domingo, 26 de enero de 2025

Norma López: El Concejo Municipal necesita elevar su prestigio y con debates de cara a la sociedad

Norma López, madre, feminista, peronista, periodista y concejala de Rosario, estuvo este sábado en Señales, donde analizamos la situación del país, las últimas declaraciones de Javier Milei, el funcionamiento del Concejo Municipal y la actualidad del Partido Justicialista de Santa Fe
Hace de cuenta que sos periodista también.
Bueno, muy bien. Me gusta, me gusta. Me gusta esa situación. Es un momento difícil.

¿Dejaste por completo la profesión o a veces te sentís en ese rol?
No, no. Siempre trato de volver, de generar algunas líneas, de escribir algo, de pensar también en cómo... Porque lo que sirve de pensar las cosas desde la comunicación y el periodismo es, por un lado, la escucha permanente. Que los políticos también debemos eso, la escucha constante. Y, por otro lado, cómo interpelar las formas que tienen los gobiernos. Hoy, ustedes tienen un gran rol desde la comunicación, en un momento donde las redes sociales están tan activas. No solo WhatsApp o Instagram; hoy en día se instalan muchas partes de la realidad como si fueran verdades absolutas y hay mucha violencia, descrédito y sobre todo desinformación.

Sí. Mentiras también
Muchísimas mentiras. Muchas fake news. Vos sos un especialista en eso, porque siempre has trabajado en lo relacionado con la libertad de expresión. Hoy, hay un doble desafío para quienes se dedican a la comunicación: desandar las mentiras. Están quienes tratan de instalarlas, claro, pero también está el trabajo de desmontarlas, sobre todo para aliviar la vida cotidiana de la gente. Y la política está claramente en crisis, con nuevos liderazgos, como el del presidente de la Nación, o de otros. Nosotros tenemos personas dentro del gobierno, como Federico Sturzenegger, que dice que ha fracasado en los gobiernos en los cuales ha participado, como si sus medidas y su proyecto económico no formaran parte de ese fracaso. Lo que más me preocupa es cómo se ha instalado en algunos sectores de la sociedad la idea de que la gente tiene que sufrir. Que está bien que cada uno gane poco, que coma lo que pueda, que no tenga salud, pero que después el Estado te garantice la salud. En las salitas de salud, en los dispensarios, cada vez habrá más necesidad de acompañamiento por parte de la gente.

Vos hablabas de desmontar las mentiras, que creo que es justo lo que está pasando ahora. Ya no basta con decir la verdad, sino que hay que desmontar esas mentiras, esas mentiras que terminan siendo instaladas por un gobierno que, con un solo tuit, logra una amplificación terrible a través de los medios, que terminan siendo cómplices como nunca antes, al menos en lo que yo he visto en mi historia.
Es así.

Hoy tenemos medios que no rebaten nada, que publican notas tal cual la recibieron, sin siquiera cuestionarla. Antes, uno tenía la costumbre de buscar otra fuente, de llamar a alguien más para confirmar. Por ejemplo, si se hablaba de femicidios, se buscaba a alguien como el padre de Micaela García para hablar sobre la ley Micaela. Hoy eso ya no existe.
No existe. Y lo que vos mencionás sobre la complicidad, aunque es un término fuerte, es cierto. Los medios terminan siendo funcionales a esta dinámica. Lo que está instalando Javier Milei claramente divide a la sociedad, porque hay una parte que no está de acuerdo con la igualdad. La ley dice una cosa, pero la igualdad efectiva no existe en la práctica. En cuanto a los femicidios, lo que plantea el presidente es absurdo. Por ejemplo, dice que no hay brecha salarial ni de género, y que los hombres consiguen mejores trabajos. Pero, ¿por qué? Si las mujeres estamos igualmente capacitadas, no es una cuestión de formación. Es como retroceder en discusiones que ya estaban saldadas. Lo mismo pasa con la figura de los femicidios, que en el Código Penal tiene agravantes: no es lo mismo un parricidio que un asesinato común, o un infanticidio. El vínculo entre el agresor y la víctima aumenta la pena. Estas cosas ya estaban discutidas y aceptadas en la sociedad. Entonces, ahora volvemos atrás en muchos conceptos, naturalizando violencias. Y no solo me preocupa lo que dice sobre las personas de la diversidad, sino también cómo pone la homosexualidad en el terreno de los delitos y las perversiones. Los delitos sexuales contra niños y niñas no provienen de personas homosexuales. Hay que desandar todas esas mentiras que, además de ser falsas, agreden profundamente a las personas. Me preocupa cómo la sociedad empieza a tener miedo, y también cómo la política está faltando a su responsabilidad de poner límites. La política está demasiado enfocada en comunicados por redes sociales, pero está faltando una respuesta clara.

