemo? Este mismo argumento puede aplicarse a la mayor parte de la publicidad, juegos de ordenador y series etiquetadas como "aptas para el público infantil".
Los niños y jóvenes adultos crecen socializándose con personajes y situaciones en donde el odio y la violencia son la norma, por lo que, posiblemente, una estrategia efectiva de prevención primaria debería cuestionar el actual modelo educativo y enfatizar en las aulas estrategias específicas para convertir a nuestros hijos en ciudadanos cívicos y democráticos. Las escuelas deben asumir la responsabilidad moral de educar ciudadanos responsables y no transferir ésta a las familias. Poseen la experiencia, los profesionales y el tiempo para hacerlo.
La relativización e indiferencia moral que generan el odio dificultan la prevención.Pensar que el problema del odio se va a solucionar en las familias o con represión es un error que ya han cometido otros países, sobre todo si se tiene en cuenta que el odio es una enfermedad mental.
También es un error pensar que la adopción de patrones de conducta permisivos reconducirá la situación. Educar en valores supone, en una primera instancia, tener un concepto social responsable de lo que está bien y de lo que está mal y saber transmitir esos valores mediante la representación cotidiana de los mismos. Las escuelas, los medios de comunicación y el ocio juegan un papel muy importante en la creación y transmisión social de esos valores. En ese contexto, tendríamos que evitar caer en el dilema sobre si las ciencias duras, y carentes de ideología,-matemáticas, físicas o químicas- son más importantes que las humanidades -historia, literatura- en la educación y formación en valores, porque, quizá, la situación sea la inversa. En otras palabras, la tendencia a ignorar aquello que no es abordable mediante estrategias de pensamiento racional puede ser una de las causas por las que la ciencia es tan negligente con el estudio del odio, asume opiniones como hechos y transfiere las responsabilidades educativas a las familias.
Desde una perspectiva de salud pública, aparte de la intervención escolar, una buena estrategia de educación sanitaria para prevenir el odio y sus consecuencias en la sociedad española sería la sanción de la mentira y de las acusaciones o rumores infundados. La excesiva permisividad con la que se toleran y se consienten la mentira y el voceo en nuestra sociedad, así como la aceptación acrítica de opiniones y eslóganes que carecen de argumentación, contribuyen a retroalimentar conductas basadas en el odio. Y si el odio ha de ser un problema, debería serlo para el que odia, no para el o los odiados.
Albert J. Jovell. Universidad Autónoma de Barcelona (ajjovell@telefonica.net).
Fuente: Diario El País
Ninguna de ellas ha demostrado gran eficacia, entre otras posibles hipótesis, porque el odio es un sentimiento que se retroalimenta y reproduce constantemente, necesita confirmarse de forma continuada, cohesiona grupos cerrados y se crece ante la presencia del sujeto odiado. Por ello quizá convendría abordar el estudio del odio desde una perspectiva más científica que, aparte de evaluar los resultados obtenidos por la adopción de intervenciones sociales o represivas de prevención primaria, valorara la utilización de pruebas diagnósticas y tratamientos farmacológicos específicos.
El odio constituye un problema de salud mental, que está relacionado con rasgos de tipo fóbico y obsesivo. Las personas que odian tienen alterada la capacidad de percepción y juicio, por lo que convendría evaluar si los sujetos que lo padecen presentan una alteración en los neurotransmisores cerebrales propios de esas condiciones clínicas. El objetivo de la prevención secundaria consistiría en detectar y diagnosticar el odio y, así, poder tratarlo. Para ello se necesitan estudios científicos para los que el tamaño de la muestra no tendría que ser un problema.
La presencia cotidiana del odio ha supuesto que la generación de nuestros hijos crezca normalizándolo y que puedan pensar que la violencia es un sentimiento y un patrón de actuación propio del ser humano e, incluso, adecuado cuando las personas o instituciones tienen que resolver disparidades de criterio o disputas. Un ejemplo de ello lo vemos en las denominadas películas o series para niños. No se puede considerar una película recomendable para niños aquella en que en las primeras escenas matan a la madre y a todos los hermanos del protagonista. Si eso es así, ¿por qué cambiar de opinión cuando esa película se llama Buscando a Nemo? Este mismo argumento puede aplicarse a la mayor parte de la publicidad, juegos de ordenador y series etiquetadas como "aptas para el público infantil".
Los niños y jóvenes adultos crecen socializándose con personajes y situaciones en donde el odio y la violencia son la norma, por lo que, posiblemente, una estrategia efectiva de prevención primaria debería cuestionar el actual modelo educativo y enfatizar en las aulas estrategias específicas para convertir a nuestros hijos en ciudadanos cívicos y democráticos. Las escuelas deben asumir la responsabilidad moral de educar ciudadanos responsables y no transferir ésta a las familias. Poseen la experiencia, los profesionales y el tiempo para hacerlo.
La relativización e indiferencia moral que generan el odio dificultan la prevención.Pensar que el problema del odio se va a solucionar en las familias o con represión es un error que ya han cometido otros países, sobre todo si se tiene en cuenta que el odio es una enfermedad mental.
También es un error pensar que la adopción de patrones de conducta permisivos reconducirá la situación. Educar en valores supone, en una primera instancia, tener un concepto social responsable de lo que está bien y de lo que está mal y saber transmitir esos valores mediante la representación cotidiana de los mismos. Las escuelas, los medios de comunicación y el ocio juegan un papel muy importante en la creación y transmisión social de esos valores. En ese contexto, tendríamos que evitar caer en el dilema sobre si las ciencias duras, y carentes de ideología,-matemáticas, físicas o químicas- son más importantes que las humanidades -historia, literatura- en la educación y formación en valores, porque, quizá, la situación sea la inversa. En otras palabras, la tendencia a ignorar aquello que no es abordable mediante estrategias de pensamiento racional puede ser una de las causas por las que la ciencia es tan negligente con el estudio del odio, asume opiniones como hechos y transfiere las responsabilidades educativas a las familias.
Desde una perspectiva de salud pública, aparte de la intervención escolar, una buena estrategia de educación sanitaria para prevenir el odio y sus consecuencias en la sociedad española sería la sanción de la mentira y de las acusaciones o rumores infundados. La excesiva permisividad con la que se toleran y se consienten la mentira y el voceo en nuestra sociedad, así como la aceptación acrítica de opiniones y eslóganes que carecen de argumentación, contribuyen a retroalimentar conductas basadas en el odio. Y si el odio ha de ser un problema, debería serlo para el que odia, no para el o los odiados.
Albert J. Jovell. Universidad Autónoma de Barcelona (ajjovell@telefonica.net).
Fuente: Diario El País
lunes, 3 de octubre de 2005
Trabajadores del diario La Unión tomaron la planta
Desde el viernes 30 de septiembre el personal de prensa y gráfico del diario La Unión, de Lomas de Zamora, se encuentra en paro total de actividades con permanencia en el lugar de trabajo.
La medida se debe a que el dueño del diario, Adolfo Gómez Wosco, adeuda los pagos semanales. Además los 40 trabajadores denuncian irregularidades en sus salarios. En comunicación con ANRed, Diego Lanese, integrante de la comisión de Prensa del diario, informó que durante la tarde de hoy los trabajadores mantedrán negociaciones con el dueño de la empresa.
También Lanese sugirió a este medio que los trabajadores están interesados en que el diario pase a ser una cooperativa, porque "estamos decididos a no seguir con los atropellos de la empresa".
A continuación difundimos las declaraciones que realizaron los trabajadores en lucha a través de un comunicado:
Los trabajadores paramos por nuestros derechos.
La falta de pago es sólo un escalón más de un camino de irregularidades y abusos de parte de la empresa, y los trabajadores decidimos no aceptar más los abusos.
Los problemas son muchos, en un medio de 108 años de historia. A la falta de aportes y cobertura médica se le suman los sueldos atrasados, los sueldos por debajo de lo que marca la ley, etc.
