En las Señales hablamos sobre los recortes que se realizaron en lo que fue el Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad, de Nación y lo que ocurre en la provincia de Santa Fe, dónde el ministerio de Igualdad, Género y Diversidad terminó en una secretaría y hay despidos de personal. Y lo que pasa en otros lugares del país. Sobre estos temas charlamos con Erica Laporte, ella fue jefa de Gabinete del ex-Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad en el gobierno de Alberto Fernández, y ha denunciado este desguace en sus redes sociales, donde señaló no solamente la reducción de personal, sino cómo impacta esto, algo muy sencillo para cualquiera que nos esté escuchando, la línea 144, entre otras cosas, asiste y asesora a las personas en situación de violencia de género.
Este gobierno no para de hacernos levantar con malas noticias. Cada día que nos levantamos tenemos una mala noticia. Lamento que igualmente eso lo percibamos poca parte de la población, pero me parece que lo que hay que dimensionar es la gravedad que tiene, que luego de 40 años de institucionalidad de género que tiene nuestro país, porque la institucionalidad de género ha pasado por todos los gobiernos, por el gobierno de Macri, por el gobierno de Menem, por el gobierno de la Rúa, por el gobierno de Néstor, por el gobierno de Cristina, no es una política específicamente del peronismo, también para romper un poco con esto de la estigmatización y el odio que tienen contra el peronismo y el kirchnerismo. Es una decisión política que han tenido los distintos gobiernos durante 40 años. ¿Por qué? Porque la desigualdad existe. Las mujeres estamos en desigualdad de condiciones y nos faltan 130 años para llegar a la igualdad. Por más que tengamos estos 40 años a cuestas, todavía nos faltan un montón más. Y romper, desaparecer y desmantelar, no va a ser gratuito, no puede venir alguien con omnipotencia y creerse invencible a borrar de un plumazo algo que tiene 40 años de historia.
Porque además hay pactos internacionales, nosotros como país argentino adherimos a la convención Belém do Pará, el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW), está en la Constitución de nuestro país, tiene rango constitucional la protección de los derechos de las mujeres y de la no violencia, entonces creo que no es algo tan sencillo lo que va a pasar, pero sí suscita una gravedad y una emergencia que nos tiene que preocupar a toda la sociedad, no solamente a los sindicatos, a los partidos políticos, a las organizaciones de mujeres, a toda la sociedad. Siempre lo pongo en estos términos, cuando una mujer sufre violencia de cualquier tipo, pero sobre todo la violencia doméstica que es la que más sufrimos las mujeres de nuestro país, al interior de nuestros hogares, que se dan en el contexto del silencio, en el contexto del espacio íntimo entre comillas, no solamente le está afectando la vida a esa mujer, sino que le está afectando la vida a sus hijos o hijas que viven en ese entorno de violencia. En el caso del Programa Acompañar, el 63% de las mujeres a las que asistimos en violencia extrema de género tenían hijos o hijas a cargo.
Entonces, pensar en que minimizar que las políticas públicas de género son un gasto es una mentira, falso. Es el 0,23% del presupuesto general de toda la administración pública. Pensar que los trabajadores y las trabajadoras del ministerio son ñoquis, ensobrados de la Cámara, no sé qué tantas cosas le han puesto de sesgo a los trabajadores del Estado, también es falso. Desde que inició el gobierno de Javier Milei se despidieron 230 personas del ex ministerio, actualmente quedaban alrededor de 800 personas y lo que se anuncia es despido del 80%, se van a despedir 500. La línea 144 -que es la que vos bien mencionabas al inicio de esta conversación-, solamente para que funcione las 24 horas del día, los 365 días del año, necesitaba mínimamente 130 trabajadoras. Entonces, estamos hablando de dar una discusión que no tiene que ver con los trabajadores, no tiene que ver con el organismo, no tiene que ver con la ideología, tiene que ver con una profunda discusión cultural, ideológica y política, aunque a Milei no le guste, política. Sobre qué país queremos, dónde queremos vivir, dónde queremos que vivan nuestras hijas, dónde queremos que vivan nuestras nietas, dónde queremos que vivan nuestras hermanas, nuestras tías, dónde queremos que vivan, en un país que no tenga ninguna política de asistencia en casos de violencia por motivos de género y que vaya a una comisaría esa mujer y no le tomen la denuncia, porque pasa en cientos de comisarías de nuestro país que no toman las denuncias por violencia de género. Y se quede sola o tenga que volver a su casa, a correr riesgo su vida, ¿queremos eso? ¿Eso quiere este país? ¿Eso quiere la sociedad? Bueno, yo creo que no.