Y la otra gran preocupación es la justicia.
Totalmente.

Si aquí hubiera un fiscal dispuesto a actuar de oficio, tendría todas las herramientas a su disposición. Podría, al menos, llamarle la atención al presidente y pedirle a un juez que le diga: "Señor presidente, esto no corresponde, esto es ley".
Estoy totalmente de acuerdo. Sobre todo en este período, en el que la justicia tiene el privilegio de estar de feria. Es decir, durante todo el mes de enero no se trabaja.

Tampoco le estoy pidiendo mucho, sabiendo lo que es Comodoro Py
Exactamente.

Porque ya conocemos cómo funciona ese lugar. Pero, al menos, mínimamente algo se podría hacer.
Y te agrego que las justicias provinciales también deberían actuar. Porque si no, como el presidente, que corresponde al ámbito nacional, se corre todo a nivel del gobierno federal y el fuero federal. La verdad es que todos se apartan. Y cuando el presidente habla, lo hace para todos y todas. Entonces, también debería haber algún fiscal o fiscalía que actuara. De todos modos, si bien las organizaciones hemos planteado denuncias, el martes vamos a presentar una más, con el Observatorio de Violencias por Motivos de Género Mercedes Pagnutti, que hace más de 10 años realiza un relevamiento de feminicidios. Vamos a presentar una denuncia en la justicia federal con sede en Rosario, pidiendo que se investigue si lo que está haciendo el presidente de la Nación constituye un delito, porque la verdad es que sus acciones generan más violencia, más odio, y todas las políticas que está llevando adelante están apuntando a eso. Y fíjate la discrecionalidad, la disparidad. No quiero usar la palabra "locura" porque no quiero asociarlo con un tema tan serio como la salud mental, que es una problemática que atraviesa a toda la sociedad; todos en algún momento hemos tenido alguna situación relacionada. Pero, bueno, el presidente aumenta un poco la Asignación Universal por Hijo y se compromete a mantenerla. Y, por otro lado, avanza contra la educación pública. Este cuestionamiento hacia la educación no es solo para las universidades, que ya han visto recortado su presupuesto, sino que también afectará a las escuelas, porque va a haber más dificultades para que todas las personas puedan acceder a la educación. Y después, ¿qué viene? ¿Viene que te saquen la obligatoriedad de la secundaria, de la primaria? Porque ya han planteado que si una familia necesita trabajar, los chicos deben trabajar. Se regresa a conceptos que en nuestro país están constitucionalmente prohibidos. Los derechos de las infancias vulneradas están siendo violentados, y debemos revertir esa situación.

Entonces, cuando plantea estas cuestiones, que parecen ser una acción positiva del gobierno, como el mantenimiento de la Asignación Universal por Hijo —lo cual, por supuesto, es un derecho de los chicos—, por otro lado, está quitándole presupuesto a las escuelas, cuestionando la obligatoriedad de la primaria, y los padres se quedan sin trabajo. Sabemos cómo están los precios, la canasta familiar. No hace falta seguir profundizando sobre eso. Estas contradicciones terminan confundiendo a la población.