Durante los últimos 5 años, muchos trabajadores no recibimos recibo de sueldo, y nunca se nos pagó el aguinaldo. Hoy, 40 familias están angustiadas y sin respuestas por un capricho del dueño, que decidió no pagar lo que los trabajadores se ganaron porque reclamamos por lo nuestro.
Este presente de frustraciones y abusos es producto de una conducción empresarial típica de los años '90, cuando el empresario se dedicó a comprar camionetas y vacas mientras recortaba sueldos y se llegó a mandar a la gente con 40 pesos para las fiestas.
Los trabajadores decimos basta, nos organizamos y exigimos una solución."
Trabajadores de La Unión
Loria 475 Lomas de Zamora 4243-2272 / 4441
Diego Lanese (Prensa): 15-5051-3131 - diegolanese@hotmail.com
Fuente: ANRED

La medida se debe a que el dueño del diario, Adolfo Gómez Wosco, adeuda los pagos semanales. Además los 40 trabajadores denuncian irregularidades en sus salarios. En comunicación con ANRed, Diego Lanese, integrante de la comisión de Prensa del diario, informó que durante la tarde de hoy los trabajadores mantedrán negociaciones con el dueño de la empresa.
También Lanese sugirió a este medio que los trabajadores están interesados en que el diario pase a ser una cooperativa, porque "estamos decididos a no seguir con los atropellos de la empresa".
A continuación difundimos las declaraciones que realizaron los trabajadores en lucha a través de un comunicado:
Los trabajadores paramos por nuestros derechos.
La falta de pago es sólo un escalón más de un camino de irregularidades y abusos de parte de la empresa, y los trabajadores decidimos no aceptar más los abusos.
Los problemas son muchos, en un medio de 108 años de historia. A la falta de aportes y cobertura médica se le suman los sueldos atrasados, los sueldos por debajo de lo que marca la ley, etc.
Durante los últimos 5 años, muchos trabajadores no recibimos recibo de sueldo, y nunca se nos pagó el aguinaldo. Hoy, 40 familias están angustiadas y sin respuestas por un capricho del dueño, que decidió no pagar lo que los trabajadores se ganaron porque reclamamos por lo nuestro.
Este presente de frustraciones y abusos es producto de una conducción empresarial típica de los años '90, cuando el empresario se dedicó a comprar camionetas y vacas mientras recortaba sueldos y se llegó a mandar a la gente con 40 pesos para las fiestas.
Los trabajadores decimos basta, nos organizamos y exigimos una solución."
Trabajadores de La Unión
"Los trabajadores decimos basta, nos organizamos y exigimos una solución" |
Para solidarizarse con los trabajadores de La Unión:
Loria 475 Lomas de Zamora 4243-2272 / 4441
Diego Lanese (Prensa): 15-5051-3131 - diegolanese@hotmail.com
Fuente: ANRED
domingo, 25 de septiembre de 2005
La compleja historia de "Noticias", el diario de Montoneros
La periodista realizó una completa investigación sobre el órgano periodístico de la organización armada. Su staff combinó militantes, intelectuales comprometidos y periodistas sin vínculos con el movimiento. Su fuerte impacto y el final por decreto
Por: Pablo Montanaro
La periodista Gabriela Esquivada ofrece en su libro "El diario Noticias. Los Montoneros en la prensa argentina" una exhaustiva investigación acerca del órgano periodístico de la organización armada argentina. Conformado por notables periodistas con militancia montonera -como
Rodolfo Walsh, Miguel Bonasso, Francisco Urondo, Juan Gelman, Horacio Verbitsky- y otros sin vinculación militante, "Noticias" se convirtió en el más importante medio de comunicación revolucionario en la Argentina de los años ’70 como en un caso interesante de las formas de hacer periodismo y política.
¿Con qué incógnitas inició la investigación del diario "Noticias"?
Mi duda principal era qué podía salir de la combinación de una patronal que, aunque no formalmente, era Montoneros y un equipo de profesionales -en su mayoría importantes intelectuales nacionales- a los cuales no se podía llevar de las narices. Veía allí una especie de puja entre una organización armada, con profundos intereses ideológicos que comunicar, y un grupo de periodistas, algunos afines a Montoneros y otros no, pero todos ellos capaces de elaborar un discurso crítico, inclusive sobre las decisiones de su conducción política, que podía tener sus propias ideas sobre el delicadísimo momento histórico que se vivía.
Los nueve meses del diario coinciden con un período de infinidad de sucesos políticos y delictivos.
Otra duda era cómo había influido la intensidad de la vida política en ese tiempo tan vertiginoso: Perón asumió como presidente tras casi dos décadas de proscripción, a partir de las acciones del ERP en Azul, forzó la renuncia del gobernador bonaerense Bidegain y echó a los Montoneros de la Plaza de Mayo. Además, la Triple A comenzó a actuar confusamente con el asesinato del Padre Mujica y abiertamente con el asesinato del diputado Ortega Peña. Cuando Perón murió y su esposa, María Estela Martínez, asumió la presidencia bajo el consejo perpetuo de José López Rega, comenzó el fin. Me preguntaba cómo habría cambiado el diario si Montoneros había sido un actor político de ese tiempo, enfrentado a la derecha del gobierno y al patriarca político por cuyo regreso habían luchado.
¿Con qué propósitos Montoneros decidió en noviembre de 1973 sacar el primer número de "Noticias"?
Como todo medio periodístico, aspiraba a influir y lucrar. Aún en este caso, cuando los fondos provenían de acciones y movimientos financieros de una organización armada, influir no era el único punto, puesto que hacer un diario es carísimo. El punto de la influencia es significativo, ya que en el momento de la salida del diario, Montoneros contaba con un órgano de difusión de su línea, "El Descamisado", que llegaba únicamente a quienes ya estaban convencidos de la particular visión revolucionaria del grupo, o integraban directamente las organizaciones visibles que se conocían bajo el nombre general de Tendencia peronista.
¿Qué factores influyeron para que se convirtiera en el medio de comunicación revolucionario más importante de los ’70?
El staff, indudablemente, era de profesionales probados: Rodolfo Walsh, Juan Gelman, Horacio Verbitsky, Francisco Urondo, Norberto Habbeger y Miguel Bonasso fueron sus principales editores, todos ellos con militancia montonera. Además, en las secciones trabajaban periodistas sin esa militancia pero con experiencia, como Carlos Ulanovsky, Roberto Guareschi, Silvia Rudni, Leopoldo Moreau, Sylvina Walter, entre otros. La tirada quedó en un promedio de 100.000 ejemplares, con picos de 180.000 en los días posteriores a la muerte de Perón.
El escenario creado por "Noticias" también reflejó la difícil relación de los intelectuales con los procesos políticos.
El país fue fundado por intelectuales, las generaciones del ’37 y del ’80 construyeron los mitos sobre los que se unificó el sueño de una nación, sobre los que se diseñó el Estado como institución. En 1916, con el voto masivo -aunque todavía sólo para varones- que otorgó la Ley Sáenz Peña, ese papel pasó a los partidos políticos y los intelectuales ingresaron a la política por otros caminos. Leopoldo Lugones, por ejemplo, a través del golpismo; otros, a través de la función pública, la fundación de grupos y revistas para el debate político; otros, a través de la militancia. La relación con el peronismo fue un problema aparte para muchos de ellos; un problema tan complicado que se puede sintetizar en el ejemplo de Rodolfo Walsh, que pasó de un activo antiperonismo a denunciar los fusilamientos ilegales del golpe de 1955 y luego, vía Cuba y la CGT de los argentinos, a integrar las Fuerzas Armadas Peronistas y luego Montoneros. Creo que "Noticias" fue un escenario de participación muy especial para intelectuales como él: combinaban su militancia revolucionaria con su hacer crítico.
La heterogeneidad de su redacción -periodistas con compromiso político y otros sin vinculación con la militancia-, ¿de qué manera actuó en relación con el objetivo del diario que era construir y conformar un espacio y una herramienta en la lucha revolucionaria?
