Lo afirmó Edison Lanza, relator especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) durante un debate en Buenos Aires
Las noticias falsas son parte de un combo que, junto con la publicidad dirigida por algoritmos y la desinformación de gobiernos, generan "una especia de 'tormenta perfecta' sobre el tema", afirmó Edison Lanza, relator especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Durante un debate sobre las también llamadas "fake news", organizado por el colectivo Hacks/Hackers Buenos Aires y al que asistieron anoche más de 100 personas, el experto uruguayo dio cuenta de la dificultad del abordaje de esta problemática y coincidió con los demás panelistas en la responsabilidad de las plataformas de internet y en que las noticias falsas son parte de un "problema mayor" que afecta a la democracia.
Aunque siempre existió la propaganda que "de algún modo es una forma legítima y protegida por el derecho a la libertad de expresión, también es cierto que la desinformación no es buena para la sociedad democrática", señaló Lanza respecto a un tema que "ha tomado actualidad en varias regiones del mundo por la diseminación de noticias falsas o propaganda a través de las redes sociales y la incidencia que puede tener esto en el derecho a saber y conocer de la población".
La información falsa existe desde siempre, pero hay cuestiones nuevas: "Gente que inventa medios de comunicación para inventar noticias para lucrar. Es un fenómeno que en la época analógica no existía", graficó el especialista, y consideró que el hecho de que haya "una industria de la publicidad, e incluso los intermediarios alimentando este tipo de cosas aunque sea sin intencionalidad, es una preocupación".
Pero "esta cuestión de las 'fake news', no es un tema aislado", continuó el relator de la CIDH, que consideró que esta "tormenta perfecta" está constituida por un combo del que forman parte "gobiernos que han tomado el control de los medios públicos y los han transformado en medios gubernamentales para distribuir propaganda de forma abierta", plataformas "alimentadas por la publicidad a través de algoritmos", ataques a periodistas y "el uso perverso de esta etiqueta 'fake news' para deslegitimar a quienes hacen buen periodismo".
Asimismo, hizo alusión a una reciente declaración conjunta sobre este tema en la que los relatores para la libertad de expresión reconocen "por primera vez" el rol que les cabe a los intermediarios de Internet, es decir a las plataformas como Facebook, Google o Twitter que vehiculizan hoy el acceso a la información.
Así como "tienen garantías, también tienen la responsabilidad de contribuir con información de calidad, y tienen en sus manos unas herramientas tecnológicas muy poderosas que tienen que poner a disposición del público. Por ejemplo, herramientas para ayudar a identificar noticias falsas y a que el público pueda cuestionarlas o llamar la atención sobre la veracidad de la información o del medio".
En esta línea, la periodista y analista Natalia Zuazo consideró que "Facebook se transformó en un medio" en si mismo, algo de lo que "no hay dudas" si se miran los números: "Es la principal fuente de información en varios rangos etarios y 1.000 millones de personas se informan ahí cada día", sostuvo.
Junto con Google "concentran cerca del 20 por ciento de la publicidad mundial", agregó la autora del libro "Guerras de Internet".
Por su parte, el escritor y periodista Esteban Magnani resaltó la cuestión publicitaria en estas plataformas como un tema central, pues permiten la circulación de las noticias falsas, ya que posibilitan "un conocimiento del receptor que no es perfecto, pero que va creciendo a lo largo del tiempo".
A diferencia del modelo clásico de comunicación, en el que "el medio era el emisor, el riesgo por derrapar era el de perder la credibilidad y el mensaje se enviaba a receptores desconocidos, 'el modelo 'algorítmico' tiene muchos emisores y hay un mensaje 'tuneado' que está dirigido a un receptor que conoce, gracias a los algoritmos de las redes sociales", analizó el profesional.
"Hay que pensar el algoritmo como una herramienta que debe ser controlada por la democracia, si no llegamos demasiado tarde", aseveró Magnani.
Además, Lanza consideró que hay ciertos intentos de solución al problema de las "fake news" que encierran peligros.
"Si le exigimos a todo el mundo que solo pueda publicar información veraz y objetiva tenemos otra clase de problema: el del control estatal de la comunicación", sostuvo el funcionario de la CIDH, para quien hay que tener mucho cuidado de "que no se establezcan nuevas sanciones que penalicen, por ejemplo, la publicación de noticias falsas, porque esto puede terminar en una cacería de brujas".
Fuente: Agencia TelAm