Y te sumo algo más: acciones del ENaCom, como el anuncio de que no van a entregar las notebooks que tienen, porque dicen que no son necesarias, y que esas máquinas deberían estar apiladas hasta que se venza el plazo para su uso. Hoy, esos equipos podrían estar siendo utilizados por miles de chicos. Además, eliminaron los fondos destinados a mejorar la conectividad en los barrios populares, pero el fondo no lo eliminaron completamente; lo siguen recibiendo, pero lo desvían para reducir el déficit, mientras todos seguimos pagando por ese fondo. Y lo más preocupante es que no va a los recursos que se habían previsto originalmente.
Y, claro, te dicen que te bajan los impuestos. Pero la plata que siguen recibiendo, por ejemplo, con lo de las notebooks, es un gran ejemplo. Es muy importante porque también les están quitando la oportunidad a nuestros chicos y chicas de estudiar, de acceder a la educación. La virtualidad es fundamental hoy en día, y lo que cuesta tener un buen servicio de internet. Por eso es tan importante que las escuelas cuenten con ese acceso, y que el sistema lo sostenga el Estado a través del ENaCom, que hoy ha quedado reducido a una oficina. De hecho, debe haber algún negocio para algunos, porque es perverso pensar que esos equipos de computación, que podrían estar siendo usados por los chicos, están guardados y sin utilizarse. Alguien está ganando con eso.

Concejo Municipal de Rosario
Me parece que estamos frente a uno de los concejos más flojos de los últimos tiempos. Hace 30 años, llegábamos y no nos dejaban entrar. Decían “¿Qué es Aire Libre?” y solo entraban los medios establecidos. Hoy, los medios ya no cubren o lo hacen solo cuando tienen algún tipo de compromiso, lo voy a decir elegantemente. Las sesiones ya no son lo que eran; ahora solo dicen "Orden del día número 38, por la afirmativa... unanimidad" y ni siquiera sabemos qué aprobaron. No hay horarios fijos, tenes que estar todo el día esperando y cuando empiezan, puede ser horas después. A veces, veo en YouTube y solo somos cinco personas, y ni los colaboradores de los concejales están allí. ¿Qué opinas de todo esto?
Te iba a agregar algo sobre eso, sobre el horario de las sesiones, porque esos horarios evitan que la gente participe. Los horarios están establecidos de tal manera que la gente no puede asistir. Si nosotros sesionamos al mediodía o a las 2 de la tarde, como a veces sucede, es muy difícil para la gente participar. Y aunque sesionamos cada 15 días de manera fija, no tenemos un horario más accesible para que la gente pueda venir y ejercer un control institucional sobre lo que nosotros hacemos como concejales, que nos debemos a los vecinos y vecinas. Desgraciadamente...

Las comisiones son a la mañana.
Sí, nosotros tenemos un sistema de transparencia donde transmitimos las sesiones y los debates. La verdad, el único momento en que las sesiones no se transmiten en vivo es cuando hay grupos de vecinos o vecinas hablando sobre temas sensibles, como inseguridad o violencia, para proteger la privacidad de los involucrados. Pero coincido con la crítica política que haces, porque realmente este Concejo Municipal tiene una mayoría automática del bloque Unidos (Frente Oficialista), es decir, tienen más de la mitad de los concejales, lo cual está muy bien legitimado por el voto del pueblo. Son 15 concejales que representan a sectores como el de (Maximiliano) Pullaro, (Pablo) Javkin, el Radicalismo, el PRO, la Libertad Avanza, el Socialismo, y otros sectores. Pero lo que sucede es que esta mayoría se usa para sesgar los debates. El Concejo Municipal necesita elevar su prestigio, y no solo su prestigio, sino el debate cotidiano. Porque el debate no debería ser solo una pelea, sino un espacio para analizar, proponer y generar soluciones. Siempre digo que debemos hacerle la vida un poco más fácil a la gente, y tenemos posibilidades de incidir en eso.

Por otro lado, el intendente Pablo Javkin tiene un criterio autoritario sobre cómo se proponen las cosas. Nosotros, por ejemplo, proponemos muchas cuestiones básicas, como el barrido, el zanjeo, que no haya ratas, y eso depende de quién esté a cargo, y se tratan de manera distinta. También debo ser sincera: cuando logremos romper esta mayoría automática, podremos tener otros debates, pero hay mucho trabajo por hacer. Y ese trabajo requiere también una dinámica institucional más sólida.