La heterogeneidad fue positiva para la calidad periodística del diario, ya que si se compara un ejemplar de los comienzos de "Noticias" con uno de "Crónica", "La Nación" o "La Opinión", verá que casi no había diferencias en la agenda de temas, al menos no diferencias mayores a las que se observan al comparar entre sí a esos otros medios claramente comerciales. Sin embargo, conviene recordar que todo sucede demasiado rápido y caóticamente. Se dan conflictos que la realidad superpone antes de haber resuelto el anterior. Varios redactores se quejaron de las presiones de Montoneros para que saliera o no saliera la información tal o cual, o para que el punto de vista enfatizara una cosa. Lo más visible de estos conflictos fueron las renuncias de aquellos que no querían construir y conformar un espacio y una herramienta en la lucha revolucionaria, sino hacer periodismo. Carlos Ulanovsky renunció con mucho dolor, como así también Pablo Giussani.
¿Quiénes marcaban la línea editorial del diario?
Los jefes de la redacción vinculados a Montoneros (Urondo, Walsh, Bonasso, Verbitsky, Gelman) tenían absoluta independencia para decidir qué se cubriría, cómo se haría, qué importancia se le daría. Se suponía que, por su misma militancia, verían el mundo desde el mismo prisma. Ese equívoco permitió que trabajaran sin sufrir censura. En cambio, sufrieron discusiones y tal vez represalias, como se puede suponer del alejamiento de Francisco Urondo de la secretaría de redacción, decidido por la conducción de Montoneros, junto con un descenso en los grados que casi militarmente otorgaba la organización. En esa época y en esos microclimas se veían desviaciones ideológicas y tendencias burguesas por todos lados. Además, la realidad era lo suficientemente caótica como para no permitir una interpretación unívoca.
¿Mario Firmenich ejercía algún tipo de presión para marcar el rumbo editorial?
Ante mí se quejó de que no tuvo la suficiente. "Si hubiera sido por mí –señaló– ‘Noticias’ habría sido el ‘Granma’". Supongo que quiso decir que él hubiera preferido controlar más firmemente la línea. Sin embargo, el hecho de tener figuras importantes de la organización a cargo de la redacción hacía innecesaria su influencia, en teoría; luego vería que esos intelectuales tomaban decisiones propias acerca de los hechos noticiables, o de cómo se los habría de cubrir, con las que no siempre coincidía el dirigente.
¿Qué pasó cuando Perón trató de imberbes a los Montoneros en la Plaza de Mayo?
Como los hechos políticos, la línea del diario derrapó. Hizo crisis el delicadísimo equilibrio entre la naturaleza informativa de un diario y los intereses políticos de la patronal. Montoneros se ubicó decididamente a la defensiva del ataque que la derecha peronista organizaba desde el Estado mismo (el Ministerio de Bienestar Social de López Rega, obviamente), y sus posiciones en esa pelea comenzaron a infiltrar el diario. Hubo tapas con conferencias de prensa de dirigentes montoneros que los otros diarios daban en una nota pequeñita ubicada en una página par perdida en el fondo de la sección política, si acaso la daban. Comenzó un deslinde de la realidad que constituye la más grave enfermedad posible para un diario. A medida que el diario se parecía más a lo que había sido "El Descamisado" (para entonces, cerrado por la presidenta y su ministro favorito), perdía su sentido. Pero también los hechos políticos perdían su sentido. La presidencia de María Estela Martínez, se sabe, fue una tragedia, preludio de otra.
Precisamente fue ella quien cerró el diario.
El diario fue cerrado el 27 de agosto de 1974 por un decreto presidencial. La señora de Perón consideró que "Noticias" desarrollaba "una intensa campaña de exaltación de las actividades delictivas en el campo de la subversión", lo cual constituía una "campaña de acción psicológica para hacer aparecer determinados hechos que se producen aisladamente como una instancia pre-insurreccional." No hubo intentos por reabrirlo, entre otras cosas, porque Montoneros tenía problemas más urgentes: pocos días más tarde, la organización anunció su regreso a la clandestinidad.
La elegida
Gabriela Esquivada nació en Buenos Aires en 1967. A los veinte años ingresó al diario "Página/12", donde trabajó hasta 1995 como redactora y luego, subeditora del suplemento literario "Primer Plano", que dirigió Tomás Eloy Martínez.
Tras una etapa en revistas femeninas, en 1997 volvió a "Página/12" para inaugurar el suplemento "Radar libros".
Participó al año siguiente del lanzamiento del semanario "Veintitrés", en el que fue editora de ‘Sociedad y Artes’. Debido a su mudanza a los Estados Unidos, se convirtió en ‘freelancer’: publicó en medios argentinos como "Clarín", "La Nación", "3 Puntos", "TXT", "Rolling Stone", entre otros; también en latinoamericanos, como las revistas "Surcos" y "Gatopardo" y los diarios "Milenio" y "El Mercurio".
El libro "El diario Noticias. Los montoneros en la prensa argentina", publicado por Ediciones de Periodismo y Comunicación, La Plata, es su tesis de la maestría en periodismo y medios de comunicación, de la Universidad Nacional de La Plata y la Unión Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (Utpba).
Fuente: Diario Río Negro
Un capítulo de la investigación
La empresa editora del diario
"En los tempranos años '70 dos matutinos se destacaban por razones opuestas Crónica y La Opinión. El diario de Héctor Ricardo García, líder en las clases trabajadoras, se ubicaba en las antípodas del periodismo de interpretación del diario de Jacobo Timerman. Ambos modelos inspiraron a quienes hicieron Noticias: periodistas militantes dispuestos a dar al peronismo revolucionario un medio a la vez masivo e interpretativo.
"Tenían una idea clara -según Eduardo Anguita y Martín Caparrós-: no querían competir con La Opinión sino con Crónica. Aunque la formación de muchos los inclinara más a la primera opción" . Pero la ambición, a la segunda: "Esa fue una idea de Horacio, que todos aprobamos", recordó Juan Gelman: no podíamos ser un segundo diario, porque ibamos a vender como La Opinión, nada más" .
En ningún momento de los meses de vida de Noticias, entre el 20 de noviembre de 1973 y el 27 de agosto de 1974, se reconoció su vínculo con Montoneros.
Pero con el paso de los años esa pertenencia -que de todos modos se puede rastrear en las empresa editora y en los contenidos del diario- se ha ido revelando. Escribió Miguel Bonasso, director de Noticias, en su memoria Diario de un clandestino: "Anoche vino Dardo (Cabo) y me largó una idea sensacional: la Orga quiere lanzar un diario popular de gran nivel, con los mejores periodistas del país" . Según Gelman, fue Rodolfo Walsh quien había propuesto la edición de un medio para las fuerzas revolucionarias.
Para la fecha en que Bonasso recrea esa anotación, Montoneros contaba con una publicación política. Según Alejandro Costábile en su tesina sobre el semanario, El Descamisado salía desde el 22 de mayo de 1973, tenía una tirada de 100.000 ejemplares y buscaba homogeneizar el activismo montonero, por lo cual sus decisiones editoriales pasaban por la estructura de la conducción de la organización peronista . Un diario, en cambio, permitía ir más allá del núcleo militante, llegar a quienes no se había llegado, poner la línea de la organización en la construcción de la noticia.