Creo que lo que este gobierno está instalando es un discurso con una masividad, porque bueno, es un gobierno corporativo, no tengo que explicar mucho, pero tiene todas las herramientas, cuando vos sos oficialismo tenés acceso a los medios, tenés acceso a las redes sociales y tenés el poder de la agenda pública, él está instalando la agenda pública, realmente estigmas y monstruos alrededor de políticas que fueron realmente para salvarle la vida a las personas o para que las personas puedan vivir vidas más dignas, y está claro que este gobierno va en contra de las mujeres de este país, y lo que nosotras tenemos que tener en cuenta es que todo eso que yo te nombré, verborrágicamente, porque entenderás que me enoja mucho la situación, todas estas cosas que yo te nombré y son un 0,01% de las políticas públicas que se han hecho durante estos 40 años en materia de género y diversidad, las conquistamos nosotras, y no es por un funcionario o funcionaria que haya estado a cargo, los funcionarios o funcionarias en el Estado estamos de paso, por lo menos así las mujeres y las diversidades que hemos estado en puestos de decisión pública lo vivimos, sabemos que los puestos no son para siempre, entonces la política no es de nadie, es de todas y de todos, al revés de lo que piensa Milei.
Mencionabas, para poner un ejemplo, el Programa Acompañar, ¿qué significaba ese programa para quien no lo conocía y sepa realmente la importancia de estas políticas públicas?
Sí, el programa Acompañar era un programa de asistencia en situaciones de violencia extrema, era un acompañamiento, un asesoramiento y una ayuda económica, equivalente a un salario mínimo inmóvil por 6 meses. La intención de la compañía, o el objetivo de la compañía, era que una mujer que sufría violencia de género u otro tipo de violencia, pero las violencias extremas, en donde vos te obligan a tener que dejar tu entorno o tu vida de golpe por esa violencia, se la asistía y se la asesoraba legalmente, psicológicamente, y se le daba un aporte de un salario mínimo vital inmóvil durante 6 meses para que pudiera recuperar o alquilar algo, en el caso de que muchas veces sacan a las mujeres de las casas y dejan a los varones, en caso de que ella tuviera que reiniciar su vida con sus hijos, lo pudiera hacer. O iniciar un proyecto productivo para poder tener una salida económica, porque hay mucha violencia, la violencia no es una sola, sino que a veces se entraman. El programa Acompañar asistió a 350.000 mujeres en nuestro país en los 4 años del Ministerio de Mujeres, y ahora estaba totalmente paralizado.
La Corte Suprema tiene un área que publica datos sobre el tema, en los últimos 10 años había 2.450 femicidios, y se escucha con absoluta crueldad a los autores de "Ya cerramos ese ministerio". Contarlo en un comunicado, y dicen ¿para qué quieren un ministerio si ya hay otros programas en otros lugares? Los femicidios siguen aumentando. Y todas esas falacias terminan convirtiendo eso en un discurso que para muchos termina siendo creíble.
Totalmente, porque además hay que decir varias cosas. Primero los datos no mienten. El dato de la Corte Suprema de los 2.450 femicidios en 10 años, en los 260 femicidios del 2023, y los que van este año, que los observatorios que las organizaciones feministas han podido construir. Ya llevamos 110 femicidios en lo que va de este año, en este primer semestre. Recientemente, salió el dato de la UCA del 55% de pobres en Argentina. Bueno, les voy a contar a la audiencia que por ahí no sabe, de ese 55% de pobres de la Argentina el 63% son mujeres. Atrás de esas mujeres hay miles y miles de niños y niñas que no van a poder desarrollar distintas características nutricionales, alimenticias, para poder tener, por ejemplo, un índice de atención en la escuela o ni siquiera acceso a la educación porque no le pueden comprar los útiles o no pueden llegar en colectivo. Esa es la realidad y de por qué se necesitan políticas focalizadas y direccionadas hacia las mujeres y diversidades. Porque somos la población más pobre del país, porque somos las más vulnerables, y ese dato el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona; el diputado Nacional, Bertie Benegas Lynch y el presidente Javier Milei, no solo lo omiten, no se hacen cargo, no se responsabilizan, no cumplen la función o el deber de funcionario público para generar políticas para que esto no siga creciendo, además, generan un discurso de odio, de estigmatización, de discriminación hacia esta población, ¿no? Y lo hacen con todo, lo hacen Sandra Pettovello, Ministra de Capital Humano, con el sector más vulnerable, los periodistas que son amigos de Milei lo hacen con los periodistas que por ahí están en contra. Hay una discursividad dentro de este gobierno que no deja frente abierto y que es importante que la audiencia que te escucha sepa que no es que estamos peleando por el carguito o por el puesto de trabajo, lo que se está defendiendo, más allá, obviamente, que no suene mal, las 500 familias que se quedarían sin trabajo, es un dolor y son amigas, compartí la gestión con ellas, un dolor terrible. Lo que estamos defendiendo es poder seguir peleando por vidas dignas para las mujeres y eso no lleva 4 años de un ministerio o 40 años de institucionalidad, 2000 años de opresión, de patriarcado, de machismo, no se pueden resolver en 4 años con un ministerio, lleva muchísimos años más, entonces creo que hay que entender que no estamos peleando por eso, estamos peleando por un montón de derechos que le han permitido a algunas mujeres en nuestro país poder tener vidas más dignas.