Tenemos que avanzar con cuestiones muy concretas, como el servicio eléctrico. Son servicios que dependen de la provincia de Santa Fe, pero tenemos un compromiso directo con los vecinos. El tema del agua y de la energía eléctrica es crucial. A finales de diciembre, la provincia de Santa Fe realizó una audiencia pública sobre los aumentos en la tarifa de la luz. Había solo nueve personas en esa audiencia, cuando debería haber habido una participación mayor, porque todos estamos afectados por esos aumentos, tanto las personas como las empresas. En el Concejo Municipal, el debate sobre las tasas también es clave. Nosotros, el peronismo y Ciudad Futura, votamos en contra de un aumento de tasas que modificaba tres componentes de la Tasa General Impositiva: la ubicación geográfica, el rango y las superficies. Esto también implica un revalúo de las propiedades. Por lo tanto, ahora estamos recibiendo muchos reclamos de los vecinos sobre los aumentos.
Hace unos días, conversaba con una empresaria de la zona sudoeste, que tiene una PYME que da trabajo. Ella me mostró su TGI y me preguntó: "¿Qué hicieron ustedes?". Y está bien que me lo haya preguntado. Por supuesto, le expliqué cómo se votaron esos aumentos. Pero a la sociedad no le alcanza solo con saber quién votó a favor o en contra de un ajuste en un servicio, especialmente cuando ese servicio no funciona bien. Nosotros tenemos que avanzar en mejorar esos servicios.

Lo que me preocupa de la política es que estos debates no se hacen de cara a la sociedad. En diciembre, cuando se votaron esos aumentos, nadie se enteró. Y ahora, que están llegando las boletas de la TGI a los domicilios, la gente pregunta: "¡Yo los voté! ¿Por qué no me enteré de esto?". Porque todo pasa como un titular más, en medio de una concentración mediática que nunca antes habíamos visto en la ciudad de Rosario y en el sur de la provincia de Santa Fe. Aunque la situación en el centro-norte sea distinta, la concentración mediática es tan grande que todo pasa como un tema más, sin el debate necesario. Y esa no es responsabilidad de los medios ni de los empresarios, sino de la política.

El Intendente no explicó por qué se hicieron esos aumentos. Cuando el Secretario de Hacienda presentó el presupuesto, no explicó cómo se iban a realizar los aumentos. La sociedad tiene derecho a saber por qué se pagan impuestos y tasas, porque esas tasas tienen un destino social: la prestación de servicios, el mantenimiento de centros de salud, por ejemplo. Sin embargo, cuando no hay insumos en los centros de salud, o cuando cuesta conseguir turnos, ahí es donde tenemos que dar la batalla.

Creo que el Intendente ha hecho un acuerdo importante con los 15 concejales del bloque Unidos (PRO, La Libertad Avanza, Socialismo, Radicalismo), A veces la Libertad Avanza también forma parte de acuerdos básicos.  El Intendente es el responsable también de que las políticas públicas salgan a su antojo y sin dar el debate necesario, porque los consensos se construyen con diálogos, pero cuando vos tenés un diálogo solamente al interior. ¿Por qué el Intendente ahora mandó todo lo que eran los aumentos, las licitaciones de cuestiones muy importantes, y ha dejado algunas por fuera nada más? Porque no sabe si este año va a poder sostener esa mayoría. Entonces, ¿todo lo quisieron hacer ahora? Urbanizaciones, la relación con las constructoras privadas cada vez es más sólida, pero ¿está mal? No, ¿Cómo va a estar mal? Están generando trabajo y están haciendo desarrollo. Ahora, lo que está mal es que la gente no sepa cuál es el criterio de adjudicación. Que haya sectores que sean más amigos del Intendente. Entonces, hay un montón de PYMES que quedan por fuera de esas construcciones y que los precios que pagamos por las urbanizaciones no sean claros para la sociedad. Entonces, te pueden meter gato por liebre cuando quieran, solamente porque tienen el número importante que hace que todo sea tipo escribanía.