Los criterios deberían ser los periodísticos que corresponden al periódico independiente de información general, que Héctor Borrat define como la necesidad de "dar señales -falsas o auténticas- del trato justo y equilibrado de los conflictos noticiables y del pluralismo de los comentarios políticos. (...) Cuando la línea política se hace explícita, su escenario es el editorial. De manera implícita, en cambio, la línea política recorre y modela todo el temario publicado: entendida como la estrategia del periódico, decide inclusiones, exclusiones y jerarquizaciones tanto en los escenarios de los relatos informativos como en los escenarios de los comentarios políticos"
En una de las reuniones preparatorias, con Francisco Urondo y Julio Iván Roqué, Bonasso conoció a Gregorio Levenson. Este empresario de 63 años en ese momento estaba vinculado a las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR): había sido el padre de uno de los fundadores de la organización que se fusionaría con Montoneros, Miguel Alejo Levenson, quien había muerto a fines de 1970. Se integró al peronismo revolucionario junto con su otro hijo, Bernardo, asesinado en un operativo del ejército a siete meses del golpe de 1976. En una entrevista para este trabajo Levenson explicó que se hizo cargo de la administración general de Noticias "como acto militante", convocado para integrar una comisión fundacional del diario. "Yo era más bien político, participaba de parte de las FAR", detalló. "Venía trabajando con Montoneros y una de las tareas conjuntas era la edición de un diario. El proyecto de Noticias fue la resultante de la política general de las dos organizaciones armadas que mayor fuerza y presencia tenían en el país. La idea era aprovechar la gran aceptación de las masas: con la llegada de Cámpora al poder, se abrían perspectivas de legalización para el movimiento en su conjunto y para las
organizaciones armadas; como un arma democrática y legal, uno de los proyectos existentes era la edición de un diario. No se lo puede separar del crecimiento popular de Montoneros, las FAR y todas las organizaciones armadas. Fue el momento en que el peronismo estuvo más cerca del verdadero poder. Los Montoneros eran un factor importantísimo de ese poder y el diario no era ajeno" .
Levenson también recordó a Noticias en su memoria De los bolcheviques a la gesta montonera: "La edición de un diario popular y peronista, que cubriera todo el espacio político que habíamos conquistado a través de nuestras movilizaciones, con información objetiva y que fuera al mismo tiempo un medio de formación y orientación ideológica fue una hermosa tarea en la que confluyeron compañeros de gran capacidad técnica y fervor revolucionario.
Nos animó desde sus inicios la voluntad y firmeza de Paco Urondo, que fue designado por la conducción nacional (de Montoneros) responsable político y organizativo de la empresa" .
De profesión químico, dedicado a la administración de una industria del sector, Levenson se integró al proyecto de Noticias con un puesto de dirección: administrador general de Hoy S.A., la empresa que se constituyó para editarlo y de la que no quedaron registros oficiales. El primer directorio de Hoy S.A. estuvo presidido por el ingeniero José Palma, propietario de un frigorífico, e integrado por el ex vicecanciller del presidente Héctor Cámpora, Jorge Vázquez; el empresario metalúrgico César Cao Saravia, el sindicalista de fideeros Miguel Gazzera y el general Jorge Leal (quien había encabezado la primera expedición argentina al Polo Sur), entre otros. "Se dice que la financiación provendría del rescate del 'holandés', un alto ejecutivo de la Phillips por el que se pide un millón de dólares" , escribió Bonasso. Una versión que coincide con la de Anguita y Caparrós: "Goyo Levenson era el administrador: el que solía recibir los paquetes de dinero fresco, que venían, en buena parte, de un par de secuestros de gerentes de empresas extranjeras que los Montoneros habían cobrado en esos días".
Pero Levenson fue elusivo ante el punto: "No recuerdo. Yo no intervenía mucho en eso. No, no creo. No se hizo algo específico, sino que las organizaciones de algún lado sacaron dinero. A nosotros no nos querían comprometer. Y yo menos me quise comprometer en ese momento, ni (quiero) ahora, en afirmar que la plata salió de un secuestro".
El administrador insistió en que inicialmente las dos organizaciones financiaron el proyecto. "Necesitábamos un primer empuje, porque después el diario comenzó a tener una gran tirada e hicimos un acuerdo con (el ministro de Economía José Ber) Gelbard para que nos pautaran (publicidad) como a los demás diarios. A los cuatro o cinco meses ya teníamos una autofinanciación, peleando siempre pero sin depender tanto de las organizaciones" , argumentó. Y si cuando describió el directorio dijo que había estado formado por "simpatizantes y gente que pudiera aportar algo económicamente", aclaró luego que se había referido a las líneas de crédito que Cao Saravia logró que le otorgaran al diario en los bancos Rural y de Río Negro. Levenson
negó enfáticamente que luego del aporte inicial de capital se hubieran recibido otros, del empresario David Graiver -quien financiaba La Opinión -o del editor Rafael Perrota.
"Graiver en ese momento no existía. El primer contacto que tiene Graiver con Montoneros es cuando cobran el rescate de los Born. En ese momento el diario no tenía necesidad de dinero, Graiver no intervino para nada", repitió Levenson. "Perrota nunca aportó dinero. Con él teníamos un acuerdo profesional. El cobraba por sus servicios, normalmente" . Según Gelman, en cambio, Perrota habría prestado los talleres, por lo menos parcialmente, para la confección de las películas de Noticias. "Y eso le costó la vida", estimó, ya que fue desaparecido por la dictadura militar en julio de 1977.
Levenson se encargó de armar una sociedad anónima capitalista tradicional, con los canales y medios económicos necesarios para funcionar. "Yo tenía una empresa, conocía esta tarea. Me resultó fácil armar una estructura: trabajar con los bancos, conseguir créditos, contratar publicidad" , recordó.
Con la administración en sus manos, el sector producción se conformó de modo colegiado: Urondo y Juan Gelman, futuro jefe de redacción de Noticias, acordaron con Bonasso que él figuraría a cargo pero que el diario tendría una dirección colectiva. "Todo diario necesita una cabeza. Yo había sido secretario de Prensa del (Frente Justicialista de Liberación) FREJULI unos meses antes y era una figura pública de la izquierda peronista a pesar de ser joven: creo que eso pesó mucho a la hora de nombrarme director" , declaró Bonasso.
La pertenencia a las organizaciones armadas definía los bordes de esa dirección colectiva. "Los que éramos militantes conformábamos una célula de conducción -agregó Bonasso-. Los integrantes de la dirección estábamos todos encuadrados, en la R (FAR), en la M (Montonero); ese era un núcleo de hierro, que estaba subordinado políticamente". También Pablo Giussani, uno de los periodistas que renunció a Noticias por desacuerdo ideológico, confirmó en su memoria Montoneros, la soberbia armada los vínculos de la organización con el diario: "Paco Urondo, quien podía ser considerado un cuadro intermedio de cierto relieve en su condición de oficial montonero, fue designado a mediados de 1973 comisario político de la organización en el
diario Noticias, cuyo lanzamiento estaba previsto para el 17 de octubre de ese año. A tal título, me citó un día para ofrecerme la secretaría de redacción del rotativo".
Había otras militancias, como la de Leopoldo Moreau, redactor de universitarias y radical (quien ingresó al diario por expreso pedido de Raúl Alfonsín, afirma Cecilia De Dann) o de la agrupación peronista de secundarios. Recuerda Martín Caparrós, quien ingresó al diario como cadete antes de convertirse en redactor: "Los otros cadetes también eran gente militante, de la UES" . Pero la diversidad no hizo sombra a los propietarios. Levenson aseguró que durante los primeros meses "la línea política la marcaban Montoneros y FAR, que todavía no se habían unificado; estando el diario en funcionamiento se produjo la unificación.
Intervino alguna vez (Mario Eduardo) Firmenich, por Montoneros, y por las FAR el compañero Roqué, y se suscitaron discusiones políticas" .El ex director coincidió con él y evaluó que la conducción de Montoneros cometió en esos comienzos "los mismos errores que puede cometer un empresario dueño de un medio: presionar a los periodistas, hacer grosera la línea. Firmenich se quejaba de que salían pocos comunicados o noticias de los frentes de masas de la organización. En una reunión le dije: 'Es mucho más importante que el diario llegue a los actores sociales antes que publique comunicados. Si nuestros frentes de masas actúan sobre el conflicto verdadero, su presencia se va a notar en el diario por su simple participación. Pero no podemos convertir el diario en un reservorio de comunicados. No vamos a vender nada'".