Por último, en esos hilos de tweets que pusiste, remarcabas una de las políticas del Estado, de este Estado, la crueldad.
Sí, la verdad que sí, lo estamos viendo, lo vivimos en el triple lesbicidio de barracas, porque cuando la máxima autoridad de un país habilita este tipo de discursos, habilita, por ejemplo, publicar un comunicado de disolución de un ministerio en una red social, que eso habilita a todas las personas odiantes de las redes sociales, incentive a la violencia. Legitima que las personas podamos hacer cualquier cosa, no está permitido pegarle a una mujer, no está permitido matar a una mujer, por más de que el presidente quiera fingir demencia y hablar de una libertad que existe solamente en su micromundo, porque ni siquiera es la libertad de los libertarios, es la libertad de su micromundo, estamos viviendo la política de Estado más cruel de todos los tiempos, no solamente para el Ministerio de Mujeres, como te decía, Capital Humano, Educación, Salud, la no entrega de los medicamentos oncológicos, la frenada de la Dirección de Asistencia Directa por Situaciones Especiales (DADSE), que era el organismo de entregar medicamentos oncológicos a las personas que no podían y las 60 personas fallecidas que ya llevamos en esta gestión. Es un gobierno cruel e ineficiente, además, porque no sabe resolver más que echando funcionarios cuando hay crisis políticas en su gobierno. Y sobre todo es muy cruel con las mujeres, lo que nos tiene que alertar muchísimo, porque ahora nos parece algo liviano, pero desde acá se arranca, y cuando arrancamos acá, en 10 años no sabemos qué vamos a tener, entonces culturalmente instalar esos discursos de odio, es de mucha gravedad. Puede haber haters como había antes, hoy son todos funcionarios de Milei, los libertarios que desarrollaban estas políticas en las redes sociales, hoy son funcionarios de Milei, pero cuando eso lo propicia el propio Estado, lo disemina el propio Estado, bueno, la crueldad es política, se vuelve política pública.
La Subsecretaria de Protección contra la violencia de género, recientemente trasladada al Ministerio de Justicia, Claudia Barcia, anunció el recorte del 70% del recurso humano. Luego se enteró por un mensaje que la Subsecretaría que comandaba se disuelve, renunció.
Laporte publicó en sus redes sobre el desmantelamiento:
- Recortar la línea 144. Hace 10 años la línea asiste a más de 920.050.
- Se realizaron 319.168 intervenciones en casos de violencia de género.
- Ya están paralizadas las políticas públicas de género y diversidad desde que asumió Milei.
- Desde que asumió Milei y Barcia, se redujo el 33% de inversión en políticas de género.
- Acompañar: tiene un 80% menos en la ejecución del presupuesto interanual. El programa está frenado.
- No hay datos del RENNYA*, principal programa de reparación para hijos/as de víctimas.
Se degradaron las áreas de género del país, a las que Claudia Barcia jamás quiso atender.Pasarían sólo 100 trabajadoras a las áreas de Acceso a la Justicia y Derechos Humanos dependiente de Cúneo Libarona.
Las políticas de género ya no están en peligro, están en emergencia.
Esta decisión es producto de la política de un Gobierno que es cruel con las mujeres y diversidades. Somos las más afectadas por todo el ajuste y recorte que está haciendo. El desmantelamiento de las políticas de género impacta en el incremento de la violencia.
No les importa el Pueblo. Porque el pueblo somos nosotras. Y ellos están devastando todo lo poquito que supimos construir. Pero, a estos señores poderosos, se les responde con la fuerza de la red de mujeres y diversidades que nuestro país supo conseguir.
*El Régimen de Reparación Económica para Niños, Niñas y Adolescentes (RENNYA) fue creado por la Ley 27.452, sancionada en 2018. Esta es una la reparación económica con la que el Estado nacional acompaña a hijas e hijos de víctimas de femicidios, travesticidios, transfemicidios o personas fallecidas en contexto de violencia intrafamiliar o de género. Entre quienes son titulares de este derecho, la mayoría tiene entre 5 y 12 años.