Hoy arrancaba el programa contando que en Santa Fe ya aumenta el colectivo, 1.420. Habitualmente, la tríada Rosario-Santa Fe-Córdoba decían, vamos con un aumento, e iban. A veces se sumaba Mar del Plata también. Bueno, viendo lo que pasa en Santa Fe, imagino que en Rosario va a pasar lo mismo. ¿Qué pasa con el Concejo? ¿Todavía tiene facultades el intendente?
Por un tiempo más, el Intendente tiene las facultades delegadas. Estas facultades han sido delegadas por un largo período, de hecho, por tres años. Esto ocurrió en una de esas sesiones largas en las que uno termina sesionando hasta tarde. A mí, personalmente, no me gusta sesionar por la noche. Y no es que no quiera poner el cuerpo y trabajar, es simplemente porque cuando sesionamos hasta altas horas de la madrugada, la gente no se entera de lo que hacemos. Aunque tengamos streaming y las sesiones queden grabadas en las redes, considero que es poco transparente de parte de cualquier organismo del Estado. Y esto siempre sucede, generalmente, durante el último mes del año, cuando tenemos que aprobar el presupuesto. Si pudiéramos dar los debates a plena luz del día, en cualquier momento, sería mucho más accesible. Yo siempre prefiero hacerlo durante el día, porque, cuando se discute, si la sesión se extiende por alguna razón, está bien, pero no tiene sentido cuando la prórroga se debe a los caprichos de algún sector político.

El Intendente, en una de esas sesiones, no este año, sino el anterior, logró obtener durante más de un año la posibilidad de aumentar el boleto de transporte. A nadie le gusta debatir el aumento del boleto, porque es una medida que afecta directamente a la gente, a la canasta familiar, en un momento en el que el Estado Nacional ha reducido su participación. Estoy cansada de que el socialismo, el radicalismo y las fuerzas que gobiernan la ciudad de Rosario siempre echen la culpa al gobierno nacional, que ha sido mayormente peronista o de Unidad Ciudadana. Siempre denunciaron la falta de equidad en la distribución de subsidios, incluso durante el gobierno de Macri. Ahora, con Milei en el poder, no hemos viajado a Buenos Aires a pedir reuniones, ni con las fuerzas políticas de oposición. Y, de hecho, pareciera que hasta le piden permiso a Milei para cuestionarlo. No es que la plata que se nos debía haya sido destinada a otros sectores en Santa Fe, sino que se quedó con los fondos que nos pertenecen, los de nuestros aportes, y no llegaron en forma de subsidios.

Y los subsidios son clave, porque el transporte es un tema muy sensible para la economía de la gente. No se puede ocultar de ninguna manera. Por suerte, tenemos el Boleto Educativo Gratuito, que se renovó la semana pasada. Esto es un acompañamiento importante, especialmente porque en muchos hogares rosarinos hay estudiantes de nivel primario y secundario. Entonces también es un acompañamiento. Ahora, no tener subsidios no es lo mismo que tenerlos.

El servicio es pésimo, especialmente para quienes lo tomamos todos los días. Lo que antes era un logro para la ciudad, como la tarjeta MOVI, que era un ejemplo y además ofrecía un software libre que se compartía con otros municipios, desapareció. Perdimos calidad en el servicio, que antes tenía una frecuencia aceptable y buenos colectivos. Pero todo se vino abajo. Nos echaron la culpa a la pandemia, pero la pandemia terminó y seguimos igual, o peor. La aplicación "Cuando Llega" ya no sirve, y las segundas aplicaciones tampoco funcionan. El monopolio de Rosario Bus sigue intacto, y nuestra empresa MOVI está congelada.
Lo que ha permitido el intendente Pablo Javkin es que las empresas privadas recorten frecuencias. Si tuviéramos que pagar el costo real del boleto, sería inaccesible. Entonces, las empresas optan por reducir la frecuencia, pero lo cierto es que necesitamos a esos empresarios. El municipio, por diversas razones, no puede asumir el servicio de forma estatal con un costo mínimo para el vecino. Necesitamos a los empresarios para tener un mejor servicio, con colectivos en toda la ciudad y con cumplimiento de pautas esenciales, como la frecuencia, que también tiene que ver con la seguridad tanto de los choferes como de los pasajeros.