Ese punto de vista se impuso durante unos meses: "Inclusive se puede ver cierta preocupación en la parte política por mantener una distancia" , estimó Bonasso. Pero todo cambió con el avance de la derecha peronista.
La portada del Nº 244, del 1º de agosto de 1974, titulada La universidad en estado de alerta e ilustrada con otra nota, la imagen de una olla popular del Matadero Municipal de Abasto, se cambió por Ortega Peña asesinado, con una foto del diputado Rodolfo Ortega Peña y dos del atentado donde murió.
Días después, cuando el comisario Alberto Villar atacó con golpes y gases al cortejo fúnebre dentro del cementerio, la tapa se tituló: Entierro a lo Villar. "En los últimos días -dijo Bonasso- el diario estaba en la línea abiertamente provocadora" . Se trató, según Caparrós, de "un proceso de aislamiento progresivo, que terminó de cristalizar el 6 de septiembre del '74 cuando Montoneros anunció el pase a la clandestinidad. El diario habíasido cerrado una semana antes".
Concepción del medio y antecedentes
De Dann afirma que Noticias apareció con el propósito de convertirse en un diario peronista que funcionara como herramienta en la lucha para la liberación nacional. "Se pretendía con él modificar la realidad socio-política, partiendo de la convicción de que esto es factible desde un puesto periodístico" , detalla, agregando que la lucha por el poder, entendido como relación política en permanente construcción, se da en y por los discursos. Tanto Levenson como Bonasso coinciden con ese punto de vista, y Horacio Verbitsky explicó en una entrevista para este trabajo que ese origen planteaba dificultades en la edición: "Hubo muchos conflictos porque la conducción de Montoneros tenía como ejemplo El Descamisado. Eso era lo que a ellos les gustaba: la resolución disciplinaria, en la cual la línea orgánica bajada por la conducción política se sigue a rajatabla, donde los cuadros que ejecutan eso no son intelectuales o, si lo son, se
subordinan acríticamente y producen esa revista vergonzosa, de estilo ramplón, prepotente, gritón, vulgar" .
Verbitsky reconoció que recibían "órdenes sobre cómo cubrir determinadas noticias" y "una presión constante para que el diario fuera más bien de tipo agitador"; en la redacción, esas pretensiones de los dirigentes de Montoneros encontraban "una resistencia constante a hacer ese tipo de periodismo porque, si bien no cuestionábamos la línea general, no estábamos de acuerdo con hacer un diario propagandístico, tachín-tachín, sino que queríamos hacer un diario que le sirviera a la gente. Noticias es una obra cuidadosa, de calidad profesional, de seriedad informativa, siempre en el borde, siempre en el límite" .
Existía, entonces, una tensión en las rutinas con que Noticias elaboraba sus discursos informativos. Miquel Rodrigo Alsina enumera el conjunto de actividades que en cada medio construyen, con independencia de su ideología, la noticia: "La determinación del acontecimiento, las fuentes, el trabajo vperiodístico en sí, son elementos de un proceso de producción institucionalizado" . En la medida en que esos criterios prevalezcan, según el autor, se puede hablar de masas media y no de otro tipo de prensa, como la política. También las nociones de periódico independiente de información general que ofrece Héctor Borrat -"todo aquel que se define y actúa en función de los objetivos permanentes de lucrar e influir, excluyendo toda relación de dependencia estructural respecto de cualquier otro actor que no sea su empresa editora" - se aplican a Noticias, ya que aunque sólo se haya hecho por la necesidad de establecer una composición legal del capital, la existencia de una empresa, y sus objetivos y rutinas consecuentes, evitaron un destino de prensa partidaria.
Las contradicciones entre los modelos de medios que querían los periodistas y la dirección de Montoneros se desarrollaron bastante, y no sólo en la determinación del enfoque noticioso de determinados acontecimientos. "Un tema motivo de muchas discusiones fue que en el diario había una sección de turf. Era muy buena, trajimos los mejores periodistas", recordó Verbitsky.
Sus títulos se destacaban normalmente en la tapa, incluyendo jactancias como seis aciertos sobre ocho en los pronósticos del día anterior. "Eso era un criterio periodístico: un diario que quería ser popular tenía que incluir el tipo de informaciones que en ese momento eran de consumo popular. Pero desde un punto de vista ideológico, eso era cuestionado", agregó.
El modelo resultante fue "una experiencia de periodismo popular", como tituló la revista Crisis su nota sobre el cierre de Noticias, con ciertas particularidades de enfoque en las actuaciones políticas, acaso no mayores sino simplemente más visibles que las medios tradicionales, según Bonasso: "Bajaba línea como pueden bajar La Nación o Clarín" . Lo señala Borrat: "El periódico independiente de información general es un verdadero actor político de naturaleza colectiva, cuyo ámbito de actuación es el de la influencia, no el de la conquista del poder institucional o la permanencia en él".
El texto de Crisis, elaborado por el Centro de Estudios de Comunicación Masiva (CECM) que en 1974 existía en la Universidad de Buenos Aires destacó que Noticias fue parte de un intento de renovación de la prensa popular, sucedido tras el fuerte cambio social que produjo el triunfo peronista en las elecciones. "Los quioscos se inundaron de nuevas publicaciones que, al mismo tiempo, eran nuevas propuestas periodísticas, intentos de fundarformas de comunicación y de información que correspondieran al proceso que se iniciaba".
Pero además del ascenso de las masas, otro factor influyente en este intento de renovación es un conjunto de antecedentes, tanto de la prensa popular (Crónica, y por eso el anterior Crítica) como de la alternativa que resistió a la represión desde 1955 (CGT) y de la interpretativa para minorías ilustradas (La Opinión). El CECM describe el resultado de esa mezcla curiosa: "Noticias, aunque siga en términos generales el equilibro de temas que desde hace décadas caracteriza al periodismo escrito, ha logrado alterarlo más que ningún otro diario incorporando al mundo privilegiado de la noticia la realidad política de muchos sectores subordinados.
Por: Pablo Montanaro
La periodista Gabriela Esquivada ofrece en su libro "El diario Noticias. Los Montoneros en la prensa argentina" una exhaustiva investigación acerca del órgano periodístico de la organización armada argentina. Conformado por notables periodistas con militancia montonera -como

¿Con qué incógnitas inició la investigación del diario "Noticias"?
Mi duda principal era qué podía salir de la combinación de una patronal que, aunque no formalmente, era Montoneros y un equipo de profesionales -en su mayoría importantes intelectuales nacionales- a los cuales no se podía llevar de las narices. Veía allí una especie de puja entre una organización armada, con profundos intereses ideológicos que comunicar, y un grupo de periodistas, algunos afines a Montoneros y otros no, pero todos ellos capaces de elaborar un discurso crítico, inclusive sobre las decisiones de su conducción política, que podía tener sus propias ideas sobre el delicadísimo momento histórico que se vivía.
Los nueve meses del diario coinciden con un período de infinidad de sucesos políticos y delictivos.
Otra duda era cómo había influido la intensidad de la vida política en ese tiempo tan vertiginoso: Perón asumió como presidente tras casi dos décadas de proscripción, a partir de las acciones del ERP en Azul, forzó la renuncia del gobernador bonaerense Bidegain y echó a los Montoneros de la Plaza de Mayo. Además, la Triple A comenzó a actuar confusamente con el asesinato del Padre Mujica y abiertamente con el asesinato del diputado Ortega Peña. Cuando Perón murió y su esposa, María Estela Martínez, asumió la presidencia bajo el consejo perpetuo de José López Rega, comenzó el fin. Me preguntaba cómo habría cambiado el diario si Montoneros había sido un actor político de ese tiempo, enfrentado a la derecha del gobierno y al patriarca político por cuyo regreso habían luchado.
¿Con qué propósitos Montoneros decidió en noviembre de 1973 sacar el primer número de "Noticias"?
Como todo medio periodístico, aspiraba a influir y lucrar. Aún en este caso, cuando los fondos provenían de acciones y movimientos financieros de una organización armada, influir no era el único punto, puesto que hacer un diario es carísimo. El punto de la influencia es significativo, ya que en el momento de la salida del diario, Montoneros contaba con un órgano de difusión de su línea, "El Descamisado", que llegaba únicamente a quienes ya estaban convencidos de la particular visión revolucionaria del grupo, o integraban directamente las organizaciones visibles que se conocían bajo el nombre general de Tendencia peronista.
¿Qué factores influyeron para que se convirtiera en el medio de comunicación revolucionario más importante de los ’70?
El staff, indudablemente, era de profesionales probados: Rodolfo Walsh, Juan Gelman, Horacio Verbitsky, Francisco Urondo, Norberto Habbeger y Miguel Bonasso fueron sus principales editores, todos ellos con militancia montonera. Además, en las secciones trabajaban periodistas sin esa militancia pero con experiencia, como Carlos Ulanovsky, Roberto Guareschi, Silvia Rudni, Leopoldo Moreau, Sylvina Walter, entre otros. La tirada quedó en un promedio de 100.000 ejemplares, con picos de 180.000 en los días posteriores a la muerte de Perón.
El escenario creado por "Noticias" también reflejó la difícil relación de los intelectuales con los procesos políticos.
El país fue fundado por intelectuales, las generaciones del ’37 y del ’80 construyeron los mitos sobre los que se unificó el sueño de una nación, sobre los que se diseñó el Estado como institución. En 1916, con el voto masivo -aunque todavía sólo para varones- que otorgó la Ley Sáenz Peña, ese papel pasó a los partidos políticos y los intelectuales ingresaron a la política por otros caminos. Leopoldo Lugones, por ejemplo, a través del golpismo; otros, a través de la función pública, la fundación de grupos y revistas para el debate político; otros, a través de la militancia. La relación con el peronismo fue un problema aparte para muchos de ellos; un problema tan complicado que se puede sintetizar en el ejemplo de Rodolfo Walsh, que pasó de un activo antiperonismo a denunciar los fusilamientos ilegales del golpe de 1955 y luego, vía Cuba y la CGT de los argentinos, a integrar las Fuerzas Armadas Peronistas y luego Montoneros. Creo que "Noticias" fue un escenario de participación muy especial para intelectuales como él: combinaban su militancia revolucionaria con su hacer crítico.
La heterogeneidad de su redacción -periodistas con compromiso político y otros sin vinculación con la militancia-, ¿de qué manera actuó en relación con el objetivo del diario que era construir y conformar un espacio y una herramienta en la lucha revolucionaria?
La heterogeneidad fue positiva para la calidad periodística del diario, ya que si se compara un ejemplar de los comienzos de "Noticias" con uno de "Crónica", "La Nación" o "La Opinión", verá que casi no había diferencias en la agenda de temas, al menos no diferencias mayores a las que se observan al comparar entre sí a esos otros medios claramente comerciales. Sin embargo, conviene recordar que todo sucede demasiado rápido y caóticamente. Se dan conflictos que la realidad superpone antes de haber resuelto el anterior. Varios redactores se quejaron de las presiones de Montoneros para que saliera o no saliera la información tal o cual, o para que el punto de vista enfatizara una cosa. Lo más visible de estos conflictos fueron las renuncias de aquellos que no querían construir y conformar un espacio y una herramienta en la lucha revolucionaria, sino hacer periodismo. Carlos Ulanovsky renunció con mucho dolor, como así también Pablo Giussani.
¿Quiénes marcaban la línea editorial del diario?
Los jefes de la redacción vinculados a Montoneros (Urondo, Walsh, Bonasso, Verbitsky, Gelman) tenían absoluta independencia para decidir qué se cubriría, cómo se haría, qué importancia se le daría. Se suponía que, por su misma militancia, verían el mundo desde el mismo prisma. Ese equívoco permitió que trabajaran sin sufrir censura. En cambio, sufrieron discusiones y tal vez represalias, como se puede suponer del alejamiento de Francisco Urondo de la secretaría de redacción, decidido por la conducción de Montoneros, junto con un descenso en los grados que casi militarmente otorgaba la organización. En esa época y en esos microclimas se veían desviaciones ideológicas y tendencias burguesas por todos lados. Además, la realidad era lo suficientemente caótica como para no permitir una interpretación unívoca.
¿Mario Firmenich ejercía algún tipo de presión para marcar el rumbo editorial?
Ante mí se quejó de que no tuvo la suficiente. "Si hubiera sido por mí –señaló– ‘Noticias’ habría sido el ‘Granma’". Supongo que quiso decir que él hubiera preferido controlar más firmemente la línea. Sin embargo, el hecho de tener figuras importantes de la organización a cargo de la redacción hacía innecesaria su influencia, en teoría; luego vería que esos intelectuales tomaban decisiones propias acerca de los hechos noticiables, o de cómo se los habría de cubrir, con las que no siempre coincidía el dirigente.
¿Qué pasó cuando Perón trató de imberbes a los Montoneros en la Plaza de Mayo?
Como los hechos políticos, la línea del diario derrapó. Hizo crisis el delicadísimo equilibrio entre la naturaleza informativa de un diario y los intereses políticos de la patronal. Montoneros se ubicó decididamente a la defensiva del ataque que la derecha peronista organizaba desde el Estado mismo (el Ministerio de Bienestar Social de López Rega, obviamente), y sus posiciones en esa pelea comenzaron a infiltrar el diario. Hubo tapas con conferencias de prensa de dirigentes montoneros que los otros diarios daban en una nota pequeñita ubicada en una página par perdida en el fondo de la sección política, si acaso la daban. Comenzó un deslinde de la realidad que constituye la más grave enfermedad posible para un diario. A medida que el diario se parecía más a lo que había sido "El Descamisado" (para entonces, cerrado por la presidenta y su ministro favorito), perdía su sentido. Pero también los hechos políticos perdían su sentido. La presidencia de María Estela Martínez, se sabe, fue una tragedia, preludio de otra.
Precisamente fue ella quien cerró el diario.
El diario fue cerrado el 27 de agosto de 1974 por un decreto presidencial. La señora de Perón consideró que "Noticias" desarrollaba "una intensa campaña de exaltación de las actividades delictivas en el campo de la subversión", lo cual constituía una "campaña de acción psicológica para hacer aparecer determinados hechos que se producen aisladamente como una instancia pre-insurreccional." No hubo intentos por reabrirlo, entre otras cosas, porque Montoneros tenía problemas más urgentes: pocos días más tarde, la organización anunció su regreso a la clandestinidad.
La elegida
Gabriela Esquivada nació en Buenos Aires en 1967. A los veinte años ingresó al diario "Página/12", donde trabajó hasta 1995 como redactora y luego, subeditora del suplemento literario "Primer Plano", que dirigió Tomás Eloy Martínez.
Tras una etapa en revistas femeninas, en 1997 volvió a "Página/12" para inaugurar el suplemento "Radar libros".
Participó al año siguiente del lanzamiento del semanario "Veintitrés", en el que fue editora de ‘Sociedad y Artes’. Debido a su mudanza a los Estados Unidos, se convirtió en ‘freelancer’: publicó en medios argentinos como "Clarín", "La Nación", "3 Puntos", "TXT", "Rolling Stone", entre otros; también en latinoamericanos, como las revistas "Surcos" y "Gatopardo" y los diarios "Milenio" y "El Mercurio".
El libro "El diario Noticias. Los montoneros en la prensa argentina", publicado por Ediciones de Periodismo y Comunicación, La Plata, es su tesis de la maestría en periodismo y medios de comunicación, de la Universidad Nacional de La Plata y la Unión Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (Utpba).