Nunca hemos logrado avanzar en un sistema de transporte integral. Nosotros seguimos teniendo el colectivo y taxis, remises, más todas las aplicaciones que ahora están dando vuelta, por la cual, permite que la gente pueda ir en el lugar donde más barato le parezca, pero que al mismo tiempo está implosionando todo lo que sea el sistema de alquiler. Y el sistema de bicis, que es importante, pero que no alcanza, porque no hay bicicletas en toda la ciudad, Rosario. Tampoco hay estaciones donde dejarlas. 

El Partido Justicialista de Santa Fe está tan dividido, ¿Qué está pasando ahí?
El justicialismo, como partido y como organización política, está atravesando una de las crisis más graves de los últimos años. La conducción actual, que fue validada el año pasado, está completamente cerrada, manejando apenas dos o tres ejes, los cuales han estado guiando la política interna de manera discrecional. Por un lado, está el grupo de los senadores, y por otro, hay agrupaciones que históricamente han sido democráticas dentro del peronismo, pero que ahora, en esta alianza, también están sosteniendo estas prácticas de discrecionalidad. No hay un debate real. Lo que sucedió en el último congreso provincial debería haber sido un proceso interno donde las afiliadas y afiliados al peronismo pudieran debatir y votar sobre cómo posicionarse, pero ni siquiera eso ocurrió.

Han dejado de lado a grandes electores, como Marcelo Lewandowski y Omar Perotti. Y aunque yo siempre fui crítica de la gestión de Perotti, hay agrupaciones dentro del peronismo que deben hacer una autocrítica seria, no de esas autocríticas superficiales de "nos equivocamos, pero sigamos como estamos porque nos conviene". El justicialismo hoy está fragmentado y erosionado, porque no está representando nada. No hay una propuesta del partido que impacte directamente en los santafesinos y santafesinas. En democracia, el rol de un partido político es, además de defender los derechos de sus afiliados, proponer ideas concretas que beneficien a la población. Sin embargo, el Partido Justicialista de Santa Fe no ha dicho ni una palabra sobre los aumentos de energía eléctrica implementados por Pullaro. Esa medida afecta a toda la población, sin importar la afiliación política. ¿Qué está haciendo el peronismo al respecto? ¿Qué dice el peronismo sobre los puestos de trabajo que se pierden día a día? ¿Cómo está ayudando a la gente? Salvo algunas excepciones, el peronismo, como partido, no está cumpliendo su rol.

La conducción del justicialismo de la provincia de Santa Fe, formada por los sectores representados por los senadores, La Cámpora, La Corriente y algunas minorías, no está apoyando ni a sus propios afiliados ni a la población. Necesitamos un partido fuerte que, además de representar nuestras ideas, defienda a los trabajadores y trabajadoras. Y eso es algo que, lamentablemente, no están haciendo. Han convocado un congreso provincial para discutir algo que tiene que ver con la reforma constitucional y otros ejes que no tienen nada que ver con los problemas cotidianos de la sociedad. No es lo que necesita la gente, no es lo que necesita un vecino o una vecina.

Hablamos de la presidencia de Guillermo Cornaglia y la vicepresidencia de María Luz Rioja
No solo de ellos, porque el peronismo tiene otras referencias. Hay varias vicepresidencias dentro de un sistema que nosotros, en la conducción anterior, creamos, con una alianza que representaba a todos los espacios. Esta alianza no es algo nuevo, lo que sí es nuevo es el poder discrecional que ha adquirido esta alianza y cómo han formado una mesa de conducción que, aunque tiene algunas agrupaciones, se ha reducido mucho. No generan amplitud, no están promoviendo la inclusión.

La pregunta es, ¿para qué queremos un Partido Justicialista que, por su silencio y su inacción, termina siendo funcional a lo que generan los gobiernos, sin cuestionarlo? El peronismo debe estar para acompañar a la gente, para estar al lado de los ciudadanos. Y uno puede hacer peronismo no solo dentro del partido, sino también fuera de él, porque los ideales del peronismo —como la justicia social, la independencia económica y la soberanía política— son más grandes que cualquier estructura interna. Son principios que han sido la base de las acciones de los gobiernos peronistas. Pero hoy la gente está cansada de escuchar promesas vacías, de ver significantes que no significan nada.

Es por eso que hablo de las cabezas de la conducción, pero también de la mesa que está conformada con un presidente, una vicepresidenta y varias vicepresidencias, las cuales representan ciertos espacios, pero que también están inmersas en otras cuestiones. Si no logramos tener un partido moderno, vigoroso, que tome postura, que defienda a los trabajadores y las trabajadoras, que forme opinión política y que fomente nuevos liderazgos a través de la capacitación de cuadros intermedios, entonces todo esto no va a servir para nada.

¿Qué pasó con el tribunal de disciplina del partido para analizar el comportamiento de los legisladores que acompañaron las leyes propuestas por el gobierno provincial?
Creo que eso quedó en stand-by. En este momento, no tengo cargos partidarios, no quise participar en cargos de esa índole dentro del partido, pero claramente, en una de las últimas instancias, uno de los temas que se iba a tratar era justamente ese, pero no se abordaron medidas disciplinarias. En otras gestiones anteriores del partido, junto con Ricardo Olivera, estuve al frente de la vicepresidencia y, en ese entonces, sí tuvimos sanciones y hasta expulsión de afiliados que tenían denuncias graves, como denuncias de lesa humanidad o delitos económicos. Sin embargo, en esta situación específica, el tribunal disciplinario no se ha constituido hasta el momento.

¿Vas nuevamente por la renovación de tu banca como concejal?
Estamos trabajando en un frente nuevo, que no solo incluye un sector del peronismo, sino también al Movimiento Evita, que proviene del peronismo, Ciudad Futura, Unión Popular, y compañeros y compañeras muy valiosos de Patria Grande. Creo firmemente en este proyecto, y no solo yo, sino que represento a Comunidad, una organización nueva en Rosario y en varias localidades del interior de la provincia. Este es un espacio que buscamos consolidar con fuerza.

Lo que necesitamos es generar un espacio político que realmente se enfoque en la escucha activa de sus participantes y en la representación de sectores que exigen ser escuchados en la política. Si no cambiamos las prácticas políticas, será muy difícil que la sociedad deje de mirar a la política con tanto enojo y tanta crítica, que, sinceramente, son críticas muy acertadas. Porque la política, en los últimos años, ha quedado atrapada en el laberinto de intereses propios de cada uno. ¿Qué representamos? ¿Qué camino seguimos? ¿Cuál es la "rosca" que mejor nos conviene? ¿Cómo logramos que ciertas leyes salgan adelante? Y todo esto ha causado que se pierda el vínculo con los vecinos, con los militantes. Muchos de ellos están, en cierto modo, defraudados.

Estoy convencida de que necesitamos crear nuevos espacios. Y esos nuevos espacios no necesariamente tienen que pensar igual, pero sí debemos animarnos a hacer propuestas, exponernos más ante la sociedad y tomar los reclamos genuinos de la gente, sin limitarnos a consignas que surgen solo de diálogos entre los distintos sectores políticos. Estoy realmente entusiasmada con esta participación y con lo que podemos lograr en este espacio.

Imagino que también presentarán candidatos a constituyentes.
Sí, estamos dialogando con distintas fuerzas, no solo con las que configuraron el espacio "Ciudades sin Miedo" el año pasado, sino con otros sectores con los que creemos que debemos generar un debate amplio sobre la reforma constitucional. No nos conformamos con los términos planteados por el gobernador de la provincia; queremos abrir un debate más profundo. Es fundamental discutir para qué queremos incorporar nuevos derechos para las y los santafesinos, y cómo actualizar la Constitución para reflejar las necesidades y demandas actuales.

Y revisar la Constitución de 1921, ¿estás de acuerdo con eso? Siempre digo que hay cosas importantes que hay que retomar.
Absolutamente de acuerdo.

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