Fuente: Diario Río Negro
Un capítulo de la investigación
La empresa editora del diario
"En los tempranos años '70 dos matutinos se destacaban por razones opuestas Crónica y La Opinión. El diario de Héctor Ricardo García, líder en las clases trabajadoras, se ubicaba en las antípodas del periodismo de interpretación del diario de Jacobo Timerman. Ambos modelos inspiraron a quienes hicieron Noticias: periodistas militantes dispuestos a dar al peronismo revolucionario un medio a la vez masivo e interpretativo.
"Tenían una idea clara -según Eduardo Anguita y Martín Caparrós-: no querían competir con La Opinión sino con Crónica. Aunque la formación de muchos los inclinara más a la primera opción" . Pero la ambición, a la segunda: "Esa fue una idea de Horacio, que todos aprobamos", recordó Juan Gelman: no podíamos ser un segundo diario, porque ibamos a vender como La Opinión, nada más" .

Pero con el paso de los años esa pertenencia -que de todos modos se puede rastrear en las empresa editora y en los contenidos del diario- se ha ido revelando. Escribió Miguel Bonasso, director de Noticias, en su memoria Diario de un clandestino: "Anoche vino Dardo (Cabo) y me largó una idea sensacional: la Orga quiere lanzar un diario popular de gran nivel, con los mejores periodistas del país" . Según Gelman, fue Rodolfo Walsh quien había propuesto la edición de un medio para las fuerzas revolucionarias.
Para la fecha en que Bonasso recrea esa anotación, Montoneros contaba con una publicación política. Según Alejandro Costábile en su tesina sobre el semanario, El Descamisado salía desde el 22 de mayo de 1973, tenía una tirada de 100.000 ejemplares y buscaba homogeneizar el activismo montonero, por lo cual sus decisiones editoriales pasaban por la estructura de la conducción de la organización peronista . Un diario, en cambio, permitía ir más allá del núcleo militante, llegar a quienes no se había llegado, poner la línea de la organización en la construcción de la noticia.
Los criterios deberían ser los periodísticos que corresponden al periódico independiente de información general, que Héctor Borrat define como la necesidad de "dar señales -falsas o auténticas- del trato justo y equilibrado de los conflictos noticiables y del pluralismo de los comentarios políticos. (...) Cuando la línea política se hace explícita, su escenario es el editorial. De manera implícita, en cambio, la línea política recorre y modela todo el temario publicado: entendida como la estrategia del periódico, decide inclusiones, exclusiones y jerarquizaciones tanto en los escenarios de los relatos informativos como en los escenarios de los comentarios políticos"
En una de las reuniones preparatorias, con Francisco Urondo y Julio Iván Roqué, Bonasso conoció a Gregorio Levenson. Este empresario de 63 años en ese momento estaba vinculado a las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR): había sido el padre de uno de los fundadores de la organización que se fusionaría con Montoneros, Miguel Alejo Levenson, quien había muerto a fines de 1970. Se integró al peronismo revolucionario junto con su otro hijo, Bernardo, asesinado en un operativo del ejército a siete meses del golpe de 1976. En una entrevista para este trabajo Levenson explicó que se hizo cargo de la administración general de Noticias "como acto militante", convocado para integrar una comisión fundacional del diario. "Yo era más bien político, participaba de parte de las FAR", detalló. "Venía trabajando con Montoneros y una de las tareas conjuntas era la edición de un diario. El proyecto de Noticias fue la resultante de la política general de las dos organizaciones armadas que mayor fuerza y presencia tenían en el país. La idea era aprovechar la gran aceptación de las masas: con la llegada de Cámpora al poder, se abrían perspectivas de legalización para el movimiento en su conjunto y para las

Levenson también recordó a Noticias en su memoria De los bolcheviques a la gesta montonera: "La edición de un diario popular y peronista, que cubriera todo el espacio político que habíamos conquistado a través de nuestras movilizaciones, con información objetiva y que fuera al mismo tiempo un medio de formación y orientación ideológica fue una hermosa tarea en la que confluyeron compañeros de gran capacidad técnica y fervor revolucionario.
Nos animó desde sus inicios la voluntad y firmeza de Paco Urondo, que fue designado por la conducción nacional (de Montoneros) responsable político y organizativo de la empresa" .
De profesión químico, dedicado a la administración de una industria del sector, Levenson se integró al proyecto de Noticias con un puesto de dirección: administrador general de Hoy S.A., la empresa que se constituyó para editarlo y de la que no quedaron registros oficiales. El primer directorio de Hoy S.A. estuvo presidido por el ingeniero José Palma, propietario de un frigorífico, e integrado por el ex vicecanciller del presidente Héctor Cámpora, Jorge Vázquez; el empresario metalúrgico César Cao Saravia, el sindicalista de fideeros Miguel Gazzera y el general Jorge Leal (quien había encabezado la primera expedición argentina al Polo Sur), entre otros. "Se dice que la financiación provendría del rescate del 'holandés', un alto ejecutivo de la Phillips por el que se pide un millón de dólares" , escribió Bonasso. Una versión que coincide con la de Anguita y Caparrós: "Goyo Levenson era el administrador: el que solía recibir los paquetes de dinero fresco, que venían, en buena parte, de un par de secuestros de gerentes de empresas extranjeras que los Montoneros habían cobrado en esos días".
Pero Levenson fue elusivo ante el punto: "No recuerdo. Yo no intervenía mucho en eso. No, no creo. No se hizo algo específico, sino que las organizaciones de algún lado sacaron dinero. A nosotros no nos querían comprometer. Y yo menos me quise comprometer en ese momento, ni (quiero) ahora, en afirmar que la plata salió de un secuestro".
El administrador insistió en que inicialmente las dos organizaciones financiaron el proyecto. "Necesitábamos un primer empuje, porque después el diario comenzó a tener una gran tirada e hicimos un acuerdo con (el ministro de Economía José Ber) Gelbard para que nos pautaran (publicidad) como a los demás diarios. A los cuatro o cinco meses ya teníamos una autofinanciación, peleando siempre pero sin depender tanto de las organizaciones" , argumentó. Y si cuando describió el directorio dijo que había estado formado por "simpatizantes y gente que pudiera aportar algo económicamente", aclaró luego que se había referido a las líneas de crédito que Cao Saravia logró que le otorgaran al diario en los bancos Rural y de Río Negro. Levenson
negó enfáticamente que luego del aporte inicial de capital se hubieran recibido otros, del empresario David Graiver -quien financiaba La Opinión -o del editor Rafael Perrota.
"Graiver en ese momento no existía. El primer contacto que tiene Graiver con Montoneros es cuando cobran el rescate de los Born. En ese momento el diario no tenía necesidad de dinero, Graiver no intervino para nada", repitió Levenson. "Perrota nunca aportó dinero. Con él teníamos un acuerdo profesional. El cobraba por sus servicios, normalmente" . Según Gelman, en cambio, Perrota habría prestado los talleres, por lo menos parcialmente, para la confección de las películas de Noticias. "Y eso le costó la vida", estimó, ya que fue desaparecido por la dictadura militar en julio de 1977.
Levenson se encargó de armar una sociedad anónima capitalista tradicional, con los canales y medios económicos necesarios para funcionar. "Yo tenía una empresa, conocía esta tarea. Me resultó fácil armar una estructura: trabajar con los bancos, conseguir créditos, contratar publicidad" , recordó.
Con la administración en sus manos, el sector producción se conformó de modo colegiado: Urondo y Juan Gelman, futuro jefe de redacción de Noticias, acordaron con Bonasso que él figuraría a cargo pero que el diario tendría una dirección colectiva. "Todo diario necesita una cabeza. Yo había sido secretario de Prensa del (Frente Justicialista de Liberación) FREJULI unos meses antes y era una figura pública de la izquierda peronista a pesar de ser joven: creo que eso pesó mucho a la hora de nombrarme director" , declaró Bonasso.
La pertenencia a las organizaciones armadas definía los bordes de esa dirección colectiva. "Los que éramos militantes conformábamos una célula de conducción -agregó Bonasso-. Los integrantes de la dirección estábamos todos encuadrados, en la R (FAR), en la M (Montonero); ese era un núcleo de hierro, que estaba subordinado políticamente". También Pablo Giussani, uno de los periodistas que renunció a Noticias por desacuerdo ideológico, confirmó en su memoria Montoneros, la soberbia armada los vínculos de la organización con el diario: "Paco Urondo, quien podía ser considerado un cuadro intermedio de cierto relieve en su condición de oficial montonero, fue designado a mediados de 1973 comisario político de la organización en el
diario Noticias, cuyo lanzamiento estaba previsto para el 17 de octubre de ese año. A tal título, me citó un día para ofrecerme la secretaría de redacción del rotativo".
Había otras militancias, como la de Leopoldo Moreau, redactor de universitarias y radical (quien ingresó al diario por expreso pedido de Raúl Alfonsín, afirma Cecilia De Dann) o de la agrupación peronista de secundarios. Recuerda Martín Caparrós, quien ingresó al diario como cadete antes de convertirse en redactor: "Los otros cadetes también eran gente militante, de la UES" . Pero la diversidad no hizo sombra a los propietarios. Levenson aseguró que durante los primeros meses "la línea política la marcaban Montoneros y FAR, que todavía no se habían unificado; estando el diario en funcionamiento se produjo la unificación.
Intervino alguna vez (Mario Eduardo) Firmenich, por Montoneros, y por las FAR el compañero Roqué, y se suscitaron discusiones políticas" .El ex director coincidió con él y evaluó que la conducción de Montoneros cometió en esos comienzos "los mismos errores que puede cometer un empresario dueño de un medio: presionar a los periodistas, hacer grosera la línea. Firmenich se quejaba de que salían pocos comunicados o noticias de los frentes de masas de la organización. En una reunión le dije: 'Es mucho más importante que el diario llegue a los actores sociales antes que publique comunicados. Si nuestros frentes de masas actúan sobre el conflicto verdadero, su presencia se va a notar en el diario por su simple participación. Pero no podemos convertir el diario en un reservorio de comunicados. No vamos a vender nada'".
Ese punto de vista se impuso durante unos meses: "Inclusive se puede ver cierta preocupación en la parte política por mantener una distancia" , estimó Bonasso. Pero todo cambió con el avance de la derecha peronista.
La portada del Nº 244, del 1º de agosto de 1974, titulada La universidad en estado de alerta e ilustrada con otra nota, la imagen de una olla popular del Matadero Municipal de Abasto, se cambió por Ortega Peña asesinado, con una foto del diputado Rodolfo Ortega Peña y dos del atentado donde murió.
Días después, cuando el comisario Alberto Villar atacó con golpes y gases al cortejo fúnebre dentro del cementerio, la tapa se tituló: Entierro a lo Villar. "En los últimos días -dijo Bonasso- el diario estaba en la línea abiertamente provocadora" . Se trató, según Caparrós, de "un proceso de aislamiento progresivo, que terminó de cristalizar el 6 de septiembre del '74 cuando Montoneros anunció el pase a la clandestinidad. El diario habíasido cerrado una semana antes".
Concepción del medio y antecedentes
De Dann afirma que Noticias apareció con el propósito de convertirse en un diario peronista que funcionara como herramienta en la lucha para la liberación nacional. "Se pretendía con él modificar la realidad socio-política, partiendo de la convicción de que esto es factible desde un puesto periodístico" , detalla, agregando que la lucha por el poder, entendido como relación política en permanente construcción, se da en y por los discursos. Tanto Levenson como Bonasso coinciden con ese punto de vista, y Horacio Verbitsky explicó en una entrevista para este trabajo que ese origen planteaba dificultades en la edición: "Hubo muchos conflictos porque la conducción de Montoneros tenía como ejemplo El Descamisado. Eso era lo que a ellos les gustaba: la resolución disciplinaria, en la cual la línea orgánica bajada por la conducción política se sigue a rajatabla, donde los cuadros que ejecutan eso no son intelectuales o, si lo son, se
subordinan acríticamente y producen esa revista vergonzosa, de estilo ramplón, prepotente, gritón, vulgar" .
Verbitsky reconoció que recibían "órdenes sobre cómo cubrir determinadas noticias" y "una presión constante para que el diario fuera más bien de tipo agitador"; en la redacción, esas pretensiones de los dirigentes de Montoneros encontraban "una resistencia constante a hacer ese tipo de periodismo porque, si bien no cuestionábamos la línea general, no estábamos de acuerdo con hacer un diario propagandístico, tachín-tachín, sino que queríamos hacer un diario que le sirviera a la gente. Noticias es una obra cuidadosa, de calidad profesional, de seriedad informativa, siempre en el borde, siempre en el límite" .
Existía, entonces, una tensión en las rutinas con que Noticias elaboraba sus discursos informativos. Miquel Rodrigo Alsina enumera el conjunto de actividades que en cada medio construyen, con independencia de su ideología, la noticia: "La determinación del acontecimiento, las fuentes, el trabajo vperiodístico en sí, son elementos de un proceso de producción institucionalizado" . En la medida en que esos criterios prevalezcan, según el autor, se puede hablar de masas media y no de otro tipo de prensa, como la política. También las nociones de periódico independiente de información general que ofrece Héctor Borrat -"todo aquel que se define y actúa en función de los objetivos permanentes de lucrar e influir, excluyendo toda relación de dependencia estructural respecto de cualquier otro actor que no sea su empresa editora" - se aplican a Noticias, ya que aunque sólo se haya hecho por la necesidad de establecer una composición legal del capital, la existencia de una empresa, y sus objetivos y rutinas consecuentes, evitaron un destino de prensa partidaria.
Las contradicciones entre los modelos de medios que querían los periodistas y la dirección de Montoneros se desarrollaron bastante, y no sólo en la determinación del enfoque noticioso de determinados acontecimientos. "Un tema motivo de muchas discusiones fue que en el diario había una sección de turf. Era muy buena, trajimos los mejores periodistas", recordó Verbitsky.
Sus títulos se destacaban normalmente en la tapa, incluyendo jactancias como seis aciertos sobre ocho en los pronósticos del día anterior. "Eso era un criterio periodístico: un diario que quería ser popular tenía que incluir el tipo de informaciones que en ese momento eran de consumo popular. Pero desde un punto de vista ideológico, eso era cuestionado", agregó.
El modelo resultante fue "una experiencia de periodismo popular", como tituló la revista Crisis su nota sobre el cierre de Noticias, con ciertas particularidades de enfoque en las actuaciones políticas, acaso no mayores sino simplemente más visibles que las medios tradicionales, según Bonasso: "Bajaba línea como pueden bajar La Nación o Clarín" . Lo señala Borrat: "El periódico independiente de información general es un verdadero actor político de naturaleza colectiva, cuyo ámbito de actuación es el de la influencia, no el de la conquista del poder institucional o la permanencia en él".
El texto de Crisis, elaborado por el Centro de Estudios de Comunicación Masiva (CECM) que en 1974 existía en la Universidad de Buenos Aires destacó que Noticias fue parte de un intento de renovación de la prensa popular, sucedido tras el fuerte cambio social que produjo el triunfo peronista en las elecciones. "Los quioscos se inundaron de nuevas publicaciones que, al mismo tiempo, eran nuevas propuestas periodísticas, intentos de fundarformas de comunicación y de información que correspondieran al proceso que se iniciaba".
Pero además del ascenso de las masas, otro factor influyente en este intento de renovación es un conjunto de antecedentes, tanto de la prensa popular (Crónica, y por eso el anterior Crítica) como de la alternativa que resistió a la represión desde 1955 (CGT) y de la interpretativa para minorías ilustradas (La Opinión). El CECM describe el resultado de esa mezcla curiosa: "Noticias, aunque siga en términos generales el equilibro de temas que desde hace décadas caracteriza al periodismo escrito, ha logrado alterarlo más que ningún otro diario incorporando al mundo privilegiado de la noticia la realidad política de muchos sectores subordinados.
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